El documento describe el arte visual de la época visigoda en la Península Ibérica. Los visigodos se asentaron en Hispania y establecieron su capital en Toledo, dando lugar a un mosaico cultural con influencias germánicas, romanas y bizantinas. Su arquitectura se caracterizó por muros de sillería, capiteles estilizados y bóvedas. La escultura incluyó relieves bíblicos y simbólicos en capiteles e iglesias como San Juan de Baños y Santa Comba de Bande