Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
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1. Zapatero es hora de hacer zapatos. Marzo 2009
Este año los actores locales en prevención del riesgo, deberían irse amoldando a políticas eficaces en
planificación del desarrollo; con el fin de obtener resultados conjuntos en prevención, manejo de
emergencias, gestión de riesgo, gestión de emergencias y conseguir así un desarrollo sustentable y
sostenible que beneficie a la comunidad. Hay dos campos que pueden ser bien definidos, el de gestión
de riesgos y el de gestión de emergencias; sin embargo se ven avisos en prensa donde los actores
locales de gestión de emergencia invierten tiempo en preparación y mitigación, mientras que los
gestores de riesgos dedican cada vez mas tiempo en la gestión de emergencia, siendo no una limitación
cruzar la barrera entre ambas, sino un factor que retrasa metas, se obtienen procesos paralelos o
entrecruzados y se limita la integración entre instituciones. Hay tanto trabajo en cada una de las
gestiones que debería ser difícil, más no imposible, el cruzar la barrera. Es probable que todas las
instituciones estén siendo articuladas a las acción del gobierno central en el marco del plan general
nacional de gestión de riesgos, sin embargo para que esta articulación sea definitiva, aún falta tiempo y
del salto de actores macros a los micros, se viene despilfarrando una serie de acciones, que luego son
convertidas en lagunas de (des)información, por las comunidades, encajadas en los concejos
comunales.
Los actores regionales y municipales deben influir de manera sutil, pero eficaz, en la inserción de
variables de gestión del riesgo y desarrollo sustentable en los concejos comunales, de manera que se
logren las tan ansiadas obras de desarrollo en las comunidades que no son otra cosa sino
modificaciones, rehabilitaciones y construcciones para el desarrollo de las comunidades, pero que a su
vez se debe garantizar que dichas obras no van a engrosar estadísticas de pérdidas humanas o
materiales, por eventos adversos y que a su vez disminuyan la vulnerabilidad de las comunidades de
todos los sectores y más aún la de los sectores de alto riesgo. Los gobiernos municipales cobran vital
importancia en esta relación pues de manera mancomunada, con la protección civil y los cuerpos de
bomberos, deben irse articulando para formar entes fiscalizadores en la reducción de riesgos y
mitigación de pérdidas humanas o materiales, en las comunidades; de manera que, son los actores
municipales los que conocen sobre su verdadera capacidad de respuesta, su periodo de respuesta y su
responsabilidad en creación de actores locales que participen en la reducción y mitigación de riesgo a
nivel municipal. Afortunadamente, y aunque no lo parezca, no hemos sido atacados por eventos
adversos de gran magnitud, a excepción de Vargas y Mocotíes, en donde se observó la calidad humana
del venezolano, sin embargo vimos una respuesta que en muchos de los casos fue descoordinada,
muchos de los actores en gestión de riesgo trabajaron solo en las acciones orientadas a salvar vidas,
actitud loable, pero no en la implementación de políticas estadales o municipales orientadas a la
información o divulgación del por qué de cada evento y ni se logró que estos programas se
mantuviesen en el tiempo como gestión municipal de riesgo. Si no se logra la articulación de los
organismos estadales y municipales involucrados en la gestión del riesgo para que organicen estrategias
de reducción del riesgo en las comunidades, de no lograrse esta articulación, la acción novata, de los
concejos comunales, puede convertirse en la mano generadora de riesgos locales y procesos que
activen la gestión de emergencias, además, activadores de recursos municipales y estadales que se
desviarían para la atención de emergencias, que a su vez podrían traer consigo pérdidas humanas.
Por tanto la responsabilidad en la implementación de políticas de prevención de riesgo en los concejos
comunales es y siempre será de los actores estadales ó municipales más que de macro políticas
enmarcadas en planes nacionales que traten de involucrar a los concejos comunales. Ojala este año se
incremente la acción mancomunada en el manejo de emergencias municipales, se incremente el trabajo
en equipo para la gestión comunal del riesgo, porque la acción contra los desastres es tarea de todos.
2. Ojalá y se optimice la acción contra desastres y se deje de nombrar a directores o subdirectores en las
protecciones civiles solo para cumplir tratos politicos y que los desastrologos abran sus ojos hacia el
cambio de estas instituciones.
Antonio R Roa
antonioroa@yahoo.com
Estudiante de Administración de Desastres
de la UNEFA Núcleo Mérida