La autora utiliza la frase "Atrévete a saber" para inspirar a sus estudiantes a tener una actitud más positiva hacia las ciencias. Explica que esta frase se originó con el poeta latino Horacio y fue popularizada por el filósofo Kant. Además, la autora describe los esfuerzos de su departamento y escuela para acercar a los estudiantes a la ciencia a través de visitas a institutos de investigación y charlas de científicos. Sin embargo, pocos estudiantes eligen carreras científicas debido
1. ¡¡Atrévete a
investigar!!
María Elena Guntiñas
Rodríguez. IES “As
Fontiñas”. Santiago de
Compostela.. IBERCIENCIA.
Comunidad de Educadores
para la Cultura Científica.
Este curso académico inicié
mis clases de “Ciencias para
el mundo contemporáneo”
en los cursos de primero de bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales, proyectando
en la pantalla del aula la frase “Atrévete a saber”.
La frase no es mía, se la escuché a Federico Mayor Zaragoza (ex-director general de la UNESCO)
en una conferencia que impartió en esta ciudad, Santiago de Compostela, a finales del curso
pasado. Tampoco era suya, la había leído en la pared de una Facultad universitaria y nos comentó
que le había hecho reflexionar profundamente en aquella etapa estudiantil de su vida. Me llegaron
y gustaron sus palabras, las hice mías y las utilicé al comenzar este año académico con el fin de
ver si, también, hacía reflexionar a mis nuevos alumnos y alumnas, si hacía cambiar su actitud, de
antemano, negativa ante esta materia científica. Después de mes y medio les puedo decir que
disfruto más en dichas clases pues, tengo la sensación de que prestan más atención a las
explicaciones, participan y preguntan más que en cursos anteriores, no se si ello se debe al efecto
de la frase inicial y que acompañé, además, con fragmentos del poema de Mario Benedetti “No te
rindas”.
Atrévete a saberes una frase muy atrayente y hoy se que su padre fue el gran poeta latino
Horacio (s. I a. C.), célebre por sus frases reflexivas como “beatus ille”, “carpe diem” o “sapere
aude”, que puede ser traducida por “atrévete a saber”. Si Horacio fue su creador, Inmanuel Kant,
excelente e influyente filósofo ilustrado europeo, fue su gran divulgador. No cabe duda de que la
frase tiene gancho, ya que no solo la utilizó Kant, no solo es utilizada como lema en varias
universidades, tanto españolas como extranjeras, tal es el caso de México, sino que muchos
científicos recurren a ella, como la Premio Nóbel de Medicina de1986, Rita Levi-Montalcini,
eminente neurocientífica, que la utiliza como título de su libro póstumo.
Este uso reiterado de esta frase demuestra que funciona como un imán para la mente humana,
despierta nuestra curiosidad y resulta fuertemente retadora, es por ello que recurrí a ella,
modificándola parcialmente, para titular este trabajo sobre “la necesidad de fomentar vocaciones
hacia las ciencias”, con el objetivo de que pueda desencadenar un efecto similar. Es cierto que es
necesario despertar el interés social por la Ciencia y más en la población estudiantil, ya que ellos
dirigirán el timón de la sociedad futura y deben ser, no solo conocedores, si no también,
conscientes de que una sociedad “sin ciencia” no tiene futuro.
Como profesora de Ciencias soy consciente de mi responsabilidad en dicho cometido y por ello
todos los años el Departamento de Ciencias del IES As Fontiñas participa en todas las actividades
que persiguen como fin el acercamiento de la Ciencia y de los científicos a los bachilleres,
independientemente de la modalidad de bachillerato por la que hayan optado. Así, todos los años
nos apuntamos al proyecto de cultura científica Exper-i-Ciencia desarrollado por el Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) mediante su Delegación en Galicia y en el que
están implicados todos los centros de investigación gallegos del Consejo. El objetivo del programa
es“acercar la ciencia a la comunidad educativa mediante visitas del personal científico-técnico a los
centros de enseñanza para hablar de ciencia con los estudiantes y docentes”. Este año se cumple
la novena edición y hemos solicitado, no solo una charla con un científico si no, también, la visita al
2. Instituto de Investigaciones Agrobiológicas (IIA) con sede en Santiago de Compostela. En el curso
pasado la Universidad de Santiago de Compostela (USC), en el marco del programa “A Ponte
entre o Ensino Medio e a USC”, ofertó una serie de charlas de temáticas diversas para ser
impartidas en los centros que las solicitasen por el investigador responsable, de las que solicitamos
dos de ellas, este año el coordinador del programa solicita la colaboración de los investigadores
para poder desarrollar el proyecto, reseñando el enorme éxito del curso anterior de tal forma que
se vieron desbordados por la gran demanda habida por los centros de enseñanza no universitaria.
Así mismo, solicitamos una conferencia del programa Divulga na Escola que desarrolla la
Asociación de Comunicación y Cultura Científica y Tecnológica de Galicia (AGC CCT –
Divulgación) “con la pretensión de poner en contacto a los centros de enseñanza de Galicia con
divulgadores científicos”. También en este curso se celebró el IV Día da Ciencia e Tecnología en
Galego, al que nos adherimos todos los años. Organizamos todo ello con el fin de que la ciencia
les salga al paso a nuestras alumnas y alumnos, que prenda en ellos como la semilla en tierra fértil.
Todas estas actividades son gratuitas para el centro de enseñanza, no obstante, cuestan dinero y
tiempo. La cuestión económica corre a cargo de cada entidad, la cual recibe o consigue un fondo
para tal fin, pero el problema radica en la disponibilidad del tiempo del investigador o científico.
Solo una minoría del personal científico está dispuesto a comunicar el trabajo que realiza a los
estudiantes de secundaria, cuestión fundamental, no solo para acercarse a la sociedad, si no para
ser conocidos y valorados, y para que su ejemplo sirva de modelo a imitar o seguir, para encender
luces en las mentes jóvenes, para hacerles ver que la profesión de investigador puede resultar
atractiva.
A pesar de tantos esfuerzos por acercarles a la ciencia muy pocos estudiantes deciden o eligen la
carrera científica porque perciben las renuncias y el sacrificio que conlleva. Para investigar es
necesario tener conocimientos teóricos, capacidad técnica y buenas ideas, todo lo cual requiere,
además de muchas horas de trabajo, tener aptitudes para ello. Para Ruy Pérez Tamayo, la
“vocación” surge cuando se da la coincidencia entre los elementos biológicos necesarios, la
estructura de la sociedad del momento y tener éxito en lo que se hace, ya que este propicia el
gusto por lo que hacemos.
La sociedad actual no valora el trabajo científico. Para un joven el ser científico no implica prestigio,
ni fama, ni grandes sueldos, sino que lo perciben como un ser aburrido e incluso antisocial, para
alguno de ellos. Por eso es importante, es necesario que los hombres y mujeres que tienen como
profesión investigar divulguen su trabajo, que sirvan como recordatorio de las palabras de Levi-
Motalcini: “El conocimiento es por definición un bien supremo del hombre, porque sin él no podrían
existir otros valores fundamentales a los que apelamos continuamente”. Que sean un ejemplo vivo
de la exhortación de Kant, “usemos con valentía y perseverancia nuestras propias facultades
intelectuales”.
Finalizo esta disertación con la copia de un fragmento de la carta de Horacio a su amigo Lolius,
en Epistularum liber primus: Dimidium facti, qui coepit, habet: sapere aude, incipe (Quien ha
comenzado, ya ha hecho la mitad: atrévete a saber, empieza). Frase coincidente con la habitual y
tan usada “lo difícil es empezar”. Se ha empezado a sembrar el gusto por la ciencia y se ha de
esperar a que la semilla germine, florezca y de sus frutos, pero se corre el peligro de que la
cosecha se malogre si tomamos decisiones contrarias, incorrectas o inapropiadas para que el
cultivo no llegue a completar su ciclo.
Como última reflexión quisiera haberme ajustado al dicho de Horacio “Sé breve, a fin de que lo que
hayas de decir, las almas lo perciban dóciles y lo retengan fieles”, mas es obvio que no cumplí tal
objetivo, sin embargo permítanme que defienda en tal sentido el título de este trabajo: ¡Atrévete a
investigar”
http://www.oei.es/divulgacioncientifica/?Atrevete-a-investigar