La fotografía de difracción de rayos X obtenida por Rosalind Franklin en 1952 reveló la estructura helicoidal del ADN y constituyó un dato clave para que Watson y Crick determinaran correctamente la estructura del ADN. A pesar de no haber obtenido el consentimiento de Franklin, utilizaron su fotografía y recibieron el Premio Nobel por este descubrimiento, mientras que Franklin falleció en 1957 a los 37 años de edad.