La escucha activa es una habilidad de comunicación difícil que implica escuchar y entender a otros con los cinco sentidos tomando en cuenta sus sentimientos y perspectiva. Involucra una disposición psicológica para analizar mensajes verbales y no verbales, y retroalimentar al emisor. Para lograr una escucha activa se debe mostrar empatía, hacer preguntas para parafrasear, saber cuándo intervenir o mantenerse en silencio, resumir para demostrar comprensión, y dar ánimos y cumplidos.