Los valores espirituales son patrones de comportamiento que permiten mantener una relación con una deidad a través de la práctica y creencias religiosas. Generan una conexión entre el individuo y Dios. Algunos valores espirituales clave son la fe, la esperanza, el amor, la bondad y la humildad. Estos valores ayudan al perfeccionamiento personal y brindan un sentido a la vida más allá de lo material a través de una relación con lo sobrenatural.