1. ¿Cómo puedes llegar a ser un Guerrero Valiente?
“Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón
esforzado [guibbor] y valiente [kjáil]” (Jueces 6:12 RV60)
Esforzado: guibbor; poderoso; por impl. guerrero: esforzado, esfuerzo,
fuerte, gigante, grande, de gran vigor, hombre, poderoso, valentía, valeroso,
valiente, valor, varones de guerra, vigoroso. *
Valiente: kjáil; fuerza, sea de hombres, medios u otros recursos; ejército,
riqueza, virtud, valor, fortaleza: apto, armar, bien, capaz, combatir, ejército,
esforzado, fortaleza, fuerte, fuerza, gente, guerra, guerrero, hacienda, hombre,
ilustre, opulento, poder, poderío, poderoso, proeza, riqueza, robusto, séquito,
tropa, valentía, valiente, varonilmente, vigor, virtud, virtuosa. *
* [De Strong, J. (2002). Nueva concordancia Strong exhaustiva: Diccionario
(23). Nashville, TN: Caribe.]
Si Jesús te encontrase trabajando en el campo o en el mercado, ¿te llamaría
esforzado y valiente?
¿Te llamaría Él como alguien de gran valor? Quizás tu responderías, “No, yo
soy simplemente alguien ordinario. Yo no soy Gedeón. Yo no soy un líder especial
o un general o un soldado.”
Pero te equivocas. Una vez que conozcas un poco de estas dos palabras
hebreas te darás cuenta por qué.
Las dos palabras raíces aquí son guibbor [esforzado, poderoso] y kjáil [estar
firme, fuerte]. Notemos que cada una de estas palabras por separado están
asociadas a poder y fortaleza. Y la combinación de estas dos palabras es bien
interesante. Describen la clase elite de hombres en el Antiguo Testamento.
Es cómo decir, “el poderoso poderoso” o el “esforzado esforzado”. En
realidad, Dios le estaba diciendo a Gedeón que recibiese una doble fortaleza.
2. Y de ¿dónde viene esta doble fortaleza? Bueno, dice el Ángel del Señor que
viene del hecho de que Dios está contigo. NO tiene nada que ver con tu persona
en sí misma, sino con quien tu estas, con quien te identificas.
Y nosotros nos identificamos con el Padre a través de la Fe en Su Hijo,
confesando y creyendo Su Palabra. La Fe se activa al alinearme a mí mismo con lo
que Dios declara y la recibo a través de un profundo entendimiento de la obra de
Jesús en la cruz.
Cuando Jesús declaró a Sus discípulos, “separados de mí nada podéis
hacer” (Juan 15:5), ¿crees tú que Él tenía en mente aquella conversación con
Gedeón, siglos antes de su encarnación?
El acercarnos a Dios es nuestra fortaleza. “Pero en cuanto a mí, el
acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para
contar todas tus obras” (Salmo 73:28).
Al menos que Dios este contigo, nunca podrás ser un Varón Esforzado y
Valiente. Pero cuando Él está contigo, tú operas en otra dimensión. Juntamente
con Gedeón estamos en el mismo terreno. No es tu poder y capacidad humana lo
que importa sino la vida del Señor de los Ejércitos que fluye a través de ti. La vida
de un Guerrero se encuentra cuando Dios está presente en una persona.
Gedeón es un ejemplo para nosotros. Su historia es la historia de la
increíble fortaleza de Dios sobre lo insuficiente del esfuerzo humano.
Gedeón experimentó algo increíblemente importante: La vida de un
Guerrero es la vida de proximidad espiritual, y no del potencial humano.
Acercarse a Dios es la única manera de un verdadero guerrero. “Yo estoy contigo”
significa una doble porción de Su potencia.
Reflexiona en las siguientes promesas de “Yo estoy contigo”:
“Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham
tu padre; no temas, porque Yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu
descendencia por amor de Abraham mi siervo” (Génesis 26:24).
3. “No temas, porque Yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios
que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia” (Isaías 41:10).
“Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque Yo estoy contigo, dice
Jehová, para librarte” (Jeremías 1:19).
“Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, y pelearán
contra ti, pero no te vencerán; porque Yo estoy contigo para guardarte y para
defenderte, dice Jehová” (Jeremías 15:20).
En Su Poder…
Dr. Johel LaFaurie