El postimpresionismo surgió a finales del siglo XIX como una reacción al impresionismo, recuperando el énfasis en el dibujo y la expresividad de las formas. Artistas como Cézanne, Van Gogh y Gauguin exploraron nuevas técnicas pictóricas como el uso de colores contrastantes, pinceladas cursivas y composiciones simplificadas para expresar emociones. El postimpresionismo también se caracterizó por el interés en temas exóticos y los bajos fondos de la sociedad.