El documento presenta una exposición sobre arquitecturas pintadas desde el Renacimiento hasta el siglo XVIII. Muestra más de 140 cuadros que usan arquitecturas y ciudades pintadas como tema principal o fondo para representar escenas religiosas, históricas y de la vida cotidiana. La exposición explora la evolución de estos decorados arquitectónicos y cómo llegaron a ser un género pictórico independiente en el siglo XVIII.