1. Iberia arrasada por el huracán de la codicia
Hasta abril de 2010 Iberia era una compañía aérea rentable y con beneficios. Desde esa
fecha en que se produjo la fusión entre las compañías British Airways (BA) e Iberia, dando
lugar a International Airlines Group (IAG) la consecuencia más inmediata ha sido que
Iberia sea una empresa del sector aéreo con pérdidas, no rentable y muy poco
competitiva. Hay que admitir que BA ha sido muy astuta en éste sentido ya que se ha
quedado con las rutas más rentables y que mayores beneficios le reportaba a Iberia:
Latinoamérica.
El comienzo de todo éste proceso fue cuando Iberia estrenó con la inauguración en
febrero de 2006 de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas su centro de operaciones. La
BA no podía competir con Iberia por hacerse con el mayor centro de operaciones que una
compañía aérea hubiera soñado, ya que el suyo, el aeropuerto de Heathrow, no podía
ampliarse más por imposibilidad de espacio físico. En el negocio aeronáutico a mayor
número de slots (franjas horarias asignadas en los aeropuertos a las compañías aéreas
para sus despegues y aterrizajes), cuantos más fingers (pasarelas de embarque a los
aviones) y más pistas para operar mayor es el número de despegues y aterrizajes con lo
que mayor es la rentabilidad y mayor volumen de negocio tiene una compañía aérea. La
primera señal de alarma que salto por éste engaño de fusión, fue la creación de la línea
de bajo coste “Iberia Express”. No fue una causa de justificación del grupo IAG para
lanzar al mercado esta “low cost” para hacer de Iberia más competitiva e intentar hacer
sombra al sector de las aerolíneas de bajo coste. ¿Para qué crear una aerolínea de bajo
coste dentro de la propia Iberia si no es su modelo de negocio?: Iberia en aquellos
momentos era una empresa rentable y con beneficios. Sólo hay que recordar y fijarse en
la desastrosa aventura empresarial que inició Iberia en solitario con la creación de la
compañía de bajo coste “Click Air” en 2006, y que finalmente fue absorbida por la
compañía “Vueling” en julio de 2009.
La codicia estratégica de crear “Iberia Express” por parte de IAG fue el motivo perfecto
qué ideó éste grupo para que Iberia entrara en pérdidas y las acciones de la compañía se
devaluaran. Una vez devaluadas, IAG se dedico a reunir capital, generalmente por la
emisión de obligaciones ficticias, dinero facilitado por un consorcio: grupos industriales, la
competencia, gobiernos, consultoras, etc. Previo pago eso si, de una comisión que oscila
generalmente en un 10% de lo prestado, o “bonos basura” que, prometen fuerte
rentabilidad pero no están respaldados por garantía alguna. Una vez reunido ese capital
lanzaron la oferta hostil contra Iberia. El dinero es el mejor consejero de la codicia y,
cuando reúnes el suficiente que te permite alcanzar el dominio, poder, autoridad, mando,
gobierno y dirección de una compañía es como obtener escalera de color en una partida
de póquer. Te conviertes en dueño y señor de la empresa. Al alcanzar la mayoría de las
acciones de la empresa sus derechos de voto son arrolladores, con lo que mediante la
amenaza a la dirección de la compañía proclamas con tono arrogante: “o haces lo que yo
te digo, o terminaremos de desmantelar la empresa y la totalidad de los puestos de
trabajo”. Eso si, la dirección de la compañía y su consejo de administración se acaba
poniéndose de rodillas recibiendo un sustancioso bónus y una indemnización a modo de
pensión vitalicia por los servicios prestados a los tiburones, traicionando a todos los
profesionales y accionistas que depositaron su confianza en ellos.
Estamos asistiendo a una especie de partida de Monopoly de grandes proporciones. Sin
lugar a dudas, IAG ha dado a conocer su verdadera cara con fauces de tiburón. Parece
Álvaro Sánchez Acebedo
2. muy poco ético e inmoral que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) haya
dado el visto bueno a que IAG termine de dar la puntilla a la aerolínea de bandera
española. Con la que esta cayendo, es absolutamente despreciable como los mejores
talentos de una empresa rentable, competitiva, sólida en activos, poco endeudada y con
beneficios hasta hace muy poco, se malgastan en absurdas opas hostiles, cuando lo que
hace falta es sacar a España adelante con más de seis millones de parados (el 27,6% de
la población activa), afectando gravemente a uno de nuestros motores económicos más
rentables y productivos como es el turismo y que ayudan a consolidar la casi nula base
industrial que tiene España; no hay que olvidar que esto traerá daños colaterales a
muchas empresas y puestos de trabajo indirectos con los que Iberia tiene de clientes.
Hay que mencionar en este sentido que uno de los grandes perjudicados será la filial de
Iberia dedicada al mantenimiento de aeronaves: Iberia Mantenimiento con sus
instalaciones situadas en la Muñoza cerca de Barajas. Es una de las más importantes y
prestigiosas del mundo en la que confían no sólo las grandes aerolíneas, sino también
tiene la certificación de calidad en el desempeño de reparación y revisión de aviones de
las grandes firmas aeronáuticas y agencias de aviación civil como pueden ser: Rolls -
Royce, la FAA (Federal Aviation Administration) de Estados Unidos, Honeywell,
Gulfstream, Aviación Civil de Canadá (TCCA) o la Agencia Europea de Seguridad Aérea
(EASA).
Desde luego IAG no ayuda a crear puestos de trabajo, y tampoco ha contribuido en
absoluto a elevar la productividad de una empresa solvente y rentable como lo era Iberia.
Por parte de BA han sido muy inteligentes y astutos, se han metido como un caballo de
Troya dentro de Iberia con la disculpa de crear uno de los mayores grupos de aerolíneas
del mundo, y lo que han hecho ha sido estudiar a fondo la compañía consiguiendo
apoderarse de ella conociendo al detalle sus objetivos estratégicos mejor que nadie.
Esto da una mala imagen al exterior en el que la opinión pública se preguntará ¿cómo es
posible que pueda ocurrir esto en España, un país hundido económicamente?. Con esta
mala praxis respaldada y autorizadas por la CNMV no ayudan a mejorar nuestra
competitividad. Es más, dan pistas para hacer huir a futuros inversores y dar cancha a
otros tiburones disfrazados de grupos de inversión para seguir lanzando opas hostiles a
diestro y siniestro: se ha abierto la temporada de pesca, se ha levantado la veda.
Las fusiones en el que “todo esta permitido” y se aplica la máxima del “todo vale” y que
predominan con gran alegría las ofertas públicas y que desde luego no contribuyen a
crear riqueza, descomponen la economía de un país aplicándolas en empresas
estratégicas, y como no hay que rendir cuentas a nadie por que estamos en una sociedad
en el que se respira una atmósfera contaminada carente de valores y de ética,
provocando huracanes de codicia destrozando y arrasando todas las empresas que va
encontrando a su paso rentables, competitivas y con un alto valor estratégico para la
economía de un país.
En un mundo cada vez más globalizado y por lo tanto más pequeño a efectos
estratégicos, es una temeridad que los tiburones en la actualidad, se dediquen a jugar en
comprar, desguazar y hundir en la miseria a empresas productivas y rentables. Su
justificación es la misma de siempre: “Señores del Consejo de Administración, esperen y
vean; el ajuste es doloroso, pero luego reestructurados, seremos más eficaces” y lo peor
de todo es que se creen sus propias mentiras en que harán más eficientes a las
empresas: ja, ja, ja. ¿Iberia? Será vendida a trozos por IAG. Este precedente es muy
peligroso y puede dar origen a un pánico financiero en un entorno económico muy frágil,
Álvaro Sánchez Acebedo
3. sólo basta en recordar la profunda crisis financiera que ocurrió en Estados Unidos en
1986. Las empresas con un buen control de gestión y buen gobierno son una presa fácil
para los tiburones.
Cansa y aburre hasta más no poder de si sube o baja la bolsa, la prima de riesgo, los
escándalos de corrupción en todos los niveles de la sociedad española; cuando lo que
realmente se necesita y la sociedad tiene que empezar a exigir ya con hechos es
recuperar los valores morales y éticos que se han perdido, empezando por el sentido
común y la sensatez.
El mundo financiero está para servir de punto de apoyo a las empresas en su actividad
económica, deben de generar crédito para que se invierta en crear puestos de trabajo y
aumente la demanda agregada, es decir, aumentar la capacidad de compra de bienes y
servicios por parte del Estado, las empresas y la sociedad de cualquier país. Es éste
aspecto tan importante y sencillo por lo que en España hay casi seis millones y medio de
parados, pero éste asunto lo trataré en otro artículo.
Álvaro Sánchez Acebedo