El GPS se ha utilizado ampliamente para estudiar el movimiento de las placas tectónicas midiendo las distancias entre puntos específicos en la Tierra. Esto ha permitido a los geólogos determinar los movimientos a lo largo de fallas y entre placas, proporcionando una mejor comprensión de cómo se mueven las placas y cómo esto se relaciona con terremotos y actividad volcánica. Las tasas de separación entre placas alrededor del Pacífico se miden regularmente utilizando GPS, variando desde menos de 2,5 cm