El documento analiza la "Guerra de Cuarta Generación" y cómo los avances científicos y tecnológicos se han utilizado para concentrar el poder en pocas manos en lugar de liberar a la humanidad. También discute cómo la guerra es un medio para imponer el poder imperialista y la destrucción cultural que conlleva, según la doctrina militar cubana. El documento argumenta que la universidad debe formar ingenieros conscientes de estos problemas y alertar sobre el "robo de cerebros" y la importancia de la batalla de ideas.