El documento describe cómo María se ha manifestado de diferentes maneras a lo largo de la historia en diferentes lugares, a través de apariciones milagrosas o eventos comunes, para recordar el amor de Dios y la salvación a través de Jesús. Cada cultura la invoca con un nombre diferente según cómo se manifestó allí. Aunque tenga diferentes advocaciones, María siempre es la misma Madre de Dios y de la humanidad, presente donde la necesiten.