Cuatro estudiantes se fueron de parranda antes de los exámenes finales y perdieron un examen. Le contaron al profesor una historia inventada sobre haberse quedado varados en la carretera para poder hacer el examen de nuevo. El profesor aceptó y les dio el examen, pero la única pregunta era sobre cuál caucho se había reventado según su historia, dejando en evidencia que les habían descubierto la mentira.

1. CERO TRES PA’ TODO EL MUNDO... Cuatro amigos de la Universidad se fueron de rumba el fin de semana, justo antes de los exámenes finales, pero después de unos días llenos de excesos, durmieron todo el domingo y no pudieron llegar a la universidad hasta el martes por la mañana. Después de haber perdido el examen final del lunes, decidieron hablar con el profesor de la materia para así contarle una historia verosímil por la cual, supuestamente, habían faltado al examen.

2. Los estudiantes prepararon una historia increíble, en la cual se habían ido de viaje el fin de semana a un apartado chalet, con la finalidad única y exclusiva de estudiar para los exámenes finales. Explicaron al profesor que originalmente planeaban estar de regreso el lunes temprano, pero que, desafortunadamente, se les había “espichado” un caucho cuando venían de vuelta y que aparte no tenían las herramientas necesarias pues se las habían “robado” en el estacionamiento del chalet. Como si esto fuera poco, nadie les había querido ayudar a solventar el problema ya que la altísima inseguridad del país hacia imposible que alguien se detuviera a asistir a cuatro jóvenes sospechosamente accidentados en medio de la carretera.

3. El profesor no lo pensó demasiado, y de manera cordial y comprensiva acordó hacerles el examen final al día siguiente. Los cuatro amigos estaban regocijados porque la mentira les había dado resultado. Satisfechos por haber salido airosos del incidente, se comprometieron a estudiar toda la noche y llegaron al día siguiente listos para hacer el examen. El profesor los puso a cada uno en salones separados y les repartió el examen para que comenzaran a responderlo.

4. Cada uno vio el primer problema, el cual valía 3 puntos, y encontraron que este era realmente sencillo. “Excelente!” pensó cada uno en su respectivo salón de clases, “¡Esto va a estar bien papita!”. Como era de esperarse ante tal pregunta, cada uno resolvió el problema rápidamente y voltearon la página con la convicción de terminar el examen en muy poco tiempo... En la página siguiente estaba escrito el segundo y último problema, el cual presentaba esta pregunta:

5. “ Por 17 puntos, responda: ¿Cuál de los cuatro cauchos fue el que se espichó?