El Art Nouveau surgió a finales del siglo XIX como una ruptura con el estilo anterior e incorporó formas curvilíneas y femeninas. Se caracterizó por el uso de figuras orgánicas y sensuales en lugar de líneas rectas. Aunque no se conoce exactamente su origen, la revista belga L'Art Moderne fue la primera en mencionar el término en 1884 para describir el estilo de un grupo de artistas progresistas.