En las siguientes diapositivas, hablaremos de el sentido de la audición. Para resumir un poco, el sentido de la audición, también conocido como el sentido del oído, es uno de los cinco sentidos que nos permite percibir y procesar los sonidos. A través de nuestro sistema auditivo, somos capaces de detectar y reconocer diferentes frecuencias y volúmenes de sonido, lo que nos permite comunicarnos y relacionarnos con nuestro entorno.
El oído humano está compuesto por tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.
Además, cuidar los oídos es importante para asegurar una buena comunicación, seguridad, calidad de vida, equilibrio y bienestar emocional. Mantener una buena salud auditiva nos permite disfrutar plenamente de la vida y participar activamente en el mundo que nos rodea.
Estudiante: María Urbina Sparks.
Especialidad: Educación Inicial.
Profesora: Dra. Ideltrudis Arráez.
Asignatura: Neurociencia y Educación.
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MATURÍN "PROF. ANTONIO LIRA ALCALÁ".
RETO MES DE ABRIL .............................docx
Cuidado de los oídos
1. REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN.
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR.
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE MATURÍN “PROF. ANTONIO LIRA ALCALÁ”.
Maturín – Edo – Monagas.
UPEL – IPM.
El sentido de la
audición
Profesora:
Dra. Ideltrudis Arráez.
Estudiante:
María Urbina Sparks.
C.I: 26.762.280.
Maturín, Octubre del 2023.
2. • El sentido de la audición.
Nuestro sistema auditivo es el encargado de
hacernos uno de los regalos más maravillosos de la
experiencia humana: El regalo de oír.
Gracias al sentido del oído, podemos comunicarnos
con las personas a las que queremos, escuchar
música, disfrutar del cine, el teatro o la radio y oír los
sonidos de la naturaleza. Oír bien es importante incluso para
mantener despierto y activo nuestro cerebro, lo que aumenta
nuestra calidad de vida y nuestro bienestar.
• Ubicación anatómica del oído.
El oído se encuentra ubicado en ambos lados de la cabeza,
a la altura de los ojos.
3. • Estructura del oído y sus funciones.
El oído es la puerta de entrada del habla y del
resto de los sonidos a nuestro cerebro.
Está dividido en tres partes:
oído externo, oído medio y oído interno.
• Oído externo.
El oído externo está formado por el pabellón auditivo,
que funciona como una especie de embudo que recoge
las ondas sonoras y las envía hacia el interior del oído,
y el canal auditivo. El pabellón auditivo es de gran importancia,
ya que se encarga de compensar la presión que existe en el
exterior del oído con la presión que existe en el interior,
que es mucho mayor puesto que el aire está comprimido.
Después de entrar en el pabellón auditivo, las ondas
se dirigen hacia el tímpano por el conducto auditivo.
4. • Oído medio.
El oído medio se encuentra entre el tímpano (una
membrana que delimita el conducto auditivo del
oído medio) y la ventana oval. Está compuesto por
tres huesos (el martillo, el yunque y el estribo), que
son los encargados de transmitir los movimientos del
tímpano a la ventana oval, que es una membrana que
recubre la entrada a la cóclea en el oído interno.
5. • Oído interno.
Finalmente, en el oído interno, concretamente
en la cóclea, tiene lugar la transformación de las
ondas sonoras en impulsos eléctricos que se envían
al cerebro. Esto se hace a través del nervio auditivo.
En el oído interno se encuentran también las células ciliadas.
Los daños en las células ciliadas, precisamente, son una de
las causas más comunes de las pérdidas auditivas.
6. • Medidas higiénicas para el cuidado de los oídos.
Los oídos representan una parte del cuerpo humano tan
importante como sensible y escuchar bien brinda una
calidad de vida mayor. Si no seguimos unos hábitos
saludables para nuestra audición, podríamos llegar a
perderla de forma parcial o completa. Por tanto, el cuidado
de los oídos se presenta como algo esencial en el día a día.
7. He aquí una serie de consejos que los expertos
recomiendan seguir para evitar deteriorar los oídos
y así no perder la audición:
1. No introduzcas ningún objeto en el oído.
No introduzcas ningún objeto en esta zona. Es decir,
que para un buen cuidado de los oídos no debes meter
el dedo aunque quieras aliviar un picor, tampoco un bastoncillo
aunque pretendas limpiar el interior, ni cualquier otro objeto
para el fin que sea. Si este mecanismo no está especialmente
pensado para la limpieza, para la protección ni para el cuidado
de los oídos, lo mejor es que lo alejes del canal auditivo
para evitar cualquier posible daño.
8. 2. Evita los ruidos fuertes.
Para el mejor cuidado de los oídos, evita estar
expuesto a fuertes fuentes de ruido. Por ejemplo,
algunos objetos cotidianos como los auriculares,
los altavoces o las bocinas pueden resultar muy
dañinos e incluso llegar a mermar la audición si su
volumen es demasiado alto. Además, ciertos lugares
como los estadios deportivos, las discotecas o los locales
de conciertos de música son puntos en los que el nivel
de ruido puede ser muy alto.
9. 3. Evitar los medicamentos ototóxicos.
Cuando acudas a la consulta de tu médico pídele
que no te prescriba ningún medicamento ototóxico.
Estos son los que pueden dañar el oído. Ten en
cuenta que el médico siempre pensará en el bien
de tu salud y en el cuidado de tu cuerpo y oídos, pero
muchos de estos medicamentos se incluyen dentro del
grupo de los antibióticos y podrían afectar a tu audición
de manera hipotética e indirecta.
Hay alternativas, solo debes de tenerlas en cuenta.
10. 4. No aplicar ciertos líquidos en el oído.
No apliques agua oxigenada, aceites minerales
ni ningún tipo de solución salina en el interior del
canal auditivo. Está muy extendida la idea de que
estos productos son buenos para la limpieza y el
cuidado de los oídos, pero no es así. Más bien lo
contrario, porque algunos de los elementos con los
que están elaborados podrían provocar alguna infección
en el interior del oído.
11. 5. Utilizar tapones de oído para nadar.
Cuidado con el agua. Si vas a nadar es recomendable
que lleves puestos unos tapones de oído
especialmente pensados para este fin, ya que estos
se amoldan perfectamente al interior del canal auditivo
sin dañarlo y sin permitir la entrada de agua (ni de
los diversos componentes que puedan estar contenidos
en ella como el cloro o la suciedad acumulada).
Además, y por descontado, descarta sumergirte en cualquier
masa de agua que esté muy sucia y contaminada.
Esto no solo podría suponer una infección en el canal auditivo,
sino que también podría repercutir de manera negativa
en los ojos y en las vías respiratorias.
12. 6. Acude al médico ante cualquier problema.
No te auto mediques. Si te duelen los oídos o sientes
cualquier molestia, lo mejor es que acudas a un
profesional. Incluso el hecho de aplicar unas simples
gotas sin prescripción médica puede resultar muy
perjudicial para tu salud auditiva.
¿Por qué?, Porque quizá tengas alguna pequeña perforación
y cualquier aplicación podría hacerla más grande o infectarla.
Por tanto, para el correcto cuidado de los oídos, es
imprescindible la opinión de un experto médico que
determine cuál es el daño y qué procedimiento se debe
seguir para el correcto cuidado de los oídos.
13. 7. Que el médico te quite los tapones.
Si se te forma un tapón de cerumen (la cera que se
acumula en los oídos), acude a un médico para que
lo extraiga. El mejor cuidado de los oídos consiste en
dejarlo en manos de los profesionales; si tú mismo
intentas desatascarlo con diversos líquidos o un
bastoncillo, es posible que consigas que el cerumen se vaya,
pero los efectos secundarios se pueden traducir en una
micro-rotura interna. Tampoco debes esperar demasiado
tiempo para retirar este tapón, porque cuanto más tiempo
pase mayor será la molestia y más aumentarán las
probabilidades de que el daño acarree consecuencias
graves para tu oído y para tu audición.
14. 8. Pon especial cuidado en los oídos de los niños.
Pon especial atención en el cuidado de los oídos de
los más pequeños, ya que ellos son los más sensibles
y propensos a un daño mayor; al mismo tiempo,
cuanto más joven se es, se incrementan las posibilidades
de exponerse a unas consecuencias irreversibles.
Asimismo, los niños son más propensos a jugar con cualquier
elemento y es más probable que se introduzcan arena
o semillas (por nombrar un par de ejemplos) en el oído.
15. 9. Hazte revisar el oído frecuentemente.
Además, si sufres de hipertensión, de diabetes o de
colesterol, es recomendable que te sometas a una
consulta auditiva con cierta frecuencia. Diversas
asociaciones para el diagnóstico y el tratamiento de
la sordera sugieren que dichas consultas se lleven a
cabo cada 6 u 8 meses.