El documento presenta los conceptos fundamentales de la antropología cristiana. Explica que el hombre es creado por Dios para ser su hijo, pero que pecó y quedó afectado, aunque no corrompido de raíz. También destaca que el hombre está llamado a la perfección en Cristo y a participar en su filiación divina, y que es una unidad de cuerpo y alma como ser personal abierto a la trascendencia.