Copito de Nieve era un niño muy guapo cuyo padrastro, celoso de su belleza, ordenó a sus sirvientes que lo mataran. Los sirvientes tuvieron piedad y en su lugar mataron a un jabalí, pero Copito encontró refugio en la casa de las 7 enanitas. Cuando las enanitas llegaron a casa, se asustaron al encontrar a Copito dormido en una de sus camas, pero él les contó lo sucedido y juntos le informaron a la madre de Copito, quien decidió separarse del padrastro.