Los átomos están compuestos por un núcleo de protones y neutrones rodeado por electrones. Los electrones pueden abandonar un átomo y unirse a otro, dejando al primer átomo con carga positiva y al segundo con carga negativa. Cuando se frotan materiales como plástico y vidrio, muchos de sus átomos intercambian electrones, dejando a uno con carga positiva y al otro con carga negativa.