Este documento presenta un libro sobre envejecimiento activo, calidad de vida, cuidadores e intervención para mejorar la salud en el envejecimiento. El libro contiene 51 capítulos escritos por diferentes autores y está dividido en secciones sobre envejecimiento activo y calidad de vida, cuidados y cuidadores, y deterioro y estimulación cognitiva. El libro analiza diversos temas relacionados con el envejecimiento como percepciones sobre el envejecimiento, estereotipos, voces de mujeres mayores, nutrición, discapac
Revista de psicología sobre el sistema nervioso.pdf
Calidad vida cuidadores
1. Calidad de vida, Cuidadores e
intervención para la mejora de la
salud en el envejecimiento
Volumen II
Comps.
José Jesús Gázquez Linares
Mª del Carmen Pérez Fuentes
Mª del Mar Molero Jurado
Isabel Mercader Rubio
Francisco Soler Flores
Edita: Asoc. Univ. de Edu. y Psic.
2.
3.
4. Calidad de vida, cuidadores e intervención para
la mejora de la salud en el envejecimiento
Volumen II
Comps.
José Jesús Gázquez Linares
Mª del Carmen Pérez Fuentes
Mª del Mar Molero Jurado
Isabel Mercader Rubio
Francisco Soler Flores
6. ÍNDICE
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 5
ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y CALIDAD DE VIDA
CAPÍTULO 1
La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores...................17
Silvia Martínez de Miguel López, Andrés Escarbajal de Haro y Juan Antonio
Salmerón Aroca
CAPÍTULO 2
Estereotipos negativos hacia la vejez: Estudio sobre la prevalencia en una muestra de
alumnos de Grado de Enfermería de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.....25
Almudena Martínez de la Torre
CAPÍTULO 3
Voces y experiencias de mujeres mayores guipuzcoanas ...................................................33
Mª Iciar Mayoz Echaniz, Mª Isabel Elorza Puyadena y Garbiñe Lasa Labaca
CAPÍTULO 4
Consumption of fresh vegetables: a risk factor for development of opportunistic bacterial
infections in the elderly?.....................................................................................................39
María Pilar Falomir, Daniel Gozalbo Jr. and Hortensia Rico
CAPÍTULO 5
Visión del futuro de las personas con parálisis cerebral en proceso de envejecimiento ....45
Mª Yolanda González-Alonso y Mª Isabel García-Alonso
CAPÍTULO 6
La valoración enfermera como parte fundamental de la valoración geriátrica integral ...51
Mónica Gómez Rodríguez, Francisca Miralles Martínez y Pedro Moreno Olivencia
CAPÍTULO 7
El papel de la menopausia en el envejecimiento activo......................................................55
Isabel López Martín, Luis J. Martín González, Francisco L. Montes Galdeano,
Almudena D. Alférez Maldonado, Jenifer Martín González y Ester Mateo Aguilar
CAPÍTULO 8
Maltrato infantil y envejecimiento ......................................................................................59
Isabel María Fernández Medina, Rocío González Bolívar, Berta García López y Carmen
Tamara González Fernández
CAPÍTULO 9
Fortalezas y oportunidades del envejecimiento sociodemográfico.....................................65
Carmen Orte, Margarita Vives, Lydia Sánchez y Liberto Macías
CAPÍTULO 10
Andropausia y calidad de vida: una realidad desconocida ................................................71
Cristina Martínez García, María José Polvillo Avilés, Laura Acosta Matamoros, Ignacio
Pichardo Bullón y Dolores Torres Enamorado
7. ÍNDICE
6 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
CAPÍTULO 11
Promoción de Salud en Mayores de 65 años......................................................................77
Marcelino Arriaza Gestoso, María de las Nieves Perejón Díaz y Isabel Moreno Ruiz
CAPÍTULO 12
Análisis cualitativo del concepto de vejez y discapacidad en las personas mayores .........83
Virginia Nicolás Alarcón, Pilar Sánchez Agüera, Antonio José Torrano Candel y María
Casas Jiménez
CAPÍTULO 13
Envejecimiento real: una cuestión genética .......................................................................89
Manuel Moreno Rodríguez, Cristina Ginés Vega y Melissa Luque León
CAPÍTULO 14
El proceso de envejecimiento de la persona con discapacidad intelectual: un
envejecimiento prematuro. Revisión bibliográfica .............................................................93
Sara Cortés Amador, Laura Fuentes Aparicio y Mercè Balasch i Bernat
CAPÍTULO 15
Envejecimiento y dependencia, un nuevo marco conceptual para el manejo de las lesiones
de la piel .............................................................................................................................97
Carlos Núñez Ortiz, Myriam Gallego Galisteo, Alberto Villa Rubio, Bárbara Marmesat
Rodas2
, Juan Alberto Puyana Domínguez y Mercedes Calleja Urbano
CAPÍTULO 16
Programas de actuación desde el punto de vista del profesional de la salud para una
mejor adaptación a la jubilación......................................................................................101
Davinia Miranda Cruz, Mª Dolores Bonilla Sierra y Mª Carmen Navarro Navarro
CAPÍTULO 17
Perfil de los usuarios de los Espacios Lúdicos y de Salud para las Personas mayores en la
Ciudad de Barcelona, en un primer uso y su nivel de satisfacción ..................................107
Jesús Fortuño Godes y Jaume Bantulà Janot
CAPÍTULO 18
How do Portuguese retirees feel about the transition to retirement?...............................113
Helena María Almeida Macedo Loureiro, Ana Paula Forte Camarneiro y Margarida
Alexandra Moreira da Silva
CAPÍTULO 19
Envejecimiento activo de las mujeres en el medio rural ..................................................117
Juana Martínez Barqueros
CAPÍTULO 20
Nuevas evidencias sobre hábitos de vida para un buen envejecimiento...........................123
María Teresa Guerrero Briz, Tania Cedeño Benavides y Javier Ignacio Martín López
8. ÍNDICE
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 7
CAPÍTULO 21
Aspectos cognitivos y envejecimiento activo en personas mayores de 80 años................129
Carmen Ramos-Hernando y Mª Pilar Martínez-Agut
CAPÍTULO 22
Proyecto de Intervención con Viviendas Compartidas Tuteladas para Personas
Mayores (VICOT) ............................................................................................................133
Guillermo López Cala, Mª José Calero García y Alfonso Cruz Lendínez
CAPÍTULO 23
Ocio y tiempo libre en mayores de 65 años ......................................................................139
Carmen Alicia Granero Sánchez, Ana Sofía Rodríguez García, Ana Belén Soto Quiles,
Jesús Mateo Segura, Dionisia Casquet Román y Raquel Arquero Jerónimo
CAPÍTULO 24
Atención sanitaria al “anciano frágil”, un reto para la atención geriátrica
interdisciplinar actual......................................................................................................143
Almudena D. Alférez Maldonado, Jenifer Martín González, Ester Mateo Aguilar, Isabel
López Martín, Luis J. Martín González y Francisco L. Montes Galdeano
CAPÍTULO 25
Valoración nutricional, Autopercepción de salud y enfermedades crónicas de Adultos
Mayores, Zacatecas, México. Estudio comparativo .........................................................147
Flor de María Sánchez Morales y Maura Sara Castañeda Iñiguez
CUIDADOS Y CUIDADORES EN EL ENVEJECIMIENTO
CAPÍTULO 26
Factores a tener en cuenta en la detección precoz del burnout en cuidadores familiares de
enfermos de Alzheimer......................................................................................................155
Mª del Carmen Pérez Fuentes, Mª del Mar Molero Jurado, José Jesús Gázquez Linares,
Isabel Mercader Rubio, Francisco Soler Flores y Andrea Núñez Niebla
CAPÍTULO 27
Atención a pacientes geriátricos con demencia por un Equipo de Soporte para Atención
Domiciliaria (ESAD) de cuidados paliativos en el sector de Barbastro...........................161
Alfredo Zamora Mur, Arantzazu Zamora Catevilla, Rafael García-Foncillas López y
Jesús Santaliestra Grau
CAPÍTULO 28
Expectativas de los cuidadores familiares de mayores dependientes: una revisión de la
literatura ...........................................................................................................................167
Lourdes Moral Fernández, Sara Moreno Cámara y Pedro Ángel Palomino Moral
9. ÍNDICE
8 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
CAPÍTULO 29
Visibilizando a las personas cuidadoras de familiares mayores dependientes en
el hospital ........................................................................................................................171
Margarita Pérez Cruz y Laura Parra Anguita
CAPÍTULO 30
El cuidado del anciano en Inglaterra ...............................................................................177
Raquel Arquero Jerónimo, Jesús Mateo Segura, Dionisia Casquet Román, Ana Sofía
Rodríguez García, Ana Belén Soto Quiles y Carmen Alicia Granero Sánchez
CAPÍTULO 31
Carga del cuidador e intervenciones para minimizar la carga........................................181
José Carlos Rodríguez Ruiz, María Isabel Archilla Castillo y Mónica Archilla Castillo
CAPÍTULO 32
Modelo de enfermería Roper-Logan-Tierney: Estrategia para la formación en
competencias para el cuidado del adulto mayor ..............................................................187
Rosa Mª Aguilar Hernández, Aurora Félix Alemán, Laura Vázquez Galindo, Gustavo
Gutiérrez Sánchez, Mª de la Luz Martínez Aguilar y Mª Magdalena Quevedo Díaz
CAPÍTULO 33
Cuidar al cuidador ...........................................................................................................193
Ángeles Bonilla Maturana, Montserrat Gabín Benete, Guillermina Acién Valdivia y
Cándida Martínez Ferrón
CAPÍTULO 34
Primeros datos de la eficacia de un programa de intervención biopsicosocial en
cuidadores ........................................................................................................................201
Amelia Díaz Martínez y Teresa Lanzón Serra
CAPÍTULO 35
Las necesidades de las familias cuidadoras de personas afectadas por demencias: una
revisión sistemática de la literatura cualitativa ...............................................................209
Sara Moreno Cámara, Pedro Ángel Palomino Moral y Lourdes Moral Fernández
CAPÍTULO 36
Cuidadoras: visibilidad y demandas ................................................................................215
Miriam Celdrán Mañas y Candela Bonill de las Nieves
CAPÍTULO 37
Prevalencia del cansancio del rol cuidador en el Centro de Gestión Clínica
“El Olivillo”, Cádiz..........................................................................................................221
Ignacio Pichardo Bullón, Cristina Martínez García, Laura Acosta Matamoros, María José
Polvillo Avilés y María Eslava Sánchez
10. ÍNDICE
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 9
CAPÍTULO 38
Evaluación del taller formativo sobre “Patologías con riesgo vascular: HTA, Diabetes y
Obesidad” dirigido a mujeres cuidadoras mayores de 65 años del Centro de Salud de La
Laguna, Cádiz...................................................................................................................227
Laura Acosta Matamoros, María Eslava Sánchez, Dolores Torres Enamorado, María
José Polvillo Avilés y Cristina Martínez García
CAPÍTULO 39
Cuidadores principales: consejos y cuidados de enfermería enfocados al cuidado del
familiar con enfermedad de Alzheimer .............................................................................235
Lidia Ruiz Calatrava, Juan Marcos Hernández López, Francisca López Gutiérrez y
Patricia Sánchez Alonso
CAPÍTULO 40
Cansancio en el rol del cuidador: Un problema real .......................................................241
Beatriz Álvarez Embarba, Eva García-Carpintero Blas y Sergio González Cervantes
CAPÍTULO 41
Influencia del cuidador principal en el deterioro y calidad de vida del adulto mayor
hospitalizado.....................................................................................................................247
María José Calero-García y Alicia Campos
CAPÍTULO 42
Políticas públicas, cuidado y personas mayores ..............................................................255
Victoria Vázquez Verdera
CAPÍTULO 43
Factores de resiliencia y burnout en cuidadores profesionales de personas mayores .....259
Juan P. Martínez, Inmaculada Méndez, Julia García Sevilla, Yolanda Clemente, Mª
Ángeles Boti y Ana B. Cánovas
CAPÍTULO 44
La práctica cultural del cuidado como eje principal del envejecimiento: estrategias de
intervención en cuidadoras...............................................................................................265
Esperanza Begoña García-Navarro y Sonia García Navarro
CAPÍTULO 45
Informe de continuidad de cuidados al alta: Telecuidados ..............................................273
Raquel María Ramos Santos, Raquel Meseguer Segura, María Remedios Izquierdo
Fernández, Dalia María Afonso Braga, María Auxiliadora Liáñez Andrades y Pilar
Bohórquez Colombo
11. ÍNDICE
10 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
DETERIORO Y ESTIMULACIÓN COGNITIVA
CAPÍTULO 46
Programa de Estimulación de Habilidades Metalingüísticas en Teoría de la Mente (ToM)
para personas con demencia ............................................................................................281
Beatriz Valles González y Vicent Rosell Clari
CAPÍTULO 47
Programa de estimulación cognitiva e inteligencia emocional: versión beta del programa
de intervención para mayores ..........................................................................................289
Mª del Mar Molero Jurado, Mª del Carmen Pérez Fuentes, Francisco Soler Flores e
Isabel Mercader Rubio
CAPÍTULO 48
Ultrasonografía de la sustancia negra en demencia ........................................................297
Manuel Payán-Ortiz, Purificación Sánchez-López, Javier Fernández-Pérez, Antonio
Arjona-Padillo y Teresa García-López
CAPÍTULO 49
Que pase el tiempo pero que mis recuerdos no se borren de mi memoria .......................301
Dionisia Casquet Román, Raquel Arquero Jerónimo, Jesús Mateo Segura, Carmen Alicia
Granero Sánchez, Ana Sofía Rodríguez García y Ana Belén Soto Quiles
CAPÍTULO 50
Eficacia de un programa de rehabilitación cognitiva en Esquizofrenia sobre el
funcionamiento personal y social .....................................................................................305
Fco Javier Oñate-Carabias, José Antonio Garrido-Cervera y Antonio José
Sánchez-Guarnido
CAPÍTULO 51
Revisión de instrumentos de valoración cognitiva y neuropsicológica en
Atención Primaria ............................................................................................................313
María Isabel Archilla Castillo, José Carlos Rodríguez Ruiz y Mónica Archilla Castillo
CAPÍTULO 52
Repercusión de la enfermedad de Alzheimer en la pareja................................................321
Juan Manuel Carmona Torres, Ana María Baena Serrano y Ana Cristina Berral Jiménez
CAPÍTULO 53
Evaluación de la calidad de las Guías de Práctica Clínica españolas sobre la enfermedad
de Alzheimer y otras demencias a través del instrumento AGREE II...............................327
Laura Parra-Anguita y Juana María Granero-Moya
CAPÍTULO 54
Deterioro cognitivo en el adulto mayor con trastorno bipolar.........................................333
Mª Rosa Sánchez-Waisen Hernández, Consuelo Ibáñez Allera, Diego Ramón Dueñas
Alcalá, Francisco Javier Zamora Rodríguez y Presentación Ataz López
12. ÍNDICE
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 11
CAPÍTULO 55
El deporte cognitivo como preventivo del deterioro mental .............................................339
Sara Rodríguez Sánchez, Susana Gaspara,
Paino Quesada, José Ramón Alameda Bailén y
Pilar Salguero Alcañiz
CAPÍTULO 56
Importancia del trabajo en equipo para un tratamiento farmacológico efectivo de un caso
específico de persona con demencia por Cuerpos de Lewy institucionalizada.................345
Asunción Andreu Olmos, Francisca Andreo Muñoz, Mª Carmen Blázquez García, Laura
Calero Sáez e Inmaculada Alguazas Martínez
CAPÍTULO 57
Terapia no farmacológica en el manejo de la conducta del anciano con demencia ........349
Inmaculada Alguazas Martínez, Pedro Andreo Muñoz, Francisca Andreo Muñoz, Mª
Carmen Blázquez Moreno, Laura Calero Sáez y Asunción Andreu Olmos
CAPÍTULO 58
Importancia de la asistencia y cuidado enfermero en las demencias ...............................353
Francisca Andreo Muñoz, Inmaculada Alguazas Martínez, Mari Carmen Blázquez
García, Laura Calero Sáez, Asunción Andreu Olmos y Pedro Andreo Muñoz
ASPECTOS RELACIONADOS CON LA PERSONALIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO
CAPÍTULO 59
La participación social como eje fundamental para el análisis del envejecimiento activo:
propuesta conceptual y revisión de experiencias en diferentes países .............................359
María Azucena Trejo Rodríguez
CAPÍTULO 60
Insomnio y envejecimiento................................................................................................367
Soledad Sánchez Martínez, Antonio Rico Cano y Clemencia Mª Ferrer Moreno
CAPÍTULO 61
Influencia del entorno afectivo en la vejez........................................................................373
Almudena Yedra Alcaraz, Yurema Mª Carrillo Ríos, Beatriz Mª Mañas González y Juan
José Ayala Segura
CAPÍTULO 62
Redes Sociales y Envejecimiento: una revisión de la literatura para mejorar
la práctica clínica .............................................................................................................379
María Angustias Díaz Santos, E. Begoña García Navarro, Sonia García Navarro, Rosa
Pérez Espina y Miriam Araujo Hernández
CAPÍTULO 63
Usos y oportunidades de las relaciones multigeneracionales ..........................................385
Mª Jesús Comellas
13. ÍNDICE
12 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
CAPÍTULO 64
Programa de Hábitos de Vida Saludable en personas con Trastorno Mental Grave ......391
José Antonio Garrido Cervera, Antonio José Sánchez Guarnido y Francisco Javier Oñate
Carabias
CAPÍTULO 65
La religión como salvación/curación de la persona mayor. Símbolos y ritos en el
tratamiento de la enfermedad y el dolor...........................................................................397
Alejandro de Haro Honrubia
CAPÍTULO 66
Programa de entrenamiento en Habilidades de la Vida Diaria en un Hospital de Día Salud
Mental: Autocuidados y empoderamiento ........................................................................403
Ana Isabel Barranco Martínez, José Antonio Garrido Cervera y Antonio José
Sánchez Guarnido
CAPÍTULO 67
Técnicas y habilidades para una buena comunicación y relación en la vejez..................409
Rosario Inmaculada Gimeno Mora, Remedios Uribe Carreño y María Noelia
Sánchez Manzano
CAPÍTULO 68
Análisis longitudinal de la red social de los alumnos Séniors. Un ejemplo en las
Illes Balears......................................................................................................................415
Margarita Vives, Liberto Macías, Carmen Orte y Lydia Sánchez
CAPÍTULO 69
Prevención y manejo del suicidio en edad geriátrica.......................................................421
Purificación Martínez Segura, Carmen Rocío García García, Mª Cristina Lozano
Mengíbar y Cristina Maldonado Úbeda
CAPÍTULO 70
Estrategias y mecanismos de regulación emocional en el envejecimiento.......................427
María de la Paz Bermúdez-Pérez y María del Carmen Pérez-Fuentes
CAPÍTULO 71
Experiencia en la atención integral al deterioro grave en la Residencia
Conde de Aresti ................................................................................................................433
Sonia Martínez Rodríguez y Verónica Pajuelo Sobrado
CAPÍTULO 72
La importancia de adquirir productos de apoyo adaptados a las necesidades individuales
del mayor institucionalizado. Enfoque de Terapia Ocupacional y Fisioterapia ..............441
Marta María Moya Lara, Inmaculada Quiralte Jiménez y Rosa Gema Muñoz Muñoz
14. ÍNDICE
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 13
CAPÍTULO 73
Características clínicas de los pacientes institucionalizados del área de salud
de Carmona.......................................................................................................................447
Pilar Bohórquez Colombo, Mª Auxiliadora Liáñez Andrades, Raquel Meseguer Segura,
Raquel Mª Ramos Santos, Dalia Mª Afonso Braga y Mª Remedios Izquierdo Fernández
CAPÍTULO 74
Una visión de las expectativas del servicio de atención residencial desde el punto de vista
del familiar y del residente................................................................................................453
Mª del Pilar Sánchez Agüera, Virginia Nicolás Alarcón, Jorge Moreno Molina,
Inmaculada Martínez Escámez y Pilar Romero Mateos
CAPÍTULO 75
Conocimiento y actitudes sobre el documento de instrucciones previas en ancianos
institucionalizados ............................................................................................................457
Inmaculada Martínez Escámez, Jorge Moreno Molina, Pilar Romero Mateos y Pilar
Sánchez Agüera
CAPÍTULO 76
Factores valorables en un registro de riesgo vascular en residencia geriátrica..............463
Ángela López Pérez, Concepción Lucas Martínez, Antonio José Torrano Candel y Mª
Carmen Miñano Ferrer
CAPÍTULO 77
Medidas preventivas en úlceras vasculares en residencias de personas mayores............467
Mª Carmen Miñano Ferrer, Antonio José Torrano Candel, Concepción Lucas Martínez y
Ángela López Pérez
CAPÍTULO 78
Úlceras vasculares en persona mayores en residencia. A propósito de un caso..............471
Concepción Lucas Martínez, Antonio José Torrano Candel, Mª Carmen Miñano Ferrer y
Ángela López Pérez
CAPÍTULO 79
La sujeción mecánica como intervención de calidad en el proceso enfermero en residencia
de personas mayores.........................................................................................................477
Elena Carrasco Martínez, Carmelo Gómez Martínez, Inmaculada Martínez Escamez y
Pedro Andreo Muñoz
CAPÍTULO 80
Valoración del estado nutricional de residentes en instituciones geriátricas...................481
Dalia Mª Afonso Braga, Mª Remedios Izquierdo Fernández, Mª Auxiliadora Liáñez
Andrades, Pilar Bohórquez Colombo, Raquel Mª Ramos Santos y Raquel
Meseguer Segura
15. ÍNDICE
14 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
CAPÍTULO 81
Importancia de la activación del Protocolo MARSA en pacientes de residencias
hospitalizados...................................................................................................................487
Ester Mateo Aguilar, Isabel López Martín, Luis J. Martín González, Francisco L. Montes
Galdeano, Almudena D. Alférez Maldonado y Jenifer Martín González
CAPÍTULO 82
Análisis descriptivo de los pacientes institucionalizados que presentan incontinencia
urinaria (IU) en dos Unidades de Gestión Clínica (UGC) del Distrito Sanitario Sevilla
Norte (DSSN)....................................................................................................................491
Raquel Meseguer Segura, Raquel María Ramos Santos, Dalia María Afonso Braga,
María Remedios Izquierdo Fernández, Pilar Bohórquez Colombo y María Auxiliadora
Liáñez Andrades
CAPÍTULO 83
Trabajo del terapeuta ocupacional en el lenguaje de los residentes institucionalizados que
presentan demencia por cuerpos de Lewy........................................................................499
Mari Carmen Blázquez García, Francisca Andreo Muñoz, Laura Calero Sáez,
Inmaculada Alguazas Martínez y Asunción Andreu Olmos
16. Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 15
ENVEJECIMIENTO ACTIVO Y CALIDAD DE VIDA
17.
18. Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 17
CAPÍTULO 1
La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
Silvia Martínez de Miguel López, Andrés Escarbajal de Haro y Juan Antonio Salmerón Aroca
Universidad de Murcia
El envejecimiento de la población, considerado como una de las características definitorias del presente siglo
XXI, constituye un logro humano social, cultural y científico. Dada la heterogeneidad implícita de este proceso
sabemos que la experiencia de envejecer está modulada por un conjunto de factores tan variados como los aspectos
fisiológicos, la personalidad, la biografía de cada persona y, naturalmente, el entorno social y físico en el que se
desenvuelve el sujeto.
En España las mujeres mayores (casi el 10% de la población total) presentan una esperanza de vida muy superior
al de sus generaciones precedentes, y diferencialmente respecto a los hombres (84.9 años de vida por término medio
para mujeres y 79.1 para hombres). Sin embargo, los estudios de género y de género en mayores son relativamente
recientes en nuestro país pues ―hasta finales de los 80 existe escasa bibliografía‖ (Alcain, Rubio y Sevillano, 2003, p.
25). De hecho, y según Serdio (2006), la invisibilidad de la mujer es la nota dominante en la bibliografía sobre
envejecimiento, por lo que hay escasez de estudios e investigaciones sobre la temática.
Sin embargo, la aportación de las mujeres mayores al cambio histórico que supone la filosofía del
envejecimiento activo ha sido determinante. Su energía, su sentido del humor ajado en ocasiones por circunstancias
personales y culturales, sus ganas, su coraje, su afán por participar y por aprender, su carácter altruista, generoso y
gregario, su valor para transgredir los patrones culturales tradicionales dejando atrás obsoletas estructuras
patriarcales…, las han hecho jugar un papel preponderante en este grupo etario con unas repercusiones que todavía
hoy no se conocen; tuvieron que argüir todo tipo de artimañas para poder dedicar tiempo a participar en actividades
que a ojos de la sociedad no eran demasiado bien vistas en sus inicios, incluso a veces ni por su propio grupo social;
se organizaron en grupos en torno a una actividad (por ejemplo, bolillos), un objetivo (Asociación de Mujeres) o una
situación social (Asociación de viudas); transformaron los equipamientos públicos gerontológicos en proyectos y
actividades culturales, muchas veces sin el apoyo de las instituciones titulares de los mismos, y con un indisimulado
rechazo masculino que en ocasiones las ha mirado con recelo y desconfianza; frente al narcisismo social dominante,
no han dejado de poner en valor la solidaridad comunitaria a través de actividades de voluntariado, de visita a
enfermos hospitalizados, de colaboración con instituciones sociales, de cooperación intergeneracional y de sencillez
ante el aprendizaje (Gómez García, 2008).
Por ello se considera que las mujeres mayores tendrán un envejecimiento activo cuando puedan decidir sobre sus
modos de vida, una vez estén informadas de las posibilidades y límites de toda actividad; cuando establezcan
vínculos afectivos con sus compañeros y compañeras en las residencias o con sus vecinos y vecinas en los barrios;
cuando se sientan útiles al realizar no sólo las labores tradicionales del hogar, sino que perciban que los demás las
valoran, cuando su autoestima se eleve y cuando sean capaces de organizar su existencia en todos los órdenes de la
vida (Martínez de Miguel y Escarbajal, 2009).
En ese sentido, el trabajo de investigación que a continuación se expone, trata de contribuir a la visualización de
este colectivo centrándose en la vivencia de envejecer expresada en forma de sentimientos y valoraciones generales
ante la vida, de percepciones personales del proceso evolutivo y de aspectos vitales que pueden acontecer en la vejez
y en su repercusión para la educación. Se ha hecho hincapié en la idea de partida acerca de cómo la participación
social y educativa de las mujeres mayores pueden modular la imagen y la percepción que tienen de su
envejecimiento, favoreciendo, si las ayudamos, a que este proceso sea activo, saludable y con calidad de vida.
Se destaca la importancia de la educación para la salud en el colectivo de las mujeres como medio de equilibrar
una vida que, hasta estos momentos, se centraba exclusivamente en las labores de hogar y cuidados familiares. De la
misma manera, consideramos necesaria la formación en nuevas tecnologías, el apoyo e impulso en la participación
comunitaria y el ocio activo. Todo ello ha de iniciarse con una intervención de abolición de estereotipos e ideas
erróneas que existen sobre el envejecimiento, estrategias de empoderamiento y refuerzo de la actitud de resiliencia.
Por ello, la animación de este colectivo es urgente y necesaria; se debe trabajar en el fortalecimiento de la autoestima
utilizando estrategias cualitativas de trabajo grupal (Escarbajal y Martínez de Miguel, 2012), donde prime la
participación y se parta de sus necesidades individuales y comunitarias.
19. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
18 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
En definitiva, este trabajo realiza una exploración sobre la visión que las mujeres mayores que participan en
actividades socioeducativas en el ámbito comunitario tienen sobre su proceso de envejecimiento y las implicaciones
que esto puede tener para la educación. Todo ello, con el fin de encontrar claves que conduzcan a mejorar la calidad
de vida de las mujeres mayores, ayudándolas a hacerla más activa y saludable a través de la participación social y la
intervención socioeducativa. Con ese espíritu se plantean los siguientes objetivos:
Conocer y comprender las percepciones sobre la vejez y el envejecimiento que tienen las mujeres mayores
usuarias de centros sociales.
Detectar necesidades socioculturales y educativas de este colectivo.
Método
Sujetos
La muestra de informantes estuvo representada por 49 mujeres mayores usuarias de centros sociales de la Región
de Murcia, con edades comprendidas entre 60 y 85 años, con las que se establecieron 5 grupos de discusión
correspondientes a los centros de Abarán, Cieza, Lorca, Molina de Segura y Murcia. En relación a las variables
sociodemográficas, indicar que el 61,22% son personas casadas, el 28, 57% viudas y el 10,20 solteras. En cuanto a la
formación, se identifica una baja tasa de escolarización referida fundamentalmente a los estudios primarios, con un
57,14%; habiendo un 42,85% que no tenían estudios. En relación a la profesión ejercida, fundamentalmente han sido
amas de casa, y un porcentaje relevante ha realizado paralelamente una actividad laboral en el ámbito agrícola o en el
sector de servicios.
Instrumentos
Se ha optado por utilizar el grupo de discusión por considerar este instrumento idóneo para acceder a las
destinatarias de la investigación, ya que el procedimiento de la misma favorece que las protagonistas, en un clima
cómodo y de confianza, puedan aportar (en primera persona) sus ideas, sus visiones, sus percepciones acerca de la
realidad que se pretende analizar. La guía de cuestiones elaborada fue la siguiente:
GUÍA DE TÓPICOS
1.1.1.1. ¿Qué imagen tienen del envejecimiento en general?
1.1.1.2. ¿Cómo ven su propio proceso de envejecimiento?
1.1.1.3. ¿Es posible seguir creciendo y desarrollándose cuando se es mayor? ¿Cómo? ¿Son importantes las
actividades culturales y educativas en estas edades?
1.1.1.4. ¿Cómo creen que la sociedad ve a las mujeres mayores, y qué piensan al respecto?
1.1.1.5. ¿Creen que es necesario trabajar para favorecer o potenciar una imagen más positiva de la mujer
mayor?
1.1.1.6. ¿Qué cosas creen que están aportando y qué pueden aportar a la sociedad?
Procedimiento
Obtenidos los permisos necesarios, se procedió a iniciar el trabajo de campo de la investigación que consistió en:
1. Selección aleatoria de los centros a visitar.
2. Citación a cada uno de los grupos participantes.
3. Explicación de la investigación que se pretendía llevar a cabo.
4. Compromiso de utilización de los datos sólo y exclusivamente para la investigación en curso.
5. Solicitud de permiso a las entrevistados para ser grabados, explicándoles que de esta manera se
recoge de forma fidedigna toda la información y no se pierden detalles que pueden ser interesantes
(evitando la grabación de imágenes porque se vio que se condicionaba a la persona entrevistada).
6. Desarrollo del grupo de discusión
7. Análisis de los datos: trascripción, codificación, categorización y análisis de contenido
Básicamente el análisis de contenido se realizó mediante procesos de teorización
(exploración, descripción e interpretación de los datos), procedimientos analíticos generales (mediante reducción y
exposición de los datos mediante categorías descriptivas) y estrategias de selección secuencial para generar
constructos (Lecompte y Goetz, 1982; Martínez, 2006).
20. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 19
Resultados
Los datos obtenidos fueron agrupados en 3 categorías de análisis y algunas subcategorías. Estas categorías
fundamentales permitieron formular las conclusiones de la investigación, tras analizar y discutir los resultados
Percepción externa de la vejez
Visión
Gráfico 1. Visión externa de la Vejez
Positiva
Negativa
Ambivalente
Funcional
Ambivalente
psicologica
Ambivalente
física
En su mayoría, las mujeres mayores poseen percepciones de la vejez que hacen referencia a capacidades
funcionales (autocuidado, independencia, nivel de actividad etc.). Se observar de forma más concreta exponiendo
algunas de las opiniones respecto a esta cuestión: Mientras que una se pueda valer por sí misma yo pienso que no
nos consideramos viejas, ya es cuando ya no puedes pues entonces te vas dando cuenta que ya estás llegando
(MUJER 3B). También hacen referencia a percepciones de tipo psicológico (estado de ánimo, ilusión, carácter,
personalidad, etc.) La vejez pues nada, cuando llegue la vejez pues aquí estaremos yo soy..., según la mente
(MUJER 2 A). Y finalmente de tipo físico (enfermedad): pienso que si una persona se pone enferma, la vejez la
tienes antes, se creen más viejas porque están enfermas, la cabeza te la pone peor, pero por ir asociado (MUJER
8B). Mayoritariamente no experimentan la vejez como si ésta se tratase de una enfermedad: No siempre está
asociada la vejez con la enfermedad porque hay personas mayores sobretodo de más edad antigua, pero que hay
personas mayores que se mantienen sanas (MUJER 4 A).
No obstante, aunque de modo minoritario, existen también opiniones más negativas, que señalan la enfermedad
como sinónimo de vejez: La mayoría de veces (la vejez y la enfermedad) si está asociada, si una no se pusiera peor
de lo que está…. (MUJER 7 A); La veo negra asociada al dolor y al sufrimiento (MUJER 9 A).
Edad cronológica de la vejez
Gráfico 2. Edad cronológica de la vejez
0
2
4
6
8
10
12
65-70 70-75 75-80 80 o + NS
Años
21. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
20 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
Mayoritariamente se puede afirmar que los grupos no hablaban de vejez en ningún caso antes de los 70 años,
algunos de los comentarios que se realizaron por parte de las participantes así lo manifiestan: A los 70, bueno yo digo
a los 70 pero todavía no me considero vieja a los 75 (MUJER 3A); No teniendo dolores a los 70, a los 80 o a los
100 (MUJER 12A). Incluso, para el grupo más numeroso, la vejez comienza a partir de los 80 o más años, Puede ser
que la vejez empiece yo le voy a decir alrededor de los 80 (MUJER 4A). Por lo menos hasta los 85 no podríamos
hablar de vejez (MUJER 8B). Otro grupo, amplio, de mujeres mayores opinaba que no podía cifrar con exactitud el
comienzo de la vejez, haciendo buena la máxima de que no envejece quién cumple años sino quién deja de sentir.
Estas son algunas de las opiniones: La edad de la vejez según la mente (MUJER 1A); Yo tengo a mi marido que
tiene 80 años y tiene unas ganas de trabajar y una energía, así que eso no es por la edad… (MUJER 10A).
Percepción interna de la vejez Visión personal
Gráfico 3. Percepción personal de la vejez
0
5
10
15
20
25
30
35
40
Pos Neg Amb
Percepción interna
En esta subcategoría se hallan diferentes percepciones que hacen referencia a la experiencia de envejecer que las
mujeres mayores poseen sobre su propio proceso de envejecimiento. La mayoría de las participantes en los grupos de
discusión tienen una autopercepción positiva, con una buena valoración de su propio proceso de envejecimiento: Yo
todavía no me considero vieja, mientras baile y salte yo me encuentro bien (MUJER 1M). Yo me siento
divinamente, con ganas de vestirme, con ganas de viajar, como si no tuviera los 75 años. (MUJER 4C). También
existe una argumentación positiva de la percepción personal de la vejez en base a la relación que mantienen con la
familia y a la valoración que hacen de la misma: Yo la vejez si tus hijos te hablan con cariño, tienes a tus hijos, van
y vienen te llaman por teléfono, van y vienen tienes una vejez buenísima (MUJER 10A).
Imagen familiar
Gráfico 4. Percepción de la vejez por sus familiares
0
5
10
15
Pos Neg Amb
Percepción familiar
De la subcategoría de relaciones familiares se desprende que la mayor parte de las mujeres mayores del grupo de
discusión, consideran que sus familias tienen una buena imagen de ellas, entendiendo y apoyando las actividades que
22. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 21
llevan a cabo en los centros sociales: Mis nietos dicen cuando van con los amigos, mira tu madre ¿es tu madre? No
es mi abuela, tu abuela…., anda ya…. Me ven joven…. (MUJER 9A). Pero también hay expresiones de
sobreprotección y actitudes inadecuadas que reflejan una realidad familiar plural: …pero no me dejan que haga lo
que quiera. Yo quiero hacer todo el bien que puedo con todos pero que me dejen tranquila, que no quieren que
haga, mama esto y no me dejan, me tienen atemorizada y yo no soy vieja todavía (MUJER 6B).
Imagen social
Gráfico 5: Percepción de la vejez por la sociedad
0
2
4
6
8
10
12
14
16
Pos Neg Ind
Imagen Social
Con esta categoría se trataba de explorar cómo vivencian la percepción que se tiene de ellas desde fuera del
grupo, por parte de la sociedad. Podemos decir que la mayor parte de las mujeres mayores que participaron en la
discusión de grupo consideran satisfactorias y positiva la imagen que la sociedad tiene de ellas: La gente joven dice
que los mayores tenemos más ganas de marchar de marcha, por tener el pie en el autobús (MUJER 10A). No
faltan tampoco expresiones negativas por parte de grupos ajenos a ellas: La gente de fuera creen eso en general,
unas creen que venimos aquí a pasar el rato, no saben que traemos psicólogos que traemos médicos y personas
diligentes y eso nos aporta (MUJER 2M).
Actividades socioculturales y educativas de la mujer mayor
Tabla 1. Percepción acerca de la dimensión cultural y educativa
IMPORTANCIA DE LAS
ACTIVIDADES
REALIZADAS EN
ASOCIACIONES
IMPORTANCIA DE
LA EDUCACIÓN
NECESIDAD DE SEGUIR
TRABAJANDO PARA
IMAGEN POSITIVA
MAYORES
APERTURA
INTELECTUAL
(18) (11) (11) (14)
Con esta categoría se aborda la percepción que poseían las participantes respecto a su necesidad de
autorrealización personal en relación con variables socioeducativas.
En primer elemento de análisis se centra en la percepción que tienen sobre la importancia de las actividades que
desarrollan en el centro. De esta forma, se observa que las opiniones se debaten entre la importancia que otorgan al
hecho de realizar tareas para mejorar su estado anímico y su satisfacción vital: Se aprenden todos los días. Las
actividades son importantes porque una se queda en activo y así no se queda paralizada. Una persona que está
sentada porque por ejemplo yo que un día está lloviendo y no salgo parece que me duelen todos los miembros y
entonces no estoy activa (MUJER 8M). Las opiniones destacan además la función de socialización que cumplen estas
23. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
22 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
actividades socioculturales y la variedad de la oferta de actividades que desarrollan: A mí me gustan mucho las
actividades. Cada día se aprenden cosas nuevas, y como persona pues también (MUJER 1M).
De la misma manera, resultó interesante profundizar sobre sus necesidades educativas y matizar la valoración
que realizan de las mismas: Todos los días se puede aprender algo. Desde que estoy viniendo aquí estoy aprendiendo
cosas que no sabía. Mientras que estemos vivos, seguimos aprendiendo, nunca se termina de aprender, me creo yo
que nunca se termina de aprender, hoy una cosa, mañana otra y así vamos (MUJER 4C).
Por otro lado, en relación a la necesidad de continuar trabajando para el desarrollo de la imagen positiva en
mayores, se observa que si bien existe unanimidad en la necesidad de conseguir este objetivo, existía dificultad a la
hora de aportar ideas para llevarlo a cabo: Si, si (hay que potenciar la imagen positiva de los mayores). Eso cada una
en su ambiente, en su ambiente y en sus posibilidades y cada una sabe cómo tiene que hacerlo (MUJER 9M); Yo
pienso que hay que trabajar (para potenciar la imagen positiva de los mayores) tengo familiares que son vecinas
mías y por más que les digo allí está metida y se va a morir nada más de no salir y de estar metida allí (MUJER
4M).
En cuanto a la percepción y valoración que hacen sobre necesidad de fomentar actitudes para el desarrollo de la
apertura intelectual, se constata una gran predisposición hacia el aprendizaje: Claro que sí (se puede seguir
aprendiendo y creciendo durante la vejez) yo voy a seguir para adelante hasta que tenga 90 años (MUJER 2A).
También destaca la idea que tienen a cerca del hecho de poder influir sobre la ‗velocidad‘ del envejecimiento: Yo
creo que se puede ir creciendo se puede ir luchando para adelante. Cada vez más. Para mí si son importantes, para
que el cerebro vaya pensando para ir para adelante y no para atrás ni pensar estoy mala me tengo que agobiar ni
nada, hacer actividades para ir para adelante (MUJER 9B); Me siento bien. Claro que se puede seguir aprendiendo,
creciendo, también en altura no (risas...) haciendo cosas, llegando a algún sitio (MUJER 8B).
Discusión/conclusiones
La opinión de los grupos de discusión expresa de forma mayoritaria una proyección externa de su imagen como
grupo social, reconocida como satisfactoria y positiva por lo que los datos no confirman resultados de investigaciones
previas en los que la visión de los mayores era esencialmente negativa (Triadó y Villar, 1997), sino que la opinión al
respecto de nuestra muestra es matizable en función de diferentes dimensiones, siendo el grupo de mujeres mayores
viudas las que expresaron poseer una imagen más negativa por parte de la sociedad, aspecto que podríamos tenerse
en cuenta a la hora de la actuación que habría que dedicar a la participación social de este colectivo.
Probablemente, si bien el hecho de participar en los centros sociales no es una condición suficiente para que no
aparezcan estos estereotipos, si es cierto que se presentan con un perfil valorativo distinto respecto a la población
general, tal y como también recogen los resultados de Sánchez Palacios (2004), respecto a la variable participación
social.
En cuanto a la vivencia interna de la vejez, la percepción que tienen de sí mismas expresa un grado de
satisfacción elevado con la manera en que transcurre su vida en los momentos actuales, aludiendo mayoritariamente a
variables de tipo participativo como justificación de su bienestar, aunque existen diferencias interindividuales
respecto a la apreciación cognitiva sobre este periodo de la vida, información que pudimos constatar en las relaciones
entre su envejecimiento y el color que atribuían a este. Esta situación hace pensar que existe una percepción muy
heterogénea (cómo por otro lado es sabido que ocurre) y es aquí donde la educación puede ejercer una labor de
sensibilización y concienciación, individual y social para obtener una imagen adecuada y positiva de este periodo de
la vida. En este contexto a nivel nacional destacan los estudios llevados a cabo en este campo por Fernández-
Ballesteros (2009), que tienen entre sus objetivos establecer una definición empírica de la competencia en la vejez y
sus determinantes.
De los datos se desprende que la mayor parte de las mujeres mayores consideran que la imagen como grupo
social que de ellas tienen sus familias es buena, sintiéndose entendidas y apoyadas en las actividades que llevan a
cabo en los centros sociales. Si bien algunos de sus comentarios denotan que, en ocasiones, la familia mantiene
actitudes sobreprotectoras e inadecuadas que reflejan una realidad familiar plural.
Tras el ámbito familiar, el ámbito sociocultural a través de los centros sociales es concebido como la experiencia
cotidiana de las mujeres que mayor grado de satisfacción les genera. El asociacionismo se configura así como uno de
los contextos de socialización más importantes de este grupo social. Además las actividades que desarrollan en los
centros de mayores les genera mejoras en su estado de ánimo y en su satisfacción vital coincidiendo con la
investigación realizada por Miñano y Martínez de Miguel (2011).
Destaca la importancia que le prestan a los conocimientos y a la educación en la vida individual y colectiva, de
tal manera que entre las actividades con mayor nivel de aceptación de las que se realizan en los centros sociales se
24. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 23
encuentran todas las relacionadas con la educación y el aprendizaje. Teniendo en cuenta el nivel de formación como
condicionante del uso del tiempo libre, encuentran muy interesantes todas las actividades relacionadas con la
enseñanza, básicamente por dos motivos: por un lado, como equilibrio por el déficit de formación que han sufrido
fruto de su historia personal y, por otro lado, porque les resultan terapéuticas y muy importantes para el ejercicio de
sus capacidades cognitivas. Igualmente destacan las actividades de ocio creativo y tiempo libre, de tal manera que
continúan potenciándose las actividades que tienen que ver con las labores artesanales y tradicionales que realizaban
antaño, así como la apertura al conocimiento de nuevas actividades. Y en ese sentido los resultados son similares en
sus líneas generales, a las premisas propuestas por otros resultados de investigadores como Martínez de Miguel y
Escarbajal de Haro (2009) que indican tres grandes grupos de necesidades: informativas, formativas/educativas y de
ocio y tiempo libre creativo en las mujeres mayores. Los resultados entroncan en la línea de la progresiva demanda de
realización de cursos de aprendizaje que se recoge en el estudio de Abellán y Esparza (2009), y que evidencian la
elevada motivación que existe en esta área por parte de las participantes.
Desde esta óptica, se considera la necesidad de la eliminación de hábitos y costumbres nocivas, la disminución
de riesgos y el fomento de actividades físicas, mentales, recreativas, culturales y sociales. Bienestar que no se
consigue con la soledad, la dependencia, el sentimiento de inutilidad o incapacidad, imágenes éstas que
tradicionalmente se han equiparado a la vejez en su visión negativa, irracional y, por lo tanto, estereotipada. Tener un
humor positivo, percibirse con capacidad y competencia para resolver los problemas, tener habilidades y suficiente
salud para mantener los estilos de vida, valorar positivamente lo que se ha logrado en la vida y saberse útil para uno
mismo y para los demás, así como tener un grupo social de apoyo, son elementos que facilitan una evaluación de la
vida en términos de buena calidad (Martínez y García, 1994) y que se enmarcan dentro de una óptica positiva del
envejecimiento femenino. Subrayar también los trabajos Iberoamericanos de Yuni (2005) donde destaca que aquellas
intervenciones educativas sustentadas en los principios de la educación permanente (sean educativas, de servicios
sociales, de promoción de salud o de animación sociocultural) podrán plantear el alcance de metas más inclusivas y
ambiciosas tales como aumentar la polivalencia de la persona, enriquecer su personalidad e inducirla a realizar
transiciones. Los postulados de las finalidades educativas de la educación permanente son ciertamente compatibles
con los requerimientos que se le plantean actualmente a las intervenciones educativas para contribuir a un
envejecimiento exitoso.
En definitiva, en los resultados de esta investigación, al igual que ocurre en otras investigaciones citadas,
subyace el concepto de envejecimiento activo que encierra la idea de que envejecer no es sinónimo de pérdidas y
límites sino que también la optimización de potencialidades.
Referencias
Abellán García, A. y Esparza, C. (2009). Percepción de los españoles sobre distintos aspectos relacionados con
los mayores y el envejecimiento. Madrid: IMSERSO
Alcain, M. D., Rubio, M. C. y Sevillano, A. (2003). Análisis bibliométrico de la producción científica española
sobre mujeres mayores. Madrid: Portalmayores.
Gómez García, L. (2008). Animación sociocultural y envejecimiento active: Un desafío mutuo.
quadernsanimacio.net, 8.
Escarbajal de Haro, A. y Martínez de Miguel, S. (2012). Jubilación, educación y calidad de vida. Revista
interuniversitaria de pedagogía social , 20, pp. 245-272] tercera época
Fernández-Ballesteros, R. (2009). Envejecimiento activo: Contribuciones de la psicología. Madrid: Pirámide.
Martínez de Miguel, S. y Escarbajal de Haro, A. (2009). Alternativas socioeducativas para las personas
mayores. Dykinson. Madrid
Martínez, M. y García, M. (1994). La autopercepción de la salud y el bienestar psicológico como indicador de
calidad de vida percibida en la vejez. Revista de psicología de la salud, 6 (1), 55-75.
Miñano, L. y Martínez de Miguel, S. (2011). El Asociacionismo y las necesidades socioeducativas en los Centros
de Mayores del municipio de Murcia. Revista de Investigación Educativa (RIE), 2, 325-340.
Sánchez-Palacios, C. (2004). Estereotipos negativos hacia la vejez y su relación con variables
sociodemográficas, psicosociales y psicológicas. (Tesis doctoral inédita): Universidad de Málaga.
Serdio, C. (2006). Mujeres que envejecen, mujeres que aprenden. Salamanca: Universidad Pontificia de
Salamanca.
Triadó, C. y Villar, F. (1997). Modelos de envejecimiento y percepción de cambios en una muestra de personas
mayores. Anales de Psicología, 73, 43-55.
25. La percepción del envejecimiento activo y saludable en las mujeres mayores
24 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
Yuni, J.A. y Urbano C. A. (2005). Educación de adultos mayores: teoría, investigación e intervenciones.
Córdoba: Brujas.
26. Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 25
CAPÍTULO 2
Estereotipos negativos hacia la vejez: Estudio sobre la prevalencia en una muestra de
alumnos de Grado de Enfermería de la Universidad Católica San Antonio de Murcia
Almudena Martínez de la Torre
Diplomada en Enfermería
Las sociedades desarrolladas se enfrentan al envejecimiento poblacional, es decir, el aumento de las personas
mayores de 65 años. En España, el porcentaje de personas de 65 y más años en el 2012 supuso el 17%. Las
proyecciones de población para el 2052 calculan que habrá crecido hasta un 37 % de la población total (Instituto
Nacional de Estadística, 2012).
Esta situación conlleva repercusiones sociales, económicas y culturales, además de la adopción de medidas
sociopolíticas y sanitarias, que deben de estar basadas en el enfoque del envejecimiento activo promulgado por la
OMS como soporte regulador. El concepto de envejecimiento activo ha surgido precisamente en contraposición al
modelo de envejecimiento centrado en el declive o envejecimiento patológico, pues no todas las personas envejecen
de la misma forma, y existe un amplio porcentaje de mayores que envejecen satisfactoriamente (Domínguez Orozco,
2012).
Aun así, hoy día en la sociedad existen mitos y falsas creencias hacia las personas mayores que no se
corresponden con la realidad. Estas creencias han traído consigo unos estereotipos sobre diversos ámbitos de la
realidad y circunstancias de la vejez bien sean personales, sociales, físicos, mentales, conductuales, afectivos, etc.
(Aristizábal-Vallejo, Morales, Camila Salas y Marcela Torres, 2009; Helduak Adi, s.f.).
En general, los estereotipos consisten en un conjunto de creencias sobre las características de los miembros de
determinados grupos sociales, las cuales influyen en los comportamientos hacia ellos (Melero, y Buz, 2002; Sánchez
Palacios, 2004).
Los estereotipos hacia las personas mayores en España suelen ser ambivalentes aunque la balanza se inclina del
lado negativo, como señalan una serie de documentos revisados (Domínguez Orozco, 2012; Fernández-Ballesteros,
1992; IMSERSO, 2002; IMSERSO, 2011; Sánchez Palacios, 2004).
Como ejemplo de ideas comunes asociadas a la vejez podemos citar: ―dependencia‖, ―enfermedad‖ y ―tristeza‖.
Pero sin embargo, sólo alrededor del 33% de las personas mayores de 65 años están en situación de algún tipo de
dependencia, sólo el 12,3% informa tener mala o muy mala salud, sólo el 15,6 % dice estar triste (IMSERSO, 2011).
De hecho uno de los problemas de los estereotipos es que pueden no corresponderse con la
realidad(Montoro,1998;Aristizábal-Vallejo et al., 2009)y eso puede llevar a quienes los tienen a actuar de forma
inadecuada ante la realidad de las personas mayores.
La presencia de estereotipos y actitudes negativas hacia la vejez conllevan consecuencias a varios niveles
derivados de la conducta manifiesta de los mismos.
En cuanto a profesionales sanitarios, las consecuencias pueden ser: tener un trato diferencial en la pauta
terapéutica, menor realización de investigaciones o ensayos clínicos referidos a personas mayores, infradiagnosticar
enfermedades por achacar signos y síntomas a la vejez, infraestimar capacidades de recuperación, potencial y
capacidad de aprender de los mayores que junto con el trato paternalista y el uso de ―habla para niños‖ contribuyen al
desarrollo de la espiral de declive en los que muchas personas mayores caen (Losada Baltar, 2004).
Por otro lado, entre otros, según datos del INE (2006), en España el 94% de personas mayores padece un dolor
crónico y suponen el 50% de las personas hospitalizadas (IMSERSO, 2011). Por tanto podemos prever un uso
importante de los Servicios Sanitarios de las personas mayores y en consecuencia un contacto frecuente con
profesionales sanitarios, y más con los enfermeros, probablemente la pieza clave del Sistema Sanitario en la atención
gerontológica y geriátrica. En este aspecto los estereotipos pueden marcar la relación terapéutica y eso repercutir en
la calidad de atención (Courtney, Tong y Walsh, 2000;Domínguez Orozco, 2012;).
Considerando lo anterior queda justificada la importancia de detectar estereotipos negativos en personal
enfermero y más en estudiantes puesto que hay posibilidad de cambio, mejora o sensibilización a través de la
formación (Matarese, Lommi, Pedone, Álvaro y De Marinis, 2012; Melero, 2002; Franco, Villarreal, Vargas,
Martínez y Galicia, 2010; IMSERSO, 2011; Sánchez Palacios, 2004).
27. Estereotipos negativos hacia la vejez …
26 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
La reflexión sobre estos aspectos ha sido motivo de interés para el desarrollo del presente estudio, cuyo objetivo
principal ha sido evaluar y describir la prevalencia estereotipos negativos hacia la vejez y algunas variables
relacionadas(consideradas en estudios revisados) en estudiantes de Grado de Enfermería.
Método
Participantes
La muestra incluyó estudiantes de 1º de Grado en Enfermería de la Universidad Católica San Antonio de
Murcia(UCAM) curso 2012/2013, resultando el tamaño de la muestra de 146 alumnos, de los cuales 114 fueron del
sexo femenino (78.1%) y 32 del sexo masculino (21.9%). La edad media de la muestra fue de 21.24 años (DT: 6.27)
con un rango de edad comprendido desde los 18 a los 54 años.
Instrumentos
Para el estudio se utilizaron dos cuestionarios.
Un cuestionario fue creado ad hoc para obtener datos sociodemográficos como edad, sexo y otras variables
relacionadas con aspectos de la vejez y de las personas mayores
El otro instrumento utilizado fue el―Cuestionario de Estereotipos Negativos hacia la Vejez‖ (Blanca, Sánchez y
Trianes, 2005),cuestionario para medir estereotipos negativos hacia la vejez que ha sido validado con personas
mayores y utilizado en otros estudios con estudiantes universitarios (e.g., Aristizábal-Vallejo et al., 2009) y
profesionales sanitarios (e.g., Franco et al., 2010). El CENVE está compuesto por 15 ítems que se agrupan en tres
dimensiones (5 ítems por dimensión), con una escala de respuesta tipo Likert con cuatro opciones de respuesta1 =
muy en desacuerdo, 2 = en desacuerdo, 3 = de acuerdo, y 4 = muy de acuerdo. La máxima puntuación del
cuestionario es de 60 puntos(puntuación global); y la puntuación para cada dimensión está entre 5 y 20 puntos. A
mayor puntuación, mayor nivel de estereotipos negativos mantenidos. Las dimensiones en las que se agrupan los
ítems del cuestionario son:Salud, Motivación – Social y Carácter – Personalidad.
El CENVE presenta adecuados índices de fiabilidad y consistencia interna de modo que se considera un
instrumento potente para para evaluar algunos estereotipos negativos de la vejez y acercarse al estudio de sus
propiedades psicométricas (Blanca et al., 2005).
Diseño de estudio
El diseño de estudio para lograr los objetivos propuestos ha sido de tipo descriptivo transversal.
Las variables tenidas en cuenta son: presencia de estereotipos negativos, edad, sexo, convivencia previa con
personas mayores o abuelos, frecuencia de relación, significatividad de la relación con abuelos, temor hacia la vejez,
edad a la que se le puede considerar a alguien mayor y especialidad de Enfermería que estudiarían en el futuro.
Procedimiento
Para la realización del presente trabajo se procedió a pasar el cuestionario completo a los alumnos de 1º de Grado
de Enfermería de la UCAM 2012/2013 en días lectivos previo consentimiento de la Jefatura de Estudios y del
Departamento de Enfermería de la UCAM.
Informados los profesores, nos permitieron el uso de algunos minutos de su tiempo docente y el uso de la clase
para la realización del cuestionario por los alumnos.
Antes rellenar el cuestionario se explicaba a los alumnos cómo hacerlo y su finalidad, exponiéndoles también el
anonimato del mismo y la voluntariedad para participar.
Por último se recolectaron los cuestionarios, se desecharon los incompletos y se elaboró una base de datos para
analizarlaestadísticamente.
Análisis estadístico
Para caracterizar la muestra, se calcularon estadísticos descriptivos para las variables sociodemográficas, las
relativas a aspectos relacionados con la vejez y las personas mayores y las relativas a los ítems del CENVE. Las
variables cuantitativas se expresaron como medias y desviaciones típicas y las variables categóricas se describieron
con frecuencias y porcentajes.
Los participantes fueron caracterizados según su nivel de estereotipos hacia la vejez en cada una de las
dimensiones del cuestionario CENVE. Además, se clasificaron teniendo en cuenta su nivel de estereotipos en,
―Personas con nivel muy bajo de estereotipos‖, ―Personas con nivel bajo de estereotipos‖, ―Personas con nivel alto de
estereotipos‖, ―Personas con nivel muy alto de estereotipos negativos‖ siguiendo los parámetros establecidos por
Aristizábal-Vallejo et al. (2009).
Se utilizó la prueba U de Mann-Whitney para comprobar la significatividad de las diferencias en los niveles de
estereotipos según el sexo, relación significativa con abuelos, convivencia reciente con personas mayores y temor a
llegar a la vejez.
28. Estereotipos negativos hacia la vejez …
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 27
Para analizar la relación entre nivel de estereotipos negativo y especialidad de Enfermería escogida se usó la
prueba de Chi-cuadrado de Pearson.
Se consideró un valor de p < 0.05 como estadísticamente significativo.
Para todo ello se empleó el paquete estadístico SPSS 20.0 para Windows (SPSS Inc., Chicago, IL)
Resultados
Nivel de estereotipos
Las puntuaciones global y de las dimensiones del CENVE, la distribución por sexo, así como la distribución de
la muestra según su nivel de estereotipos se muestran en la tabla 1, gráfico 3 y gráfico 4 respectivamente.
Tabla 1. Puntuaciones totales, por dimensión y sexo del CENVE.
Total n Sexo Femenino Sexo Masculino
MEDIA(DT) RANGO MEDIA(DT) RANGO MEDIA(DT) RANGO
GLOBALa
35,75(5,93) 19-52 36,26(6,01) 21-52 33,93(5,32) 19-49
SALUD 12,35(2,47) 5-20 12,48(2,39) 5-20 11,90(2,26) 5-15
MOTIVACIONAL-
SOCIAL
11,38(2,35) 6-18 11,50(2,39) 6-18 10,96(2,19) 7-15
CARÁCTER-
PERSONALIDAD
12,01(2,55) 6-19 12,28(2,56) 6-19 11,06(2,32) 6-15
Nota. CENVE: Blanca MJ, Sánchez CP, Trianes MV. Cuestionario de Evaluación de estereotipos negativos hacia la
vejez. a: La diferencia en el nivel de estereotipo entre sexos fue estadísticamente significativa (p = 0,035).
Gráfico 1. Comparación por sexo y dimensión en puntajes obtenidos por CENVE
Caracterización de las experiencias con personas mayores
Más de la mitad de la muestra ha convivido recientemente con personas mayores (54.1%), teniendo un 87% de
los estudiantes una relación afectiva significativa con los abuelos. A continuación se muestra la distribución de los
estudiantes según frecuencia de relación con personas mayores.
Percepciones sobre la vejez
Un 42,5% ha manifestado tener temor de llegar a la vejez.
Para nuestra muestra la edad a la que alguien se le puede considerar ―mayor‖ es de 65.47 años de media (DT:
10.43), con un rango de entre 18 y 90 años.
29. Estereotipos negativos hacia la vejez …
28 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
Preferencias por especialidades de Enfermería
Los resultados obtenidos acerca de la especialidad de Enfermería estudiarían los alumnos en un futuro
independientemente de las salidas laborales, se muestran a continuación.
Gráfico 2. Distribución de estudiantes según nivel de estereotipos global sobre vejez, siguiendo la clasificación de
Aristizábal-Vallejo et al., (2009)
Nota: la interpretación global por puntuación es:a) de 15 a 28 corresponde a nivel bajo de estereotipos, b) de 29-
39 equivale a medio, c) de 40-50 corresponde a alto y d) de 51-60 equivale a muy alto nivel de estereotipo
negativo hacia las personas mayores.
Gráfico 3. Frecuencia de relación con personas mayores
Gráfico 4. Preferencia de especialidad de Enfermería por los estudiantes
30. Estereotipos negativos hacia la vejez …
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 29
Discusión
Analizando los resultados obtenidos se puede observar que los alumnos de 1º de Grado de Enfermería de la
UCAM mantienen en general un nivel de estereotipos intermedio-bajo. Es evidente que estereotipos negativos hacia
la vejez están presentes en estos alumnos al igual que en la sociedad actual (IMSERSO, 2002, 2011;2012). A pesar
de que la mayoría mantienen un nivel bajo de estereotipos, el porcentaje de personas con nivel alto no es nada
despreciable (26%).
Un 26% representa un número considerable de enfermeros/as que en un futuro podrían ofrecer con mucha
probabilidad una atención de peor calidad a las personas mayores que atienden (además de que favorezcan el
desarrollo de todas las consecuencias que conllevan los estereotipos negativos, ya vistas anteriormente).
Puesto que estamos hablando de futuros enfermeros, es muy probable que para trabajar utilicen el método
sistemático para brindar cuidados conocido como Proceso de Atención de Enfermería, en el que el plan de cuidados
está guiado por una valoración integral y los Diagnósticos de Enfermería. El hecho de que una enfermera/o mantenga
estereotipos negativos hacia la vejez, como se da el caso en nuestra muestra de estudio, puede favorecer por un lado
que se pasen por alto datos importantes a tener en cuenta en la valoración, que los objetivos marcados no sean
adecuados para la persona valorada y por tanto las actividades desarrolladas en el plan de cuidados no cubran las
necesidades reales de la persona mayor.
En cuanto a las dimensiones del CENVE, se observa que la que soporta un nivel mayor de estereotipos negativos
es la Dimensión Salud. Esto no es de extrañar ya que el declive físico y la enfermedad son dos rasgos que la sociedad
comúnmente asocia a las personas mayores. De hecho, en un estudio del CIS, en el Baremo de Marzo del 2008, se
preguntaba a la muestra de población ―qué razón le hacía decir de una persona que había entrado en la vejez‖ y un
45.9% respondió como primera opción que era el deterioro de la salud.
En cuanto a variables investigadas para identificar su relación con actitudes negativas hacia la vejez en nuestro
estudio, la diferencia por sexo en cuanto a la puntuación del CENVE ha sido la única que estadísticamente ha
resultado significativa, teniendo el sexo masculino una puntuación menor global y en todas las dimensiones del
CENVE, lo que significa menor nivel de estereotipos negativos. Esto coincide con algunos estudios llevados a cabo
en otros países(Hweidi y Al-Obeisat, 2006), aunque según literatura más extensa es más común que las mujeres
tengan niveles de estereotipos más bajos que los hombres (Aristizábal-Vallejo et al., 2009; Bernardini Zambrini,
Moraru, Hanna, Kalache, A. y Macias Nuñez, 2008; Cheng-Ching et al., 2009; Lambrinou, Sourtzi, Kalokerinou y
Lemonidou, 2009; Slevin, 1991; Söderhamn, Lindencrona y Gustavsson, 2001; Yildirim Usta, Demir, Yönder y
Yildiz, 2012). Este hecho fue relacionado por Slevin (1991) con la disposición natural de cuidado y más positiva que
la mujer tiene hacia determinados grupos como pueden ser los niños o los mayores percibidos como dependientes.
Aunque en nuestro estudio la convivencia y la frecuencia de relación con personas mayores no se han
correspondido con niveles diferentes de estereotipos podemos extraer otros datos de su interpretación. Más de la
mitad de nuestros estudiantes han convivido recientemente con personas mayores y el 72% tiene una frecuencia de
contacto con personas mayores alta o muy alta de lo que podemos deducir que aún en la sociedad se mantienen
patrones tradicionales de unión y cuidado familiar.
En cuanto a si los estudiantes tenían una relación significativa con sus abuelos, aunque un porcentaje bastante
alto ha respondido que sí, y la media global del CENVE es un poco superior en los que han dado una respuesta
afirmativa, el resultado no es significativo. A pesar de tener una relación afectiva con una persona mayor del entorno
cercano, lo que probablemente se acompaña de una actitud positiva, esta actitud no parece que se extrapole al resto de
personas mayores como grupo y por lo tanto no afecta a la percepción en términos generales sobre la vejez o las
personas mayores.
También consideramos la edad a la que consideraría nuestra muestra a una persona como ―mayor‖. La media
obtenida es de 65 años, edad que coincide con la edad de jubilación, que es un marcador de vejez ampliamente
aceptado para considerar a alguien como ―persona mayor‖ y que posiblemente influye en la respuesta de los
encuestados. El resultado de nuestro estudio coincide con uno llevado a cabo por el CIS, en el Baremo de Marzo del
2008 en el que los mayores porcentajes de respuesta se encuentran entre 60 y 70 años.
Centrándonos en la variable ―temor a la vejez‖, aunque no se ha relacionado significativamente en este trabajo
con actitudes más negativas, el porcentaje de alumnos que dicen tener temor de llegar a la vejez es alto (42%). Las
personas suelen tener miedo a cosas que creen que conllevan consecuencias negativas. En este caso el tener miedo a
llegar a la vejez puede interpretarse como que ésta se ve con connotaciones negativa y eso guarda relación con el
mantenimiento de estereotipos negativos hacia la vejez.
Por último, a pesar de que no se haya encontrado relación entre las puntuaciones del CENVE y la Especialidad
de Enfermería que nuestra muestra escogería para estudiar, podemos comentar algunos matices. Llama la atención
31. Estereotipos negativos hacia la vejez …
30 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
que sólo 4 personas de 146 estén interesadas en estudiar Enfermería Geriátrica, teniendo en cuenta que un amplio
porcentaje de pacientes en todos los servicios van a ser personas mayores.
En los estudios revisados que contemplaban esta variable, el resultado ha sido igual depreocupante(Evers, Ploeg
y Kaasalainen, 2011; Happell, 1999, 2002; Henderson, Xiao, Siegloff, Kelton y Paterson, 2008). Como causas
comunes encontradas en dichas investigaciones podemos citar el hecho de que trabajar con mayores en sí a los
estudiantes de enfermería les parece aburrido, poco excitante, frustrante, no dirigido a curar, mal pagado, depresivo,
con mucha carga de trabajo, con pocos resultados visibles, sin oportunidades de desarrollo/aprendizaje, relacionado
con cosas desagradables, sufrimiento y muerte, entre otras.
Pero una de las causas definida por estos autores que más llama la atención es el actual desarrollo de la
enfermería hacia enfoques más científicos-técnicos y mucho más valorados que los cuidados básicos más
relacionados con la Enfermería Geriátrica (Happell, 1999). El error está en creer que para dedicarse al cuidado de
personas mayores no se requieren muchas habilidades ni formación y que cualquiera puede hacerlo puesto que se
fundamenta en cuidados básicos. Esta creencia hace incluso que los propios enfermeros que trabajan con personas
mayores devalúen la especialidad (Aud, Bostick, Dorman Marek y McDaniel, 2006;McLafferty, 2005), idea que se
puede extender al resto de sociedad, incluidos alumnos de enfermería como es nuestro caso.
Considerando la esencia de la enfermería como la vocación innata para el cuidado, caracterizada por la
humanización en el trato y la empatía, es curioso como las especialidades más valoradas y preferidas son aquellas en
las que el valor del cuidado puro es menos evidente y la relación con el paciente más distante.
Concluyendo, creemos necesario motivar al personal enfermero para que se dedique a la atención de las personas
mayores, empezando por los que aún están en formación. Puesto que en el interés por esta área pueden influir
negativamente los estereotipos negativos es conveniente sensibilizarnos sobre su presencia e incluso las propias
creencias, tomando como punto de partida su detección y análisis, objetivo propuesto de este estudio.
Referencias
Aristizábal-Vallejo, N., Morales, A., Camila Salas, B. y Marcela Torres, A. (2009).Estereotipos negativos hacia
los adultos mayores en estudiantes universitarios. Cuadernos hispanoamericanos de Psicología. Bogotá, 9(1), 35-44.
Recuperado de:
http://www.uelbosque.edu.co/sites/default/files/publicaciones/revistas/cuadernos_hispanoamericanos_psicologia/volu
men9_numero1/articulo_3.pdf
Aud, M.A., Bostick, J.E., Dorman Marek, K. y McDaniel, R.(2006) Introducing baccalaureate student nurses to
gerontological nursing. Journal of Professional Nursing, 22(2), 73-78.
Bernardini, D.A., Moraru, M., Hanna, M., Kalache, A. y Macias, J.F.(2008). Attitudes toward the elderly among
students of health care related studies at the University of Salamanca, Spain. The Journal of continuing education in
the health professions, 28(2), 86-90.
Blanca, M.J., Sánchez, C.P. y Trianes, M.V. (2005). Cuestionario de Evaluación de estereotipos negativos hacia
la vejez. Revista Multidisciplinar de Gerontología, 15, 212-220.
Centro de Investigaciones Sociológicas (2008). Baremo Marzo 2008. Recuperado de:
http://www.cis.es/cis/opencm/ES/1_encuestas/estudios/ver.jsp?estudio=8200
Cheng-Ching, W., Wen-Chun, L., Min-Chen, K., Yu-Ju, C., Meng-Chih, L., Mei-Fen, L. et al. (2009).Taiwanese
Medical and Nursing Student Interest Levels in and Attitudes Towards Geriatrics. Annals of the Academy of
Medicine, Singapore, 38, 230-236.
Courtney, M., Tong, S. y Walsh, A. (2000). Acute-care nurses‘ attitudes towards older patients: A literature
review. International journal of nursing practice, 6, 62–69.
Domínguez Orozco, M. J. (2012). La mirada de los cuidadores formales sobre el envejecimiento: una visión
prospectiva para el sistema de formación en gerocultura. Revista Electrónica de Psicología Iztacala, 14(1), 222-235.
Recuperado de: http://www.revistas.unam.mx/index.php/repi/article/view/24808
Evers, C., Ploeg, J. y Kaasalainen, S.(2011). Case study of the attitudes and values of nursing students toward
caring for older adults. Journal of Nursing Education, 50 (7), 404-409.
Fernández-Ballesteros, R. (1992). Mitos y realidades en torno a la vejez y la salud. Barcelona: SG.
Franco, M., Villarreal, E., Vargas, E., Martínez, L. y Galicia, L. (2010). Estereotipos negativos de la vejez en
personal de salud de un Hospital de la Ciudad de Querétaro, México. Revista Médica de Chile, 138, 988-993.
Happell, B. (1999). When I grow up I want to be a…? Where undergraduate student nurses want to work after
graduation. Journal of Advanced Nursing, 1999, 29(2), 499-505.
32. Estereotipos negativos hacia la vejez …
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 31
Happell, B. (2002). Nursing home employment for nursing students: valuable experience or a harsh deterrent?
Journal of Advanced Nursing, 39(6), 529-536.
Helduak Adi. Red Social por un plan integral de participación de las personas mayores en Euskadi (s.f.).
Estereotipos asociados a las personas mayores. Gobierno Vasco. Recuperado de:
http://www.hartuemanak.org/Modules/Content/News/4/envejecimiento%20activo.pdf
Henderson, J., Xiao, L., Siegloff, L., Kelton, M. y Paterson, J. (2008). ‘Older people have lived their lives‘: First
year nursing students‘ attitudes towards older people. Contemporary Nurse, 30(1), 32-45.
Hweidi, I. y Al-Obeisat, S.(2006) Jordanian nursing student´s attitudes toward the elderly. Nurse Education
Today, 26, 23-30.
IMSERSO (2002). Las personas mayores en España. Informe 2002. Madrid: IMSERSO.
IMSERSO (2011). Libro Blanco del Envejecimiento Activo. Madrid: Ministerio de sanidad, política social e
igualdad.
IMSERSO (2012). Informe 2010. Las personas mayores en España. Datos estadísticos por Comunidades
Autónomas. Madrid: Ministerio de Sanidad y Política Social. Secretaría General de Política Social. IMSERSO.
Instituto Nacional de Estadística (2012). Proyección de Población a largo plazo(Notas de prensa). Recuperado
de: http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=%2Ft20%2Fp251&file=inebase&L=0
Lambrinou, E., Sourtzi, P., Kalokerinou, A. y Lemonidou, C. (2009). Attitudes and knowledge of the Greek
nursing students towards older people. Journal of Advanced Nursing, 29, 617-622.
Losada Baltar, A. (2004).Edadismo: consecuencias de los estereotipos, del prejuicio y la discriminación en la
atención a las personas mayores. Algunas pautas para la intervención. Madrid, Portal Mayores, Informes Portal
Mayores, nº 14. Recuperado de: http://www.imsersomayores.csic.es/documentos/documentos/losada-edadismo-
01.pdf
Matarese, M., Lommi, M., Pedone, C., Álvaro, R. y De Marinis, M.G. (2012). Nursing student attitudes towards
older people: validity and reliability of the Italian version of the Kogan Attitudes towards Older People scale. Journal
of advanced nursing, 69(1), 175-184.
McLafferty, E. (2005) A comparison of nurse teachers‘ and student nurses‘ attitudes toward hospitalised older
adults. Nurse Education Today, 25, 472-479.
Melero, J. y Buz, J. (2002). Modificación de los estereotipos sobre los mayores: análisis del cambio de actitudes.
Madrid, IMSERSO, Estudios I+D+I,nº9. Recuperado de:
http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/imserso-estudiosidi-09.pdf
Montoro, J. (1998). Actitudes hacia las personas mayores y discriminación basada en la edad. Revista
Multidisciplinar de Gerontología, 1 (8), 21-30.
Sánchez Palacios, C. (2004). Estereotipos negativos hacia la vejez y su relación con variables
sociodemográficas, psicosociales y psicológicas. Tesis Doctoral, Departamento de Psicología Evolutiva y de la
Educación de la Universidad de Málaga. Recuperado de:
http://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/2667/16704046.pdf
Slevin, O. D‘A (1991). Ageist attitudes among young adults: implications for a caring profession. Journal of
Advanced Nursing, 16, 1197-1205.
Söderhamn, O., Lindencrona, C. y Gustavsson, S.M. (2001).Attitudes toward older people among nursing
students and registered nurses in Sweden. Nurse Education Today; 21, 225–229.
Yildirim Usta, Y., Demir, Y., Yönder, M. y Yildiz, A. (2012). Nursing students‘ attitudes toward ageism in
Turkey. Archives of gerontology and geriatrics, 54, 90-93.
33.
34. Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 33
CAPÍTULO 3
Voces y experiencias de mujeres mayores guipuzcoanas
Mª Iciar Mayoz Echaniz, Mª Isabel Elorza Puyadena y Garbiñe Lasa Labaca
Universidad del País Vasco (España)
El trabajo que se presenta es fruto de algunas reflexiones generadas tras estudiar el fenómeno de la jubilación en
las mujeres de Guipúzcoa. Consideramos que éste es un hito importante logrado a partir de dos conquistas del siglo
XX: la evolución del papel social de las mujeres y el logro del envejecimiento de la población.
El estudio está vertebrado en torno a la significación del trabajo en la vida de las mujeres, en la experiencia
vivencial del proceso de la jubilación y en la consideración del proceso de envejecer y el ser mujer mayor (Mayoz,
2013). Se sustenta, además, en la experiencia personal y en la formación académica en salud de las comunicantes,
apoyada por la experiencia en docencia universitaria principalmente en el área de la geronto-geriatría.
Objetivo
Presentar la experiencia del proceso de envejecimiento en el que están inmersas las mujeres entrevistadas
considerándolo como un desafío novedoso lleno de amenazas, debilidades y oportunidades en un mundo que está en
transformación constante y que proporciona una nueva categoría o estatus social: persona jubilada.
Metodología
En el estudio se ha utilizado metodología cualitativa basada en una sistemática descriptiva con enfoque
fenomenológico y etnográfico, mediante la que se refleja una imagen de lo que dicen y hacen las mujeres
entrevistadas.
Al utilizar el método cualitativo se conoce la realidad desde una perspectiva de insider, en el que los procesos
cognitivos de comprehender, sintetizar, teorizar y recontextualizar son la base para la obtención del texto final
(Morse, 2003:34-42).
El resultado, basado en el razonamiento inductivo, pone entre paréntesis ideas preconcebidas e intenta llegar a la
esencia del fenómeno estudiado. Desde dicho enfoque la esencia sería encontrar, entre los casos estudiados, aspectos
comunes que se pudieran generalizar en el seno de una sociedad (Todres y Holloway, 2008).
El enfoque etnográfico, sirve para generar descripciones de las mujeres jubiladas dentro de su contexto cultural.
Está centrado fundamentalmente en las actividades y costumbres de la ciudadanía guipuzcoana y en el
emplazamiento de las personas dentro de ella.
El estudio está basado en 45 entrevistas formales semiestructuradas a mujeres jubiladas residentes en Guipúzcoa,
seleccionadas con criterio de heterogeneidad y de conveniencia, que han desarrollado su actividad laboral en la
economía formal, cotizando en su vida laboral y reciben, en la actualidad, una pensión.
El proceso de selección de las participantes se ha caracterizado por la incorporación progresiva de informantes
hasta que la muestra ha alcanzado el principio de saturación, es decir la suficiencia, entendiendo por saturación el
estado en el que no surgen ningún dato nuevo sino que los que se obtienen repiten la información hasta entonces
obtenida (Driessnack, Sousa y Costa Mendes, 2007).
Además se apoya en 5 entrevistas técnicas a profesionales relacionados con la salud y la geronto-geriatría.
Las entrevistas se realizaron a mujeres nacidas entre 1920 y 1949, es decir, mujeres que han desarrollado las
experiencias vitales en muy variados escenarios socio-políticos: II república, guerra civil española, II guerra mundial,
postguerra y época franquista, transición democrática y democracia.
En el análisis se han pretendido aplicar técnicas metódicas, imaginativas, flexibles y reflexivas (Coffey y
Atkinson, 2004:26). Para ello se han utilizado las propuestas realizadas por Dey (citado por Coffey y Atkinson,
2004:24), quien descompone el análisis de los datos cualitativos en tres procesos relacionados: describir, clasificar y
conectar, y de Taylor-Bogdan [(1987b:160-173) citado por Amezcua y Gálvez Toro, 2002:431] que propone un
enfoque basado en tres momentos: descubrimiento, codificación y relativización.
35. Voces y experiencias de mujeres mayores guipuzcoanas
34 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
Análisis y resultados
Sin poder obviar la abstracción de género, se puede opinar que no es lo mismo envejecer siendo mujer que
hombre; tampoco es lo mismo realizarlo en un ámbito rural o en ámbito urbano; es diferente haber disfrutado de una
buena educación, con acceso a la cultura y a los sistemas de salud que hacerlo desde los límites del sistema o
envejecer y jubilarse habiendo realizado actividades de índole privada (esfera privada) o de índole pública (esfera
pública).
Los cambios políticos vividos por las mujeres entrevistadas y las circunstanciarías individuales de sus vidas
marcaron, sin duda, el análisis de los datos obtenidos en cada uno de los tres ejes o fenómenos en los que se articula
la comunicación: significación del trabajo en la vida de las mujeres, experiencia vivencial del proceso de la jubilación
y consideración del proceso de envejecer y el ser mujer mayor.
Respecto al primer eje, la significación del trabajo en la vida de las mujeres, se observa que en las sociedades
occidentales, desde la ética familista ha ido emergiendo la ética individual del trabajo considerada necesaria para la
independencia y autonomía de las mujeres. El trabajo formal se ha convertido en un elemento primordial, vinculado a
las necesidades de seguridad y subsistencia y a las de construcción de identidad individual siendo además un
poderoso instrumento de valoración social.
El trabajo remunerado se trascendentaliza, al darle a éste un valor social, subjetivo y simbólico: social, diferente
en función del estado civil de las personas; subjetivo, mediatizado en gran parte por valores y creencias individuales
y simbólico, porque refleja la autonomía individual siendo un condicionante importante de la vida personal.
Con estas premisas se debe entender la ambivalencia con que las mujeres vivieron su relación trabajo-familia, ya
que la interrelación del trabajo remunerado y la estructura familiar han sido temas recurrentes en el proceso
experiencial de las mujeres entrevistadas.
De esta forma la búsqueda de la independencia, la oportunidad que les dio el trabajo para la socialización a pesar
de las dificultades sociofamiliares, la lucha por mantener una estabilidad, los problemas familiares y de conciliación
de la vida laboral-familiar que surgían con el trabajo o incluso las escasas opciones de trabajo tras el matrimonio y/o
tras las crisis y las reconversiones han definido, según las mujeres entrevistadas, la forma de jubilación actual.
Analicemos dichos apartados. Se entiende que la socialización es central en la creación de las identidades
genéricas así como en la forma en que se transmiten los contenidos en los momentos críticos del ciclo vital
(Domínguez Alcón, 2001). Se aprende a ser mujer u hombre de la misma forma que se aprende a ser niña,
adolescente, joven, persona madura y mayor. A través de la socialización realizada por el trabajo, las mujeres han
visto una oportunidad para la elaboración de nuevas estructuras y para el incremento de relaciones sociales creando
complicidades. Han conseguido apoyos y oportunidades para expresar insatisfacciones, para incrementar
conocimientos y para identificar modelos, buscando y definiendo nuevas aspiraciones.
Respecto a la familia, el matrimonio, la maternidad y el trabajo en el hogar eran los horizontes para las mujeres.
Sin embargo, las informantes decidieron realizar una actividad laboral formal. La presentación e implicación de las
mujeres en diversos escenarios de actividades económicas se ha realizado mostrando el mundo de imaginarios
colectivos forjados entre la educación, la política, la iglesia y la economía. Para mantener el equilibrio del grupo
familiar, las mujeres entrevistadas han constatado grandes dificultades en la conciliación y armonización de la vida
laboral y familiar, expresando haber realizado muchos esfuerzos para lo que relatan haber utilizado diversas
estrategias siendo, la más importante, la ayuda entre mujeres. Para ello las mujeres establecen redes tanto familiares,
madre, hermana, cuñada… como del entorno social amiga, vecina, compañera de trabajo..., como sistema de
funcionamiento interno y de relación con el entorno demostrando que ha existido complicidad para mantenerse en la
actividad productiva. Sin duda, al igual que opina Canals (1998), las mujeres entrevistadas opinan que la acción de
cuidar es una característica cultural femenina y que la participación en actividades de cuidado de la familia es una
construcción cultural.
La experiencia vivencial del proceso de la jubilación es el segundo de los ejes del estudio. La jubilación es un
derecho consustancial al final de la vida laboral y supone una desvinculación del mundo laboral que permite,
traspasando un periodo de liminalidad, entrar en una nueva comunidad. Lo verdaderamente importante de la
jubilación es la valoración que la persona realiza del hecho.
Tradicionalmente las mujeres, por razones institucionales y sociofamiliares (situación civil, elección del trabajo,
composición de la familia, cantidad económica ahorrada, reparto de responsabilidades y de tiempo para trabajar fuera
de casa…) o inherentes a las propias mujeres (vida laboral registrada diferente a la vida laboral trabajada, edad, nivel
educativo alcanzado, nivel de ingresos, tiempo de disposición personal…), no han planificado su jubilación lo cual
tiene un gran impacto sobre los ingresos (Freixas, 1997: 39). Observando los datos que se han obtenido de las
entrevistas realizadas vemos que ha habido una evolución en relación a lo que opina Freixas. De las 45 mujeres
36. Voces y experiencias de mujeres mayores guipuzcoanas
Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II 35
entrevistadas 37 de ellas (82.2%), han planificado su jubilación. Cinco de los ocho casos restantes han sido
prejubilaciones impuestas o jubilaciones por incapacidad, por lo que se puede afirmar que las mujeres entrevistadas
mayoritariamente han planificado su jubilación.
Respecto a la adaptación a la jubilación, Malla (2001) recoge que las mujeres que han estado casadas, viudas o
separadas, tienen más problemas para adaptarse a su propia jubilación (citado por Malla, 2001:186). Sin embargo, en
los datos recogidos no se ha constatado que ninguna de las 12 personas viudas entrevistadas haya tenido problemas
de adaptación a la jubilación aunque se detecta un nivel mayor de dificultades en las mujeres casadas (21,43%) y en
las divorciadas/separadas (20%), frente al de solteras (7,14%). En el grupo de mujeres casadas y
divorciadas/separadas, el porcentaje mayor de no adaptadas se observa sobre todo en aquellas que no han planificado
su jubilación y que ésta ha sido impuesta por jubilación anticipada o incapacidad.
Las manifestaciones que hemos recogido de las experiencias vividas en el proceso de la jubilación en general han
sido positivas y acordes con la idea de Bazo (2000). Las mujeres entrevistadas desde un enfoque positivo perciben
que, con la jubilación, se les abre la posibilidad de dar un sentido nuevo a sus vidas, experimentando sentimientos de
libertad y la oportunidad de ampliar nuevos roles.
A medida que se han ido sucediendo transformaciones culturales y sociales ligadas al concepto de trabajo, el
fenómeno del ocio y del tiempo libre ha ido adquiriendo protagonismo. El ocio ha surgido cuando las condiciones
culturales y sociales han hecho posible una mayor disponibilidad del tiempo en las personas lo que resulta una
evidencia en la experiencia vivencial de la jubilación.
Con la idea de construir, de participar, se observa la gran influencia del entorno para cubrir, planificar, llenar,…
el tiempo libre del que se dispone cuando ya la actividad laboral ha finalizado. Las mujeres son motor de cambio en
los modelos de participación. Por ello la importancia del sentido de la iniciativa y del trabajo personal es evidente
pero también es indudable que el entramado de organizaciones y asociaciones que contribuyen a dinamizar la vida
colectiva promoviendo el acceso y la participación de los mayores. Ellas forman parte de un gran capital social, con
potencial cuantitativo y cualitativo al emerger la figura del altruista organizado que participa en asociaciones de
voluntariado. Entre las 45 mujeres entrevistadas para este estudio, se ha constatado que 23, es decir, más de la mitad
de las mujeres, con las que hemos contactado participan en acciones de voluntariado social. Esto constituye un
auténtico fenómeno social en la realidad de las mujeres jubiladas, al adquirir carácter de capital social entendido éste
cómo el fenómeno de factores intangibles e informales, compuesto por valores, normas, actitudes y redes, no
comerciales que facilitan la coordinación y la cooperación de las personas (Fukuyama 2000:29; Elola, Valdaliso,
Aranguren y López, 2010:353). Es el que da respuesta a muchas necesidades sociales, económicas y culturales de una
comunidad mediante una extensa, voluntaria, activa y decidida acción social.
Respecto al tercer eje de estudio, la consideración del proceso de envejecer y el ser mujer mayor, aunque se debe
tener en cuenta, desde un enfoque objetivo de la vejez, el hecho cronológico del paso del tiempo, no es la única
dimensión que se debe valorar.
La importancia de la edad sentida que sugiere la investigadora Teresa del Valle (2002), se ha podido evidenciar
en los relatos de vida de las mujeres a las que hemos entrevistado.
Ellas constatan que hacerse mayor, envejecer es, en cierto sentido, algo subjetivo y está condicionado por
factores socioculturales en los que hemos detectado patrones diferenciales de crecimiento, estabilidad y declive con
una gran variabilidad interindividual. Entre las mujeres informantes, el paso del tiempo ha sido, en general, bien
aceptado, por lo que las experiencias de mujeres mayores nos han llevado a promover interpretaciones positivas del
envejecimiento de las mujeres ya que se considera importante divulgar la idea a nivel individual y social de que el
envejecer es un proceso.
Envejecer es cambio y las mujeres en general relatan que al llegar a la vejez ganan en autocontrol y en posición
de estatus. Además opinan que se adaptan mejor que los varones a las exigencias y limitaciones del paso del tiempo.
Analizando los datos obtenidos opinamos que, a pesar de que los cambios inherentes al proceso de
envejecimiento son evidentes, asoman y están presentes en su conciencia, plantean en muchos casos, su propio
proceso de envejecimiento como un reto individual, un desafío o como la mayor tarea de desarrollo de la vida. Para
ello no solo mantienen la salud sino que buscan estrategias y acciones creativas que les aporten medios para elevar el
nivel de salud física, psíquica y social.
Por lo tanto, las ideas de desear, decidir y hacer, son constantes en la vida real de las mujeres entrevistadas
porque les ayudan a adaptarse a la nueva situación.
Las mujeres informantes que se encuentran cronológicamente en la etapa inicial del proceso de jubilación, se
alejan de los estereotipos asociados a vejez: deterioro, decadencia, dependencia, carga social, inutilidad…, siendo un
colectivo que se siente y que se encuentra bien y que ha interiorizado la eficacia de las conductas preventivas.
37. Voces y experiencias de mujeres mayores guipuzcoanas
36 Calidad de vida, cuidadores e intervención para la mejora de la salud en el envejecimiento. Volumen II
Asumen su envejecimiento con responsabilidad, de forma activa, aunque con singulares diferencias relacionadas
con el contexto laboral anterior, con el contexto social y con el crecimiento y desarrollo de los hijos, el autocuidado y
el mantenimiento de la salud en todas sus facetas.
Es fundamental entender el concepto de envejecimiento activo, propuesto por la OMS, como el proceso por el
cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida con el objetivo de
ampliar la esperanza de vida (Fernández-Ballesteros, 2009)
Por lo tanto, la promoción del envejecimiento activo y envejecer con empoderamiento son la manera óptima de
prevenir la discapacidad de la vejez al haber permitido y permitir realizar la planificación que ayuda a obtener
resultados para sobrellevar y paliar las posibles dificultades. Además favorecen la autorresponsabilidad y ayudan a
las mujeres a tomar conciencia sobre el hecho de que son parte de la ciudadanía con derechos y deberes.
De todo ello han sido conscientes las mujeres entrevistadas ya que han considerado diversas cuestiones como
base indispensable para una vida activa y plena: la educación, la relación intergeneracional y el asociacionismo.
La educación ha dejado de ser una actividad dirigida exclusivamente a las primeras etapas del ciclo vital y ha
permitido a las mujeres mantener experiencias de aprendizaje para acometer su vida diaria, aprender ―entre líneas‖,
mejorar en tolerancia y en habilidades para gestionar de manera eficaz sus emociones. La relación intergeneracional
basada en el entendimiento entre las distintas generaciones al considerarlo enriquecedor y positivo para mejorar el
respeto y reconocimiento entre todos. El asociacionismo hace visibles a las personas e interesa, de manera especial,
por hacer visibles a las mujeres.
Al ir avanzando en edad, las preocupaciones de las personas mayores se centran más en la propia persona. La
principal preocupación es la pérdida de la autonomía. Sucede sobre todo en las mujeres que se encuentran en la
actualidad en una fase en la que se sienten frágiles, conviven con los achaques y con la mayor cercanía a la
enfermedad en su trayectoria vital, lo cual provoca que las mayores tengan más presente la necesidad de cuidado,
autocuidado y asistencia para el mantenimiento de la salud.
Otra de las cuestiones importantes que interesa a las mujeres entrevistadas es la relación con el entorno más
inmediato: la familia, las relaciones sociales y muy a menudo su casa, su hogar. Esto es sin duda uno de los
elementos importantes para proporcionar satisfacción a las mujeres mayores porque, la casa, además de tener una
dimensión material considerable posee una función simbólica ya que les ofrece seguridad, protección y elementos
con gran carga afectiva. Tienen miedo de tener que abandonarla por no ser adecuada al tener barreras arquitectónicas
que le impiden realizar las actividades de la vida diaria, por precisar ayuda externa en caso de que se agrave el estado
de salud, …
En general, las mujeres informantes opinan que según avanzan en edad, van sufriendo una tensión que les sitúa
de forma insegura hacia sí mismas y les desubica, perdiendo el control del entorno. También paralelamente describen
que la necesidad de prestar atención al cuerpo resta recursos personales y condiciona las formas en que afrontan sus
vidas en relación con ellas mismas, con los demás y con su entorno porque no encuentran estrategias para controlar
sus carencias.
Por ello, entre algunas de las mujeres entrevistadas, se detecta que la aceptación del propio final requiere de
cierta planificación y que el tiempo que queda por vivir juega un importante papel en la fijación de los objetivos
vitales, en los deseos y en las expectativas.
Conclusiones
El ser mujer mayor no es una experiencia única sino que implica muchas realidades distintas.
Se puede afirmar que el trabajo remunerado, unido a menudo a los deseos de independencia económica y
autonomía personal, ha constituido un factor esencial para las mujeres jubiladas de Guipúzcoa. Ellas son conscientes
de que han contribuido a satisfacer las necesidades básicas y generar otras nuevas y con un efecto positivo en la
autoestima de las personas, constituyendo un recurso importante en sus trayectorias vitales. En el binomio familia-
trabajo destacan la subordinación de las mujeres y los modelos de microsolidaridad.
Entender la ambivalencia con que las mujeres vivieron su relación trabajo-familia, requiere tener en cuenta sus
itinerarios de escolarización, formación y vida laboral relatada de forma individual pero en interrelación con un
entorno sociofamiliar en el que la estructura familiar y el trabajo doméstico en la forma en que las mujeres se han
planteado y han vivido el trabajo.
Al hablarnos de su trabajo las mujeres lo tratan como si fuera un derecho, entendido éste como una construcción
compleja, en la que el reconocimiento del trabajo doméstico además del productivo debería ser una necesidad
realmente relevante. A pesar de lo que se piensa, las mujeres han sido educadas en la idea en la que el trabajo era un
bien supremo y en el que el disfrute del tiempo libre no se contemplaba durante la trayectoria laboral.