Para que una muestra sea representativa de la población, debe tener un tamaño suficiente para capturar la variabilidad de la característica de interés en la población, más que el tamaño relativo. El tamaño absoluto y cómo se selecciona la muestra, de manera aleatoria y de diferentes zonas para evitar sesgos, son más importantes que el tamaño relativo para la representatividad. Una muestra bien seleccionada puede ser pequeña pero representativa, aunque con mayor error.