La arquitectura del siglo XVI en México refleja la fusión de las culturas española y mesoamericana. Las órdenes religiosas como los franciscanos, dominicos y agustinos construyeron numerosos conventos siguiendo estilos europeos pero incorporando elementos del arte prehispánico. Estos conventos servían como escuelas, hospitales y centros de evangelización, y sus edificios se distinguían por los símbolos y estilos arquitectónicos de cada orden.