El documento discute la importancia de las relaciones humanas en la educación universitaria. Señala que la pandemia ha impedido experiencias sociales enriquecedoras para los estudiantes y que la educación digital no puede reemplazar el valor de interactuar cara a cara. Además, explica que las universidades deben desarrollar planes para ampliar las redes de contacto de los estudiantes de manera digital y que las relaciones entre compañeros son importantes no solo para la formación intelectual sino también para forjar valores y una identidad ética.