1. En el nombre de Jesús
“Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre,
son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2:9).
La valentía ante las circunstancias
La Palabra hebrea hazaq VALENTÍA, traduce literalmente “mostrarse
fuerte”. Generalmente la Valentía proviene de tener un corazón presto, alerta y
un espíritu o aliento dispuesto a enfrentarse a cualquier situación. Varios vocablos
hebreos se traducen como “valiente” en el Antiguo Testamento. Uno de ellos es
gibbbor, alude a un guerrero fuerte, osado y sin temor en la batalla. Se utiliza
mucho para designar héroes militares.
La valentía era sumamente apreciada como cualidad de todo hombre,
especialmente en la guerra, así se menospreciaba la cobardía.
Habitualmente, relacionamos la valentía con sucesos que tengan que ver
con hazañas que se realizan con heroicidad, requiriendo para ello esfuerzo,
aliento, vigor, gallardía. En la Biblia notamos muchos héroes valientes, un ejemplo
de ellos es David, en 1 Samuel 16:18 dice: “He aquí yo he visto a un hijo de Isaí de
Beth-lehem, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso, y hombre de guerra,
prudente en sus palabras, y hermoso, y Jehová es con él”.
Jeroboam hijo de Nabat, Ephrateo de Sereda, siervo de Salomón, era
valiente y esforzado.
Nótese que la mayoría de hombres valerosos que se mencionan en la
Palabra de Dios hicieron proezas en campos de batalla o situaciones de ofensiva y
que usaban ambas manos cuando estaban armados:
“Estos son los que vinieron a David a Siclag, estando él aún encerrado por
causa de Saúl hijo de Cis, y eran de los valientes ayudadores de la guerra. Estaban
armados de arcos, y usaban de ambas manos en tirar piedras con honda, y saetas
con arco. De los hermanos de Saúl de Benjamín: El principal Ahiezer, después
Joas, hijos de Semaa Gabaathita; y Jeziel, y Pheleth, hijos de Azmaveth, y Beracah,
2. y Jehú Anathothita; E Ismaías Gabaonita, valiente entre los treinta, y más que los
treinta; Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad gederatita, Eluzai, Jerimot, Bealías,
Semarías, Sefatías harufita, 6Elcana, Isías, Azareel, Joezer y Jasobeam, coreítas, 7y
Joela y Zebadías hijos de Jeroham de Gedor” (1 Crónicas 12:1-5).
La Biblia habla de un hombre que hirió a muchos filisteos hasta que su
mano se cansó y quedó pegada su mano a la espada:
“Estos son los nombres de los valientes que tuvo David: Joseb-basebet el
tacmonita, principal de los capitanes; éste era Adino el eznita, que mató a
ochocientos hombres en una ocasión. Después de éste, Eleazar hijo de Dodo,
ahohíta, uno de los tres valientes que estaban con David cuando desafiaron a los
filisteos que se habían reunido allí para la batalla, y se habían alejado los hombres
de Israel. Este se levantó e hirió a los filisteos hasta que su mano se cansó, y
quedó pegada su mano a la espada. Aquel día Jehová dio una gran victoria, y se
volvió el pueblo en pos de él tan sólo para recoger el botín” (2 Samuel 23:8-10).
Como se dijo anteriormente la condición de ser valiente la podemos ver
únicamente en las manifestaciones del campo de Batalla en el antiguo
testamento.
Pero te diré algo: Todos los que estamos en especial cuidado de Dios
estamos exhortados a ser valientes y no temer. “Buscarás a los que tienen
contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es,
aquellos que te hacen la guerra. Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene
de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo” (Isaías 41:12-13).
Aunque en el Nuevo Testamento la palabra valiente no es utilizada, si se
usa la palabra FUERTE. Lucas 11:21-22 11:21 Cuando el hombre fuerte armado
guarda su palacio, en paz está lo que posee. Pero cuando viene otro más fuerte
que él y le vence, le quita todas sus armas en que confiaba, y reparte el botín.
En lo personal, valiente es Aquel que tiene valor o actúa con mucha
determinación ante situaciones arriesgadas o difíciles. Para mí JOB fue un valiente
al superar las pruebas a las que estuvo expuesto y nunca utilizó un arma; solo su
FE en Dios.
Noemí, Ruth, Esther fueron mujeres valientes sin usar espadas, porque su
ardor, su corazón estaban entregados al Señor.
3. La mejor espada que puedes tener es la Palabra de Dios; en ambas manos
debes tener la fe y la convicción de que Cristo, Jesús de Nazaret, es tu Salvador; a
diario tener pegada sobre tu mano la espada de la Promesa de Dios sobre ti.
El campo de batalla no es sobre una porción de terreno, ahora no consiste
en buscar estrategias de posición, o maniobras de ventaja sobre ataques; el
campo de batalla es sobre regiones celestes, en las que a diario estás; “Porque no
tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales
de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
Valiente es aquel que es FIEL y lleva a Dios siempre en su corazón y hace Su
Voluntad; así eres eficaz, activo y esforzado; Valiente es aquel que pese a las
circunstancias por las que atraviesa, sabe que confía y tiene a Cristo quien lo
cuida, lo protege y lo entiende; porque sabes que Él hace misericordia, juicio y
justicia en la tierra.
“Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría, ni en su valentía se
alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se
hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago
misericordia, juicio, y justicia en la tierra: porque estas cosas quiero, dice Jehová”
(Jeremías 9:23).