1. Asamblea: ¿una tabla de soluciones?
En septiembre del año pasado el pueblo se pronunció a favor de una Asamblea
Constituyente de plenos poderes, con la esperanza de mejorar la Constitución. Con una
mayoría abrumadora, los candidatos del partido de Gobierno se adjudicaron 84 de 130
escaños, facilitando de esta manera que las leyes y mandatos enviados por el ejecutivo,
es decir Rafael Correa, sean aprobadas fácilmente.
Lamentablemente los asambleístas se han dedicado a perder el tiempo analizando
propuestas absurdas y ridículas; la más reciente de ellas es la de cambiar los símbolos
patrios por unos que “reflejen” nuestra identidad. Esta propuesta ha sido criticada por
todo el pueblo que hasta parece que niños de cuarto y quinto de básica tuvieran más
sentido común que la asambleísta autora de tan inverosímil proyecto. Con todas estas
acciones la popularidad de la Asamblea se ha visto afectada a tal punto de llegar a
compararla con el Congreso Nacional. Una causa de esta baja de popularidad es la
influencia del presidente Rafael Correa en todas las propuestas del bloque oficialista, a
tal punto que las han tildado de “alza manos”; nada sale a debatir sin antes ser aprobado
por el presidente, tal parece que la nueva Constitución está siendo elaborada a la medida
del Primer Mandatario.
En nuestro país no es la primera vez que se instaura una Asamblea Constituyente y
siempre ha fracasado, pero la memoria del pueblo es frágil y sigue cometiendo los
mismos errores. Esto se debe a la ignorancia y a la falta de conocimiento de nuestra
historia, porque como dice una frase célebre: “Un pueblo que ignora su historia, está
condenado a repetirla”.
Denisse Rumbea
Cuarto B