El documento describe la tradicional costumbre argentina de comer asado "a jeta", sosteniendo el trozo de carne en la mano y cortándolo con cuchillo o facón para llevarlo directamente a la boca. Se remonta a los tiempos de los gauchos, quienes usaban el facón como única herramienta mientras recorrían las pampas. Hoy en día, comer asado de esta forma sin cubiertos permite disfrutar plenamente del sabor de la carne frente a la parrilla.