Este documento presenta una introducción a la historia de los Aquilini, una familia italiana originaria de la región de Toscana. Explica que no se conoce con certeza el origen del apellido Aquilini ni de cuando data el primer Rocco. Luego, brinda un breve contexto histórico sobre los primeros pueblos que habitaron la península italiana antes del Imperio Romano, mencionando a los italiotas, sabinos y etruscos. Resalta que los etruscos tuvieron una avanzada civilización en
Este documento presenta el primer cuento de una colección titulada "Cuentos que no se debieron contar". El cuento se titula "Ángela" y narra la historia de una mujer que vive en el Barrio Sur de Montevideo en las décadas de 1920 a 1940. Ángela comienza un romance con su jefe, el doctor Dino Degager, luego de conseguir un trabajo como recepcionista en un bufete de abogados. El cuento describe su primer encuentro sexual en el auto del doctor.
Este documento presenta un índice de 25 cuentos cortos titulado "Las Grietas". El autor, Rosalino Carigi, recopiló estos cuentos basados en sucesos reales que tratan sobre las grietas que se abren en las personas y en la sociedad. Los cuentos originalmente formaban parte de una novela incompleta llamada "La Grieta" que el autor escribió en los 1980s. En el 2000, los recuerdos lo llevaron a recopilar estos cuentos separados en una colección. El documento proporciona
Este documento presenta un libro titulado "La Agonía de los Mitos" que contiene 25 cuentos cortos. El libro comienza con una dedicatoria y un índice de los cuentos. Luego presenta el primer cuento llamado "La Escollera" que trata sobre un hombre llamado Ricardo que recuerda su pasado mientras camina por una escollera y habla con un pescador llamado Pedro.
Este documento presenta una colección de cuentos escritos por Rosalino Carigi entre 2007 y 2016. Contiene una dedicatoria, notas y 61 cuentos divididos en índice con títulos y páginas. El primer cuento resumido es "Bartolo" y trata sobre un hombre solitario llamado Bartolo y su desconexión de la realidad. El segundo cuento es "De negro" y se refiere a un anciano vestido completamente de negro y su reflexión sobre las locuras que cometió para darle una mejor vida a su hijo
Este documento presenta un poema de Antonio Machado titulado "Caminante no hay camino" seguido de un resumen de un libro de cuentos llamado "De Bastón" de Rosalino Carigi. El poema habla sobre la idea de que el camino se hace al andar y que todo pasa pero lo nuestro es pasar. El libro contiene varios cuentos cortos sobre temas variados.
Este documento presenta varios capítulos de un libro de cuentos titulado "Cuentos Primitivos, Tontos y... No Tanto". Los capítulos describen cuentos breves sobre temas como la invención de la rueda, un hombre que quiere poner un letrero en su pescadería, y conversaciones entre el autor y sus nietos sobre los cuentos.
Este documento presenta el primer capítulo de la historia "Ira-Yao, el cunaguaro". Narra la llegada de un grupo heterogéneo de personas a los esteros de Camaguán, Venezuela, para conocer la naturaleza del lugar. Entre ellos se encuentra Rolan, un joven técnico recién llegado al país. Llegan a la represa del río Guárico y pescan pirañas para desayunar. Luego continúan su viaje hacia los esteros, pasando por el pueblo de Calabozo.
Este documento contiene un libro de poemas escritos por Rosalino Carigi a lo largo de su vida, desde la edad de 14 años hasta los 87. El libro incluye una dedicatoria, notas del autor sobre la historia de la publicación y una introducción. Luego presenta más de 50 poemas ordenados cronológicamente sobre temas como la infancia, la juventud, la vida en la ciudad y el paso del tiempo.
Este documento presenta el primer cuento de una colección titulada "Cuentos que no se debieron contar". El cuento se titula "Ángela" y narra la historia de una mujer que vive en el Barrio Sur de Montevideo en las décadas de 1920 a 1940. Ángela comienza un romance con su jefe, el doctor Dino Degager, luego de conseguir un trabajo como recepcionista en un bufete de abogados. El cuento describe su primer encuentro sexual en el auto del doctor.
Este documento presenta un índice de 25 cuentos cortos titulado "Las Grietas". El autor, Rosalino Carigi, recopiló estos cuentos basados en sucesos reales que tratan sobre las grietas que se abren en las personas y en la sociedad. Los cuentos originalmente formaban parte de una novela incompleta llamada "La Grieta" que el autor escribió en los 1980s. En el 2000, los recuerdos lo llevaron a recopilar estos cuentos separados en una colección. El documento proporciona
Este documento presenta un libro titulado "La Agonía de los Mitos" que contiene 25 cuentos cortos. El libro comienza con una dedicatoria y un índice de los cuentos. Luego presenta el primer cuento llamado "La Escollera" que trata sobre un hombre llamado Ricardo que recuerda su pasado mientras camina por una escollera y habla con un pescador llamado Pedro.
Este documento presenta una colección de cuentos escritos por Rosalino Carigi entre 2007 y 2016. Contiene una dedicatoria, notas y 61 cuentos divididos en índice con títulos y páginas. El primer cuento resumido es "Bartolo" y trata sobre un hombre solitario llamado Bartolo y su desconexión de la realidad. El segundo cuento es "De negro" y se refiere a un anciano vestido completamente de negro y su reflexión sobre las locuras que cometió para darle una mejor vida a su hijo
Este documento presenta un poema de Antonio Machado titulado "Caminante no hay camino" seguido de un resumen de un libro de cuentos llamado "De Bastón" de Rosalino Carigi. El poema habla sobre la idea de que el camino se hace al andar y que todo pasa pero lo nuestro es pasar. El libro contiene varios cuentos cortos sobre temas variados.
Este documento presenta varios capítulos de un libro de cuentos titulado "Cuentos Primitivos, Tontos y... No Tanto". Los capítulos describen cuentos breves sobre temas como la invención de la rueda, un hombre que quiere poner un letrero en su pescadería, y conversaciones entre el autor y sus nietos sobre los cuentos.
Este documento presenta el primer capítulo de la historia "Ira-Yao, el cunaguaro". Narra la llegada de un grupo heterogéneo de personas a los esteros de Camaguán, Venezuela, para conocer la naturaleza del lugar. Entre ellos se encuentra Rolan, un joven técnico recién llegado al país. Llegan a la represa del río Guárico y pescan pirañas para desayunar. Luego continúan su viaje hacia los esteros, pasando por el pueblo de Calabozo.
Este documento contiene un libro de poemas escritos por Rosalino Carigi a lo largo de su vida, desde la edad de 14 años hasta los 87. El libro incluye una dedicatoria, notas del autor sobre la historia de la publicación y una introducción. Luego presenta más de 50 poemas ordenados cronológicamente sobre temas como la infancia, la juventud, la vida en la ciudad y el paso del tiempo.
Este documento es un libro de poemas titulado "Baúl de Retazos" escrito por Rosalino Carigi entre los años 1995 y 2015. Contiene una introducción donde el autor describe los poemas y escritos como "retazos" de diferentes etapas de su vida, así como dedicatorias, índices y más de 100 poemas sobre temas como el paso del tiempo, las personas, el amor y la muerte.
Este documento presenta la introducción y el primer cuento de un libro titulado "Cosas de las Copas". El libro contiene 53 cuentos escritos entre enero de 1996 y enero de 1997, cada uno relacionado con una semana del año. El primer cuento trata sobre un hombre que regresa después de mucho tiempo a su ciudad natal y se encuentra con un viejo amigo de la infancia sentado bajo un laurel en la plaza del pueblo. Comparten recuerdos del pasado y reflexiones sobre la vida.
Este documento es un libro de cuentos dedicado a los "Dones del ayer", personas que influyeron en la formación del autor. El libro narra historias sobre diferentes personajes, como Don Umberto, el peluquero italiano de un barrio uruguayo, y busca retribuir a aquellos que lo ayudaron a desarrollarse. A través de sus cuentos, el autor también rinde homenaje a su padre y a los dos países, Uruguay y Venezuela, que le permitieron crecer.
1. El documento presenta un libro de cuentos titulado "Cuentos de Siempre". Incluye una introducción, índice y varios cuentos cortos.
2. Uno de los cuentos se titula "El Despedido" y narra la historia de un trabajador que fue despedido de su empleo después de muchos años de servicio. Aunque le dieron las gracias, en realidad ya no era necesario.
3. El cuento sugiere que el despido es una realidad para todos los trabajadores y empleados, y que en alg
Este documento presenta una compilación de más de 100 "Carigiadas o Carajeadas", que son reflexiones, frases y aforismos cáusticos del autor Rosalino Carigi. El documento comienza explicando el origen y significado del término "Carigiada o Carajeada" y continúa enumerando y detallando cada una de las reflexiones a lo largo de varias páginas.
Este documento contiene una colección de cuentos escritos por Rosalino Carigi entre 2004 y 2007. Incluye una introducción del autor donde explica que los cuentos nacieron de sus recuerdos y experiencias pasadas. Contiene un índice con 42 cuentos de diferentes lugares identificados solo por las iniciales U, G y V. El resumen concluye con una sección al final llamada "Se dice de mi" y la palabra "Fin".
Este documento es una recopilación de las notas escritas por Gracián Solirio sobre sus reuniones con Caronte, el dueño de un bar llamado La Barca ubicado cerca de un cementerio. En la primera reunión, Gracián conoce a un hombre simple que buscaba tranquilizarse después de un día difícil de trabajo y problemas familiares. Caronte le sirve una bebida extraña que parece calmarlo.
Este documento es una recopilación de cuentos cortos que narran las conversaciones entre el narrador y un hombre llamado Juan que vive en la esquina de su barrio. Los cuentos exploran temas como la locura, la normalidad, la individualidad y la sociedad a través de las reflexivas y a veces delirantes conversaciones entre los dos personajes. El loco de la esquina utiliza su perspectiva única para hacer observaciones filosóficas sobre la naturaleza humana y la condición social.
Mujeres Libres - Spanish writers women REALIZADO POR: INÉS CALVOmich
El documento presenta extractos de varias escritoras españolas del siglo XX que abordan temas como la pasión, la juventud, la sensualidad, la identidad, la soledad y la condición femenina. Los extractos describen momentos íntimos y reflexiones sobre el deseo, el crecimiento personal, la búsqueda de la propia voz y la lucha contra roles de género restrictivos.
Mujeres libres. Women in freedown. Spanish writers women.Nombre Apellidos
Antología de textos de escritoras españolas del siglo XX que destacaron por denunciar en sus textos la realidad sicológica, social y cultural de la mujer.
Este resumen presenta extractos de varios poemas y fragmentos literarios de diferentes autores de habla hispana. Los textos tratan temas como la nostalgia, la juventud, el amor y la naturaleza.
El documento relata la historia del hijo del gringo Cresseri, un músico famoso en el norte de Argentina a principios del siglo XX. Cansado de trabajar como arriero, se dedicó a la música y se hizo conocido por sus composiciones. Sin embargo, una noche mató a su esposa durante una discusión luego de volver borracho. A pesar de esto, gracias a sus conexiones políticas y con la policía, no enfrentó consecuencias legales. En memoria de su esposa, compuso la canción "La zamba del femicid
El resumen describe la vida y obra del novelista colombiano Tomás Carrasquilla. Nació en 1858 en Santo Domingo, Antioquia y falleció en 1940 en Medellín. Publicó varias novelas y cuentos que lo convirtieron en uno de los escritores más importantes de Colombia. El Ministerio de Cultura colombiano declaró 2008 como el "Año Carrasquilla" para conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento y dar a conocer su obra a nuevas generaciones.
Este documento presenta un resumen de 3 canciones del cantautor mexicano Fernando Delgadillo que forman parte de un cancionero sobre el género musical de la trova. También incluye resúmenes de 2 canciones del cantautor cubano Alejandro Filio. El documento proporciona información sobre el origen y desarrollo de la trova como género musical.
Tomás Carrasquilla fue uno de los más importantes escritores colombianos del siglo XIX y principios del siglo XX. Nació en 1858 en Santo Domingo, Antioquia y se dedicó a oficios sencillos. Fue un gran lector y autor que influenció a generaciones con su literatura costumbrista sobre la cultura e idiosincrasia de Antioquia. Su obra tardó en ser reconocida a nivel nacional y su estilo se ubicaba entre el costumbrismo y romanticismo del siglo XIX y el modernismo del siglo XX
Este documento presenta el encuentro entre un niño llamado Julián, un cabrero, y un hombre llamado Simón que está escondido en el bosque con fiebre. Julián lleva comida y medicinas para Simón. Simón le explica a Julián que él trabajaba en una fábrica pero ahora se esconde de las autoridades fascistas. Julián muestra compasión y promete ayudarlos.
El documento narra la historia de un niño que se sienta frente a una panadería cada mañana para ver a los caballos que salen a repartir el pan. Su caballo favorito es Ruibarbo, un caballo viejo que pronto será vendido al matadero. Esa tarde, el niño se queda junto a Ruibarbo hasta tarde. Más tarde, libera secretamente a Ruibarbo para salvarlo del matadero.
El libro narra la historia de Carlota, una niña que visita un museo con su abuela y queda fascinada por la Monna Lisa. Al acercarse más al cuadro, Monna Lisa le habla y la invita a entrar en la pintura. Después de conversar, Carlota ayuda a Monna Lisa a salir de su soledad visitando otros cuadros, pero sus intentos no salen como esperaban y terminan huyendo de personajes enfadados. Finalmente, un ángel músico los ayuda a todos a volver a sus cuadros y Monna Lisa
Coeditorial Latinoamericana - Cuentos de Espantos y AparecidosHanz Gothicall
Este cuento resume la tradición oral guatemalteca sobre El Sombrerón, un pequeño duende que enamora a las niñas bonitas cantándoles. El Sombrerón se enamora de Celina, la niña más hermosa de la ciudad, y cada noche le canta serenatas. Aunque Celina también queda encantada, su madre la esconde en una iglesia para protegerla. Triste por la pérdida de Celina, El Sombrerón llora desconsoladamente la noche de su velorio.
El documento presenta una lista y breve descripción de los principales géneros literarios, incluyendo el género épico o narrativo (epopeya, cuento, cantar de gesta, novela), el género dramático o teatral (tragedia, drama, comedia) y el género lírico (canción, elegía, oda).
Miguel Ángel Asturias fue un escritor guatemalteco galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967. Nació en 1899 en Guatemala y estudió en varias universidades de Europa. Escribió novelas, cuentos, poesía y obras de teatro, fusionando elementos del surrealismo con la cultura maya de Guatemala. Algunas de sus obras más destacadas incluyen El señor presidente, Hombres de maíz, y Los ojos de los enterrados. Asturias fue reconocido por su experimentación literaria y por ayudar a estable
Este documento presenta el contexto histórico y ambiental de la historia "El sombrero de tres picos". Se desarrolla en Andalucía en 1805, durante el reinado de Carlos IV y Napoleón. Describe las rutinas diarias de la gente en ese tiempo y lugar, como ir a misa, comer puchero, y acostarse temprano. También introduce al molinero y su esposa, quienes reciben visitas de paseantes locales a cambio de ofrecerles comida y bebida de su huerta.
Este documento es un libro de poemas titulado "Baúl de Retazos" escrito por Rosalino Carigi entre los años 1995 y 2015. Contiene una introducción donde el autor describe los poemas y escritos como "retazos" de diferentes etapas de su vida, así como dedicatorias, índices y más de 100 poemas sobre temas como el paso del tiempo, las personas, el amor y la muerte.
Este documento presenta la introducción y el primer cuento de un libro titulado "Cosas de las Copas". El libro contiene 53 cuentos escritos entre enero de 1996 y enero de 1997, cada uno relacionado con una semana del año. El primer cuento trata sobre un hombre que regresa después de mucho tiempo a su ciudad natal y se encuentra con un viejo amigo de la infancia sentado bajo un laurel en la plaza del pueblo. Comparten recuerdos del pasado y reflexiones sobre la vida.
Este documento es un libro de cuentos dedicado a los "Dones del ayer", personas que influyeron en la formación del autor. El libro narra historias sobre diferentes personajes, como Don Umberto, el peluquero italiano de un barrio uruguayo, y busca retribuir a aquellos que lo ayudaron a desarrollarse. A través de sus cuentos, el autor también rinde homenaje a su padre y a los dos países, Uruguay y Venezuela, que le permitieron crecer.
1. El documento presenta un libro de cuentos titulado "Cuentos de Siempre". Incluye una introducción, índice y varios cuentos cortos.
2. Uno de los cuentos se titula "El Despedido" y narra la historia de un trabajador que fue despedido de su empleo después de muchos años de servicio. Aunque le dieron las gracias, en realidad ya no era necesario.
3. El cuento sugiere que el despido es una realidad para todos los trabajadores y empleados, y que en alg
Este documento presenta una compilación de más de 100 "Carigiadas o Carajeadas", que son reflexiones, frases y aforismos cáusticos del autor Rosalino Carigi. El documento comienza explicando el origen y significado del término "Carigiada o Carajeada" y continúa enumerando y detallando cada una de las reflexiones a lo largo de varias páginas.
Este documento contiene una colección de cuentos escritos por Rosalino Carigi entre 2004 y 2007. Incluye una introducción del autor donde explica que los cuentos nacieron de sus recuerdos y experiencias pasadas. Contiene un índice con 42 cuentos de diferentes lugares identificados solo por las iniciales U, G y V. El resumen concluye con una sección al final llamada "Se dice de mi" y la palabra "Fin".
Este documento es una recopilación de las notas escritas por Gracián Solirio sobre sus reuniones con Caronte, el dueño de un bar llamado La Barca ubicado cerca de un cementerio. En la primera reunión, Gracián conoce a un hombre simple que buscaba tranquilizarse después de un día difícil de trabajo y problemas familiares. Caronte le sirve una bebida extraña que parece calmarlo.
Este documento es una recopilación de cuentos cortos que narran las conversaciones entre el narrador y un hombre llamado Juan que vive en la esquina de su barrio. Los cuentos exploran temas como la locura, la normalidad, la individualidad y la sociedad a través de las reflexivas y a veces delirantes conversaciones entre los dos personajes. El loco de la esquina utiliza su perspectiva única para hacer observaciones filosóficas sobre la naturaleza humana y la condición social.
Mujeres Libres - Spanish writers women REALIZADO POR: INÉS CALVOmich
El documento presenta extractos de varias escritoras españolas del siglo XX que abordan temas como la pasión, la juventud, la sensualidad, la identidad, la soledad y la condición femenina. Los extractos describen momentos íntimos y reflexiones sobre el deseo, el crecimiento personal, la búsqueda de la propia voz y la lucha contra roles de género restrictivos.
Mujeres libres. Women in freedown. Spanish writers women.Nombre Apellidos
Antología de textos de escritoras españolas del siglo XX que destacaron por denunciar en sus textos la realidad sicológica, social y cultural de la mujer.
Este resumen presenta extractos de varios poemas y fragmentos literarios de diferentes autores de habla hispana. Los textos tratan temas como la nostalgia, la juventud, el amor y la naturaleza.
El documento relata la historia del hijo del gringo Cresseri, un músico famoso en el norte de Argentina a principios del siglo XX. Cansado de trabajar como arriero, se dedicó a la música y se hizo conocido por sus composiciones. Sin embargo, una noche mató a su esposa durante una discusión luego de volver borracho. A pesar de esto, gracias a sus conexiones políticas y con la policía, no enfrentó consecuencias legales. En memoria de su esposa, compuso la canción "La zamba del femicid
El resumen describe la vida y obra del novelista colombiano Tomás Carrasquilla. Nació en 1858 en Santo Domingo, Antioquia y falleció en 1940 en Medellín. Publicó varias novelas y cuentos que lo convirtieron en uno de los escritores más importantes de Colombia. El Ministerio de Cultura colombiano declaró 2008 como el "Año Carrasquilla" para conmemorar el 150 aniversario de su nacimiento y dar a conocer su obra a nuevas generaciones.
Este documento presenta un resumen de 3 canciones del cantautor mexicano Fernando Delgadillo que forman parte de un cancionero sobre el género musical de la trova. También incluye resúmenes de 2 canciones del cantautor cubano Alejandro Filio. El documento proporciona información sobre el origen y desarrollo de la trova como género musical.
Tomás Carrasquilla fue uno de los más importantes escritores colombianos del siglo XIX y principios del siglo XX. Nació en 1858 en Santo Domingo, Antioquia y se dedicó a oficios sencillos. Fue un gran lector y autor que influenció a generaciones con su literatura costumbrista sobre la cultura e idiosincrasia de Antioquia. Su obra tardó en ser reconocida a nivel nacional y su estilo se ubicaba entre el costumbrismo y romanticismo del siglo XIX y el modernismo del siglo XX
Este documento presenta el encuentro entre un niño llamado Julián, un cabrero, y un hombre llamado Simón que está escondido en el bosque con fiebre. Julián lleva comida y medicinas para Simón. Simón le explica a Julián que él trabajaba en una fábrica pero ahora se esconde de las autoridades fascistas. Julián muestra compasión y promete ayudarlos.
El documento narra la historia de un niño que se sienta frente a una panadería cada mañana para ver a los caballos que salen a repartir el pan. Su caballo favorito es Ruibarbo, un caballo viejo que pronto será vendido al matadero. Esa tarde, el niño se queda junto a Ruibarbo hasta tarde. Más tarde, libera secretamente a Ruibarbo para salvarlo del matadero.
El libro narra la historia de Carlota, una niña que visita un museo con su abuela y queda fascinada por la Monna Lisa. Al acercarse más al cuadro, Monna Lisa le habla y la invita a entrar en la pintura. Después de conversar, Carlota ayuda a Monna Lisa a salir de su soledad visitando otros cuadros, pero sus intentos no salen como esperaban y terminan huyendo de personajes enfadados. Finalmente, un ángel músico los ayuda a todos a volver a sus cuadros y Monna Lisa
Coeditorial Latinoamericana - Cuentos de Espantos y AparecidosHanz Gothicall
Este cuento resume la tradición oral guatemalteca sobre El Sombrerón, un pequeño duende que enamora a las niñas bonitas cantándoles. El Sombrerón se enamora de Celina, la niña más hermosa de la ciudad, y cada noche le canta serenatas. Aunque Celina también queda encantada, su madre la esconde en una iglesia para protegerla. Triste por la pérdida de Celina, El Sombrerón llora desconsoladamente la noche de su velorio.
El documento presenta una lista y breve descripción de los principales géneros literarios, incluyendo el género épico o narrativo (epopeya, cuento, cantar de gesta, novela), el género dramático o teatral (tragedia, drama, comedia) y el género lírico (canción, elegía, oda).
Miguel Ángel Asturias fue un escritor guatemalteco galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1967. Nació en 1899 en Guatemala y estudió en varias universidades de Europa. Escribió novelas, cuentos, poesía y obras de teatro, fusionando elementos del surrealismo con la cultura maya de Guatemala. Algunas de sus obras más destacadas incluyen El señor presidente, Hombres de maíz, y Los ojos de los enterrados. Asturias fue reconocido por su experimentación literaria y por ayudar a estable
Este documento presenta el contexto histórico y ambiental de la historia "El sombrero de tres picos". Se desarrolla en Andalucía en 1805, durante el reinado de Carlos IV y Napoleón. Describe las rutinas diarias de la gente en ese tiempo y lugar, como ir a misa, comer puchero, y acostarse temprano. También introduce al molinero y su esposa, quienes reciben visitas de paseantes locales a cambio de ofrecerles comida y bebida de su huerta.
Este documento resume la obra literaria "El Caballero Carmelo" de Jorge Basadre. Narra la historia de un hermoso gallo llamado Caballero Carmelo que fue traído como regalo para el padre por su hijo mayor. Los personajes principales son Roberto, Rosa, Jesús, Héctor y El Pelado. La obra pertenece al género narrativo del cuento y se desarrolla en la época contemporánea en la ciudad de Pisco, Perú. Describe la pelea entre El Caballero Carmelo y otro gallo llamado Ajiseco,
Este documento presenta una secuencia didáctica de tres clases para primer grado sobre la Revolución de Mayo de 1810. La secuencia utiliza la obra de teatro "¡Contemos 1, 2, 3 y vayamos a 1810!" para introducir a los estudiantes en las costumbres y oficios de la época colonial. A través de imágenes y actividades, los estudiantes identifican los diferentes actores sociales y sus roles, y comparan elementos de la época colonial con la actual. El objetivo es que comprendan los cambios que llevaron a la Revol
Este documento resume la trayectoria de Juan Carlos "Landrú" Colombres, el creador de la revista de humor político argentina Tía Vicenta. Resalta que Landrú observó la vida real para crear personajes memorables y criticar sutilmente los defectos de la sociedad argentina. También describe cómo Tía Vicenta tuvo que cerrar bajo presión de la dictadura militar de Onganía en 1966, marcando el fin de la época dorada del humor político en Argentina.
Este documento resume un libro titulado "La dama del alba" de Alejandro Casona. Explica la trama del libro divido en cuatro actos, presenta a los personajes principales como Peregrina, Telva, Madre, Abuelo y otros. También incluye información biográfica sobre el autor Alejandro Casona y el contexto histórico en el que escribió la obra. El documento analiza valores humanos presentados en la historia como la solidaridad y las consecuencias de las mentiras. En conclusión, el autor opina que
El documento presenta una serie de viñetas de humor de diferentes artistas publicadas en la revista "Buen Humor" en marzo de 2021. Incluye una introducción que explica que la sección revelará los secretos detrás de la publicación, como el material inédito de un artista que se perdió. También presenta un resumen de la carrera del payaso "Clavito Show" y anécdotas de sus películas independientes. Por último, incluye un relato de viaje del director de la revista durante sus vacaciones cuando era niño.
El documento describe una caminata por la calle en vísperas de Navidad, observando signos de decadencia y frustración en la gente y los lugares visitados. El autor ve niños con facilidad para la tecnología aunque haya dejado a sus padres sin trabajo, jóvenes ociosos como en los años 70's, y un hombre pidiendo limosna que probablemente nunca pensó verse así.
Este documento analiza las similitudes entre la obra de teatro "La casa de Bernarda Alba" de Federico García Lorca y la novela "Los santos inocentes" de Miguel Delibes. Ambas obras retratan las relaciones de poder entre las diferentes clases sociales de la España rural de mediados del siglo XX, mostrando cómo la clase alta dominaba y manipulaba a la clase baja. También explora temas como la locura, la discriminación de género y las violaciones a los derechos humanos que sufrían los más desfavorecidos.
Este documento resume la novela Marianela de Benito Pérez Galdós. Describe los personajes principales como Marianela, una huérfana fea que guía a Pablo, un joven ciego. También presenta a Teodoro Golfín, el doctor que opera a Pablo y a Florentina, la prima hermosa de Pablo. Explica que la historia sigue a Marianela y Pablo y cómo ella muere de tristeza cuando él recupera la vista y se enamora de Florentina, olvidándose de Marianela.
Este documento contiene varias secciones que describen diferentes leyendas, mitos y cuentos de México y América Latina. Incluye detalles sobre leyendas de conventos, historias de fantasmas, orígenes de películas de terror, y la importancia de los cuentos para estimular la imaginación de los niños. También resume la labor de investigadores que recopilaron cuentos populares a inicios del siglo XX y menciona algunos de los primeros cuentos escritos en español.
El documento es una editorial de la revista "Buen Humor" que da la bienvenida al año 2023. Anuncia que la revista continuará con nuevos proyectos y secciones, así como más colaboradores. El número se dedicará a las vacaciones de verano con anécdotas divertidas y un reportaje a un artista.
El documento resume las noticias de la semana del 25 de agosto al 5 de septiembre según el semanario "El Escolar". Incluye un accidente de tránsito, un accidente de bus con estudiantes y la muerte de una madre de tres hijos. También anuncia cambios en la alimentación escolar y nuevos implementos para las escuelas.
Este documento resume tres aspectos clave de la literatura infantil latinoamericana: 1) Tres autores (José Martí, Rafael Pombo y Monteiro Lobato) iniciaron una renovación alejada de modelos europeos en el siglo XIX. 2) Autores del siglo XX como Francisco Gabilondo Soler y María Elena Walsh crearon obras innovadoras que fomentaban la imaginación. 3) La literatura infantil experimentó un boom en la década de 1970 con prolíferos cuentos, canciones y poemas representativos.
EL SECRETO DEL TANQUE DE AGUA - MARÍA INÉS FALCONI.pdfcarodesana
Este documento narra la historia de Lucas y su hermana Rocío en la casa de la abuela de Lucas. Lucas descubre que Rocío ha encontrado su escondite secreto en el techo de la casa de la abuela, lo que molesta a Lucas. Rocío insiste en quedarse en el techo a pesar de las quejas de Lucas. Ambos descubren que hay dos tanques de agua en el techo y se preguntan para qué los necesita su abuela.
El documento presenta información sobre las celebraciones de Halloween y su origen celta. Explica que los celtas celebraban el fin de año el 31 de octubre con el Samhain, una fiesta pagana relacionada con el mundo espiritual. Con la inmigración irlandesa a Estados Unidos, la tradición llegó a América y evolucionó a la celebración actual de Halloween, aunque originalmente tenía un carácter religioso y no festivo. También incluye una lectura narrativa sobre cómo los monstruos pasaron de ser amig
Rafael Pombo fue un escritor y poeta colombiano nacido en 1833 en Bogotá. Es considerado uno de los más grandes exponentes del romanticismo hispanoamericano y el más importante del romanticismo colombiano. Escribió fábulas, cuentos y poesías para niños que sobresalen por su humor, imaginación e ingenio. Murió en 1912 en Bogotá siendo reconocido como el Poeta Nacional de Colombia.
Skay - entrevista - 2013 - buscando nuevas epopeyas - Revista Rock SaltaGerman Adrover
Este documento resume una entrevista con Skay Beilinson, guitarrista de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Habla sobre su nuevo quinto disco solista llamado La Luna Hueca, sus años viviendo en Salta para escapar de la dictadura militar en los 70, y rechaza la posibilidad de una reunión de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. También comparte anécdotas sobre su estilo de vida comunitario y experiencias viviendo en el campo en Salta, lejos de la civilización.
Este documento presenta información sobre la literatura peruana del siglo XX, en particular sobre la Generación del 50 y autores representativos de esa época como Ribeyro, Bryce Echenique y Vargas Llosa. Explica el contexto de migración rural a las ciudades y el surgimiento de barriadas limenas que influyeron en los temas tratados por estos autores. Resalta las características del indigenismo peruano y las líneas temáticas abordadas por la Generación del 50. Finalmente, ofrece breves reseñas biográfic
4. Madre…
tras de ti, la sombra de Rocco…
Tras la de él,
la de Ruocco y la humanidad...
Tras la mía y la de mis hijos,
y tras la de los que vendrán...
tu sombra y la de tus ancestros...
aunque no la veamos,
estará.
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Diap 4
5. ÍNDICE DE CAPÍTULOS
Para ir a un capítulo, cliquear sobre su nombre
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
No. Parte – Sección - Capítulo Diap
INICIO 1
DEDICATORIA 3
MADRE… 4
PRÓLOGO EL 2001 6
LA QUE CONTABA 8
NOTA INICIAL 9
01 1800 RUOCCO, UNA FÁBULA 12
02 1870 ROCCO, UNA LEYENDA 16
03 1871 ANA, LA SEÑORA 20
1871 – BRUNO Y URUAHÍ 25
1872 – ASUNTA, IPANÉ Y GUAZÚ 27
04 1873 SANTOS, UN GAUCHO 31
1873 – AÍDA Y LA CHARRÚA 37
1875 - AURELIO, PRIMER VARÓN 43
05 1875 TULIO, UNA HISTORIA 45
1876 ANITA, LA CUARTA 51
1877 VALENTÍN, Y LOS NONNOS 53
06 1878 AMÍLCAR, UN NEGRO 57
1880 ROQUITO Y ARGENTINO 59
1882 AUSONIA, Y LA FIEBRE 61
07 1883 INGRID, UNA ALEMANA 65
1885 LUIS, TERESITA Y AURELIO 2 69
1888 YBAYAÚ, Y MÁS GOLPES 73
08 1889 ROSA, LA PROMESA 81
1889 RAFAEL Y LA NARIZ 87
1890 ROQUITO 2º Y JOSEFA 91
Diap 5
No. Parte – Sección - Capítulo Diap
09 1891 CUARÓ, UN PAYADOR 96
1893 ROSINA Y EL ÑANDÚ 99
1896 AURELIO 3º Y LA DECISIÓN 103
10 1899 ROSARIO Y VALENTINO 2º. 109
1907 ÍTALO, LETIZIA, Y UN DOLOR 111
1917 LA PROFECÍA CUMPLIDA 119
11 1918 LA ESTIRPE Y EL TERREMOTO 123
1920 FORNACCI Y EL CERRO 127
1926 RETORNO A TOSCANA 133
12 1931 PABLO, UN DON 137
1931 MONTEVIDEO, LA LLEGADA 138
1974 UN HOMBRE COMÚN 140
13 1890 ROQUE, TÍO PECULIAR 147
1935 EL UNIFORME, UN DISFRAZ 151
1946 EL GRADO Y UNA VOZ 157
14 1935 VALENTÍN, TÍO ESPECIAL 155
1938 EL TALLER Y EL BAÑO 159
1939 UN RARO CUBO 163
15 1929 ROQUE DAVID, TAL VEZ... 167
1942 EL BAUZÁ Y EL 16 171
1957 VENEZUELA Y EL FINAL 174
ANEXO 176
GENEALOGÍAS ROCCO AQUILINI 177
FOTOGRAFIAS 179
FINAL 180
6. CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Diap 6
Diap Imagen Dimens
(2) Parto en el camino, 5,5 x 10,2
(4) Madre 65 años 6,2 x 5,2
(7) Tropa de Carreteras 3,5 x 10,5
(8) Leticia 65 años c. e. 4,2 x 3,2
(9) Terremoto en Garfag… 6,3 x 9,1
(11) Vista de Garfag… 2010 5,6 x 10,1
(15) Lagheto di Garf… 2010 5,8 x 9,1
(19) Partiendo para América 6,1 x 10,2
(22) Interior de pulpería 5,9 x 9,1
(26) Por esta cruz… 5,6 x 10,1
(30) Indio viejo en bote de t… 6,6 x 8,7
(36) La Payada 5,2 x 7,7
(38) La vuelta del Malón 4,6 x 8.9
(43) Baile en el campo 5,3 x 8,9
(46) Emigrantes bajando en… 4.5 x 9,2
(50) Amilcar (Basado en… ) 12,7 x 4,1
(53) Tulio y Marilú (Sup…) 8,7 x 8.9
(58) El lunero 4,6 x 8,5
(61) Cerca del río 5,8 x 8,6
(69) Ingrid y Amílcar 5,6 x 9,1
(72) Gramófono 5,6 x 4,5
(82) Familia Pieroni 6,1 x 8,1
(83) Rosa 18 años 5,1 x 4,1
Índice de Imágenes
Para ir a una imagen, cliquear sobre su nombre
Diap Imagen Dimens
(92) Rosa, Rocco y Roquito 6,8 x 4,9
(96) No pa´tuitos es el… 6,1 x 9,3
(101) Ñandú cuidando pich… 5,8 x 9,1
(107) Esq. Güemes y Pichincha 5,4 x 9,2
(111) Estación Norte - 1903 4,3 x 5,6
(113) El viejo Segundo 5,1 x 3,6
(119) Collemandina - Casa A… 4,2 x 5,9
(124) Papagallo 4,6 x 3,1
(127) Rosa y sus 3 hijos 9,1 x 9,1
(131) Taita de Arrabal 5,4 x 2,5
(140) Don Pablo – 71 años 3,2 x 2,3
(146) Biplano 1914 y Pan Am 2,1 x 9,8
(147) Rocco padre –Roque hijo 5,1 x 7,9
(151) Rsalino – año 1936 4,7 x 2,8
(153) Atavíos masón 3,3 x 3,3
(155) Vira – vira di bucarare 3,8 x 6,5
(162) Bañándose en el tanque 4,1 x 6,2
(165) Cubo 6 caras diferentes 3,8 x 4,1
(171) Tranvía 16 2,4 x 3,2
(172) Tranvía 16 (Imag. Gde.) 15,2 x 20,2
(175) El que lo escribió - 87 a 3,8 x 5,1
(179) Foto familia – año 1939 16,2 x 15,2
Para ir a una imagen, cliquear sobre su nombre
7. PRÓLOGO EN EL 2001
PRÓLOGO EN EL 2001
Diap 7
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Carta de Ma. Leticia, mi hija mayor:
Desde hace algunos años trato de recordar
la historia de mi bisabuelo,
el padre de la nonna, pero no lo logro.
Cuando contabas de él me parecían cosas de
epopeya.
Todo resultaba fascinante: las carretas por
la pampa, la formación de ciudades y
naciones, las anécdotas,
los viajes entre Europa y Sudamérica de tus
abuelos y de tus padres.
Y pensé que, antes del olvido, podrías
escribir sobre su vida.
México, 13 de septiembre de 2000
::::
Pasó un año más para iniciar la cosecha de
recuerdos y compararlos con los hechos
históricos.
Ya no quedaba nadie de la generación de mi
madre, pero pude recurrir a la memoria de
primas mayores.
Necesité leer libros de historia. Tuve la suerte
de hallar, en cierta biblioteca, una enciclopedia
de principios del siglo XX.
Al ir avanzando en la lectura y toma de datos,
iban creciendo grandes emociones en mí.
Comprobaba que las leyendas están llenas de
cosas reales, y que la historia es un resumen de
leyendas.
Que los valores de los hechos y de las personas
en ellos, variaban con el tiempo, el lugar y el
historiador o cuentero.
Que mi abuelo Rocco, sus ancestros, los
míos, de mis hijos y de mis nietos... hombres y
mujeres, cada uno a su manera, fueron, son y
serán parte de la historia de la humanidad.
O... de sus leyendas.
Rosalino Carigi Aquilini
Septiembre de 2001
TROPA DE CARRETAS AL NORTE ARGENTINO – 1860
CUADRO de Jean Léon PALLIERE (1823-1887)
8. LA QUE CONTABA
Diap 8
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Josefa Leticia Aquilini Pieroni,
fue conocida como Leticia,
ya que nunca usó el nombre
Josefa.
Era la última hija de Rocco
Aquilini y Rosa Pieroni
Hermana de Roque y Valentin Aquilini Pieroni
Esposa de Pablo Carigi Casagrande
Madre de Rosalino y de David Carigi Aquilini
Nacida el 13 de marzo de 1905, (pero inscrita
el 25 de marzo de 1905) en Rosario, Prov. de
Santa Fé, Rep. Argentina.
Vivió en Rosario hasta los dos años y medio,
Esto debido a que su padre en 1907 se retira
a Villa Collemandina, Garfagnana, Toscana;
Italia, donde ella pasa su niñez y juventud
Lugar donde teniendo ella 13 años, en 1918,
muere su padre, Rocco Aquilini.
Continúa viviendo allí con su madre hasta el
terremoto del 7 de septiembre de 1920, el cual
destruye totalmente la mansión que poseían.
Pasan a residenciar en la vecina localidad de
Castelnuovo di Garfagna.
Luego, en 1922, acompaña a su madre al
Uruguay donde viven aproximadamente 3 años.
En 1925, teniendo Leticia 20 años, retorna
con su madre a Fornacci di Barga, Italia.
En esa localidad industrial se casa con Pablo
Carigi en 1928.
Y allí, cerca de un año después, en marzo de
1929 muere su madre Rosa.
Y, a los pocos días, el 28 de marzo de 1929,
nace su hijo Rosalino.
En el año 1931 con su esposo e hijo retorna
al Uruguay.
Llegan a Montevideo el 13 de octubre de
1931, y van a vivir en la Villa del Cerro, calle
Barcelona, casa número 1815.
Donde luego, el 2 de noviembre de 1938 nace
su segundo hijo, David Roque.
Y donde en las noches de invierno contará
los cuentos o historias de este libro
En este país fallece ella el 11/04/1998, así
está escrito.
Pero, pareciendo cosas propias de Rocco,
quien inscribía sus hijos en fechas atrasadas, en
realidad murió el 11/03/1998.
LA QUE CONTABA
9. Diap 9
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
NOTA INICIAL
Comencé escribiendo en letra Itálica todo lo
que no era real o no podía ser comprobado. Era
difícil separar lo histórico de lo anecdótico y de
lo imaginado. Por tanto, quité esa diferencia.
Queda a criterio del lector lo que es la verdad
y lo que es la fantasía... que en el tiempo se
confunden.
El libro está compuesto de “Historias” que
corresponden a una persona o época específica.
Cuando las Historias eran extensas, se
separaron en secciones: las cuales, a su vez, se
dividieron. en capítulos.
Éstos últimos pueden considerarse cada uno
como un cuento o una leyenda.
Si se repite un suceso, una situación, o una
frase, es motivado a que los personajes y sus
vidas están interligados.
En los capítulos finales se adaptaron cuentos
de otros libros, en especial manera del libro
“Los Dones del Ayer”.
Don Pablo, Don Valentín, Don Roque, no
son leyendas, sino hechos reales y vividos junto
a ellos.
En cuanto a “Roque David, tal vez...” es el
resumen de mi propia vida.
Sólo el nombre es hipotético, o pudo ser...
NOTA INICIAL
Para facilitar la interpretación y ubicar a
cada personaje, se agregaron las Genealogías,
También se adjuntan cuadros y fotos de
lugares donde sucedieron los hechos, y copias
de cuadros de la época.
Foto de Villa Collemandina, sismo del 7 setiembre 1920, a
la hora 7:56, magnitud 6.48, epicentro Villa Collemandina.
10. INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
No se sabe cuando se originó el apellido Aquilini
ni cuando el primero se llamó Rocco.
Sólo se supo que eran italianos, de la región de
Toscana, y que pertenecían a la Garfañana.
Al citar Italia, lo primero es asociarla con
Roma o su Imperio. Pero, antes que apareciera
Rómulo y sus huestes, ya existían en la península
los italiotas, los sabinos y los etruscos.
Los italiotas fueron pueblos más primitivos, y
desaparecieron sin dejar nada de ellos.
Los sabinos, montañeses de raza similar a
Rémulo y Rómulo, pronto se mezclaron siendo
absorbidos.
Pero Etruria, lo que hoy se llama Toscana, era
una nación que llegaba hasta el Adriático,
rebasaba los Apeninos, tenía grandes ciudades
con habitantes cultos, civilizados, valientes.
Luchas sangrientas mantuvieron etruscos y
romanos en los primeros tiempos.
Romanos desconformes y conspiradores se
refugiaban en Etruria.
Y etruscos rebeldes o aventureros emigraban a
Roma aportando costumbres, ideas, sabiduría.
Aún no se sabe el origen de los etruscos. Sus
inscripciones se leen pero no se comprenden.
Contaba mi madre...
¡ah, los cuentos de mi madre!
Su tipo étnico se ve en las esculturas sobre los
sarcófagos, pero no sabemos su raza.
Los había de dos tipos: Uno era grueso, bajo y
macizo. El otro, delgado, alto, fino. Ambos tenían
en común su aguileña nariz, las grandes orejas y
las profundas cuencas de los ojos.
Finalmente los pueblos se unieron.
El quinto rey de Roma es un etrusco, comerciante
en Tarquinia.
Su nombre era Lúcumo, que los romanos
convirtieron en Lucio (616 a.C.)
Cuentan que yendo Lúcumo hacia Roma, un
águila le quitó la gorra con grandes chillidos.
Eso fue visto de buen augurio por su esposa,
con quien formó la dinastía de los Tarquinos.
El símbolo de las legiones romanas era el águila.
El apellido Aquilini significa “los aguiluchos o
aguileños”. Y Rocco deriva de roca, palabra de
origen etrusco.
Los etruscos fueron peculiares.
Daban a la mujer igualdad total en su sociedad.
Veían al acto sexual como algo natural y lo hacían
frente a los demás.
Eso era considerado costumbre inmoral por
los romanos. Y aún vivimos bajo esa hipocresía.
Diap 10
11. Diap 11
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Triunfó Roma. Su historia ocupa más de cinco
siglos para llegar al esplendor, y luego más de
cinco para la decadencia.
Seguramente en esos siglos, y los siguientes,
hayan existido “aquilinus” y “rocus” pronunciados
en distintas formas.
Característica de Roma fue absorber a los que
conquistaba, pudiendo ellos o sus hijos llegar a
ser hasta emperadores.
Las leyes sobre el respeto a la persona son
etruscas, y los conceptos de integridad son romanos.
Eso ha sobrevivido siendo la base de nuestras
legislaciones. Y a pesar de fanáticos y tiranos.
En religión aceptaron el panteísmo de creencias
griegas, etruscas, romanas, asiáticas, africanas...
Y esa libertad sólo murió al imponerse una
religión intolerante monoteísta.
Corrupción y decadencia resquebrajó al
Imperio Romano en cientos de pequeños y
déspotas reyes, príncipes, duques, que hundieron
sus súbditos en la noche del feudo medieval.
Italia fue el pastel que se repartían los más
poderosos y el Papado.
Así se llegó al descubrimiento de América y a la
Revolución Francesa.
¡Catorce siglos de sumisión!
INTRODUCCIÓNINTRODUCCIÓN
Pero el pueblo, aun bajo la férula de los
autócratas y del oscurantismo religioso, mantenía
el deseo de ser una nación.
El Gran Ducado de Toscana fue el menos cruel
en la represión del liberalismo y del sentimiento
nacionalista.
Tal vez haya sido por sus ciudades llenas de
arte, sus valles fértiles, sus montañas donde los
revolucionarios guardaban la libertad, por la belleza
de sus paisajes... o por sus ancestros etruscos.
Italia fue y aún es llamada la cuna de la
cultura, Toscana el jardín de Italia, y la Garfañana
es el vergel de la Toscana.
Y cuentan que en Garfañana un Aquilini, que
llamaban Ruocco, hizo parte de una leyenda
perdida entre tantas.
VISTA DE GARFAGNANA - AÑO 2010
12. Contaba mi madre que... en Garfañana,
entre tantas, había una fábula sobre el hermano
de su bisabuelo.
Decían que en Castiglione, pueblo situado
junto a la ribera derecha del río Serchio, distrito
Castelnuovo, en el año 1800 nació un niño de la
familia Aquilini a quien llamaron Ruocco.
Así, con una u, ya que en ese entonces no se
era estricto en la forma de escribir, o lo
pronunciasen en el dialecto regional.
Respecto a la región, se encontró esta referencia:
“Garfañana es una región histórica e
importante de Italia, en la provincia de Lucca,
formada por el fértil valle superior del río Serchio
entre los montes Apuanos y los Apeninos.
Su capital es Castelnuovo, con 5.200
habitantes en 1916. Ciudad en la confluencia del
riachuelo Morita con el Serchio. Zona de
hermosos paisajes. Los habitantes hablan un
bello italiano muy puro. El dulce genio italiano ha
producido en este valle sus mejores canciones.”.
(Encicl. Sopena, 1924)
RUOCCO, UNA FÁBULA
¡Qué pocas palabras para describir los lugares
que llenaron la infancia de mi madre, formando
los recuerdos con que entretuvo mi niñez y se
mantuvieron hasta el final de su vida!.
Volviendo al primogénito Ruocco.
No se podría decir que cuando nació fuese
italiano, a lo máximo sería toscano.
Y aún dependería del momento, tanto la
Toscana como la Garfañana era repartidas y
dadas a uno u otro duque o rey.
La Revolución Francesa no sólo había difundido
las ideas de Igualdad, Libertad, Fraternidad.
También despertó el sentimiento de volver a
juntar Italia en una sola república.
La realidad era un mosaico de estados, reinos y
ducados bajo el dominio de franceses, austríacos, el
papado. Y se pagaban favores con tierras italianas.
La Garfañana pasó bajo el mando de
Napoleones, del ducado de Lucca, del de Toscana,
y con invasiones de los Austro-Húngaros.
Dos cosas de ese entonces se recordaban en
Castiglione:
La histórica es que en esos vaivenes, el duque
de Toscana les da una constitución basada en la
carta francesa de 1830.
Diap 12
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Italia, Italia, barco sin timonel,
no lugar de consejo, sino burdel. (Dante)
01 - Año 1800
RUOCCO, UNA FÁBULA
13. La fábula es que Ruocco Aquilini, joven
admirador de las ideas de unidad de Silvio Péllico,
es detenido por los austríacos y condenado a la
cárcel del Castillo de Spielberg en Moravia.
Ser apresado y torturado significaba lo mismo.
Y las cárceles de Austria fueron famosas por su
dureza; aunque en los otros estados tampoco
podían tildarse de humanas o benévolas, inclusive
en los territorios de la Iglesia.
Así, Ruocco estuvo cerca de Péllico y otros
espíritus prisioneros.
Ya finalizaba la cuarta parte del siglo 19. Un
siglo que despertó con las revoluciones del intelecto
y la industria. Sin embargo, los representantes de la
política y la religión se aferraban a las tradiciones
anacrónicas y brutales.
Nada asusta más al ignorante que gobierna, que
enfrentarse al hombre que piensa. Y siempre
considerará delincuentes a los que reclaman lo que
él obtuvo injustamente.
Ya Fouché había dicho que los gobiernos
cambian pero la policía no. Y los torturadores y
carceleros mantienen sus cargos, más cuando los
detenidos son personas de intelecto.
“Las prisiones de Austria dejaron gran fama de
crueldad. A un prisionero incomunicado,
Maroncelli, le quitaron los lentes para que no
pudiera distraerse leyendo. A Silvio Pellico, el
carcelero le pasó una carta de su padre sólo con
dirección y firma, todo los demás había sido
tachado. A Bachiega, por orden real, se le quitó un
gorrión que había entrado en la celda y
acostumbrado a vivir con él” (Pijoan, 1961)
Ruocco fue parte de los compañeros de Pellico.
Sufrió con ellos las torturas mentales, y también
las medievales, pero ahora más refinadas con los
descubrimientos modernos.
Con todo, hubiese sido peor si los hubieran
apresados en Nápoles o los Estados Pontificios.
Allí los sicarios liquidaban a los sospechosos
antes de llegar a las cárceles.
El vapor, los ferrocarriles, el gas, el alumbrado y
otros inventos llegan iniciando el progreso actual...
Pero sigue la prisión y la opresión de los
poderosos sobre los humildes.
En 1826 le comunican a Ruocco que su
hermano Aurelio ha muerto con su esposa Aída y
el primogénito Valentino.
Diap 13
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
RUOCCO, UNA FÁBULARUOCCO, UNA FÁBULA
14. Diap 14
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Esto para inducirlo al suicidio, algo común en
los prisioneros.
En 1828 hacen correr la voz que Pellico ha
fallecido, con el fin de hundir el sentimiento
nacionalista.
Pero la reacción del pueblo es tal que se agita
toda Italia, y lo desmienten.
Mientras, un joven revolucionario, de nombre
José Garibaldi, se une a los movimientos de
Mazzini que formarán la Nueva Italia.
Finalmente, en 1830, liberan algunos prisioneros.
Pellico va a Turín.
Se refugia como secretario de la marquesa de
Barolo, escribe, y en 1832 publica “Mis Prisiones”
Con este libro hace más por la independencia y
libertad de Italia que una batalla contra Austria.
Muere en 1854.
Fue amigo de Byron, Madame Stael y otros
poetas e intelectuales.
Hombre de alma pura, idealista, se apartó
amargado y ni siquiera aceptó las compensaciones.
Ruocco, igualmente destruido en lo físico y
espiritual, vuelve a Garfañana
Se aísla en Villa Collemandina.
Un caserío junto a un afluente del río Serchio,
situado a 5 km. de Castelnuovo, de apenas cien
habitantes y todos agricultores.
Le visitan sus sobrinos, y él les transmite el
intelecto y las ideas sociales y democráticas recibidas
a través de sus amigos en la cárcel de Moravia.
Y, como la mayoría de los que estuvieron
presos allí, no tiene hijos.
Incita a rebelarse a los campesinos por la
situación que viven.
Estos deben dar la mitad de la cosecha al
terrateniente.
Pero eso no es bastante, de lo magro que les
queda, están obligados a pagar impuestos y “dar
donativos” a la iglesia.
Pocos le escuchan.
El triunfo de los opresores se basa más en el
temor de los oprimidos que en la fuerza del opresor.
En cuanto aquellos que se sienten atraídos por
las ideas republicanas y de justicia, deben huir a la
región vecina de Romaña para engrosar las filas
de los rebeldes de allí
La enseñanza de Ruocco es revolucionaria,
antimilitar, contra reyes, nobles, terratenientes,
potentados. Y… anticlerical,
Sin embargo, mantiene gran fe en Dios.
RUOCCO, UNA FÁBULARUOCCO, UNA FÁBULA
15. Diap 15
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Pero, como buen toscano, es a un Dios
abstracto, un principio de creación.
Quizás fue carbonario, lo más seguro que sus
principios eran masónicos.
Se halla reivindicado con Garibaldi y habla con
los sobrinos sobre las andanzas de éste en Sud
América, con lo cual aumenta más el mito de esas
tierras en ellos.
Y en 1848, cuando Garibaldi vuelve a Italia,
siente que ya está más cerca la unión de su patria,
que no fue inútil lo sufrido en Moravia y que él no
vivió en vano.
Tiene la satisfacción de conocerlo cuando pasa
por Toscana.
El general, ahora con sombrero y poncho de
gaucho, sigue al servicio de la libertad y la república.
Ruocco fallece en 1850, mirando las montañas,
sintiendo el murmullo del río.
Lo encuentra su sobrino Valentino.
Dos años después, en marzo de 1852, Valentino
pone Rocco como nombre a su segundo hijo.
Y en su infancia le contará de su tío abuelo,
siendo un preceptor de esas ideas
RUOCCO, UNA FÁBULARUOCCO, UNA FÁBULA
De Silvio Pellico narra la historia con detalles.
Su imagen aparece en los libros.
Fue escritor, poeta, héroe nacional.
Nada quedó de Ruocco.
No se sabe donde está sepultado.
No hay notas ni escritos de él.
Tal vez Pellico, romántico idealista, hubiese
deseado lo mismo para sí.
Aurelio y Valentino fueron seres sencillos.
Silvio Pellico pertenece a la historia.
Ruocco es una fábula perdida entre tantas.
Pero Rocco, su sobrino…
será una leyenda singular.
Lagheto di Villa Collemandina - Al fondo los Apeninos
- 2010
16. Contaba mi madre que... las anécdotas de
Rocco Aquilini comenzaban en Pieve Fosciana;l
villa al pie del monte Santo Pelegrino, cerca a un
lago, y que tenía 700 habitantes.
Aunque vivía con su familia en Castiglione,
pueblo al inicio del valle, era conocido en toda la
región. Su padre Valentino cultivaba una sencilla
heredad en Villa Collemandina.
Fines del año 1870. Rocco tenía 19 años.
Su juventud y niñez habían transcurrido bajo
la agitación de cambios y el paso de los soldados
rebeldes o de los ejércitos represores.
Los cuentos del abuelo Aurelio y la abuela Aída
sobre el tío abuelo Ruocco se mezclan con la
realidad de haber visto a su padre huir a la
Romaña para engrosar la División Toscana, con
la que Garibaldi derribó los muros del Papado.
Finalmente Italia se independiza y vuelve a ser
una nación gracias a la política de Cavour, la
fuerza revolucionaria de Garibaldi, el liderazgo
del Piamonte y el rey Víctor Manuel.
ROCCO, UNA LEYENDA
Rocco es un joven inquieto, curioso. Lo rodea
un mundo de cambios, y todo lo quiere aprender.
Su padre y su abuelo Aquilini pertenecen más a la
tierra, son más serenos.
El joven heredó el espíritu de su madre, Asunta
Pighini, oriunda de Castelnuovo, en cuya familia
hay médicos, boticarios, parteras... Y, ayudando a
todos, Rocco aprende.
Logicamente, es garibaldino. Y como su héroe:
atractivo, fogoso, aventurero, conquistador,
amiguero, impaciente. En su mente ebullen los
cuentos del general en Sudamérica.
Le resuenan nombres como Argentina, la
Pampa, Río de la Plata, el Paraná, Uruguay,
indios, gauchos, tierras sin límites, nuevas
ciudades, con futuro de libertad y riqueza.
Comenta sus ideas con Tulio, su hermano
mayor, quien lo oye y sonríe cauteloso. Éste ya
trabaja en la prefectura.
Los hermanos son distintos. Tulio es estilizado,
elegante, de cabellos ondulados. El etrusco alto.
Serio, engreído por ser el primogénito y saber que
le dicen “el príncipe”
Diap 16
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
América, América... tierra de emigrantes,
segundones, aventureros, soñadores.
02 Año 1870
ROCCO, UNA LEYENDA
17. Rocco es más bien bajo, fornido, de espaldas
anchas, pelo lacio. El etrusco bajo. De carácter
alegre, divertido, simpático, las muchachas lo
llaman, y con razón, “el birbo” (el pícaro).
En lo demás son iguales: nariz aguileña, ojeras
profundas, grandes orejas, voz grave. Y atractivo
sobre el sexo opuesto.
Sin embargo, mientras Rocco es natural y no
oculta sus romances; Tulio actúa de tal forma que
nadie sabe nada de él, manteniendo fama de
joven formal.
Ha pasado casi un año. En Villa Collemandina
el abuelo Aurelio escucha a Rocco. Le recuerda a
su hermano Ruocco. Es su nieto preferido, y
acaba de decirle que ha embarazado a una
muchacha del poblado de Castiglione.
–¡Ah... La vendimia... –añora el viejo– Subir al
tonel para pisar la uva, los calzones remangados,
viendo la blanca piel de las mujeres, su ropa
húmeda pegada a la carne, sudando, excitados. Ir
al río, bañarse, hacer el amor... ¿Quién piensa en
verano y se es joven?...
–Tengo que casarme, es mi culpa.
–Rocco, los dos son responsables. Lo hicieron
porque a los dos les gustó. Eso de la mujer
inocente es una bella fábula. Contaba Ruocco que
cuando Garibaldi estuvo en Londres, las mujeres
de la corte hacían cola en el hotel para subir a
acostarse con él. Fue tanto el escándalo, que la
reina Victoria les pidió a sus damas que tuviesen
más recato.
–Pero eran damas de la nobleza, –dijo, Rocco–
allí todo se oculta, se disimula. Y nosotros
vivimos en un pueblo.
–En los pueblos son más hipócritas. –
sentenció Aurelio.
Rocco quedó callado, era un joven con
responsabilidad. El abuelo, luego de reflexionar
un rato, indicó irónico:
–Casarse estando la novia encinta es una
característica de los latinos. ¿Quién es? ¿Lo sabe
la familia de ella?
–Ana Güelfi. No, no lo sabe. Pero, yo me
casaré.
Diap 17
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ROCCO, UNA LEYENDAROCCO, UNA LEYENDA
18. –¡Cuidado! Los Güelfi son vengativos. Nos
desprecian. Siempre estuvieron a favor del Papa.
Tienen sicarios. Pueden mandarte matar, y a ella
encerrarla en un convento.
–Entonces tendré que huir. Ella está dispuesta
a fugarse.
–Caro Rocco, sé que sueñas con ir a
Sudamérica. Váyanse. Se pueden casar allá o en el
barco. Hay muchos paisanos en Argentina. Eres
inteligente, sabes tantas cosas. Triunfarás.
–Pero... no tengo ni para empezar el viaje.
–Ruocco me dio unas monedas para ti y Tulio,
eran de la compensación por que estuvo preso.
Váyanse. No necesitan nada. Lo importante es
que se lleven el uno al otro.
–Nonno... mi primer hijo se llamará Aurelio.
Eres de oro.
–¡Anda!... Quisiera tener tu edad. Habla con tu
amigo Giovanni Pieroni, él es de los nuestros. No
le dirá a nadie. Tiene un calesín y los llevará con
mucho gusto a Génova.
–Gracias, nonno. –Rocco volvía a ser
bromista– ¡Lo que dirán en Castiglione cuando se
enteren. ¡Qué escándalo!
–Mira, Rocco. –Aurelio sonría– Había un
pueblo roeado por un muro con una puerta en el
este y otra al oeste. Tenían limpias las casas, las
calles.. Todas las mañanas las señoras y señoritas
oían misa. El domingo, los señores se juntaban en
la plaza. Pero había una guarnición militar. Los
soldados pidieron al duque permiso para poner un
burdel.
–“¿Para qué quieren un burdel? –dijo el
duque– Con cerrar la puerta del este y la del oeste,
ya lo tienen.”
Y un par de carcajadas sonaron en el aire otoñal.
Rocco visitó a Giovanni, éste era cinco años
mayor que él, pero siempre había existido una
gran amistad entre ellos.
Se había casado con Filomena Rafaelli, bella
joven de Pieve Fosciana, quien a más de hermosa
era simpática y tenía el ansia de saber las cosas
nuevas, muy similar a Rocco. Ya tenían dos hijos y
estaban esperando el tercero.
El mundo comenzaba a moverse, y el calesín de
Pieroni era solicitado. Hasta ese entonces la gente
iba a pie entre los pueblos. A lo mucho se utilizaba
un mulo.
CONTABA MI MADRE
CONTABA MI MADRE
ROCCO, UNA LEYENDAROCCO, UNA LEYENDA
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19. La abuela Aída y Filomena ayudaron a Ana en
su fuga. Poca ropa para que entrase en el pequeño
bolso de viaje, y suficiente para un viaje nupcial
de casi un mes en el océano.
Giovanni los llevaría la madrugada del sábado
a Génova. Excusas sobran a una muchacha para
desaparecer un día. Y ya Rocco tenía los pasajes
para el velero que salía el domingo.
Y allí estaban los confabulados, despidiéndose
en el frío amanecer otoñal.
Rocco, luego de abrazar a Filomena, acarició el
vientre de la embarazada diciéndole bromista:
–La que llevas allí, será para mí.
Todos rieron. Pero, el destino se reiría en el
futuro.
Cuando llegaron a Génova, la novedad del mar
no les dejó ver la sucia orilla y los bajos muelles
de madera.
Fragatas de tres y cuatro mástiles, con pértigas
llenas de velas, esperaban la carga humana.
Dos buques de ruedas a vapor, ensuciaban el
aire con el humo de las chimeneas.
La pareja subió al bote que los llevaría hasta el
velero.
Iban tras un sueño, iban junto a otros
emigrantes.
Partieron. Los jóvenes veían la costa italiana
desaparecer.
Ignoraban que tras los montes Apuanos, una
vieja Güelfi sonría.
Y el velero tomó rumbo al este, a América.
CONTABA MI MADRE
CONTABA MI MADRE
ROCCO, UNA LEYENDAROCCO, UNA LEYENDA
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PARTIENDO PARA AMERICA - Dibujo al carboncillo
Año y Autor desconocido - Nótese el barco a vapor, pero de
paletas, y aun con velas.
20. Contaba mi madre que... la razón por la
cual Rocco decidió ir a Santa Fe de la Argentina,
fue algo que se llevó el viento.
Pero, a los pocos días de haber tocado tierra, él
y Ana, estaban en esa ciudad. Y a los pocos meses
tenían una pensión en un barrio cerca de la
desembocadura de un afluente con el Paraná.
Tal vez fueron las charlas con Bruno, utópico
compañero de viaje, que retornaba viejo y triste.
Éste, luego de años en América había vuelto a
Italia en busca de su amor... y la halló con hijos
de otro.
Y Bruno le vendió la pensión a Rocco.
O porqué esa ciudad fue más preponderante
que Buenos Aires. O, como el mapa de esa
provincia se parece al de Italia, allí iban muchos
compatriotas, y él puso ese negocio.
El viaje duró en mes. Los veleros costeaban
Francia y España, luego las islas Madeiras y
Canarias, se arrimaban a África y, al llegar a Cabo
Verde, se internaban en Atlántico.
ANA, LA SEÑORA
Era el tramo más temido, más de una semana
en el océano, sin ver costa.
Finalmente se llegaba a San Roque, en Brasil.
Esa punta de Sudamérica que casi siempre es
tormentosa.
De allí en adelante una sucesión de puertos:
Pernambuco, Bahía, Río de Janeiro, Santos,
Porto Alegre, Montevideo. Dejando en cada uno,
parte de la carga de emigrantes.
Y, Buenos Aires. A Rocco no le gustó.
En las calles los mercachifles ofrecían de todo.
Indios ceñudos y mestizos pobres acarreaban
mercaderías, en tanto los señores con aire
engreído trotaban sus caballos, mirando las
damas que paseaban vestidas al estilo francés.
Lo que más les molestó fue como los trataron
en el puerto. Bajando del barco les hicieron
entrar como ganado en unos galpones. Allí fueron
separados por sus conocimientos.
Los que tenían alguna profesión podían ir a las
ciudades. A los campesinos los hacían subir en
grandes carretas que los llevarían a la Pampa u
otras provincias con tierra virgen.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
Cada vez que un indio me mira,
siento que debería pedirle perdón...
03 - Año 1871
ANA, LA SEÑORA
21. Les daban documentos acordes a la clasificación.
Quienes habían estado antes, podían volver a su
residencia. Gracias al amigo de viaje, Rocco y Ana
pasaron como sus familiares.
Con Bruno vieron la ciudad porteña. La mañana
siguiente tomaron la diligencia para Santa Fe.
Se asombraron al saber que recorrerían una
distancia mayor a media Italia.
El viejo rio, diciendo que Argentina era nueve
veces más grande.
El paisaje fue impresionante. No se veía una
montaña. Los kilómetros eran devorados por los
caballos y el terreno seguía plano hasta el
horizonte, un mar de pasto y trigo.
Cada vez que la carretera se arrimaba al río
Paraná, les asombraba su ancho superior a una
milla, y ver navegar en él a veleros y buques.
El Serchio ahora parecía un arroyuelo.
Otras veces, el camino cruzaba extensiones con
ganado imposible de contar.
En Garfañana, el que tenía una vaca debía
registrarla en el ayuntamiento... ¡y con nombre
propio!
La carretera de tierra, llena de baches y lodo,
entumecía los pasajeros.
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
A veces la diligencia quedaba en el barro; y los
hombres debían bajar para quitarla del atascadero.
Se detuvieron en el cambio de postas.
Los pasajeros fueron al monte. Luego a la
pulpería, mezcla de almacén y cantina. Al lado,
tenía un galpón con mesas y sillas para los clientes.
Una reja aislaba al pulpero de los parroquianos
apoyados en el mostrador.
Unos pocos indios estaban fuera del local.
Dentro, las chinas, criollas de pelo renegrido,
trenzas y largas polleras, se aprestaron en servir a
los pasajeros.
Los gauchos, parados junto al mostrador,
impactaban.
Unos con sombreros, otros con vincha, cabello
largo, pañuelo al cuello, camisa holgada, chalecos
adornados, calzones enormes o bombachos, botas
rústicas, chiripá, cinto de cuero tachonado de
monedas, que mantenía a la espalda el facón:
herramienta, arma, orgullo y honor de su dueño.
Pero, lo más impresionante eran sus rostros,
sus ojos, su forma de mirar. Una cara curtida de
viento y sol. Unos ojos serenos, fríos. Una mirada
segura, altanera, fuerte.
Eran hombres, sin más adjetivos.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
22. Algunos llevaban boleadoras colgadas al cinto,
otros un rebenque.
Y cada uno, junto a él, el poncho: capa, abrigo,
tálamo... y escudo en un duelo.
Parcos, ceñudos, apenas pronunciaban palabras
Al ver a las pasajeras dejaron de absorber por la
bombilla de su enorme mate, esbozando un
mesurado y cortés saludo.
Luego, algunos se despidieron de forma similar.
Montaron en sus caballos...
¡Y hubo un cambio mítico!
Se convirtieron en centauros, jinetes y corceles
imponían respeto y poderío.
Rocco comprendió. América era una tierra
donde las fábulas se hacían realidad.
Reanudaron el viaje. De pronto, en medio de
aquella planicie de hierbas, se vislumbró un
penacho de humo. El viejo Bruno les explicó:
–Debe ser una locomotora. Están poniendo
ferrocarriles. Dentro de poco, las carretas y
diligencias serán cosas del pasado.
Unos kilómetros adelante encontraron una
caravana de carretas tiradas por vacas y bueyes.
Estaba detenida. Eran emigrantes. Sobre un cuero,
una mujer se hallaba acostada.
La diligencia se detuvo. Los carreteros dijeron
que iban a La Rioja, en el norte. Y que una
emigrante había empezado el parto, pero llevaba
ya mucho tiempo y la criatura no salía.
Rocco se hizo entender a través del viejo,
ofreciéndose auxiliar en la situación.
Él había ayudado algunas veces a una tía
partera... y a parir vacas, burras, ovejas. Bruno no
tradujo lo último.
Rocco parecía un doctor. Revisó la parturienta.
La criatura estaba en mala posición.
Rocco pidió aguardiente para lavarse. Se lo
dieron. Vio que era español. Introdujo la mano en
la mujer y colocó bien el feto.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
Collage de un cuadro “Interior de pulpería”
de Jean León Palliere (1823 – 1887)
23. Luego la ayudó a pujar. Salió un niño de pelusa
oscura. El “partero” lo agarró de los pies dándole
una nalgada.
Y la inmensidad de aquella tierra se llenó con
un llanto humano.
Rocco tomó el cordón umbilical y lo estiró,
rompiéndolo. El flujo de sangre se detuvo. Hizo un
nudo cerca del vientre del niño. Varias viejas se
adelantaron a limpiar madre e hijo.
Se acercó un conductor de las carretas. En su
rostro indiado había aprobación. Y le entregó una
fina correa y unas hojas parecidas al laurel.
–Átelo con esto, es tripa e’gato. Secará antes el
ombligo. Y póngale encima estas hojitas de palán,
curan y evitan la pus.
Bruno necesitó hacerle de traductor, indicando:
–Los indios ya sabían curar mucho antes que
llegara Colón.
–Ustedes son débiles. –continuó el carretero–
Nuestras mujeres nos seguían a todas partes, aun
preñadas. Cuando iban a parir, se apartaban,
abrían las piernas y el indiecito salía. Si era
voluntad de Pachacámac, vivían... sinó, morían.
–Y ahora entierren la placenta, –finalizó– no la
vaya a comer un yaguareté y se acostumbre a la
carne humana.
Nuevamente tradujo el viejo italiano, agregando:
–La madre quiere ponerle tu nombre a su hijo.
Rocco se lo dijo, pero pidió que llevase también
el del padre. Por tanto, aún hoy, si en La Rioja
alguien se llama José Rocco, no debe extrañar.
Los carruajes retomaron el camino. La caravana
de carretas quedó atrás, hasta volverse un punto
en la planicie. La diligencia avanzaba al galope.
Ya de lejos, a Rocco le gustó Rosario. Se veía el
aire limpio, el cielo azul, sus casas blancas, sobre las
barrancas, junto al río Paraná, el cual parecía un
enorme remanso de ocho kilómetros de ancho.
Ana dijo que le recordaba Italia.
Lo comprendieron al llegar a la estafeta. Se oía
el italiano y en todos sus dialectos.
No se había detenido la diligencia cuando unos
jinetes a caballo, enjaezados con elegancia, se
pusieron a la par saludando a los pasajeros.
Efusivo fue un caballero de ojos azules y pelo
rubio. Bruno tenía la vista húmeda, y sacaba la
mano por la ventana para devolver el saludo.
–Es mi hermano Aldo... –explicó el viejo,
emocionado– Cuando vinimos, él se quedó aquí y
yo fui a Santa Fe. Él se casó con una gallega, yo
viví en una ilusión imposible.
–Usted cumplió, ella no. –dijo Rocco,.
–No... El estúpido fui yo. Ella hizo lo normal.
No se puede vivir de esperanzas por años y una
carta mal escrita cada mes. Ustedes dos hicieron
bien las cosas, vinieron juntos.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
24. Los jóvenes se miraron con picardía. Rocco
pensó en los consejos de su abuelo Aurelio. Bruno
se lo hacía recordar.
Aldo los atendió esplendidamente. Hombre de
éxito, era dinámico. No les permitió seguir en la
diligencia. Los llevaría a Santa Fe en su charret
Les mostró la ciudad. También vieron unos
depósitos suyos para la exportación de trigo y
granos a Europa, cosa que crecía cada año. Y así
mismo traía vino y aceite de Italia y España.
Pernoctaron en su casa. Y, en medio de las
risas de Carmen, señora de Aldo, y sus rosarinos
hijos, Rocco practicó el poco español aprendido.
Si Rosario impresionó como ciudad del futuro,
Santa Fe lo hizo por lo contrario.
Mantenía un aspecto severo, augusto. Ese aire
señorial de las grandes ciudades castizas.
Su historia es de orgullo. Fue de las primeras
fundadas en la conquista, primera en importancia,
primera en tener Universidad, primera en las
luchas de independencia.
Y en ese momento, con 92.000 habitantes, era
el centro de emigración de los agricultores.
Alberdi había dicho antes: Gobernar es poblar.
Y Mitre, como Sarmiento, lo aplicaban.
Esos emigrantes, 60 por ciento eran italianos,
salían para Corrientes, Misiones, Córdoba,
Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero.
Nombres que sonaban a leyenda.
Con razón, De Amicis llamaría a Santa Fe:
“La puerta vieja para un mundo nuevo”.
El negocio de Bruno quedaba próximo a una
barranca, en una esquina. Hacia el sur podía
verse el río Salado; y al oeste, el Paraná, tan
ancho que costaba distinguir la ribera opuesta.
Las calles eran empedradas. Cerca del local se
levantaban modestas casas bohemias.
Entrando al comercio había un local con
mostrador. Seguían dos habitaciones, y luego el
fondo con un gran patio y dos hileras de cuartos.
Durante el viaje, Aldo había insistido para que
Bruno dejase esa pensión y se fuera a vivir con él.
El viejo ponía muy poca resistencia. Ya no le
quedaban ilusiones.
Rocco miró el local, miró a Ana. Ella hizo un
gesto afirmativo... Sí, allí empezarían su futuro.
Y el joven se ofreció como socio del comercio,
siendo aceptado con gusto. Todos sonrieron.
Bruno no tardaría en irse a Rosario.
De un rincón del local surgió una china. Tan
silenciosa fue que nadie la había notado. Todos la
observaron.
La mirada de Aldo era severa. La de Ana,
envidiosa. La de Rocco, atónita y burlona.
Después de todo, el viejo no la había pasado
solo.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
25. La mujer era de belleza extraordinaria, piel
aceitunada y suave, ojos mansos, cabellera negra,
cuerpo moldeado.
De toda ella emanaba una misteriosa
sensualidad, como si surgiese de la selva.
Saludó. Tenía una voz dulce, con cadencias de
agua entre las ramas. Pero, a la vez, de inmensa
melancolía.
Bruno, sonrojado, la presentó:
–Es Uruahí, significa: “la de pájaros pintados”.
Vive conmigo. Cuida la pensión. Es india
paraguaya, guaraní.
Y el viejo se sintió obligado a contar:
–Años atrás estuvo acollarada con un gaucho.
Tenían el rancho debajo un ombú, lejos. El
hombre se iba cada tanto, pero volvía. Al gaucho
no lo manean las polleras.
Bruno señaló una mesa a Uruahí. Ella sonrió
triste, y fue al mostrador. Volvió trayendo un
porrón de vino y vasos. Todos se sentaron...
menos ella, pero quedó cerca.
–Eran felices, tenían el infinito del cielo, de la
Pampa, y un gurí. Otra vez el hombre salía, era
época de domar en las estancias. Antes llevó a su
china, a Uruahí, hasta la pulpería que estaba a
varias leguas, para comprar tasajo, yerba...
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
BRUNO Y URUAHÍ
El viejo bebió como quisiera tragar algo amargo,
y siguió:
–Allí, estaban el comisario y los milicos.
Miraron al gaucho y Uruahí, quienes compraron y
volvieron al rancho. El gaucho se fue. En la tarde
vinieron los milicos. Borrachos. El peor fue el
comisario. Al gurí lo mataron a golpes, sólo era un
indio menos. A ella la dejaron desangrándose. Se
salvó porque sabía de yuyos, pero no podría tener
más hijos.
Aldo traducía en italiano. La india murmuró:
–Un día mi gaucho volvió. Me escuchó en
silencio. Me miró. Sus ojos decían mucho. Fue
donde estaba enterrado el gurí. Sacó el facón, le
besó la cruz, y dijo adiós... Se despedía para
siempre... Y, yo me fui también.
–El hombre se volvió matrero. –siguió Bruno–
Una noche encontró al comisario. Lo retó a duelo.
Le enterró el facón… hasta la cruz. Los milicos lo
buscaron como a un animal. Lo mataron a tiros, de
lejos, eran maulas para enfrentársele.
El silencio dominaba el local, el vino se secaba
en los bordes de los vasos.
Bruno dio un suspiro, terminando:
–Una día Uruahí entró. Pidió trabajo. Se lo di.
Se quedó.
26. Lamentablemente el general también “libró” la
Patagonia de indios salvajes. Una parte de la
historia que, por vergüenza, es mejor callar.
Rocco compró la pensión a los pocos meses.
Bruno se marchó a Rosario con el mismo baúl
de veinte años atrás.
Cuando fue a buscar a Uruahí, la india se había
ido.
“Por lo que esté” había dicho...
y él ya no estaría.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
–Por lo que esté... –se oyó decir a la india.
–Eso fue lo que dijo entonces. Por el tiempo
que yo esté. Vigila el negocio, limpia la pensión.
Nunca protesta, me cuida. Ni abrió la boca cuando
dije porqué iba a Italia. Se fue a ese rincón... creo
que debe haber estado ahí hasta hoy.
–No. Había que limpiar la posada y dar comida
a los otros señores... Pero, cada noche volvía al
rincón, a recordar.
No quedaba más por contar.
Aldo se fue. La vida seguía.
Ana y Rocco tomaron una de las habitaciones
del frente.
Uruahí y Bruno dormían en uno de los cuartos
del fondo.
Rápido aprendió Rocco el español. Ana se puso
al frente de la pulpería.
Su esposo se encargó de la cocina. Fueron
mejorando la presentación del local.
En uno de los viajes de Rocco a Rosario, para
traer vino y especias, Aldo le presentó al coronel
Julio Argentino Roca quien extendería los
ferrocarriles. Se hicieron amigos.
POR ESTA CRUZ…
Collage sobre un cuadro “Idilio criollo”
de Jean León Palliere (1823 – 1887)
27. Cuando preguntaba a mi madre por los hijos de
Rocco con Ana, era difícil precisar.
A veces decía diez, otras seis; y en algunos
casos, ocho.
Las más citadas eran Asunta y Aída, primera y
segunda respectivamente, las cuales, cada una, a
su manera, llenaron luego un capítulo de novela en
esa época de romanticismo.
Le pusieron Asunta por su abuela, nació en
mayo de 1872, cuando Rocco, de 21 años; y Ana, de
20, vivían los primeros meses de América tratando
de aprender a llevar el negocio.
Quien la trajo al mundo fue su padre. Lo
sucedido en la carretera se corrió, siendo llamado
como partero en la vecindad.
Una vez cumplido con la asepsia primitiva,
Rocco besó a Ana disimulando la molestia que ella
no le hubiese dado un varón.
Se ignoraba que el sexo lo determina el padre.
Eran tiempos donde se cumplía la ley de la
naturaleza. Sobrevivían los fuertes.
Al día siguiente la madre ya estaba al frente del
local y Rocco en la cocina con un viejo gallego.
Sobraban emigrantes o indígenas que por techo
y comida trabajaban.
Para ayudar a Ana tomaron una india, que se
encariñó con Asunta y la mimaba en su dulce
idioma.
Junto a Ypané, nombre de la india, Asunta se
desarrolló comenzando a mostrar las profundas
ojeras características de su padre y los hermosos
ojos de su madre.
Además de niñera, Ypané fue ayudante de la
pensión y de la fonda.
Ya no era pulpería. Con los arreglos había
dejado de parecerse a eso y recordaba los locales
de Europa.
También se enriquecieron los conocimientos de
Rocco. El padre de la india era curandero.
Y el joven toscano, con su simpatía y ansias de
saber, fue asimilando del viejo indígena. Aprendía
guaraní... y mucho de la naturaleza.
Entrados en diciembre, una tarde que desde el
fondo de la pensión estaban mirando el encuentro
de los ríos.
Guazú, como le decían al padre de Ypané, le
comentó a Rocco:
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
1872 > ASUNTA, YPANÉ Y GUAZÚ
28. –En unas semanas tendremos el agua aquí
arriba, cerquita. Conviene que suba el gallinero y
el chancho más arriba. No vaya a perder esos
animales.
Algo que tipificó a Rocco, y sus descendientes,
es que oían a los simples, a la verdad que encierra
la experiencia.
Y así, sin más, subieron lo que el viejo había
dicho.
Pero, el tasajo de caballo, de vacuno y de
carpincho que se salaba en las piedras cerca de la
orilla, Rocco lo dejó.
El indio, burlón, le aconsejó:
–Si no quiere perder eso, usted va a correr
dentro poco,. El Paraná cuando crece, levanta sus
hijos. Y el Salado, o Ybirí para nosotros, le
obedece. No importa, yo le avisaré.
–¿Crece tanto? Aquí no hay montañas. –dudó
Rocco.
–Al Paraná, y a su hermano el Paraguay, los
alimentan la lejana sierra del Amanbaí, el Matto
Grosso y el Chaco. Cuando allí es temporada de
lluvia, el cielo se rompe. Eso es bueno para la que
vida se renueve. Ya verá que la tierra se raja, y
bajan islas flotantes llenas de animales y árboles.
–¡Cuánto sabés, Guazú! –y le interrogó– ¿Qué
significa tu nombre?... Nadie se llama como vos.
–Yo fui joven. Yo quería saber todo. –musitó el
viejo– En una crecida subí a una de esas islas.
Despacito fuimos hasta donde termina el río, lo
que llaman Delta del Tigre. Pero mi isla, que cada
vez se ponía más chica, no paró allí. Siguió hasta el
Paraná Guazú, el “río grande como mar”, el que
ustedes llaman Río de la Plata. Y unas olas saladas
la deshicieron.
–Nadé como el carpincho. –siguió el indio–.
Llegué a la costa. Y, remontando la orilla, volví. Vi
otros pueblos, otros lugares, otra gente... Desde
entonces me dicen Guazú.
–¿Aprendiste mucho? –Rocco se preguntaba sí
mismo.
–Mucho. Lo más importante fue... que nada es
diferente.
La crecida comenzó a principios de enero.
Tal como había dicho Guazú, el río creció casi
ocho metros y el ancho de cuatro kilómetros llegó
a veinte. No se veía la orilla contraria.
Por eso a Entre Ríos y Corrientes, provincias
situadas entre los ríos Paraná y Uruguay, le dicen
la Mesopotamia Argentina.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
29. Rocco entendió para que servían las argollas
que estaban en las paredes de la pensión, sobre la
calle y el fondo. No eran sólo para atar las riendas
de los caballos de los clientes.
En esta circunstancia también servían para
amarrar las cuerdas de los botes y canoas de los
que venían por el río, y que la crecida los aislaba
en sus cultivos.
En pocos meses la pensión cobró fama por sus
vinos y comidas, como por las habilidades del
dueño.
Construyó un horno en el fondo y hacía a diario
pan italiano y campesino.
Empedró el patio y los cuartos, los fretachó de
yeso y pintó con cal. Cambió el techo de quinche,
fresco pero dado a bichos y culebras, por un cielo
raso de madera y tejas.
Puso tejas cocidas, igual que en Toscana. Estas
argentinas las hizo con material del lugar, como
todo lo demás.
Otros se deprimían añorando, él valoraba la
nueva tierra.
Una mañana se apareció Guazú con una canoa
extraña, era de cañas y forrado de cuero. Sereno,
explicó:
–Es de totora, me enseñó como hacerla un indio
del lago Titicaca. Flota sola. La revestí porque los
blancos creen que se hunde. ¿Viene conmigo a ver
las islas flotadoras? En la tarde estamos en
Rosario. Tomamos la diligencia y volvemos.
Rocco dudó, pero fue más fuerte el espíritu
aventurero.
Y dejando a Ana con rostro enojado, y al gallego
a cargo de la cocina, se embarcó.
Sólo llevaban un remo primitivo.
Fue una experiencia inolvidable.
Los grandes islotes, si no hubiese sido porque se
movían con el río, parecían tierra firme. En ellos
había una fauna y flora maravillosa, de la selva.
Tenían árboles frondosos llenos de lianas, flores
y pájaros de selva tropicales, en ellos se veían
carpinchos, vizcachas, iguanas, comadrejas, y
nutrias nadando.
En uno notaron un yaguareté. El hermoso gran
gato iba sentado, impávido, con la vista puesta en
la cima del follaje.
–Hay monos en las copas. –indicó Guazú– Sólo
debe esperar. Tarde o temprano un árbol caerá y él
tendrá comida. Si la isla encalla, mejor. Y si no, él
nada muy bien.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
30. Rocco pensaba en su pequeña hija, viendo las
turbulentas aguas.
El indio guiaba la canoa. Notó la mirada y
murmuró:
–No tema. Este bote no se hunde. El único
peligro son los yacarés. Pero prefieren la orilla
mansa. Yo de niño jugaba con ellos en el agua
haciéndoles cosquillas en la barriga.
–Yo no jugaría con un cocodrilo. Son animales
que atacan ocultos. No me gustan los reptiles ni los
hombres ladinos.
–Por eso, usté en pocos meses se hizo respetar.
Y no diga que no le gusta el yacaré, aún no lo ha
probado. Se que es buen cocinero. Todo bicho que
camina va a parar al asador.
Rocco largó la risa. El indio comenzó a llevar la
barca de totora hacia la ribera. En el horizonte se
vislumbraba Rosario.
Guazú encontró uno de su misma etnia y le dio
el bote. No le dolió darlo. A él le sobraba totora,
cuero y... tiempo.
Fueron al depósito de Aldo. Rocco había vuelto
allí otras veces a buscar vinos y quesos de Italia.
Bruno no les dejó regresar esa noche, los invitó
a quedarse en lo de Aldo.
–Gracias... –dijo Guazú– Estaré con el otro
indio. Sólo llevo chiripá y cholas bajo el poncho.
No sirven para una reunión con damas de corset y
polizón, charlando con señores de jaquet, o de
pantalones y botas. Mañana volveré temprano.
Bruno los llevó en su sulky.
Ni quiso entrar en el local y se marchó.
O quizás... el viejo temió ver donde había vivido
con Uruahí.
Guazú decía que volver al pasado es gualicho.
...oo0oo....
Diap 30
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
ANA, LA SEÑORAANA, LA SEÑORA
Indio viejo en caballo (bote) de totora
31. Contaba mi madre que... Ana no hizo
ningún comentario. Sólo preguntó si esa era la
forma de cuidar a una esposa encinta.
La reacción de Rocco pasó del asombro a la
euforia.
Para que Ana estuviese más descansada, trajeron
una prima de Ana, de Castiglione.
Rocco atendía la cantina, y para ayudar al
cocinero tomó a Pina una genovesa.
Los cambios trajeron más parroquianos. Y los
beneficios, a las mejoras.
Ana quería lucirse con el familiar. Compraron
vasos de porcelana y cobre. Jarras y cántaros
elegantes.
Cambiaron las lámparas de velas por nuevos de
aceite. De lejos, en la noche, se veía la luz de la
pensión. Y pusieron un letrero sobre la puerta:
RESTORÁN PIEVE.
Sin embargo, los clientes habituales, los que
diariamente llenan el cajón con sus monedas,
seguían prefiriendo los jarros y botijos de
terracota. Decían que el vino sabía mejor.
Rocco era un hombre de ambiciones, le gustaba
vivir bien, pero no se preocupaba del dinero ni de
ahorrarlo ni de invertirlo.
Pero, todo fuese por el venidero varón deseado.
El futuro padre comenzaba a ser más aplomado.
Quizás era la responsabilidad, o tal vez el
espíritu introspectivo de la tierra nueva y de los
gauchos iba apoderando de él.
Ahora, para definir a alguien se usan términos
difíciles, entonces era suficiente un respetuoso
gesto en el rostro.
Rocco aprendió de todos y de todo.
Hoy sería: un “Ecléctico”.
Sabía tratar las personas.
Hoy: Tenía “Relaciones Públicas”.
Buen amigo, alegre, agradable.
Hoy: un “Hombre Sociable”.
Pensaba en lo mejor y decidía.
Hoysería: un “Ejecutivo”.
Pero, en esa época sólo fue...
Rocco, un hombre singular.
Y ese hombre fue a Buenos Aires a buscar la
prima de Ana.
Vio la muchacha bajar del velero acompañada
por un joven con aires de gran señor.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHO
Pa’ cantar, mi vigüela...
pa’ mi honor, el facón...
04 – Año 1873
SANTOS, UN GAUCHO
32. Sería un compañero de viaje, y el trayecto era
muy largo para estar sola.
Era un primo lejano de Ana Los italianos se
especializan en tener primos lejanos.
Éste se había invitado solo, y venía a lo de
Rocco porque en América todos se hacían ricos.
Caterina, la prima, resultó modesta y tímida.
Pero, Carlo, era petulante además de atrevido.
Mientras Caterina se asombraba de lo que veía,
Carlo sonreía cínicamente.
Rocco, molesto, ni les mostró la ciudad yendo a
la salida de diligencias de inmediato..
Durante el trayecto el joven se burló de la
apariencia de los gauchos y le pareció aburrido ese
país tan llano.
La muchacha se avergonzaba a cada frase de él.
Rocco no lo soportó má.
Le dijo que los Andes eran más altos que los
montes Apeninos, que Italia cabía nueve veces en
Argentina, y esos gauchos eran hombres que se
debían admirar.
Carlo no habló durante el resto del viaje.
No quería estar mal con ese pariente.
Lo recordaba como un muchacho alocado, pero
ahora era un señor que infundía respeto.
Al anochecer llegaron a la pensión.
Rocco dejó en una mesa los impresos de la
ciudad.
Los clientes fueron a verlos, muchos solamente
entendían los dibujos, no sabían leer.
Luego de la presentación del nuevo emigrante,
éste no gustaba ser llamado así, y que él y Caterina
transmitieran las novedades de la vieja patria, se
dirigieron a descansar.
La muchacha fue al cuarto donde estaba la hija
de Guazú, la india Ypané, con quien entabló rápida
amistad.
Rocco, por tirria de haber soportado la perorata
del joven, lo puso en el último, junto al gallego
cocinero.
Ana, al acostarse, le dijo que el primo había
venido de yapa.
Rocco sonrió.
Lo que viene de yapa no vale mucho.
América era para hombres...
Carlo ya lo vería.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
33. Ni atendiendo a los parroquianos era útil. A
todos les disgustaba su altanera forma de ser,
parecía un chulo.
Caterina, Ypané y Ana trataban de disimular la
falta de capacidad del joven, pero Rocco veía la
injusticia.
Éste había ampliado el negocio con otro galpón,
en él guardaban los barriles de vino, los embutidos
y el tasajo, más los hierbas medicinales y toda
clase de condimentos.
Era el lugar donde el “Brujo Guazú” y el
“Partero Rocco”, como los habían bautizados,
aprendían el uno del otro.
En los Andes, en Mendoza, Córdoba, Salta, los
viñedos de los emigrantes daban caldos tan
buenos como los europeos.
Rocco empezó a comprarlos. Luego él les daba
el “punto” con polvos y yuyos.
Y el sabor “propo italiano” agregándoles virutas
de viejos toneles curados.
Por algo tenía fama de arreglar el vino
“mareado” al cruzar el ecuador.
Encargó a Carlo para ir con los vinicultores y la
compra diaria de las verduras, como del mercado
fresco de la cocina.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
El verano de 1873 fue pasando. Y los emigrantes
seguían llegando. Las cartas mal escritas hacían
crecer el sueño.
Sarmiento, el presidente, además de llevar al
país a un gran progreso material e intelectual, era
maestro y escritor.
Acuñó una frase histórica: “Las cosas hay que
hacerlas, aunque sea mal pero hacerlas”. Carlo ni
la entendía.
El gallego cocinero se casó con su ayudante
Pina, la genovesa, y se fue a Rosario.
Quizás por que esa ciudad crecía, o tal vez por
no soportar más al joven.
El gallego dejó como recuerdo sus pucheros, los
deliciosos chorizos, y las empanadas que hacía con
los pescados del río.
Lo sustituyó un napolitano, de nombre Napoleone,
más paciente, más alegre y más dado a hacer
platos del sur de Italia.
Esto se unió a las habilidades de Caterina que
era buena repostera, sabía amasar, preparar pastas
finas y sabrosos minestrones.
Ana logró que pusieran su primo en el mostrador.
Y Caterina se repartía entre el local y el fogón.
Todo mejoraba, con excepción de Carlo.
34. –¿Qué querés tomar, Santos? Estás muy callado.
–Una caña paraguaya... y otra pa’ usté, si quiere
escuchar. Tengo algo en el garguero que me cuesta
desembuchar.
El tano trajo los vasos. El gaucho lo miró de
frente, con ojos fríos:
–¿Sabe, Rocco? Yo a usté lo respeto. Pero ese
primito suyo... –movió la cabeza con disgusto, y
siguió– como que le está arrastrando el ala a la
china. Va por el rancho cuando yo no estoy. Y le
lleva tasajo.
–Santos... –respondió, sopesando las palabras–
el primo es de mi señora, el tasajo es mío... y la
china es tuya.
–¡Hum!.. Tiene razón. Es que... en cuestión de
faldas, pocas veces la taba es suerte. Otra vez
tendré que enseñar.
–Sí, pero vos aún no me enseñaste a bailar
malambo. –dijo Rocco en broma y saliendo del
grave momento.
–Le enseñaré. Pero antes, alguien tiene que
aprender otra cosa.
Y tomó la caña de un solo trago, para irse. Quiso
pagar las dos bebidas. Rocco no aceptó. Eran por
cuenta de la casa.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Lo hizo más que todo para sacarlo de la casa y
tenerlo lejos del cajón del dinero.
Así, Carlo tuvo jardinera y caballo a su
disposición. Los gauchos le miraban con sorna al
verlo montar con sus pantalones apretados y
casaca adornada.
Sin embargo, a las mujeres les caía bien. A veces
salía sin que hubiese necesidad.
Esa mañana, Guazú, al volver de buscar unos
yuyos en el galpón, le dijo a Rocco con sobriedad
vernácula:
–Patrón... el charqui va bajando.
–Guazú, vos no tenés patrón. –respondió–
Tenemos que ver si no hay algún aujero y esté
entrando algún bicho.
Disimuló, imaginando el origen de la falta. El
indio se fue.
Esa noche, junto al mostrador se hallaba
Santos, gaucho payador, bailador, ducho en faenar
y cuerear. Guapo, tenía en su haber muchos duelos
de payada... y de sangre.
Su única debilidad era una china algo coqueta
que vivía en su rancho, cerca del río Salado.
El hombre lo observó, y Rocco supo que quería
hablar
35. –¡No!... –interrumpió Guazú– Vamos a ponerle
los yuyos pa’ que no le duela. Y le diremos pa’ que
sirve cada uno.
–Ya ves, un indio es mejor que vos. –dijo Rocco.
Se limpió las manos con caña y le sacó el
pañuelo. La herida era profunda y le echó un
chorro de la bebida.
Carlo lanzó un alarido. Guazú le dio unas hojas,
diciendo que las masticara. Eran de coca, del Perú.
El joven sintió que se le dormía la boca.
El indio trajo un polvo blanco, explicando que
era amapola molida. Y con una espina impregnada
de él fue pinchando cerca de la herida. Desapareció
todo dolor.
Finalmente entregó a Rocco una crin negra,
indicándole:
–Cósalo con esta cola de caballo, sinó tendrá
dos bocas. Usted hace buenos puntos, lindos como
un bordado. Lo vi el otro día, cuando los hizo a la
vaca del tambo.
El “partero” vio el horror de Carlo y, burlón,
preguntó:
–¿Qué te gusta más... punto inglés o hilvanado?
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
El día siguiente, Carlo, luego de pasar por el
galpón, salió en la tarde. Iba emperifollado, con
facón y chambergo.
Anocheciendo volvió a la pensión. Traía la cara
envuelta en un pañuelo ensangrentado. Le habían
hecho un barbijo en la mejilla derecha. Santos era
zurdo.
Guazú y Rocco no lo dejaron ver así por las
mujeres, llevándolo al galpón para curarlo.
–Tuviste suerte. –dijo el indio– Pudieron
degollarte. Se ve que quien lo hizo sólo te quiso
marcar.
–Acostate en esta mesa. –ordenó Rocco, luego
de limpiarla con aguardiente– Espero que, por lo
menos, hayas sido lo bastante varón como para
haber sacado el cuchillo.
–Sí... –farfulló Carlo– pero antes que pudiera
darme cuenta, tenía el tajo y estaba envuelto en el
poncho de ese payador de porquería.
–¡Callate! Porquería sos vos. Un hombre no
dice con quien tuvo un duelo. Debes aprender
mucho de América. Tendría que curarte así, a ver
si aguantas el dolor y no eres maula.
36. Bruno le envió a su compañero de viaje un
libro:
El “Martín Fierro”, de Hernández.
En las noches, criollos y extranjeros hacían
rueda en local mientras Rocco lo leía en voz alta.
Eso era América. Donde un emigrante narraba a
los gauchos una historia de ellos.
Eso era América. Donde un joven italiano y un
viejo indio compartían sus experiencias.
El primo se fue. Dijo que a Buenos Aires. Para la
capital. Todos sintieron alivio que se fuera.
Pero, no aprendió la lección dada por Santos.
Años después se supo que había muerto en una
pelea de caficios
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Esterilizó en caña la crin y la aguja, ésta era
igual a la usada por su esposa para coser los
colchones.
La herida quedó cerrada. El indio le echó otros
polvos amarillos:
–Esto se forma sobre las telarañas, no deja
formar la pus. Y pa’ terminar te ponemos una
hojas de palán. Un poquito de algodón. Un
pañuelo… y ya está. Parece que tuvieras dolor de
muela, no una cortada.
Carlo se levantó. Apagaron las lámparas de
aceite. Iban para la casa, cada uno en sus
pensamientos.
–Viejo... –dijo Rocco, mordaz– Creo que no va
a faltar más el charqui. Debe haber sido algún
pájaro rapiñero.
–Es que cerramos el hueco. –respondió con la
misma malicia el indio– El chimango tendrá que
volar para otro lado.
Al otro día, Santos apareció en la fonda. Sereno,
como si no hubiera pasado nada.
Cumplió con lo prometido. Le enseñó a Rocco a
bailar malambo, gato, y pericón.
Y con el tiempo, el “patrón” se hizo bailarín de
renombre.
“LA PAYADA”, cuadro de Enrique Mac Grech
( 1890 – 1969 )
37. El reciente padre sonrió. Con el indio siempre
aprendía.
–Vamos a tener que voltearle la pisada. –
aseveró el viejo– Nada cuesta probar. Todo es
cuestión de fe.
–No entiendo como vos, –dijo Rocco– que
hacés brujerías, el domingo vas con mi señora a
misa, y rezás... y comulgás.
–Aprendimos con los misioneros. –dijo Guazú–
Era mejor rezar que recibir latigazos, o ser
destrozados por los perros.
–¿Crees en ese dios de los misioneros o en los
tuyos?
–Dios es dios, con muchos nombres o uno solo.
Lo mismo está en cada árbol, río, montaña, que en
la hostia. Dicen que hay indios caníbales...y
ustedes nos hacen comer a su Dios.
Rocco volvió a reír. Y dijo, ya creyendo más:
–Vamos. Ojalá voltear la pisada ayude en lo que
quiero.
–Lo que queda de cada ser que camina en la
vida, hombre o animal, es su huella: la pisada.
Dice de donde viene y para donde va: Su destino.
Si la volteamos, cambiamos ese destino
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
En la primavera de 1873, Ana dio a luz. Y Rocco
la atendió.
Un parto fácil, pero el padre mostró rostro
desconforme.
Era una bella niña... otra niña.
La llamaron Aída, como la abuela. Hubo fiesta
en la pensión y, dando gusto a Ana, se trajo al cura
para bautizar la criatura de Dios.
El sacerdote, viejo napolitano que vivía de
limosnas, pudo ese día comer mejor.
En cuanto ir al municipio, tardaría más. Todos
sus hijos fueron inscritos con fechas posteriores a
su nacimiento, Y no leía lo escrito, con lo cual su
apellido variaba en muchos.
Días después se hallaba en el fondo. La voz de
Guazú le sobresaltó, al indio nunca no se le oía los
pasos.
–A juro iba a ser nena. Doña Ana se mantuvo
bonita, la piel suave, la barriga redonda, comía
bien. Cuando es macho, la panza se pone
puntiaguda, el pellejo manchado, vomitan. Los
hombres ya desde dentro damos problemas.
1873 – AÍDA Y LA CHARRÚA
38. –Ahora entiendo porqué son cerrados, libres,
valientes, y odian a los milicos. Tuvieron que
hacerse a sí mismos...
–Y son guerreros, los montoneros de Güemes
dieron la libertad. –dijo Guazú– Malo cuando no
hay porqué luchar, y el soldado se vuelve milico pa’
vivir sin hacer nada.
–O pelean sin saber la razón, como lo hicieron
tres países contra tu patria.
–¿Cual patria? Usté como yo, nacimos en una
tierra... pero somos de donde estamos.
Y un joven toscano se sintió hermano de un
viejo indio.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Fueron al río.
Guazú buscó barro casi seco. Hizo pisar en él a
Rocco. Sacó una palita de bronce. Recortó un
ladrillo con la pisada, lo puso boca abajo y en
sentido contrario.
Luego, con la mirada fija en el cielo, quedó
moviendo su cabeza, acompasadamente, orando...
Y, sin saber porqué, Rocco hizo lo mismo pidiendo
por un primogénito.
Venían de vuelta en silencio. Rocco preguntó:
–¿Había muchos indios antes que llegaran los
conquistadores?
–Muchos... y de muchas tribus: pampas, chanás,
charrúas payagüés, querandíes, quiloazas, caracarás,
tapes, timbúes, colastinés. En el sur los patagones.
Pelearon con el blanco por su independencia.
Todavía en la Pampa entran a los pueblos en
malones a matar hombres y llevarse las mujeres.
–¿De esa mezcla salieron los gauchos?
–De ambos lados. Los soldados atacan a las
tribus para vengarse, matan a los indios y violan a
las indias. Y… las dejan abandonadas, mientras los
indígenas cuidan a las blancas y al gurí mestizo.
¿Sabe por qué se llama gaucho? Viene de guacho,
que es huérfano en quechua.
“LA VUELTA DEL MALÓN”, 1892, parte del cuadro de
Ángel DellaValle (1855- 1903)
39. Y convertir exquisiteces sus quesos, chorizos,
longanizas, con lo aprendido del gallego y de
Napoleone.
Las carretas de los Andes, fueron las que
aumentaron sus viajes con esos productos.
Los más asiduos eran dos jóvenes:
Uno, Jesús Logróñez, cuñado de la mujer que
dio a luz en la carretera, traía de La Rioja un vino
dulce y quesos.
El otro, Martín de Langreo, un asturiano, venía
de Tucumán. Allí se daba un vino similar al
toscano montañés.
Casualmente llegaban juntos, traían las
carretas pequeñas, y siempre debían reparar algo
en Santa Fe.
Por tanto, tenían que hacer la “dormida” en lo
de Rocco.
Y casualmente, Ypané y Caterina era cuando
estaban mejor arregladas, y quedaban charlando
con los muchachos.
Una mañana, Ana, tuvo dolor de cabeza. De
nada sirvió el te con polvos de corteza de sauce. A
mediodía vomitó.
Guazú miró a Rocco. La “volteada” había tenido
efecto.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Marzo de 1873. Otoño. Seis meses desde el
nacimiento de Aída.
La niña tenía la belleza de su madre, su
delgadez, pero las ojeras paternas.
Asunta era típica Aquilini, fuerte maciza, De
Ana heredó los ojos que enloquecieron al joven
toscano.
Ambas niñas vivían consentidas por la dulce
Ypané y la infatigable Caterina, y reían con los
juegos de Napoleone.
Durante ese tiempo llegaron noticias de Pasteur
y Líster, de medicinas y líquidos para limpiar
heridas.
Rocco leía, y por Aldo traía esos productos, más
especies y sabores.
Seguía progresando el negocio. Tenía más
pensionistas, construyó más habitaciones, y
agregó otro “tinajero o filtro”.
Era un armario con una piedra dentro, por ella
se filtraba el agua traída del pozo, que caía fresca y
pura en el bernegal. Pero, Rocco obligaba hervirla.
Sin embargo no subió la importación de vinos,
quesos y embutidos.
El “partero” tenía el don de volver europeos los
caldos de los vinicultores emigrantes.
40. –Encierre las niñas, pongan mosquiteros en las
ventanas. Haré una pomada que espanta esos
bichos. Si los pican chupen la picada y pónganle
caña. El río trae espuma babosa. Las babas,
mosquitos... y estos chupan la vida.
Ana miró las niñas, tenían unos pinchazos.
Guazú los chupó. Luego hizo un preparado grasoso
que olía a infierno y untó a las niñas. Rocco miró a
Ana, estaba picada.
–Mujer preñada con gurí no muere de fiebre. El
macho que lleva dentro la defiende. –indicó el
indio– Las gurisas son chicas, Dios o Pachacámac
las protege. No tema, patrón.
–Ya te dije que no soy tu patrón. Vos sos mi
maestro.
–Es patrón... siempre lo será, aunque no le
guste serlo.
Y así se llegó a la primavera de 1874. El año
1875 era esperado. En su inicio debía nacer el
niño. Rocco vería si la “volteada de pisada” surtía
efecto.
En tanto, Ana rogaba en misa por eso. Pueblos
distintos, supersticiones diferentes.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Y los vómitos se hicieron habituales. Debía salir
en las horas que servían la comida, sólo el olor la
asqueaba.
Iba a la esquina de abajo, allí subía la brisa del
río. Un día llegó una india andrajosa, fea, hosca. Se
sentó en la tierra.
Ana notó que a la mujer le faltaban varios
dedos.
La india la veía con una mirada inexpresiva,
parecía muerta. Y así quedó.
Cuando la patrona volvió a la pensión le dijo a
Guazú quien, poniéndose más serio que nunca, le
explicó:
–Es charrúa. Las madres se cortan un dedo por
cada hijo muerto. –y, continuó– Tiene razón. Está
muerta aunque parezca viva. Todos las charrúas lo
están. Fue la tribu más belicosa, guerrera. No los
mataron los conquistadores. Fue un hermano del
Presidente Rivera, del Uruguay, salió con milicos a
pacificarlos... y los pacificó pa’ siempre.
–Me señaló el río y mi vientre. –recordó Ana.
Guazú se levantó, saliendo a ver. Volvió rápido,
diciendo:
41. Se miraban uno al otro. Por fin, Martín se
atrevió:
–Señor Rocco... queremos casarnos con Ypané y
Caterina.
–¿Los dos con las dos? –preguntó jaranero el
toscano– No creo que el cura ni el juez lo
permitan.
–No... –intervino Jesús Logróñez, con más
confianza– Yo estoy enamorado de Ypané, y
Martín de Caterina.
–¿Por qué me lo cuentan a mí? Yo no soy dueño
de ellas. Caterina es mayor, puede hacer lo que
quiere. Y el padre de Ypané es Guazú. Que digan
ellas y él.
No necesitó llamar a nadie. Todos estaban
confabulados.
Entraron de inmediato, más Ana y las niñas.
Rocco dijo al indio:
–Mirá, Guazú... este español quiere casarse con
tu hija.
–Mi tatita ya me dio la bendición. –cortó la
bella india– Pero usté es mi patrón y quiero su
permiso.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Esa tarde la diligencia trajo impresos de
Europa, en ellos decían que Engels y el
revolucionario Marx propagaban ideas extremas, y
que el último vivía refugiado en Londres.
Pocos pensionistas prestaron atención, estaban
cansados de una jornada buscando como “hacer la
América”.
Así mismo, mostraban unas máquinas de coser
portátiles, con las cuales las mujeres podían hacer
cualquier ropa y se libraban de la tediosa
confección a mano.
Por lógica los dibujos atrajeran a las señoras y
muchachas, quienes por generaciones perdían la
vista sobre la costura.
También habían llegado Martín y Jesús con sus
carretas trayendo vinos, quesos y especies. Éstas,
cuyas semillas trajeron los emigrantes, eran
superiores a las originarias.
Extrañó que los jóvenes no dijeran que tenían
algo que hacer en Santa Fe para pasar otro día allí.
A las diez de la mañana, vestidos con
domingueras “pilchas”, se presentaron delante de
Rocco, nerviosos.
42. Querían acompañar a Ana unos meses luego del
parto.
Le pidieron a Rocco para ser padrino. Éste lo
apreció, sin embargo se excusó con una profunda
seriedad.
–Les agradezco el honor. Si quieren, voy de
testigo. Pero padrino, no. Sería hipócrita
representando algo que no siento. Mis hijo son
bautizados porque Ana es creyente, y se debe
respetar las ideas y sentimiento de los demás.
Orgullosa de su esposo, Ana sirvió una ronda de
vino dulce. Fueron al mostrador para brindar. Y el
“tano” dijo:
–Por ustedes, por nosotros, por los que
vendrán, por los que formarán América. Que
siempre serán como este vino, de cepas criollas y
sabor europeo.
Y, con su espíritu alegre característico,
completó:
–Y por Rocco... quien las prepara, y otros se las
llevan.
Volvieron a reír, pero había lágrimas en todos
los ojos.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
–No soy patrón de la gente. Sos india, tu raza es
libre, transmite esa libertad a los hijos que tengan.
Y la mujer es compañera, pelea junto al hombre,
pero no es su esclava.
–¡Ahijuna!... eso debería acompañarse con
guitarra, – Guazú exclamó– que el “tano” habla
lindo.
–Me gusta más lo de “tano” que lo de patrón. –y
se dirigió a Caterina– ¿Y vos, querés casarte con
este otro gallego?
La humilde muchacha se había vuelto valiente
con el amor. Sacó coraje para aclararle:
–No es gallego, es asturiano. Pero tú me trajiste,
te debo el estar aquí y... –se sonrojó– el haberlo
conocido a él.
–Nada debes. Has pagado tu viaje en demasía
cuidando las nenas y trabajando. Eres mayor, tú
decides tu vida. Estoy seguro que todos serán
felices. Ellos son hombres de la tierra, aunque
hablen con esas enrevesadas eses.
Todos rieron. Ambas muchachas lo abrazaron,
felices. Dijeron que estarían hasta el verano, se
casarían en marzo.
43. Más si el festejo se realiza en la pensión de un
hombre famoso por sus comidas, sus bebidas, y
querido por todo el barrio.
Se mantuvo la costumbre y, aún en ese formal
Santa Fe, los noveles desposados fueron a pie de la
iglesia hasta la fonda, bajo los gritos y flores
arrojadas por los emigrantes.
Todos pasaron la velada en la pensión.
Al día siguiente se marcharon en las carretas,
adornadas de pimpollos, con música de guitarras,
castañuelas y mandolina.
Diap 43
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Enero llegó rapidamente. Quizás fue empujado
por el deseo de casarse de las muchachas. O, por el
ansia de Rocco en ver su primer hijo.
Y ahí estaba, colgando de las manos de su padre
partero, lanzando ambos un grito de felicidad a la
vida.
Y fue festejado por toda la familia, por todos los
pensionistas, por todo el barrio.
Y antes de ser bautizado con agua bendita, lo
bautizaron los parroquianos con litros de vino
tomados en la posada.
Rocco cumplió con lo prometido. Se llamó
Aurelio, como su bisabuelo. Aquel viejo que le
aconsejó ir a Argentina.
Siendo varón, la criatura era más delicada, por
tanto el “tano” y el “curandero” necesitaron aplicar
sus experiencias.
Llegó marzo. Las muchachas se casaron el
mismo día. La fiesta fue en el restorán.
Las familias de Logróñez y de Langreo dejaron
unos días las tierras y vinieron. Y el “partero”
conoció al José Rocco traído en la carretera.
Inimaginable el jolgorio y bullicio en un doble
matrimonio donde se mezclen españoles, italianos,
gauchos e indios.
1875 – AURELIO, PRIMER VARÓN
FIESTA EN EL FONDO DE LA PENSIÓN basado en el cuadro
“BAILE EN EL CAMPO”, de Enrique Rapela (1911- 1978)
44. Y así se fueron las carretas, se fue Caterina, se
fue Ypané, se fue Guazú.
Se fue una parte de la vida de Rocco.
La pensión se llenó de huéspedes, el negocio
progresaba.
Ybayaú fue dulce y cariñosa como su hermana.
Y, muchas veces daba consejos como Guazú.
Tomaron una emigrante para que ayudara al
cocinero quien, como buen napolitano, en los
anocheceres cantaba añorando a las muchachas .
Martín de Langreo y Jesús Logróñez dejaron de
traer las carretas chicas y todas las semanas.
Ahora venían con las grandes una vez al mes,
con noticias de sus esposas más la carga de vinos y
quesos.
De vez en cuando le daban a Rocco una bolsita
con yuyos.
Ypané explicaba su uso en un papel, aprendió a
escribir y leer con el “patrón”.
El viejo curandero había encontrado otra
curación, y se la mandaba a su amigo del Paraná.
En América todo crecía. La niñez de Asunta, la
de Aída, la del varoncito Aurelio.
Para Rocco, la responsabilidad.
Diap 44
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
SANTOS, UN GAUCHOSANTOS, UN GAUCHO
Guazú se acercó a Rocco, venía con una india
poco mayor que Ypané. Era hermosa, pero tenía
algo de la tristeza de Uruahí.
Los indios, cuando sufren,se tornan introspectivos.
–Yo también me voy, patrón. –su voz era
ronca– Me voy con Ypané. Estaré más cerca del
Paraguay. Si Pachacámac me llama, mi espíritu
tardará menos en volver a su origen.
–¿Te vas? –el tono de Rocco dejó de ser jovial–
Todavía me falta tanto aprender de vos.
–Ya no me necesita, –sentenció el indio– lo que
yo sabía, usté lo tiene todo escrito en esa libretita,
con las hormiguitas muertas que son las letras. Lo
que aprendí de usté, yo lo llevo anotado con
hormigas vivas en mis recuerdos.
–Los extrañaré. Ypané fue una hija, y vos... un
amigo.
–Por eso mismo le traje a ella, a Ybayaú. –dijo
señalando la muchacha– Otra hija mía. Y también
media curandera.
–¿Otra hija? ¿Cuántas son? ¡Como que vos
tenés historia!
–A usté se la he contado. Caminé muchos
caminos. Muchos caminos, muchas mujeres.
Muchas mujeres, muchos hijos e... hijas.
45. El sábado llegaba Tulio, el restorán quedaría al
cuidado de Napoleone, el cocinero, y las criaturas
al de Ybayaú.
Ana se esmeró en lucir bien. Ya no era la
muchacha que se había “escapado” con Rocco.
Ahora era... ¡una señora!
Fueron con la jardinera. Se detuvieron en
Rosario para saludar a Bruno y Aldo.
Encontraron allí al general Roca, quien visitaba
a Rocco cuando pasaba por Santa Fe.
Al saber la causa del viaje no les dejaron seguir
así. Aldo le dio su landó con cochero.
Y el Gral. Roca escribió al capitán del puerto de
Buenos Aires para facilitar la entrada a Tulio.
Lo último no agradó a Rocco.
El único militar que le caía bien era Roca.
Pero, sabía que la otra cara del progreso es estar
relacionado con quienes dirigen el país.
Durmieron en la gran ciudad.
Como el barco atracaría a media mañana,
fueron temprano a hablar con el capitán.
Éste, al ver la carta se desvivió en atenderlos, y
llamó a un oficial que los llevó a la balaustrada
para personas distinguidas.
Diap 45
CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIA
Contaba mi madre que... en la primavera
de 1875, Tulio, el hermano mayor de Rocco,
escribió que iba a la Argentina y en clase primera.
Rocco sonrió irónico al leer esa palabra.
Vendría en un buque a vapor, aunque éstos aún
mantenían sus velámenes para aprovechar el
viento y economizar carbón.
Había otras noticias:
Avellaneda inauguraba el Ferrocarril del Norte.
Seguía la pugna entre centralistas burgueses y
federalistas hacendados.
Y, el progreso de la industria, de la ganadería y
de la agricultura en Argentina y Uruguay.
En Europa crecían los movimientos socialistas,
y el Ing. Carlos Tellier ensayaba el enfriamiento
por máquinas.
Lo otra, ya no era novedad, Ana estaba otra vez
encinta.
Su cuarto embarazo... la Argentina necesitaba
poblarse
Hay carreteros que son señores
y señores que son carreteros...
05 – Año 1875
TULIO, UNA HISTORIA
46. Atrás, otra joven de ropa sencillas, y un negro,
traían valijas y arcones.
La señorita elegante agitó su pañuelo y, cerca de
Ana, unos señores mayores respondieron el saludo.
El oficial militar les escoltó hasta el corredor. Le
entregó a Tulio sus documentos y se dirigió al
grupo, despidiéndose:
–Señor Aquilini, fue un placer servirle. Ruego
que transmita mis saludos al general Roca.
Distinguidas señoras, señorita Hecherra, señor
Javier Hecherra, siempre a sus órdenes.
Tulio y la señorita presentaron sus familiares.
María Luisa, la fina señorita, cariñosamente
llamada Marilú, dirigiéndose a Tulio con una
mirada dulce y apasionada, le preguntó:
–¿Por qué no dijo que su hermano era amigo
del general Roca? Mi padre lo aprecia, protege
nuestras estancias.
–Excelente militar. –completó el viejo– Nos
está librando de esos indios salvajes. Y cubrirá
Argentina de ferrocarriles. No me extrañaría verlo
pronto en la presidencia.
–Ni yo lo sabía, –dijo Tulio, fatuo– mi hermano
menor, Rocco, es muy modesto a pesar de lo que
ha progresado.
–“Cherí per”, el señor tiene “restaurante” en Santa
Fe de la Vera Cruz. –enfatizó Marilú– La histórica…
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CONTABA MI MADRE
CONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Cuando llegaron allí, Ana creyó desmayarse... lo
más fino y copetudo de la sociedad bonaerense los
rodeaba.
El barco arribó al muelle en medio de pitazos de
vapor que aturdían, y hasta el viejo cañón del
puerto le saludó.
Por una plancha bajaban los emigrantes.
Como siempre, sólo traían un atado de ropa y
viejas cajas de herramientas... y eran conducidos
cual ganado para los galpones.
Luego, por otra pasarela salieron los pasajeros
de primera. Aquello era un desfile de lo más novel
de la moda.
Y la galería se llenó de murmullos de admiración.
Rocco vio venir a Tulio con el capitán que habían
hablado, le acompañaba una señorita distinguida.
Emigrantes bajando en el puerto de Buenos Aires – 1890
¿Cuántos de ellos fueron los nonninos de muchos argentinos?
47. Era la representación característica del que hizo
fortuna en América y todo lo construye más
grande que los ricos de su tierra natal.
Marilú les acompañó al cuarto de huéspedes,
diciendo que el almuerzo sería servido enseguida,
así ellos podrían salir temprano para la provincia.
Luego de asearse, bajaron.
Les hicieron pasar de inmediato al comedor.
Marilú se había cambiado de vestido y peinado.
Parecía una joven de esas que aparecen dibujadas
bajo una pérgola de flores.
El mayordomo y las criadas comenzaron a servir.
Rocco y Ana no se asustaron por la cantidad de
cubiertos de plata y la cristalería de Bohemia, ellos
a su manera tenían mundo.
La bella Marilú, sentada frente a Tulio, no
dejaba de sonreírle.
El enamoramiento de ella era evidente.
En cuanto al del Tulio, solo él lo sabría.
El viejo Hecherra rompió la conversación:
–Disculpen que falten mis dos hijos mayores.
Están en sus estancias de la Pampa. Mañana no
reuniremos nosotros con ellos en la nuestra de la
provincia de Buenos Aires.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Yendo para los carruajes, la bella Marilú y el
elegante Tulio siguieron la conversación con términos
franceses,
La vieja señora al ver el landó donde habían
venido Rocco y Ana hizo un gesto de aprobación.
Los sirvientes se aprestaron a subir el equipaje.
Marilú susurró al oído de su padre.
Y éste se dirigió a Rocco:
–Señor Aquilini, le rogamos que nos acompañe
a almorzar. Sería un gusto tenerlos en nuestra casa.
El “tano” miró a Ana, quien no cabía en sí, y
aceptó a pesar que no le gustaban esa vieja fingida
y ese viejo autócrata.
Durante el recorrido, Tulio solo comentaba de la
señorita y el viaje. Para las noticias de Garfañana,
había que preguntar.
En el otro coche, Marilú también aturdía a sus
familiares hablando del joven acompañante desde
Marsella.
Rocco vio al negro sentado con los baúles, al
descubierto, a la intemperie.
Sintió rebeldía, y recordó a Garibaldi.
Al llegar a la mansión, quedaron pasmados.
Pocas habría igual en Madrid o Roma, ni en Viena.
48. El italiano no pudo menos que pensar en su
esposa Ana, diaramente cobrando tras el mostrador
de la pensión.
Al ver el rostro sarcástico de Rocco, el viejo se
dirigió a Tulio:
–Así que fue contador en la comuna de su
provincia. Eso es bueno. Administradores y
militares es lo que necesita esta tierra. Claro,
también emigrantes. Alguien tiene que trabajarla.
–bajó la voz– Los indios son haraganes... y los
negros igual, desde que le dieron la libertad.
–¡Ese Rivadavia, Mitre, Sarmiento y sus
reformas!... –acotó la vieja– No sé donde iremos.
Quieren que todos, hasta las sirvientas, aprendan a
leer y escribir. En los libros hay cosas malas. En mi
juventud una mujer honesta no leía ni escribía,
para eso estaba el padre, o los padres de la Iglesia.
–Sólo con Rosas hubo orden. –sentenció el
viejo Hecherra.
–Y en Italia con los austríacos. –volvió Rocco a
ironizar
No había más que comentar. Ni que comer.
Marilú y su padre dieron a Tulio unos sobres.
Los invitados se despidieron. Y se marcharon.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
–También poseemos unas granjas en San Luis y
Mendoza. –siguió– Pero, cosa extraña, nunca tuve
tierras en Santa Fe.
–Será que el norte atrae más a los de Italia. –
dijo Rocco.
–Es posible. –el viejo sólo seguía sus ideas–
Como ahora, con eso de la industria y los
ferrocarriles, la ciudad está llena de franceses e
ingleses, Marilú quiso conocer París. Y a ella, la
menor, mi consentida, no le puedo negar nada.
–¡Esta juventud! –intervino la vieja– Con esas
novedades de la revolución, la democracia, los
inventos, vive enloquecida. Y ahora está de moda
ir solos a la Ciudad Luz.
–¡Sola no fue! –cortó el padre– Iba con Renata,
su dama de compañía. Y con Amílcar, el sirviente
negro que usted vio. Su padre fue el mejor capataz
que tuve. Naturalmente ellos no viajaban en primera.
Igualdad sí, entrevero no.
–Comprendo lo de la dama de compañía, pero...
¿cual era la finalidad de Amílcar? –se atrevió a
inquirir Rocco.
–Para cargar las cosas y pagar los gastos de
Marilú. Una dama nunca lleva dinero encima. Eso
se deja a otras clases.
49. –No pareces compatriota de Garibaldi, que
ayudó aquí a liberarse de los déspotas. –dijo
Rocco, siguiendo– “El tirano Juan Manuel de
Rosas se bañó en sangre, asesinó a sus propios
amigos, no tuvo piedad de nadie. Sus sicarios al
principio colgaban a sus víctimas y por eso los
llamaron la Masorca (de más horca). Después
mandó forjar unos cuchillos curvos y asesinaba los
opositores por degüello”.
–¡Hay, que espantoso! –musitó Ana.
Tulio oía impávido.
–Ese terror se mantuvo desde 1831 a 1853. –
siguió Rocco– Tu amigo don Hecherra dice que
hubo orden. Lo hubo. Los esbirros de la Masorca
recorrían las calles gritando: “¡Viva la Santa
Federación, mueran los salvajes unitarios”. Y el
que encontraban era degollado ahí mismo.
–Eres versado en historia de esta país. –se burló
Tulio.
Rocco recordó que en Garfañana a su hermano
le decían “el príncipe”, en cambio él sólo era “el
birbo”, y le espetó:
–A nuestra pensión llegan emigrantes, criollos,
gauchos, analfabetas, y letrados. A todos hay que
escuchar, siempre se aprende. Para conocer un
país se debe saber su historia.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Iban hacia Rosario. Tulio evaluaba la despedida
de Marilú. Llegaron a la pulpería de postas, Tulio
nada dijo cuando bajó, pero Rocco vio que su cara
era similar a la de Carlo.
Al reanudar el viaje sacó de su casaca las cartas
que el padre de Marilú le había dado.
Iban dirigidas al Obispo, al Gobernador y al
Decano de la Universidad de Santa Fe.
Las leyó en silencio y le asomó una sonrisa de
placer.
No se había equivocado al mirar esa “criolla”
que subió en Marsella.
Su entrada a Argentina sería por la puerta
grande.
–¿Quién fue ese Rosas que dijo don Hecherra?
–inquirió.
–Un caudillo de la provincia de Buenos Aires.
Después de la independencia, pocos tenían el
concepto de Rivadavia de un país unido. En las
provincias, los terratenientes no querían un
gobierno centralizado. Hicieron una revolución
pidiendo la confederación. Estaban acostumbrados a
hacer lo que se les antojaba en sus tierras. Uno de
esos fue Rosas.
–La gente está habituada a un patrón. –comentó
Tulio– Si en Italia no hubiese rey pasaría lo mismo.
50. Llegó diciembre. Tulio no vino para la Navidad.
En una carta dijo que la pasaría con los Hecherra.
A principios de enero de 1876 apareció en el
local un negro vestido de gaucho.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
–Rocco... –ironizó Tulio– Sigues siendo el
romántico lleno de ideales. Acuérdate como murió
aquel Ruocco, solo y abandonado. Yo vine a hacer
la América... y la haré.
–Es seguro que sí. –la voz del hermano menor
era amarga.
En el anochecer se veían las luces de Rosario.
Aldo no los dejó seguir, los hizo dormir en su
casa, fue una cena agradable, de familia, sin clases.
En la mañana siguiente salieron con la jardinera
hacia Santa Fe, Tulio comenzaba a ver el mundo
de su hermano.
A los pocos días tenía trabajo en el Obispado,
las cartas surtieron efecto.
Sólo iba a la pensión a cenar y dormir. Los
sábados recibía una perfumada misiva de Marilú,
la cual él respondía, haciéndola antes corregir por
un escribiente español y... agregando palabras en
francés.
En diciembre, junto con la carta vino un sobre
de don Javier Hecherra. El viejo le ofrecía la
administración de una de sus estancias.
Tulio sonrió feliz... lo otro ya lo lograría.
Sólo se despidió del Obispo, del decano, del
Gobernador y del General de la Guarnición.
Nadie lo extrañó.
Era Amílcar
Serio, formal, se
enfrentó a Rocco:
–¿Me puede dar
pensión, patrón? Me han
prometido un trabajo,
pero aún no le puedo
pagar.
–Hay un cuarto para
vos. Un hombre que mira
de frente, no engaña.
Pero... ¿por qué no estás
en Buenos Aires?
–El viejo me echó.
Dijo que París me había
hecho mucho mal.
–¿No será que sabías
mucho… de más?
Y una sonora risa
morena resonó en el
local.
AMILCAR basado en un cuadro
de Rodolfo Ramos (1937 - )
51. Esa tarde estaban Rocco, Ybayaú y Amílcar en el
patio, bajo una higuera tomando mate.
–El viejo aquel dijo que tu padre había sido el
mejor capataz que tuvo. –recordó Rocco, por
hablar.
–¿Capataz?... Habrá querido decir esclavo.
–Los esclavos se acabaron hace tiempo. –acotó
el tano.
–Mi padre nació en 1810. Recién en 1813, las
Provincias Unidas decretaron la libertad de ellos.
Rivadavia quería la libertad de los esclavos, pero
los asambleístas pusieron la “libertad de vientres”.
O sea que los negros que naciesen después de esa
fecha serían libres. Pero los otros, hombres, viejos,
y niños anteriores, seguirían siendo esclavos. Y mi
padre murió llevando su marca de esclavo,
grabada a fuego.
–¡Qué brutalidad! –exclamó Rocco– Y todavía
decimos que nosotros somos civilizados y ustedes,
salvajes.
–La mayoría de los congresistas eran patrones,
no iban a perder peones baratos. –ironizó Amílcar.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Siguió pasando el tiempo. Y Santa Fe, creciendo.
De Tulio sólo se recibía una carta por mes. Y
cada vez era más escueta, solo hablaba de don
Javier y de Marilú.
Llegó mayo de 1976, Ana dio a luz una niña.
La llamaron Anita en honor a su madre... y a la
compañera de Garibaldi.
El negro Amílcar consiguió trabajo.
Fue el pensionista más formal respecto al pago,
porque en alegría sólo se necesitaba darle un
tambor y surgía enseguida su sangre africana.
En el mundo seguían los inventos.
Bell creó un aparato donde se hablaba y a través
de un cable oían a kilómetros de distancia.
Los antisépticos y las vacunas acababan con las
pestes.
Las máquinas de coser bajaron los precios de la
ropa.
En Buenos Aires atracó el primer barco
frigorífico para llevar carne fresca a Europa.
Era el inicio de una industria que cambiaría la
economía de Uruguay y Argentina.
1876 – ANITA, LA CUARTA
52. –¿Sabe como están limpiando la Patagonia de
indios? –dijo Amílcar– Los hacendados pagan un
patacón de oro por cada par de orejas, que son
muy grandes, de los patagones. Suerte que usté es
blanco y está en Santa Fe, si no con esas orejas...
–No me salvaba –rio el tano y siguió reflexivo–
A unos los arrancamos de África, a otros les
quitamos sus tierras, y a todos les impusimos
nuestros hábitos. ¿Algún día nos podrán
perdonar?
–¿Lo qué?... El hombre es así. ¿Acaso el indio y
el negro son mejores? A mis ancestros los vendían
otros negros, y los caciques indios aún adulan a los
comandantes blancos.
Llegó Napoleone con el mandolino, el negro
buscó una tambora, la india tocaba una flauta de
caña.
Era la otra parte de la mezcla que se hizo a
sangre y fuego en América.
Una mezcla de melancolía, ritmo, selva.
Y a Rocco, el mate no le supo tan amargo.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
–Recuerde, don, –murmuró Ybayaú– que los
sacerdotes de Jesús discutían si los indios, y los
negros, teníamos alma.
–Ybayaú... Dios o Pachacámac es una cosa. Los
curas y los brujos son otra, éstos sólo responden a
intereses.
–¿Quiere oír algo escrito por Oviedo en la
conquista? Lo leí en París. –preguntó Amílcar, y lo
narró– “Así como en Europa se ceban los perros
dándole de comer las entrañas de los animales que
capturan, así en América se les enseña a destrozar
a los indios. Se sueltan los perros alanos contra el
indio condenado, los animales daban con él en
tierra, lo desollaban, destripaban y comían de él .”
–Cuando los blancos llegaron, –dijo Ybayaú– nos
mataron con las pestes. Después fue con trabajos
forzados. Al defendernos, usaron mosquetes y
cañones. Ahora, nos vamos muriendo de sífilis,
tuberculosis, Y la maldad no es sólo de ellos. A mí
me violaron por igual los soldados patriotas como
los atacantes. Todos eran iguales... perros cebados.
53. Cuando llegaron en el lujoso carruaje, la alegría
de Rocco se heló al ver que Tulio ni los había
acompañado.
Venían sólo con el cochero y una sirvienta, que
volvieron de inmediato a la ciudad bonaerense. Un
hilo de amargura se coló en el corazón del patrón.
Pero los viejos eran sanos y aún estaban
encandilados con el triunfo de Tulio.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
En diciembre de 1876, Rocco y Ana recibieron
la tarjeta donde Tulio y Marilú participaban su
matrimonio.
La invitación llegaba el día de la boda, no
podrían ir jamás. Y el apellido de Tulio se había
afrancesado en Aquilene.
A Rocco le afloró una socarrona sonrisa.
Lo primero, le retribuyó con igual atención. Y
en cuanto al apellido, prefirió pensar que era un
error de interpretación.
Acompañaba una carta en la que su hermano
informaba que había mandado los pasajes a sus
padres. Éstos llegarían antes de Navidad, y
pensaba que debían pasar esa fiesta en Santa Fe.
Luego los llevaría a vivir con él en la estancia.
Agregaba que no se molestasen en ir a buscarlos
al puerto. Que él, Tulio, los recibiría y después
irían en su landó.
Rocco se alegró.
Pero sintió temor, terratenientes y campesinos
conviviendo sería difícil, eran dos formas de ser
diferentes.
Los días pasaron rápidos en la espera de ver a
Valentino y Asunta.
1877 – VALENTÍN Y LOS NONNOS
Gran felicidad fue ver
a sus nietos, el orgullo
de la abuela de conocer a
su homónima, quien
ipso facto fue Asuntina.
Valentino levantó en
sus brazos a Aurelio,
diciendo:
–Te llamas como mi
padre, un hombre que
amaba la tierra y la
libertad... Y tienes un
padre que siente igual.
Rocco olvidó lo de
Tulio.
En ese momento él
era más rico.
54. –Sí, es verdad. Porque debe demostrar que es
importante.
Los meses siguieron pasando.
Cada tanto recibían una carta de Tulio diciendo
que los padres estaban en el campo, en lo suyo,
que allí la pasaban contentos.
Como los viejos no sabían escribir, Rocco
aceptaba eso tranquilo pensando que, en esas
tierras pamperas, ellos se sentirían felices dando
su experiencia de Garfañana.
El embarazo de Ana avanzaba y por las
características sería varón, aunque esta vez no
había sido necesario “voltear la pisada”.
Posiblemente el efecto era cíclico.
Un día estaba atendiendo en el mostrador a un
viandante aventurero, de los que no se quedan
fijos en ninguna parte.
–Un grappa, patrón. –pidió– ¿Usté es Aquilino
o Aquilini?
–Aquilini, con i... pero mis amigos me mentan
Rocco.
–¡Hum!... Hace un mes conocí alguien de ese
apelativo. –siguió el viajero con un tono extraño.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Pasaron las festividades acompañados de
Ybayaú, Amílcar y unos pensionistas.
Otros tomaron las diligencias y carretas para ir
con familiares perdidos por las tierras de Argentina.
Recibieron las visitas de Ypané, Guazú, Caterina,
con sus familiares respectivos.
Recién el día de Reyes apareció Tulio. Venía en
su carruaje, con regalos y sin Marilú, su esposa. Al
día siguiente llevaría sus padres para la hacienda.
Y, diciendo que era para no molestar... ¡ se alojó
en el mejor hotel de Santa Fe!
Los viejos se despidieron con la efusividad
típica de los italianos, sobre todo de sus nietos, con
esa expresión que significa tanto:
Arrividerci (hasta volvernos ver).
Y felicitaron a su hijo emigrante por el nuevo
embarazo de Ana,
Tulio asomó una irónica mirada.
Cuando el coche se perdió por la calle, Amílcar
surgió de entre los árboles.
Movió pensativo la cabeza, diciendo:
–¿Sabe, don? Siempre el mayordomo es peor
que el patrón.
55. –Deben serlo... la viejita es parecida a usté. Esas
tierras son de Hecherra, un estanciero esclavizador.
Y cálmese. No importa lo que haya hecho... a un
hermano no se mata.
Cuando se despidió de Ana, ella estaba
temblorosa, con el corazón latiendo acelerado,
respirando entrecortada.
Él la acarició mientras le decía:
–Quedate tranquila. Volveré con ellos. Y no te
pongas así. Si por esto perdés la criatura, entonces
de verdad lo mato.
Ella sabía que Rocco podía ser la persona más
amorosa y agradable, pero también convertirse en
una fiera... por lo que se calmó.
Y se despidió de él, rogándole serenidad.
Unos días después estaban llegando a su
destino.
Antes de ir al bañado, el viandante paró en una
enorme granja donde pastoreaban ovejas.
Esa explotación no hacía mucho que había
empezado, pero ya rendía ganancias por las
textiles nacientes.
El guía dijo que eran de un vasco muy bueno, y
que sería mejor que éste los acompañara.
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CONTABA MI MADRECONTABA MI MADRE
TULIO, UNA HISTORIATULIO, UNA HISTORIA
Al patrón le corrió un frío por la espalda, y
preguntó:
–¡Ajá! ¿Por dónde? No es común ese apellido.
–Allá, por la Pampa de la Varita, cerca del río
Atuel, en Mendosa. Estaba en la pulpería contando
que usté era partero. Cuando dije su nombre
completo, me respondieron que había unos viejitos
llamados igual en una... –carraspeó– granja
próxima a los bañados. Y, de curioso, fui a verlos.
–Decime como eran... –la mirada de Rocco,
quemaba.
–Mire, Rocco... es mejor que se dé una vuelta
por ahí. Al decirles que yo lo conocía a usté, los
viejos se callaron y entraron en el rancho.
Pobrecitos, apenas hablan criollo.
–Mañana nos vamos en la jardinera... ¿Me
podés guiar? –más que un pedido era un ruego,
una orden.
–Con gusto. Pero es mejor ir en mi carreta. Es
más segura en esos caminos, aunque se tarde más.
Y lleve un trabuco, todavía andan indios matreros
de Calcufurá por allí.
–Si son mis padres... ¡por Dios que mato a mi
hermano!