La Superintendencia de Competencia está sujeta a la revisión de sus decisiones por parte de la Corte Suprema de Justicia. Si la Superintendencia toma una acción sin autorización legal o viola la Constitución, los afectados pueden demandar ante las salas correspondientes de la Corte Suprema. Durante el proceso, la Superintendencia debe defender sus decisiones y es posible suspender provisionalmente sus efectos si no hacerlo causaría un daño irreparable, aunque no si esto pone en peligro el interés social.