El manierismo fue una fase de transición entre el Renacimiento y el Barroco en la arquitectura. Se caracterizó por rechazar el equilibrio clásico a favor de formas más monumentales, decorativas y complejas. Arquitectos manieristas como Jacopo Vignola, Giulio Romano y Baldassarre Peruzzi crearon obras donde usaban elementos arquitectónicos de forma arbitraria para resolver problemas artísticos intrincados.