La responsabilidad social universitaria implica que las universidades ofrezcan servicios educativos y transfieran conocimiento de forma ética y responsable, comprometiéndose con las consecuencias de sus acciones. Las universidades deben buscar mejorar las capacidades de las personas, aumentar la eficiencia de las empresas para promover la prosperidad económica local, y apoyar los objetivos de desarrollo humano y social.