Abre los ojos

2. Tiempo de calma
1. Sentarse correctamente en una posición que permita
concentrarse.
2. Cerrar los ojos y realizar tres o cuatro respiraciones de forma
consciente, pautadas por el educador, para dejar a un lado los
pensamientos y relajarse con el fin de desarrollar la sesión.
3. Diremos en la mente “MIRA DENTRO” varias veces para
interiorizar y reflexionar
4. Vamos a vivir una experiencia que nos permitirá
ver la profundidad de las cosas a través de una
observación más atenta.
5. Disponer de la imagen elegida para la dinámica

3. La escucha interior
1. Colocar la imagen al frente y observarla detenidamente.
2. Identificar cuál es el color predominante de la imagen que tienen.
3. Identificar la forma geométrica más significativa de su imagen (por
ejemplo: espiral, círculo, cuadrado…).
4. Asociar un olor a la imagen.
5. Imaginar una música de fondo que podría acompañar a esa imagen.
6. Imaginar la sensación que su tacto percibiría si pudieran tocar lo que
están observando.
7. Identificar el tipo de sabor (dulce, salado, amargo, ácido…) que les
transmite la imagen.

4. Aquietarse en el silencio
1. Cerrar los ojos
2. Visualizar la imagen que han estado observando a lo largo de la
dinámica
3. Imaginar cómo se amplía y lo que hay alrededor de ella.
4. Repetir esta frase:
Nuestra mirada profunda: eterna y frondosa, como el alma de los
océanos (Charles Van Lerberghe)