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1. 2022 - 23 oct 2022 - 01 - PREGUNTA: Que se puede aprender de estos versos: Cada uno
hacía lo que bien le parecía?
Comencemos por este texto:
< “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.”
Jueces 17:6 (Reina-Valera 1960) >.
Hubo un periodo de tiempo en la historia del pueblo de Israel, entre la muerte de Sansón y
el ministerio de Samuel, el cual fue uno de los más desastrosos de toda su historia. Este fue
un tiempo de abusos, de desorden, de atropellos e injusticias, de saqueo, de crimen, de
violencia, de inmoralidad, de apostasía e idolatría, de corrupción religiosa y espiritual.
En el aspecto social los de la tribu de Dan robaban, saqueaban, mataban; para apoderarse
de grandes extensiones de terreno que pertenecían a otros. En el aspecto moral los de la
tribu de Benjamín eran sádicos; robaban y ultrajaban mujeres.
En todos los órdenes la situación era anárquica, no había ley, ni orden, ni respeto, ni
autoridad que fuera reconocida. La Escritura ofrece la razón de este caos en una frase, que
se repite cuatro veces en los últimos cuatro capítulos del libro. Veamos:
< “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía
lo que bien le parecía” (Jueces 17:6).>
En el aspecto religioso o espiritual, la situación aún era peor, era deplorable, pavorosa, no
había orden, ni respeto por las cosas sagradas; sino irreverencia, confusión, y apostasía.
También en el aspecto religioso “cada cual hacía lo que bien le parecía”.
Podríamos comparar con los tiempos actuales? ¡Aquello sucedió hace aproximadamente
4000 años! ¿Cualquier parecido sería coincidencia?
Veamos:
< Hubo un hombre del monte de Efraín, que se llamaba Micaía, el cual dijo a su
madre: Los mil cien siclos de plata que te fueron hurtados, acerca de los cuales maldijiste, y
de los cuales me hablaste, he aquí el dinero está en mi poder; yo lo tomé. Entonces la
madre dijo: Bendito seas de YHWH , hijo mío > (Eran como 704 dólares al día de hoy)
Como cada uno hacía lo que bien le parecía, vemos ahí el robo en el seno del hogar; la
madre profirió deprecaciones y maldiciones contra el ladrón, el ladrón que era su propio hijo,
que amedrentado por las horrendas maldiciones devolvió el dinero a la madre.
< Jueces 17:1-2 “entonces la madre dijo: Bendito seas de YHWH , hijo mío” (v. 2). >
Como cada uno hacía como bien le parecía, esta mujer lo mismo bendecía que maldecía en
el nombre de YHVH.

2. Esta mujer por recobrar el dinero dijo que lo había dedicado a YHVH. Es fácil dedicar al
Todopoderoso algo que está perdido, y así fue en el caso de esta mujer, pues cuando
recobró el dinero dedicó solamente la quinta parte del dinero; pero tampoco lo dedicó al
Todopoderoso sino para provocar al Todopoderoso, para violar el mandamiento del
Todopoderoso. Veamos:
< Jueces 17: 3 Él le devolvió los mil cien ciclos de plata a su madre; pero su madre dijo: “Yo
consagro la plata a Yahweh, transfiriendo a mi hijo para hacer una imagen tallada y una
imagen fundida. Ahora te la devuelvo”. 4 Pero él le devolvió la plata a su madre, y su madre
tomó doscientos siclos de plata y se los dio a un herrero. Este hizo de ella una imagen
tallada y una imagen fundida, las cuales se guardaban en la casa de Mikhayhu.>.
Como cada uno hacía como bien le parecía, esta mujer tomó doscientos siclos de plata y
los dio al fundidor, quien hizo con ellos una imagen de talla y una de fundición.
Y como también en el aspecto religioso cada uno hacía lo que bien le parecía, “este hombre
Micaía tuvo una “casa de dios”, e hizo efod y terafines, y consagró a uno de sus hijos para
que fuera su sacerdote” (v. 5). Dedicó una pieza o habitación de su casa para tener ídolos, y
allí añadió las dos imágenes que fueron hechas con el dinero donado por la madre.
Esa “casa de dios” ” era una imitación de la casa del santuario del Todopoderoso ; las
imágenes eran una imitación del Elohim verdadero; el efod era una imitación de las sacras
vestiduras de los verdaderos sacerdotes; los terafines eran una imitación de los querubines;
el sacerdote nombrado por Micaía, su propio hijo, era una imitación del verdadero
sacerdocio de Aarón.
Y ante todos estos hechos, repite la Escritura:
< Jueces 17: 6 En aquéllos días no había rey en Yisrael, cada persona hacía lo que le
placía.>.
Y como cada uno hacía como bien le parecía, este Micaía montó su iglesita. Micaía buscó
un local, lo habilitó, lo equipó con todo lo necesario en imitación de lo genuino, hasta
nombró un sacerdote y comenzó a funcionar. Y allí está Micaía con su local abierto. Micaía
no tenía ministerio, él era como un promotor, como un empresario que administraba y
disfrutaba de aquello, era un intruso, siempre tenía que buscar a otros. Veamos más:
< Jueces 17: 7 Hubo también un joven de Bet Léjem de Yahudah, del clan de Yahudah; era
lewita y había residido allí como forastero. 8 Este hombre había dejado el poblado de Bet
Léjem de Yahudah para fijar su residencia dondequiera que pudiera hallar un lugar. En su
viaje, llegó a la casa de Mikhah en la serranía de Efráyim. 9 Mikhah le preguntó: “¿De
dónde vienes?” El contestó: “Soy un lewita de Bet Léjem de Yahudah, y estoy viajando para
fijar mi residencia dondequiera que halle un lugar”. 10 Mikhah le dijo: “Quédate conmigo, y
sé un padre y sacerdote para mí, y te pagaré diez siclos de plata al año, una muda de ropa,
y tu alimento”. El lewita entró. 11 Y accedió el lewita a quedarse con el hombre, y el joven
vino a ser como uno de sus propios hijos. 12 Mikhah consagró al lewita, y el joven vino a ser
su sacerdote y se quedó en el santuario de Mikhah.>. ( Cualquier parecido…..)

3. Este joven levita partió de su ciudad para vivir donde pudiera encontrar lugar; era un
aventurero, un andariego, un veleta (caprichoso, inconstante, voluble); que dejó su ciudad,
sus hermanos; para quedarse donde le dieran parte, donde le recibieron. Y dice la Escritura
que llegó a casa de Micaía. Bueno, y dónde iba a llegar, todos lo que andan realengos (que
no tienen dueños) tienen que llegar a casa de Micaía, son de la misma calaña.
Allí Micaía era el que daba el ministerio, el que ofrecía y repartía dones; ya él había
ordenado a su propio hijo como sacerdote; pero ahora llegó uno que tenía credenciales de
levita, y dejó a un lado a su hijo, y se quedó con el recién llegado.
De levita ambulante y andariego, pasó a ser levita mercenario y apóstata. Deshonró y
pisoteó su origen levítico, y se vendió a Micaía. Y permaneció en casa de Micaía.
Eso le sucede a los andariegos, que no quieren permanecer en comunidades serias y
respetuosas de la Palabra. No quieren asumir responsabilidades. Y luego por lucro o
ventajas personales se sujetan a un Micaía, con una vida turbia, con su “casa de dios “, su
casa de consulta, sus mensajes fraudulentos, sus vanas imitaciones, sus diezmos y retiros.
Y Micaía con su local de cultos, con su casa dios, con sus imágenes, con su efod, con sus
terafines; y ahora con un sacerdote que era levita, estaba encantado. Veamos:
< Jueces 17: “Ahora sé que YHVH me prosperará, porque tengo un levita por sacerdote” >.
Pero era una falsa confianza, una falsa seguridad; la falsa confianza y seguridad que tienen
las cosas que no son legítimas, y las personas que no son sinceras y honestas; pero YHVH
en nada le prosperó.
Más tarde los de la tribu de Dan, como cada uno hacía lo que bien le parecía, le robaron a
Micaía sus imágenes, su efod, sus terafines, y también se robaron al sacerdote. Le
tumbaron el quiosco a Micaía. Veamos:
< Jueces 18: Biblia Versión Israelita Nazarena 2011 - 1 En aquéllos días no había
rey en Yisrael, y en aquéllos días la tribu de Dan estaba buscando un territorio donde
establecerse; porque hasta entonces no le había caído en suerte ningún territorio entre las
tribus de Yisrael.. 11 Salieron de allí, del clan de los danitas, de Tsorah y Eshtaol,
seiscientos valientes, ceñidos con armas de guerra. 12 Subieron y acamparon en Qiryat
Yearim en Yahudah. Por eso es que ese lugar se llama “Campamento de Dan” hasta el día
de hoy; queda al oeste de Qiryat Yearim. 13 De allí pasaron a la serranía de Efráyim y
llegaron a la casa de Mikhah. 14 Allí los cinco hombres que habían ido a espiar la región
dijeron a sus parientes: “¿Ustedes saben que hay un efod en estas casas, y unos terafim, y
una imagen tallada y una imagen fundida? Ahora ustedes saben lo que tienen que hacer”.
15 Así que se dirigieron allá y entraron en la morada del joven lewita en casa de Mikhah y lo
saludaron. 16 Los seiscientos danitas, ceñidos con armas de guerra, se pararon a la
entrada de la puerta, 17 mientras los cinco hombres que habían ido a espiar entraron y
tomaron la imagen allada, el efod, los terafim, y la imagen fundida. El sacerdote estaba
parado a la entrada de la puerta, y también los seiscientos hombres ceñidos con sus armas

4. de guerra, 18 mientras aquéllos hombres entraban en la casa de Mikhah y tomaron la
imagen tallada, la imagen fundida, el efod, y las deidades caseras. El sacerdote les dijo:
“¿Qué están haciendo?” 19 Pero ellos le dijeron: “¡Cállate; ponte la mano en la boca! Ven
con nosotros y sé nuestro padre y sacerdote. ¿Prefieres ser sacerdote de la familia de un
solo hombre, o ser el sacerdote de una tribu y un clan en Yisrael?” 20 El sacerdote quedó
agradado. Tomó el efod, las deidades caseras, y la imagen tallada, y la imagen fundida, y se
unió al pueblo >.
El sacerdote quiso protestar, y le dijeron: ¿No es mejor ser sacerdote de toda una tribu que
de una sola casa? (Jueces 18:19). Y dice la Escritura que “se alegró el corazón del
sacerdote” (Jueces 18:20).
Y termina el libro de Jueces expresando una vez más en su último versículo:
< “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía”
(Jueces 21:25).>
Hacer lo que a uno le parece es en pocas palabras vivir como uno quiere vivir, según
nuestro propio criterio sin importar lo que el Todopoderoso piensa acerca de lo que hago o
de cómo vivo. Pero hay algo importante en este pasaje de la Escritura y es el hecho del por
qué cada quien vivía como le placía, y eso se daba porque:
“En aquellos días no había rey en Israel…”.
En el tiempo actual muchos viven como si no tuvieran rey haciendo lo que bien les parece,
tomando decisiones sin tomar en cuenta al Todopoderoso, a su Palabra. Crean normas o
reglas que no son respaldadas por la Palabra del Todopoderoso, dejando a un lado el
mandato del Rey, para darle lugar al criterio propio. En base a nuestro propio criterio
podemos creer que estamos haciendo lo correcto. Pero qué es lo correcto? No lo dicta el
criterio humano… sino la Palabra del Todopoderoso.. escrita.
Es hora de dejar de vivir como si no tuviéramos Rey, haciendo lo que nos parece correcto
según nuestro propio criterio. Es hora de dejar a un lado nuestro criterio y permitirte al
Todopoderoso que dirija nuestra vida, que su Palabra sea esa lámpara que alumbre nuestro
camino. Que la Torah sea la que guíe nuestras vidas.
Hay unos proverbios que fueron escritos para esas ocasiones en donde nos creemos sabios
en nuestra propia opinión, para esos momentos en donde queremos hacer lo que bien nos
parece y no lo que el Todopoderoso quiere que hagamos.
Terminamos con este verso:
< Proverbios 3:5-8“ Confía en el Todopoderoso con todo tu corazón, no dependas de tu
propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino
tomar. No te dejes impresionar por tu propia sabiduría. En cambio, teme al Todopoderoso y
aléjate del mal. Entonces dará salud a tu cuerpo y fortaleza a tus huesos.”>

5. ¿Acaso no tenemos un Rey al que nos debemos, un Rey que siempre quiere lo mejor para
nosotros? Un Rey que espera que lo tomemos en cuenta en todo lo que hagamos? Porque
no hay mejor bendición que el respaldo del Rey. Del Rey soberano que pronto vendrá a
tomar posesión de su Reino.
< Proverbios 3:5-8 3 Que no se aparten de ti la fidelidad y el amor; amárrate los al cuello,
escríbelos en la tabla de tu mente, 4 y hallarás favor y aprobación a los ojos de Elohim y de
los hombres. 5 Confía en Yahweh con todo tu corazón, y no te fíes de tu propio
entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él suavizará tus sendas>.
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Asamblea Israelita Nazarena.
www.regresandoalasraice.org