Brujas fue una importante ciudad comercial en los siglos XIII-XV, pero entró en declive cuando Amberes ganó prominencia. Aunque perdió su dominio económico, conserva su arquitectura medieval intacta, lo que la convierte en una atracción turística. Su red de canales le valió el apodo de "Venecia del Norte", pero también la hizo vulnerable a los cambios en el comercio marítimo.