El documento discute los desafíos de la globalización y cómo podría funcionar mejor para beneficiar a todos los países. Propone varios cambios como mayor democratización de las organizaciones internacionales, un estado más activo, tratar equitativamente a los países en desarrollo, y limitar el poder de las multinacionales. También aborda temas como la deuda externa de los países en desarrollo y cómo una "ley de quiebra internacional" podría aliviar esta carga a través de reformas.