Este poema describe la ciudad de Bilbao como una ciudad industrial compacta bañada por la lluvia suave. Celebra el trabajo duro y el progreso de Bilbao, desde su pasado de hierro y sudor hasta su futuro de orden y liderazgo, limpiando la ría y apuntando su montaña industrial hacia adelante. Concluye que Bilbao mantiene su destino inmemorial de ser una ciudad vasca y abierta, moldeada por el trabajo.