El documento analiza la baja calidad de la publicidad mexicana en comparación con la publicidad de Europa central. El autor argumenta que la publicidad mexicana se enfoca demasiado en crear imágenes atractivas en lugar de generar experiencias significativas para los consumidores. El objetivo del autor es inspirar a los diseñadores mexicanos a rediseñar los enfoques de publicidad en México para crear anuncios que ofrezcan experiencias valiosas en lugar de solo imágenes atractivas.