Cómo vincular la ciencia en la construcción de tejido industrial
1. CÓMO VINCULAR LA CIENCIA EN LA CONSTRUCCIÓN DE
TEJIDO INDUSTRIAL
(Adaptación realizada por Iván Villamizar)
En 1995 un joven investigador que se inició en un semillero de
investigación de la universidad hebrea de Jerusalén, conoció a uno de
los inversionistas de la empresa farmacéutica donde era consultor.
El inversionista le preguntó acerca de la investigación que
realizaba en el laboratorio de la universidad. Este le contestó que
acababa de descubrir un nuevo gen que codifica la proteína y que
juega un rol importante en el metabolismo de la celulosa.
A grandes rasgos la celulosa es un biomaterial abundante en la
tierra e impacta casi todos los sectores de la industria. Alimentos,
productos forestales, construcción y ropa entre otros.
El inversionista se emocionó mucho con el descubrimiento y le
preguntó si había aplicado para una patente. Asombrado con la
pregunta, le respondió “por supuesto que no”, tan solo la había
enviado para ser publicada en una publicación prestigiosa y de alto
impacto1
. Además le hizo hincapié en que no estaba interesado en
patentes, solamente en obtener un ascenso en la universidad.
El inversionista tomó el teléfono y llamó al director de la oficina
de transferencia de tecnología de la universidad y dijo que estaba
sentado frente a un científico joven e ingenuo que estaba a punto de
publicar un descubrimiento potencialmente de alto impacto y perder
la oportunidad de solicitar una patente.
Sin consultar al joven científico, le ofreció al director de la oficina
de transferencia de tecnología el siguiente acuerdo: él solicitaría la
patente y cubriría sus gastos en nombre de la universidad, le daría US
1
Proceeding National Academy of Science Jornal
2. $150.000 al joven científico el primer y segundo año para probarlo y
conceptualizarlo en el laboratorio de la universidad. Establecería una
compañía nueva de la cual le daría el 5% del capital y negociaría una
licencia exclusiva basada en regalías con la universidad.
El director de la oficina pidió hablar con el científico y le hizo dos
preguntas: ¿Entiendes el acuerdo? ¿Estás de acuerdo? La respuesta
del joven científico fue: no sé qué es capital, no tengo ni idea qué es
una regalía, pero hasta hace unos minutos no tenía nada y ahora tengo
US$300.000 para mi investigación, entonces sí, estoy de acuerdo.
Diez años después, en el 2005, la compañía Futuragene fue
vendida por US$100.000.000 y el joven investigador tuvo la gran
lección de cerrar la brecha entre un descubrimiento académico y el
mundo comercial.
De la anécdota descrita se destaca que la nanobiotecnología y la
agrobiotecnología está comenzando a generar un impacto en todos los
ámbitos de la vida del ser humano: agricultura, alimentos, transporte,
construcción y medicina.
Desde las universidades se debe promover programas de
investigación para crear “know how” y tecnologías que promuevan la
conversión de estas en las compañías. Pero los incentivos no solo
deben provenir de las universidades, también de la comunidad, del
gobierno, del mundo empresarial y el sistema financiero.
Es preciso promover fondos de capital de riesgo para semilleros de
investigación emprendedores, que den origen a incubadoras de
tecnología. Por lo tanto las directivas de las universidades deben tener
conocimiento de los modelos de repartición de capital con los
científicos y comenzar a construir un espíritu y cultura emprendedora.
Por ejemplo, en Cuba, a partir de su situación de bloqueo
económico, desarrolló su propia industria de biotecnología y hoy tiene
una posición de liderazgo en ese campo.
3. Por tanto, el tema es de emprendimiento, pero este no puede ser
medido en una etapa avanzada de la vida, este debe ser estudiado e
inculcado desde el kínder. Es un asunto de autoconfianza.
Fuente Bibliográfica
Bohórquez, A. E. (06 de Septiembre de 2015). Hay que construir una cultura
emprendedora en Colombia. El Espectador, págs. 2,3.