14. Personas primarias y secundarias
• Primaria: personas caracterizadas por su impulsividad,
movilidad, consolarse o reconciliarse rápidamente, etc.
• Secundaria: aquellos que están largas temporadas afectados,
con dificultad para consolarse o que llegan a ser rencorosos.
15. Carácter Apasionado (Emotivo-Activo-
Secundario)
1. Descripción de los rasgos más característicos
Uno de los caracteres más ricos. La vida del apasionado está hecha
fundamentalmente de sacrificio, toma muy en serio cosas tan vitales como la
familia, la patria, la religión. La persona de este carácter es servicial, honorable,
amante de la sociedad. Está dotado de una comprensión inteligente para
cualquier tipo de problemas y es compasivo con la debilidad, pena o aflicción
ajena.
16. Es, así mismo, dominador, ambicioso, apto para mandar. A veces fanático e
impaciente, hasta agresivo. Peca de temeridad arrastrando a los demás consigo. Se
deja guiar por la regla y por la razón, que considera como normas supremas de su
obrar. De aquí que observe el orden de una manera meticulosa. Puede convertirse en
un hombre o mujer severa, dura, obstinada, de las que atosigan con el ejercicio de su
autoridad.
Organiza jerárquicamente su vida afectiva y es generalmente reservado. Tiene una
gran capacidad de trabajo, y ese trabajo tiene como base la responsabilidad; se
concentra en lo que hace y es constante y organizado. Está siempre orientado hacia
la acción que desea resulte lo más perfecta posible y, generalmente, consigue llevarla
a feliz término. Es además puntual y de conducta honorable.
17. El exceso de orden, indiferencia por los deportes, poca resistencia física,
desinterés por las artes son otros rasgos de este carácter. La inteligencia del
apasionado es muy apta para la abstracción y el razonamiento lógico. Sus
intereses intelectuales son de carácter social, metafísico y religioso. Posee
capacidad inventiva, gran memoria, buena atención, imaginación y
comprensión. Prefiere trabajar solo.
18. La misma seriedad en lo que emprende ya constituye por sí misma una valiosa
ayuda tanto para su castidad personal como en el trato con el otro sexo. Sin
embargo, por su orgullo mantiene una excesiva seguridad en sí mismo que le
puede hacer caer en la sensualidad y en fallas graves en el campo de la
sexualidad.
19. 2. Comportamiento religioso
El carácter apasionado tiene un profundo espíritu religioso; anhela vivir con
sinceridad y coherencia su propia fe. Comprende y siente la necesidad del ideal
religioso. Se apasiona por los problemas espirituales. Posee una verdadera
piedad y caridad cristianas.
20. Sus aptitudes le permiten aceptar un ideal elevado y sobrenatural y ser fiel al
mismo, aun a costa de un esfuerzo duro y continuo. No se deja dominar por los
placeres de los sentidos. Caracterológicamente hablando, es el que está mejor
dispuesto para aceptar y ser consecuente con los principios que impone la
religión, especialmente en la vida práctica; no una religión vaga, meramente
teórica basada en el sentimiento, sino en acciones nobles y en el esfuerzo
continuo. Pero, por ser orgulloso, no acepta el servicio humilde, "yo he nacido
sólo para cosas grandes"´ suele pensar.
21. Experimenta la necesidad de un contacto íntimo con Dios. En la oración se
pone a disposición de Dios para trabajar por su Reino, porque lleva el sentido
de la grandeza de Dios. Pero en esa oración busca más el objetivo que ha de
alcanzar con su actividad que la fuente de donde ha de sacar los recursos para
vivificarla sobrenaturalmente.
22. Además del innato sentimiento religioso, posee una clara disposición a orientar
sus acciones y su misma vida al servicio de Dios; es muy generoso y la
sobriedad en los placeres de los sentidos le facilita el progreso espiritual. Su
orgullo es, sin embargo, su gran defecto, que se manifiesta en la falta de
docilidad, en la excesiva confianza en sí mismo, en la independencia de Dios y
de los pastores.
23. 3. Pedagogía pastoral
a. Actitud del formador.
Al apasionado podrá ser en el plano humano, un gran hombre, y en el plano
sobrenatural un gran santo; pero si se inclina hacia el mal, puede llegar a
ejercer una influencia totalmente dañina, por eso la formación de apasionado
requiere, de parte de los formadores, un gran interés y una grave
responsabilidad.
24. Necesita una dirección sólida. El apasionado experimenta la necesidad de
tener un guía de su alma y confía mucho en él. Quiere una dirección seria,
elevada, sobrenatural. El formador no debe desvirtuar la dirección espiritual
convirtiéndola en una mera conversación para pasar el rato amigablemente,
debe valorizar al máximo el sentido religioso que el apasionado lleva innato.
25. Por ser tan emotivo, posee una marcada sensibilidad y profundo espíritu
observador. Siente la necesidad de un guía que lo oriente con firmeza, pero a
la vez, con suavidad. Por eso e1 formador deberá mostrársele comprensivo e
inspirarle confianza y simpatía. Conocerle lo más exactamente posible para
aprovechar su riqueza caracterológica. Al tratarle, no usar ironías ni palabras
ásperas o humillantes que lo desalentarían.
26. b. Su vida espiritual
El formador debe hacerle ver la superioridad del ideal cristiano. Se le debe presentar
lo sobrenatural bajo el signo de la caridad, como don de sí mismo a Dios y a los
hombres; y hacerle ver la grandiosidad del ideal cristiano en medio del mundo actual.
Hay que lanzarlo a la conquista de las altas cimas de la contemplación, como a
evangelizar.
27. c. Combatir el orgullo y la independencia
El apasionado no comprende la necesidad de su dependencia de Dios. Su formación
debe empezar por la lucha constante contra el orgullo, que es su defecto dominante.
Que se acostumbre a conocerse a sí mismo con sus cualidades positivas y sus
deficiencias. Se debe educar en la aceptación gustosa, por amor a Dios, de los
consejos y correcciones. Acostumbrarle a comprender y apreciar las cualidades de
los demás y a amarles. A reconocer sus faltas de tacto y de delicadeza. A aceptar los
reveses y fracasos, las enfermedades y la inacción. A comprender que él sirve al
Movimiento y no el Movimiento a él.
28. d. En el ministerio
Este carácter posee extraordinarias cualidades para cualquier tipo de
ministerio, sólo que le falta a veces concretar la oportunidad e importancia del
apostolado. Por lo tanto hay que ayudarle a la reflexión como principio de
acción; no es conveniente que tome apostolados individuales por su cuenta.
Debe acostumbrarse, sobre todo, a recurrir filialmente a Dios y abrazarse a
Cristo en un sentido de abandono total para poder vencer la tendencia al
despotismo y a la incomprensión por las debilidades y deficiencias de los
demás.
29. Debe prestar atención a no abarcar un campo de acción superior a sus
posibilidades. Debe trabajar con la convicción de que es un pobre instrumento
en las manos de Dios y que la obra es del Señor y que él dará mayor gloria a
Dios si trabaja con una actitud interior de humildad y desprendimiento. Debe
preocuparse por el progreso de la obra más que pensar en el honor en que se
tiene su nombre.
30. Carácter Nervioso
Una persona con carácter nervioso es
idealista y muy sensible, siente la
necesidad de tener emociones y de vivir
intensamente. Por su emotividad, su
reacción a las impresiones es inmediata
e impulsiva, cambia de humor según la
emoción del momento, pasa del
entusiasmo al desaliento, de la
alegría a la tristeza y del amor al odio.
31. Busca resultados inmediatos y que no impliquen mucho
esfuerzo, le resulta muy difícil centrarse en el trabajo. Es
perezoso, distraído, inconstante e irreflexivo. Tiene pocos
intereses intelectuales. Está mal dotado para la comprensión,
la memorización, la abstracción y el razonamiento lógico. Su
inteligencia es más intuitiva que lógica. Tiene una gran
predisposición para la literatura, poesía y las bellas artes.
+estaca por su imaginación viva y la expresión espontánea.
32. Entre sus potencialidades se puede decir que es sumamente
sensible a la belleza, su comportamiento social es agradable y
generoso lo cual le hace tener muchos amigos, aunque sean
superficiales. Es delicado, alegre-generalmente optimista y
amable. La emotividad es su fuerza. Su valor dominante es la
diversión, la alegría de vivir el momento actual.
33. • La mayor limitación caracterológica
es su movilidad tanto sentimental como
de humor. A veces quiere huir de sí
mismo, a base del alcohol o de los
amigos, por esa emotividad que le
impide sistematizar su vida.
• Experimenta una potente necesidad de
amar y de imitar a alguien, sin embargo,
por ser no activo, no está predispuesto
al esfuerzo que supone el servicio al
prójimo.
• Ama como emoción y frecuentemente
bajo un punto de vista estético o
poético. Su amor es superficial.
• A este carácter espontáneo, movedizo y
cambiante le resultan duros los
compromisos metódicos, la disciplina,
los horarios.
• No puede estar tranquilo. Sometido a la
inspiración del momento, se distrae o
34. Debido a su gran sensibilidad por la belleza,
su afán de novedad y su desmesurada
vanidad, busca en el amor sensaciones
pasajeras y no la fidelidad de un amor
profundo.
Flexibilidad y constancia.
37. Rasgos del carácter Flemático
El flemático es un individuo
tranquilo, sereno que nunca se
alarma y casi nunca se enoja.
Sin duda alguna es la persona
con la cual es más fácil
llevarse y es, por naturaleza,
el más simpático de los
temperamentos. Para él la vida
es una alegre y agradable
experiencia, sin emoción, en la
que evita comprometerse todo lo
posible.
38. Bajo su personalidad tranquila, el
flemático experimenta más emociones de
las que aparenta, y tiene capacidad
para apreciar las bellas artes y las
cosas buenas de la vida.
Al flemático no le faltan amigos
porque le gustan las personas y tiene
un sentido del humor natural y
satírico. Es del tipo de persona que
puede hacer que los demás se
desternillen de la risa mientras él
permanece imperturbable. Posee una
capacidad especial para descubrir el
lado humorístico de los demás, y de
las cosas que hacen los demás, y tiene
una actitud siempre positiva hacia la
vida. Tiene buena retención y puede
ser un buen imitador. Una de sus
39. El flemático tiende a ser más bien
espectador, y procura no comprometerse
mucho con las actividades de los demás.
Más aún, le cuesta mucho hacer alguna
actividad que no sea su rutina diaria.
En general el flemático es de buen
corazón y compasivo, pero raras veces
deja traslucir sus verdaderos
sentimientos.
Sin embargo, toda vez que su interés ha sido
despertado, y resuelve poner manos a la
obra, sus capacidades de calidad y
eficiencia se ponen de manifiesto. No se
ofrece voluntariamente para ocupar la
posición de líder, pero, cuando se ve
obligado a ocuparla, da muestras de ser un
líder sumamente capaz. Ejerce una influencia
40. • El flemático es un maestro en todo
aquello que requiera de una
paciencia meticulosa y la presencia
de la rutina diaria.
• La mayoría de los maestros de la
escuela primaria son flemáticos.
Esto se aplica también al nivel
secundaria y superior, donde tienen
preferencia por las matemáticas, la
física, la gramática, la literatura,
etc. Otro campo que apela al
flemático es la ingeniería. Le
atraen los planos y los cálculos, es
bueno como ingeniero civil tanto en
estructuras como en sanitaria,
ingeniero químico, ingeniero
mecánico, dibujante, estadística,
41. DEBILIDADES DEL FLEMÁTICO
Sin interés, lento y ocioso. La
debilidad más evidente del flemático es
su aparente falta de empuje o de
ambición. Si bien pareciera que a
menudo hace lo que se espera de él,
raras veces hace más de lo necesario.
Hace pensar en que tiene un metabolismo
bajo, o lento, y con frecuencia se
queda dormido en el momento que se
sienta. Raramente propicia alguna
actividad, y, en cambio, busca excusas
para evitar tener que comprometerse en
las actividades de los demás. Incluso
su ritmo tiende a disminuir con el paso
de los años.
42. Autoprotección: A nadie le gustan
las heridas, y esto resulta
particularmente cierto en el caso
del flemático. Si bien no es tan
sensible como el melancólico, tiene
piel bastante delgada y, por lo
tanto, aprende a protegerse a una
edad muy temprana. Es bastante
frecuente que aprenda a vivir como
una tortuga, erigiendo un duro
caparazón protector que lo escude
de todo dolor o afrenta externos.
43. Mezquino y avariento: Esta es
una característica de las que
solo pueden dar fe las
personas que viven con un
flemático, pues su actitud,
siempre cortés y correcta para
con los demás, hacen que el
resto de las personas no se
percaten de ella. El flemático
cuida cada centavo y actúa
como un avaro, excepto cuando
se trata de comprar algo para
sí mismo. Normalmente, es el
que da las propinas más
pequeñas.
44. Terco, terco y terco: Nadie es
más terco que el flemático; pero
es tan diplomático, hasta en
eso, que la gente le puede pasar
desapercibido. Casi nunca se
enfrenta con otra persona, ni se
niega a hacer algo, pero de
algún modo se las arregla para
eludir la responsabilidad. Ante
una situación familiar, el
flemático jamás grita o discute.
Se limita a arrastrar los pies o
se planta y se niega a moverse.
45. Indeciso y
temeroso: Debajo de la
amable superficie del
flemático late un corazón
sumamente temeroso. Esta
tendencia a temer le
impide, con frecuencia,
aventurarse por su cuenta
para sacar el mayor
provecho de sus
potencialidades.
47. ¿Cómo saber si tienes
carácter colérico?
1. Tendencia a la ira y la frustración
• Las personas coléricas, a menudo, tienen
una baja tolerancia a la frustración y se enojan
con facilidad, cuando las cosas no salen como lo
esperan. De ser así, es posible que exploten en
una rabieta o que tengan un exceso de ira.
• De hecho, un estudio publicado en la Revista de
Psicología detalla que las personas con fuertes
estados de frustración, expresan su cólera a la más
mínima provocación y manifiestan
impulsividad. Sentir ira o frustración frecuente,
además dificultades para controlar tus emociones
en estas situaciones, podría señalar tu
comportamiento colérico.
48. 2. Competitividad excesiva
• Este temperamento irritable también se
caracteriza por una fuerte tendencia a la
competitividad. Una investigación con
deportistas sobre las emociones, divulgada por
la revista Ciencias de la Actividad Física
UCM , encontró que el vigor, la tensión y la
cólera eran las sensaciones más repetitivas
luego de una competición. Tales estados
podrían estar asociados con las ganas de ganar
de los atletas.
• Es posible que los sentimientos de cólera lleven
a una actitud competitiva en extremo. Así, las
personas que lo experimentan sienten la
necesidad de ganar en todo, incluso, en
situaciones que no lo requieren. También
evidencian una necesidad espontánea
de compararse con los demás, lo que podría
49. 3. Impulsividad y falta de paciencia
Las personas con un temperamento
colérico suelen ser impulsivas y
tienen dificultades para esperar.
Actúan enfocándose solo en la
situación inmediata y no en las
posibles consecuencias de sus actos,
a mediano y largo plazo. Cuando las
emociones de cólera y hostilidad son
fuertes, hay más impulsividad, acota
una tesis publicada por la Universidad
César Vallejo.
50. 4. Tendencia a ser dominante
• Las personas que se clasifican dentro de
este tipo se caracterizan por la necesidad
de tomar el control de todo lo que ocurre
a su alrededor. Por lo anterior, es posible
que tengan dificultades para delegar tareas o
permitir que otros tomen decisiones.
5. No aceptan la crítica
• Este temperamento supone dificultades para
aceptar la crítica; quienes lo tienen se ven
atacados o amenazados cuando alguien
les señala errores o les menciona las áreas
en las que pueden mejorar. Lo usual es que
las personas coléricas reaccionen con ira o
agresión a cualquier observación crítica,
aunque sea constructiva.
52. Rasgos del carácter sanguíneo
Todos queremos estar con un sanguíneo,
porque siempre está con una sonrisa, feliz,
es el hombre de las pasiones, pero no de
las pasiones arraigadas sino
desarraigadas. Como es optimista no
conoce dificultades, sino que siempre
confía en el buen éxito, siempre ve el vaso
medio lleno, su peculiar inclinación de
burlarse de los demás, tomarles el pelo y
hacerles víctima de sus bromas y malas
jugadas.
53. Disposiciones fundamentales
del ánimo sanguíneo
Superficialidad. El sanguíneo no penetra hasta lo
profundo, ni va al todo, sino que se contenta con la
superficie y una parte del todo. Antes de
concentrarse en un objeto, el interés del sanguíneo
ya se paraliza y desvanece por las nuevas
impresiones que le ocupan. Es amigo de trabajos
fáciles, vistosos, que no exigen demasiada labor
intelectual. Y es difícil convencerle de este defecto
suyo: la superficialidad; pues siempre cree haber
entendido todas las cosas; así, por ejemplo, haber
comprendido bien un sermón, ya sea un problema,
una ecuación, un discurso, aunque haya captado la
mitad. Y después cuando quiera reproducirlo es
rápido y por arriba.
54. Inconstancia. Por no quedarse mucho
tiempo las impresiones en el alma
sanguínea, de inmediato se siguen
otras. Consecuencia de ello es una gran
gran inconstancia, que todos los que
tratan con sanguíneos han de tener en
en cuenta, si no quieren desengañarse
desengañarse bien pronto. Es
inconstante porque no se queda mucho
tiempo, incluso es inconstante en su
disposición de alma. Va de la risa al
llanto rápidamente, es inconstante en
sus opiniones, hoy defiende una cosa y
la semana que viene defiende la
contraria.
55. Interés por las cosas exteriores. El
sanguíneo no se concentra de
buena gana en su interior, sino que
que le gusta más fijar su atención en
cosas exteriores, siendo en esto
justamente lo contrario del
melancólico, quien, con
predilección, penetra en su vida
interior y en el mundo de sus
pensamientos, sin advertir la que
pasa en su exterior. Por ejemplo,
que hay de nuevo, la última opinión,
opinión, la última vestimenta, la
última moda, es el hombre de lo
exterior.
56. Cualidades buenas del sanguíneo
• Se comunica fácilmente con
personas desconocidas.
• Sabe entretener divertidamente a los
que le rodean.
• Es muy atento y obsequioso.
• Se muestra sensible y compasivo en
las desgracias de su prójimo.
• Sabe llamar la atención sin hacer
sentir mal al que corrige.
• Si bien puede enojarse mucho, sin
embargo fácilmente olvida y no
guarda rencor.
57. Cualidades malas del sanguíneo
Vanidad y satisfacción de sí mismo. La
soberbia del sanguíneo no se manifiesta en un
en un afán inmoderado de mandar o
ergotista, como en el colérico, ni en el miedo a
miedo a las humillaciones, como en el
melancólico, sino en cierta vanidad y
complacencia de sí mismo. Experimenta una
alegría casi infantil de sí mismo, de su exterior,
exterior, de su vestido y sus trabajos; se mira
mira de buena gana en el espejo o en el vidrio
de puertas y ventanas, puede estar horas
así. Al ser alabado se siente feliz, y es, por
consiguiente, muy adicto a la adulación. Por
Por medio de elogios y lisonjas fácilmente se
se deja inducir a las mayores necedades y aun
aun a los más vergonzosos pecados.
58. Inclinación a la envidia, al coqueteo y a los
celos. Como el sanguíneo se muestra tan
susceptible a palabras halagadoras, siendo
adicto a ellas, y tan poco concentrado en sí
mismo, dando, por otra parte, demasiada
importancia a las cosas exteriores, se inclina
inclina fácilmente a las amistades particulares
y a los amoríos. Pero su amor inconstante no
le penetra hasta el fondo del alma. Se
entristece si esa persona con la que busca
amistad es amiga de otra persona. Es celoso.
59. La vida de oración del sanguíneo padece
detrimento con estas tres dificultades: La
primera surge en las así llamadas oraciones
oraciones interiores, en las cuales se
requieren reflexiones más largas y
tranquilas: es decir, en la meditación, la
lectura espiritual y el examen particular.
Luego la distracción, fácilmente provocada
provocada por la viveza de sus sentidos y
y la intranquilidad de su fantasía, le impide
impide llegar a una concentración más
profunda y duradera en Dios. Finalmente,
Finalmente, da en sus oraciones excesiva
excesiva importancia a los sentimientos y
y al consuelo sensible, la cual, en tiempo
tiempo de aridez, le quita el gusto por la
la piedad.
61. Rasgos característicos del Amorfo
• Son bondadosos.
• Muy amables.
• Pero se dejan influenciar siendo esto su
debilidad.
• Optimistas y alegres.
• Extrovertidos, plásticos, tranquilos y
maleables.
• Son ordenados, y demasiado
perezosos.
• No se apuran ni cambian su ritmo
sereno ni aún si se incendia su casa.
• No se emocionan por situaciones que
normalmente emocionan a todos.
• Son hogareños y les encanta
disfrutar de su casa.
62. Se adaptan, se consuelan y
aceptan fácilmente las
circunstancias, son prácticos,
realistas, fundamentalistas,
empíricos, descartando todo lo
abstracto. La puntualidad no es su
punto fuerte, son algo inseguros e
imprecisos, descuidados e
informales, y son egocéntricos
aunque tolerantes con las personas.
Ante situaciones de peligro se
muestran osados.
63. • Tiende a disfrutar de todos los placeres y
apetitos físicos, y necesidades biológicas,
como el buen comer, una de
muchas, y sobre todo disfruta de los
placeres del sexo y el sensualismo. Poner
límites a sus deseos y apetitos es casi
utópico.
• Estas personas son hábiles para realizar
tareas humanitarias y repetitivas, donde se
requiera de paciencia, tolerancia, cuidados
como ser maestro,
niñeras, maestros integrales, o
acompañantes de ancianos o
con capacidades diferentes.