Un videojuego típicamente incluye un potente procesador, tarjeta gráfica, memoria RAM, disco duro, conectividad de banda ancha y una unidad óptica. Los usuarios interactúan a través de controles y ven gráficos en una pantalla externa como una TV. Algunos estudios investigan los posibles efectos negativos de los videojuegos, mientras que otros exploran su potencial educativo para "enseñar" algo además de entretener.