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CÓMO LOS HUMANOS MANEJAN
LA ENERGÍA SUTIL
(o algo llamado Chi-Kung)

CÓMO LOS HUMANOS
MANEJAN LA
ENERGÍA SUTIL
Carlos J. Ruiz Poleo
(Melchizedek)
Caracas, 2011

CRÉDITOS:
Primera edición
Caracas, octubre 2011.
© Carlos J. Ruiz Poleo
ruizpcarlos@gmail.com
Diagramación y Diseño: CENTRO EDITOR C.A.
Portada: Félix Avendaño
Depósito Legal: If25220101502961
ISBN: 978-980-12-4559-9
Printed in Venezuela

Dedicatoria
A mi familia
Reconocimientos
A Luo Liecheng, Huang Xiu Hong
y Wu Tian

ÍNDICE
pág.
Introducción 11
Capítulo 1 Concepto de «energía» 13
Capítulo 2 Cathay 27
Capítulo 3 Las cuatro interrogantes 33
Capítulo 4 ¿Qué es el Chi? 37
Capítulo 5 ¿Qué es el Chi-Kung? (Qi-Gong) 43
Capítulo 6 ¿Para qué sirve? 51
Capítulo 7 ¿Cómo funciona? 59
Capítulo 8 La Puerta de acceso
y los Estados Alterados de Conciencia 71
Capítulo 9 El elemento de control: Mente,
Psiquis o Espíritu 85
Capítulo 10 Aplicaciones Preventivas;
Salud y Longevidad 107
Capítulo 11 Aplicaciones preventivas- El masaje 111
Capítulo 12 Aplicaciones físicas y Artes marciales 117
Capítulo 13 Aplicaciones - Chi-Kung Terapéutico 123
Capítulo 14 Sistemas de curación alternativos
con energías sutiles 145
Capítulo 15 Aplicaciones Psíquicas 163
Capítulo 16 Chi-Kung y Sexualidad 201
Capítulo 17 Chi-Kung y Espiritualidad 209
Anexo: Introducción a unos ejercicios 225

INTRODUCCIÓN
El siglo XXI debería pasar a la historia como el siglo de la
comunicación. Aunque apenas estamos a comienzos del mismo ya
vemos que el planeta se ha convertido realmente en una aldea global.
Una de las ventajas es que nos permite comparar culturas y experiencias
de los seres humanos en diferentes ambientes y regiones, la desventaja
es que el exceso de comunicación crea confusión.
Cada una de las culturas antiguas se auto-consideraba como el
centro del universo y sus mitos, leyendas y experiencias se transmitían
de generación en generación con muy pocos cambios. Esas eran «sus
verdades».
Lo interesante de la Antropología es que nos permite darnos
cuenta que a través del tiempo y en todas las culturas, obviando los
aspectos superficiales, se reportan las mismas acciones y tendencias
de los seres humanos.
Los que nos hemos educado en la religión católica fuimos
enseñados a tener una fe ciega y adoptar la «cultura de los milagros»,
pero ahora vemos en nuestra aldea global que esos milagros se han
producido también en otras culturas y religiones, independientemente
de cuál sea el nombre que le dan a su dios o deidades.
La magia es el término aplicado a los fenómenos para los cuales
no tenemos una explicación y a medida que retrocedemos en el tiempo
encontramos más magia y menos ciencia. Afortunadamente ahora
tenemos más ciencia y menos magia.
Se tienen muchos reportes en todas partes del mundo de que los
seres humanos, en determinadas circunstancias, realizan acciones que
no son normales y se las atribuyen a diferentes rituales o creencias. El
hecho de que estas acciones sean similares, independientemente de la
cultura, religión o creencia, nos indica que son capacidades propias e
inherentes a la especie humana.

12
Cómo los humanos manejan la energía sutil
Para realizar esas acciones mágicas o milagrosas el ser humano
tuvo que manejar una forma de energía diferente, que se la conoce
con más de noventa y cinco nombres, entre ellos el Chi, Ki, Prana,
Orgone, Energía Vital, etc. y para hacerlo el hombre tuvo que entrar
o acceder a un Estado Alterado de Conciencia. En este trabajo se
analizan todas las aplicaciones y sus resultados. Los orígenes son
todavía motivo de estudio en renombradas instituciones científicas.

Capítulo 1
Concepto de «energía»
Los idiomas son básicamente un código de comunicación. Si dos
personas tienen experiencias comunes pueden usar un sonido o palabra
con el cual ambos se puedan referir al objeto que ambos conocen.
Pero es muy difícil que un interlocutor pueda tener en su mente la
imagen de una cosa que nunca ha visto. En una ocasión, hace
muchísimos años tuve la oportunidad de visitar una tribu de indios en
la zona amazónica de Venezuela. Para llegar a ese lugar, que se
encontraba a la orilla de un río, hicimos una travesía combinando
transportes aéreos, terrestres y finalmente navegando en canoas
(Curiaras). Uno de los aborígenes me preguntó sobre nuestro viaje y
me entendió perfectamente la parte de la caminata desde el río a la
aldea y el trayecto previo navegando, pero lo que nunca pudo entender
y no encontré la forma de explicárselo fue, qué cosa era un jeep y
cómo habíamos hecho parte del recorrido volando en una avioneta.
En nuestro entorno cultural, si tuvieramos que a hablar de la
luna o de los toros, no tendríamos problemas, ya que todos sabríamos
de qué estaríamos hablando. Hablar solamente
de la luna, a nivel mundial es más fácil porque
desde cualquier parte del planeta podemos
observarla. En relación al toro, este sería un
concepto ajeno para un esquimal o para un
habitante del desierto.
Volviendo al concepto del toro podemos
decir que ese animal es blanco, negro o pintado,
dócil o furioso, grande o pequeño. Mientras lo describimos, su imagen
en nuestra mente aumenta o reduce su tamaño, cambia su color, etc.

14
Es decir que podemos visualizarlo o tener una representación mental
del animal
Pero aún entre interlocutores que supuestamente conozcan un
objeto o animal, es necesario el uso de adjetivos para determinar con
más precisión las características del mismo. Si es grande o pequeño,
qué color tiene y todos los detalles que sean relevantes. En este caso
estamos hablando de objetos con imágenes preconcebidas y variaciones
insignificantes. El problema se complica un poco más si en lugar de
un toro hablamos de un perro, ya que hay demasiadas razas diferentes
de ese animal y lo que tienen en común es que ladran. Entonces para
Pastor Alemán

Pastor Inglés
ser precisos tenemos que ponerles «una etiqueta» que es el nombre de
su raza. Partiendo siempre del principio de que tanto la persona que
describe al perro como quien la oye sean buenos conocedores de estas
razas, es decir estarían hablando un lenguaje común, porque con tantas
variaciones y nombres diferentes se puede generar una confusión y el
oyente puede pensar que un Pastor Inglés es idéntico a un Pastor
Alemán, pero nacidos en países diferentes. Tiene que verlos para
realmente saber como son.
Sin embargo, hasta allí el problema no es tan difícil porque si
alguien nos muestra una foto de la raza de perro a la cual se refiere,
ella se agrega a nuestro archivo mental de imágenes. Pero nuestros
verdaderos problemas comienzan cuando pretendemos transmitir
información sobre cosas intangibles.
Hablar de energía no es tan simple. Aún los físicos actualmente
no se han puesto de acuerdo sobre una definición universalmente

15Carlos J. Ruiz Poleo
aceptada para este concepto. Este es un problema recurrente en todos
los campos donde se introduce un concepto no material. Y para
complicar más las cosas, a eso tenemos que agregarle que en el lenguaje
cotidiano se usan palabras a las cuales se les dan connotaciones o
significados que no son científicos ni ajustados a la realidad y peor
aún, en muchos casos se distorsiona el significado original por
conveniencia y manipulaciones como se puede observar en las
pseudociencias1
, lo cual contribuye a generar más confusiones y malas
interpretaciones.
A pesar de que nuestro objetivo no es el de hacer un estudio o
tesis de grado sobre aspectos o fenómenos dentro del campo de la
física, no podemos obviar alegremente el significado real de los
términos y conocimientos de esta ciencia experimental, porque esta
es la que estudia casi todo lo que ocurre a nuestro rededor. Detrás de
los logros de la física hay cientos de años de estudios y experiencias
de incontables investigadores.
Debido a la gran confusión generada sobre el significado del
término «energía». Es realmente necesario, casi imperativo, que estemos de
acuerdo sobre aquello de lo cual estaremos hablando y que sea la misma cosa
para todos nosotros. Por esa razón consideramos conveniente el recapitular
ciertos conceptos básicos de la escuela secundaria y cuando usemos
referencias hacerlo con un basamento realmente científico. De no
hacerlo corremos el riesgo de crear mucha confusión y malos entendidos
y al final estaríamos hablando de dos cosas diferentes para cada uno.
El conocimiento sobre nuestro planeta y el universo en general
ha cambiado radicalmente en los dos últimos siglos. Lo que sabemos
hoy en día sobre la física es totalmente distinto a lo que sabían nuestros
abuelos. El futuro de ellos, nuestro presente, terminó siendo algo que
ni siquiera ellos pudieron imaginar en sus mejores fantasías. Ignorar
esos avances es hacer como el avestruz que esconde la cabeza bajo la
tierra ante su miedo o incertidumbre. Pero el desconocimiento no
1
Pseudociencia (neologismo, formado a partir de la raíz griega «pseudo»= falso, y la palabra «cien-
cia»: ‘falsa ciencia’) es un término que da cuenta de un conjunto de supuestos conocimientos,
metodologías, prácticas o creencias no científicas y sin basamento, pero que reclaman dicho
carácter

16
intencional, la ignorancia crasa, no es tan grave como la distorsión o
ignorancia culpable. La desviación, manipulación y distorsión han sido
usadas a través del tiempo con mala intención e intereses oscuros para
manejar a nuestros semejantes. Muchos de los problemas que tenemos
para dilucidar algunos fenómenos lo constituye la interferencia de las
pseudociencias. Ellas tratan de imponernos verdades a medias y a veces
interpretaciones complacientes o convenientes para quienes lo
exponen. Muchos ejemplos los tenemos en los escritos que se agrupan
bajo la etiqueta del New Age o Nueva Era, que usan vocabulario
perteneciente a diferentes ciencias y lo mezclan con supersticiones y
mitos. Generalmente, en el fondo, hay verdades incontestables, pero
lo que se construye sobre ellas es imposible de sostener. Son falacias2
.
Como en el caso de que dos cosas que son verdades pueden utilizarse
para obtener una conclusión falsa.
V El oro brilla (es una verdad)
V Ese espejo brilla (también es una verdad)
V Entonces, ese espejo es de oro (mentira o falacia)
2
Una falacia o sofisma es, un razonamiento lógicamente incorrecto, aunque psicológicamente
pueda ser persuasivo.
Muchas personas manejan el término energía en forma muy
alegre y no dudan en decir cosas como por ejemplo «esta piedra tiene
una energía positiva» o «en este lugar percibo una energía negativa». Pero si
les hacemos una pregunta simple: ¿Cómo tú defines o mides esa
energía? Balbucearán y no podrán darnos una respuesta lógica.
Si tomamos en nuestras manos un pedazo de hierro o una piedra
podemos verlos y palparlos llegando incluso a olerlos o saborearlos,
así como sentir su temperatura y por ello sabemos que es un objeto
físico compuesto de materia. Un ciego, aunque imposibilitado de
visualizar una imagen, puede archivar en su mente una sensación táctil
acerca de cualquier objeto material. Se nos enseñó en la escuela primaria
que esa materia podría ser sólida, líquida o gaseosa, siendo esta última
difícil de palpar e incluso de ver, pero podemos detectarla fácilmente.

Cuando el viento sopla, no vemos el aire, pero podemos observar como
los objetos se mueven por su acción y lo sentimos en nuestra piel y
cabello.
En contraposición a la materia, cuyas características son
evidentes, el término energía es más difícil de concretar o definir,
quizá por su condición de invisibilidad y de ser algo que no podemos
tocar o agarrar con nuestras manos.
A los efectos de nuestra aclaratoria, vamos a partir de que
nosotros tenemos cierto concepto intuitivo sobre la energía cuando
expresamos nuestro sentimiento en las mañanas al levantarnos y
decimos «hoy estoy lleno de energía» o «no tengo energía para ir a trabajar».
También nos referimos a terceros diciendo «ese niño tiene mucha energía»
o «a ese jugador le falta energía». Muchas veces se usa como sinónimo de
fuerza. El ser primitivo percibió también este concepto intuitivo de
energía y se dio cuenta que su agotamiento físico desaparecía al ingerir
alimentos (reponiendo su energía en forma química) y que el frío se le
quitaba al sentarse junto al fuego (energía calórica).
«Por sus obras, les conoceréis» este dicho es aplicable a la energía,
ya que nosotros percibimos lo que es energía sólo cuando observamos
sus efectos sobre la materia. Cuando mostramos a un niño un imán
que atrae o repele a un clavo, no vemos la fuerza de atracción magnética
sino los efectos que esta produce; cuando encendemos las luces en
nuestro hogar no vemos la electricidad sino uno
de sus efectos (producción de luz, de movimiento,
de calor, etc.); cuando hablamos por nuestro
teléfono celular no vemos las microondas de radio;
y cuando algo cae al suelo no vemos la energía
gravitacional que lo atrajo, vemos tan sólo el
efecto. En el lenguaje cotidiano se tiende a
confundir la fuerza con la energía y cuando
decimos: «No tengo fuerza» se podría expresar el
mismo sentimiento diciendo: «No tengo energía».
Para nuestro propio organismo las consideramos
sinónimos y percatarnos de la existencia de esta energía es tan natural
La cantidad de materia
convertida en energía
en la bomba atómica
lanzada en Hiroshima
era de
aproximadamente 700
miligramos y se
convirtió en el
equivalente a una
explosión de 15.000
toneladas de TNT.

18
y tan evidente que casi no pensamos en ello, así mismo tampoco
prestamos atención (a menos que se altere)
a nuestra respiración y circulación sanguínea.
En nuestra cultura existe un arraigado
impulso de clasificar y dividir
taxonómicamente todo lo que estudiamos,
por ello los físicos consideran el mundo
conocido que nos rodea como compuesto de
dos grandes grupos: el primero «La Materia»
y el segundo «La Energía»3
. Esta división
preliminar, que se hizo hace mucho tiempo, entre materia y energía ha
resultado hoy en día como relativamente artificial debido al alcance
de las investigaciones en el ámbito de la energía nuclear. Es como
diferenciar el agua del hielo, siendo éstos dos estados de la misma
cosa.
La nueva física y la cosmología no reconocen nuestra
diferenciación entre materia y energía y afirman que son sólo aspectos
de una misma cosa y que por lo tanto en el universo «todo es
energía». Las investigaciones a nivel sub-atómico, para la segunda
parte del siglo XX, demostraron que existe un umbral donde no se
puede determinar con certeza si algo es «materia» o «energía»,
dejando de ser opuestos y allí parecen fundirse los dos conceptos. Es
como una zona de penumbra donde se mezcla la luz con la oscuridad.
Las nuevas partículas más pequeñas que los neutrones y los protones
(sub-atómicas o elementales) denominadas «Quarks» presentan
características de ambos estados y aún partículas mayores como los
fotones presentan características tanto de materia como de energía.
El siglo XX pudo presenciar la espectacular transformación de materia
en energía cuando explotaron las bombas atómicas, lo cual implica
que la materia se puede transformar en energía. Experimentos en aceleradores
de partículas4
lograron crear materia a partir de energía con impactos
0,1 % es el porcentaje
aproximado de la masa de
un átomo de uranio que
se convierte en energía
durante el proceso de
fisión nuclear
3
Clasificación que sólo es válida para estas cuando se encuentran en estado inerte o primitivo.
4
Ver los aceleradores de partículas cómo son y cómo funcionan en http://www.cab.cnea.gov.ar/
divulgacion/aceleradores/m_aceleradores_fi.html.

de rayos gamma, así que el procedimiento de transformación se puede
realizar también en forma inversa. Es de hacer notar que la «nueva
física» alega que sólo vemos menos de un diez por ciento de toda la materia
del universo (materia visible), ya que existe otra materia que la llaman
«materia negra»5
o «materia exótica» que constituye el noventa por
ciento del cosmos.
Para nuestro propósito vamos a recorrer el camino más simple y
consideremos estos dos aspectos como si fuesen algo separado, sería
como hablar del agua líquida y el hielo, aunque sepamos que son la
misma cosa. Pero el saber que son dos aspectos de lo mismo nos podrá
ayudar en determinados momentos a entender por qué ocurren ciertos
fenómenos. Así que, por conveniencia y simplicidad, vamos a mantener
esta (aparente) división entre materia y energía y podríamos decir que
en forma general todo lo que llamemos materia (masa) será visible y
perceptible mientras que lo opuesto, es decir lo invisible y no
perceptible directamente (sólo perceptible por los efectos que causa)
será considerado como energía. En contraposición a la materia (masa
para los físicos) la cual podemos ver, tocar, saborear, oler y visualizar,
nos hemos dado cuenta que el término energía es más difícil de
concretar, limitar o definir. La definición de energía no es tan simple
(según opinión de los mismos científicos) ya que la energía se presenta en
muchas formas diferentes y no siempre es fácil describir la manera
cómo esas distintas formas se relacionan unas con otras y qué es lo
que tienen todas ellas en común. Una de las definiciones mejor
conocidas en Física es la de que: «Energía es la capacidad de
efectuar un trabajo». Pero haciendo la salvedad que «trabajo» de
acuerdo al concepto de la Física podría significar algo distinto para el
ciudadano común. En algunos casos este concepto significa lo mismo
para ambos, como el hecho de subir una escalera (Trabajo = fuerza x
espacio), pero otras veces no es así, tal como el sostener un peso con
los brazos alzados, en el cual para la Física no hay ningún desplazamiento
y por ende ningún «trabajo» (sólo se ejerce una fuerza) mientras que
5
Más detalles sobre la materia negra en : Dark Matter, Cosmology, and Large-Scale Structure of
the Universe http://www.astro.queensu.ca/~dursi/dm-tutorial/dm1.html

20
sería difícil convencer a la persona común de que a pesar de su gran
esfuerzo, cansancio, etc., no ha realizado «ningún trabajo». Basados en
ese concepto de que la energía es la capacidad para efectuar un trabajo,
tenemos que aclarar uno de los principales malentendidos a nivel
popular. Me refiero a que la energía no es ni buena ni mala; ni es
positiva ni es negativa.
Veamos lo que sucede con la electricidad: la usamos para calentar
la comida, accionar la licuadora, elevar el ascensor en un edificio, etc.
Estos son ejemplos «buenos» o «positivos» mientras que, cuando se
electrocuta a un delincuente en la silla eléctrica o alguien por accidente
toca una línea de alta tensión que lo mata, entonces estaríamos
hablando de algo «malo» o «negativo». Hay una cantidad de ejemplos
similares en los cuales una energía determinada produce efectos
positivos o negativos. El aire que mueve un molino de viento es positivo
mientras que un tornado o huracán que destruye sería negativo. La
energía nuclear de una bomba atómica como en Hiroshima o Nagasaki
es destructiva, luego negativa o mala. Mientras que la energía nuclear
que alimenta de electricidad a toda una ciudad o que se usa para curar
el cáncer por radiación sería positiva o buena. Así llegamos a la
conclusión que las energías en sí mismas no son ni buenas, ni
malas ni tampoco son positivas o negativas. Lo que son buenos o
malos, positivos o negativos son los resultados de su uso o
aplicación. Y ese resultado depende de algún elemento de control
que decide el objetivo para el cual será usada la energía.
La historia de la civilización está ligada íntimamente a la toma
de conciencia, captación y manipulación de las diferentes formas de
energías. Así que el Progreso es equivalente a saber cómo usar las
energías. Muchas energías nos han acompañado silenciosamente desde
los albores de la civilización, la energía eléctrica, por ejemplo, siempre
estuvo presente en los rayos de las tormentas, así como la energía
eólica de los vientos y la energía cinética e hidráulica de las aguas en
movimiento, por mencionar sólo algunas. Cuando el hombre puso velas
de lona a sus barcos o aspas los molinos, logró que la energía del viento
(eólica) los impulsara y marca el momento en el cual comenzó a usar

y aprovechar las energías que le rodeaban.
Luego aprendió a usar la energía calórica del carbón o leña para
producir vapor de agua en las calderas y hacer que los barcos y los
trenes a vapor se moviesen con mayor rapidez y control. Siguiendo la
evolución, los barcos fueron dotados de motores a combustión e
incluso muchos buques y submarinos de guerra navegaban con motores
movidos por energía nuclear o atómica. Así que al incrementarse un
mayor dominio y control de las diferentes energías se obtenían mejores
resultados siendo el progreso uno de los más palpables.
El hecho de que los rayos eran una forma de energía eléctrica
había pasado desapercibido hasta que Benjamín Franklin (1706 – 1798)
lo detectó con sus experimentos. En forma similar Luigi Galvani (1737-
1798) descubrió por casualidad que ancas de rana al contacto con una
varilla de metal se movían, lo cual describió como «electricidad animal»
diferenciándola de la electricidad estática producida por fricción. Cada
conocimiento o descubrimiento relacionado a la manipulación
energética constituyó la base para otro desarrollo posterior. Y es muy
significativo que el progreso de la civilización esté ligado íntimamente
al desarrollo en las aplicaciones energéticas. En esta forma, por un
método de ensayos y errores, fuimos evolucionando desde la utilización
del viento, luego el vapor, la electricidad, el telégrafo, la radio, la
televisión, el radar, las microondas, teléfonos celulares, etc.
En el pasado el hombre también se había dado cuenta que las
plantas al ser privadas del sol, no crecían y que éste era sin duda
imprescindible para sus cultivos y cosechas. Con el tiempo se descubrió
que lo que hacía crecer a las plantas era una energía: la energía solar.
Las plantas, clasificadas en términos de energía como seres autótrofos,
tienen la capacidad mediante un procedimiento conocido como
fotosíntesis de transformar directamente la energía solar en moléculas
ATP y celulosa, así que eran virtuales laboratorios de transformación
y acumulación de energía. Esta energía de alguna manera se transmite
al hombre cuando éste se alimenta de vegetales o en forma indirecta
cuando come carnes de animales que a su vez se alimentaban de plantas.
A los seres que no transforman directamente la energía solar sino que

22
la obtienen de los vegetales u otros organismos se les denomina seres
heterótrofos.
El ejemplo del aprovechamiento de la energía del sol por el
hombre, a través de las plantas, es la base de un principio que se conoce
como la «transferencia de energía». El hombre primitivo lo observó
al calentarse frente al fuego, aunque pensaba que ello se debía a un
fluido misterioso, concepto este último que se mantuvo hasta finales
de los años 1700. Pero aunque desconocía este principio, el hombre
aplicaba la transferencia calórica en sus cocinas para calentar, preparar
y hornear alimentos. Luego lo aplicó para fundir metales y trabajar el
vidrio. Pero sin duda, para trabajar con cualquier tipo de energía, ya
sea tradicional o especial, se requiere la aplicación de este principio.
Con el avance de las ciencias, especialmente la física, el hombre
se pudo dar cuenta que esta transferencia de energía se realizaba
dentro de un sistema cerrado y que dentro del mismo la cantidad de
energía permanecía constante. Estos conocimientos se originaron en
algo tan simple como el calcular la cantidad de carbón que un barco o
tren requería para determinada trayectoria o viaje, a fin de no quedarse
a mitad del camino por falta del mismo. El carbón se utilizaba para
alimentar las calderas a vapor, es decir para producir calor, vapor que
luego impulsaría los motores dándoles movimiento. Allí surgió la
ciencia de la Termodinámica (termos = calor / dinámica =
movimiento). Esta ciencia determinó el rendimiento de sus energías
dentro del sistema y produjo varias leyes o principios que la gobiernan.
Entre estos principios el más importante es el «principio de
conservación de la energía». Este principio estableció que dentro
de un sistema dado una energía se podría transformar en otra u otras y
que no se destruía, siendo la cantidad de energía dentro del sistema
siempre constante.
Un ejemplo de la transformación de una energía en otra energía
diferente, lo constituye la energía térmica producida en las calderas
de vapor que luego se convierte en energía mecánica al activar los
motores de aquellos barcos o trenes. Estos procesos de flujo o
conversión de energías son muy comunes y los ejemplos innumerables.

Las personas a veces no se dan cuenta de todos aquellos procesos
previos de conversión de energías que se produjeron antes del resultado
final que llega a ellos, quizá en forma de una comida. Por ejemplo,
inicialmente la energía hidráulica o cinética de un gran río mueve
las turbinas de una represa transformándose en energía mecánica
que a su vez genera energía eléctrica, la cual después de transmitirse
o transportarse a muchos kilómetros de distancia se convierte de nuevo
en energía mecánica, que mueve el motor de una licuadora
doméstica, o produce el calor de la cocina (energía calórica) las cuales
nos sirven para preparar nuestros alimentos en la casa.
Basados en esta breve recapitulación de las distintas formas
de energía, podemos llegar a la importante conclusión de que, la
propiedad más útil de cualquier energía es su capacidad de
transformarse en otra forma distinta, manteniendo su facultad de
realizar un trabajo. Aquí podemos aplicar el símil del agua y el hielo
(que aunque no son formas de energía), son dos aspectos de una misma
cosa, de manera que, cuando derretimos el hielo transformándolo en
agua líquida siempre hemos actuado sobre formas distintas del agua.
Podría decirse que lo que nosotros llamamos energías distintas son
simplemente aspectos diferentes de energía, concordando con los físicos
que expresan que en el universo todo es energía.
En base a sus constantes observaciones sobre transformaciones
de energía, la ciencia de la termodinámica logró establecer un primer
principio, el cual especifica que la cantidad total de Energía en el
Universo permanece constante, sin prestar atención a cuál es el
tipo de energía que puede ser transformada en otro tipo. Durante siglos
de investigación científica se notó que la energía parece actuar en
forma uniforme, es decir, que no se han observado excepciones en la
regularidad de su comportamiento y por ello esta primera ley de la
termodinámica se conoce como «El principio de Conservación de
la Energía». Este principio es determinante para entender el manejo
de las energías. Aunque ese principio no dice ni cómo, ni por qué
esto sucede, los científicos han establecido que un tipo de energía
tiene exactamente su equivalente en la otra forma de energía.

24
6
Lavoisier, Antoine (1743-1794) Químico francés, considerado el padre de la química moderna.
En estas transformaciones se producen pérdidas, generalmente en
calor, por lo cual la energía transformada no es exactamente equivalente
a la original, pero al sumarle la energía perdida sí lo es.
Las sustancias radioactivas como el Uranio y el Torio
desprenden partículas dotadas de extraordinaria energía y Marie Curie
(1867–1934) descubrió que el radio emitía incesantemente calor en
cantidades considerables, tanto así que una onda de radio
proporcionaba 4.000 calorías por hora. Ninguna de las reacciones
químicas descubiertas hasta ese entonces era capaz ni siquiera de liberar
una millonésima parte de la energía que liberaba el radio. Y lo
sorprendente era que se mantenía hora tras hora, semana tras semana
y así por décadas. Además su liberación de energía no estaba relacionada
con la temperatura ambiente ya que era capaz de liberar la misma
energía aún a temperaturas de hidrógeno líquido. Indudablemente
apareció una forma insólita de energía que no tenía nada que ver con
la energía química y nos referimos a la energía nuclear.
Aquí surge entonces Albert Einstein (1879-1955) con su «Teoría
especial de la Relatividad» cuyo tratamiento matemático evidenció
que se podía considerar a la masa (materia) como una forma de
energía, que por cierto era muy concentrada porque una ínfima cantidad
de masa producía una inmensa cantidad de energía. En base a su teoría
Einstein produjo la ecuación más famosa del mundo:
e = mc2
Esta ecuación de Einstein destruyó una sagrada ley científica
de los tiempos de Lavoisier6
, la «ley de la conservación de la masa»,
que decía que no se podía crear ni destruir la materia. Einstein fundió
las leyes de conservación de masas y la de conservación de la energía
(Primera de la Termodinámica) en una sola: «La Ley de conservación
masa-energía» Esta ley fue expandida en forma del «Principio de
Conservación de Materia-Energía», ya que la cantidad de masa en

un sistema al igual que la energía se conserva a menos que la materia
se transforme en energía o parte de la energía se transforme en
materia.
Así como cada conocimiento o descubrimiento iba constituyendo
la base para otro desarrollo posterior, los conocimientos actuales
acumulados en ciencias disímiles como la Biología, Física, Química y
otras, han establecido las fundaciones para conocer científicamente
las causas que originaron los comportamientos anómalos de otras
energías consideradas como «sutiles».
Habiendo establecido el concepto de energía, tenemos ahora que
mencionar que según la física hay cuatro reconocidas y verificadas
fuerzas que parecen gobernar la mecánica del universo observable, a
saber: la fuerza nuclear fuerte, la fuerza nuclear débil, la fuerza
electromagnética y la fuerza gravitacional. Cada una de esas fuerzas
tiene una energía asociada como integral de la distancia.
Pero en las últimas décadas se ha producido una acumulación
de resultados experimentales que no han podido ser explicados
tomando en consideración solamente esas cuatro fuerzas y energías
asociadas. Para la explicación de esos fenómenos, considerados
anómalos, se ha creado el término de Energía Sutil la cual aún elude
el examen con tecnología normal, pero que puede ser identificable
por muchos medios y especialmente por sus efectos positivos o
negativos. La (s) Energía (s) Sutil (es) no puede(n) ser directamente
observables porque funcionan al nivel del vacío. Pueden ser convertidas
a observables en nuestra actual condición de humanos solamente por
la incorporación de un transductor7
. Hoy en día estos transductores
son esencialmente sistemas vivientes.
Es básicamente sobre la Energía Sutil que vamos a referirnos en
este libro.
7
Un transductor es básicamente un dispositivo o mecanismo que transforma una energía en
otra distinta.

Capítulo 2
Cathay
Los antropólogos forenses y arqueólogos basan su carrera, su
vida y sus estudios en el descubrimiento de cosas antiguas que han
permanecido ocultas o inaccesibles durante siglos. Los objetos, restos
humanos, ruinas, templos, etc. estuvieron siempre en el mismo lugar
esperando un reencuentro en el tiempo. El desconocimiento de su
existencia previa no significa su negación en el presente.
Debido a la gran extensión geográfica y las diferentes topografías
la sociedad China fue tradicionalmente una sociedad y cultura cerrada.
En su época imperial y de señores feudales, sus habitantes creían que
China era el centro del mundo. Esos pueblos tan diversos que incluyen
56 etnias diferentes, con el tiempo se fueron aglutinando a partir del
«Período de los Reinos Combatientes» (475 al 221 a.C.) hasta que
gradualmente se comenzó a formar un vasto imperio. Para ese entonces
había muy poco contacto con el exterior, generalmente sólo por medio
del comercio efectuado a través de «las rutas de la seda»8
que eran
originalmente caminos para caravanas de camellos que atravesaban el
desierto de Taklamakán en el oeste de China, llegando hasta el Oriente
Medio y Arabia. Posteriormente se crearon rutas de comercio por vía
marítima que también unían a China con el Medio Oriente. Por estas
rutas se efectuaba la exportación de seda y jade al tiempo que se hacía
trueque por otros productos. También por esta ruta se inició un
intercambio social y religioso.
8
El general chino Zhang Qian, según se considera, abrió en el siglo segundo antes de Cristo, estas
rutas que no tenían un nombre particular. «Ruta de la Seda» es una designación relativamente
reciente, que data de mediados del siglo XIX cuando el barón Ferdinand von Richthofen, geólogo
alemán, llamó a esta red de comercio y comunicaciones «Die Siedenstrasse» (la Ruta de la Seda).
Ver Culture & UNESCO en www.unesco.org/culture/silkroads.

28

La Ruta de la Seda
El aislamiento del exterior se conjugaba también con mucho
aislamiento interno entre provincias o pueblos que pertenecían a
diferentes reinos, dando como resultado la creación de múltiples
idiomas o dialectos. Entendiendo como idiomas diferentes, aquellos
que reciprocamente no se pueden entender (Ej.: Español y Alemán) y
como dialectos aquellos que guardan semejanza entre si y que podrían,
hasta cierto punto, entenderse mutuamente. Actualmente en China
existen todavía 205 idiomas vivos y uno extinto, además se contabilizan
unos 1.800 dialectos. El idioma chino Mandarín, procedente de la etnia
Han, ahora conocido como «lengua común» (Putongwa), fue impuesto
como idioma nacional sólo después de la revolución a partir de 1949.
Los chinos estaban entre los primeros viajeros intrépidos que, a
menudo arriesgando sus vidas, se aventuraron en las Rutas de la Seda,
una vasta red de rutas que unen Oriente con Occidente. Su héroe
incontestado fue Zhang Qian, a quien el Emperador Wudi, de la
dinastía Han, envió a Occidente en el año 139 antes de Cristo para
establecer alianzas contra los Xiongnu, tradicionales enemigos de los
chinos. Sin embargo, los Xiongnu capturaron a Zhang Qian y lo
encarcelaron. Trece años más tarde, escapó y regresó a China. El
emperador, que apreciaba la riqueza de detalles y la precisión de los

informes de Zhang Qian, lo envió a visitar varios pueblos vecinos en
el año 119 antes de Cristo. La exitosa misión abrió la vía a los futuros
embajadores y viajeros entre Oriente y Occidente.
El budismo se extendió hasta China y varios monjes budistas
chinos hicieron peregrinajes a India para traer textos sagrados. Sus
diarios de viaje son una extraordinaria fuente de información. Por
ejemplo, el diario de Fa Xian (que describe un viaje de catorce años,
entre el 399 y el 414 d.C) ha sido un aporte sustancial a nuestro
conocimiento de la historia del Asia Central durante el siglo V. El
diario de Xuan Zang (veinticinco años, entre el 629 y el 654) tiene un
valor histórico enorme e inspiró una novela cómica del siglo XVI,
«Peregrinaje a Occidente», que se transformó en uno de los más
importantes clásicos chinos. Durante la Edad Media, los monjes y
comerciantes europeos viajaron en la dirección opuesta. Los primeros
contactos de occidente con China, conocida anteriormente en Europa
como Cathay9
, fueron alrededor del año 1266 de nuestra era. Para
aquel entonces el emperador Kublai Khan de origen Mongol se enteró
que unos extranjeros de origen latino (del Latium) habían penetrado
en su territorio y mandó buscarlos para conocerlos y saber algo del
mundo que estaba fuera de sus fronteras. Esos extranjeros resultaron
ser Maffeo y Nicolo Polo, padre y tío del famoso Marco Polo. Estos
señores en un primer viaje habían entrado al imperio Chino, por error,
cuando trataban de regresar a Venecia desde Turquía por otro camino
hacia el este evadiendo zonas en guerra. Años más tarde regresaron de
nuevo a China, esta vez acompañados de Marco (1254-1324), quien
ya tenía 16 años y que luego permaneció en China durante 24 años
más. Marco y sus parientes llegaron a la capital del Imperio10
en el año
1275, (poco después de haberse iniciado la octava guerra cruzada de
los cristianos europeos contra el Medio Oriente o Tierra Santa), allí él
ocupó posiciones de consideración como consejero de Kublai Kahn y
9
Cathay (Catay) del Latin medieval Cataya, Kitai Nombre de la tribu turca Altaíca que gobernó
China durante la dinastía Liao (907-1101 DC).
10
Se dice que Giovani da Pian del Carpini, enviado del Papa Inocencio IV, cuyo viaje duró de 1245
a 1247 y William of Rubruck, monje franciscano flamenco, enviado de San Luis, que viajó entre
1253 y 1255 estuvieron anteriormente en Cathay.

30
cuando se aproximaba la muerte de éste, regresó a Venecia y tuvo la
oportunidad de narrar sus experiencias. El conocimiento de la pólvora,
el papel, el papel moneda, el asbesto y otras cosas se deben a sus
narraciones y experiencias, aunque muchos de sus coetáneos no le
creían y llegaron a darle el apodo de «il millione» porque según ellos
había narrado un millón de mentiras. Posteriormente los historiadores
determinaron la veracidad de la mayoría de sus narraciones.
Hasta principios de la década de 1980 la información que
teníamos de China era muy escasa y misteriosa. Sólo sabíamos que era
un país muy grande, con mucha población y que su sistema de gobierno
era comunista. Para ese entonces Mao Tse Tung (Mao Tse Dong) era
ya una leyenda y debido al período de la guerra fría cualquier
información sobre China nos llegaba distorsionada y generalmente
negativa. El aislamiento chino durante la guerra fría recibió el nombre
de «la Cortina de Bambú» comparándola con la «Cortina de Hierro» de
los países comunistas del este de Europa. Con los cambios en China y
la llegada al poder de Deng Xiao Ping, se inició una política llamada
«de apertura» que nos permitió, a partir de ese momento, saber un
poco más sobre su cultura y en forma recíproca a los chinos conocer
un poco más del mundo exterior.
En las últimas décadas los cambios en China han sido
dramáticos con un explosivo crecimiento económico, pero
anteriormente el comercio directo con China era muy escaso debido a
bloqueos de tipo político y sólo se negociaba a través de Hong Kong,
que siendo todavía una colonia inglesa, era la puerta de salida de la
mayoría de los productos chinos al exterior.
Mi primer contacto con China fue eminentemente comercial,
ya que la compañía para la cual laboraba compró en Shanghai un lote
de maquinarias para trabajar metales. Para hacer seguimiento de las
entregas y la calidad de esas maquinarias, además de buscar nuevas
representaciones, hice mi primer viaje a China acompañado del
Consejero Comercial de la embajada China en mi país, Sr. Luo
Liecheng, con quien recorrí el territorio desde Guanzhou (Cantón), en
el extremo sur, hasta Mudanjiang al norte de Harbin cerca de la frontera

rusa, pasando por Wuxi, Shanghai, Nanjing, Beijing, Sen Cheng, Harbin,
Chang-Chung y otras ciudades. Fue una experiencia inolvidable y un
choque entre dos culturas y concepciones del mundo. Aunque todavía
para principios de la década de los noventa había muchas restricciones
para los extranjeros, pudimos disfrutar de la cortesía, hospitalidad y
amistad que nos fue ofrecida lo cual me hizo recordar a Marco Polo.
Después de regresar a mi país, fui un día a la oficina Comercial
de la Embajada donde me atendió mi amigo quien apenas había
terminado de hacer unos ejercicios en el jardín de la residencia que
como Consejero tenía asignada. En ese momento lo vi diferente, su
rostro estaba radiante, se veía muy bien y él muy enérgico, se percibía
una sensación de poder en su cercanía, los ojos le brillaban y parecía
ser más grande de lo que en realidad era. Me sorprendió su apariencia,
ya que cualquier persona al concluir un ejercicio normalmente se ve
cansada, transpirando, sedienta y agotada. Quise saber por qué, al
concluir ese ejercicio, mi amigo se veía más enérgico y su rostro
radiante. Le pregunté qué tipo de ejercicio practicaba, a lo que me
respondió que se llamaba Chi-Kung, siendo mi primer encuentro con
ese tipo de conocimiento. Por haber visto los efectos que produjo esa
práctica en mi amigo, pensé que quizás sería bueno para mí también
practicar esos ejercicios y se despertó mi curiosidad haciendo que me
dedicara a investigar un poco más sobre ese asunto. Mis ocupaciones
y las de mi amigo no permitían que él me diese mucha información,
así que me pareció mejor preguntarle sobre ese tema a Yaoming Xu
otro amigo chino.
Yaoming, quién había sido representante de la Agencia de
Noticias China, Xin Hua, me dio más información porque él tenía
amigos en China que eran maestros de Chi-Kung y me ofreció incluso
que de tener alguna oportunidad podría ponerme en contacto con
alguno de ellos. Con él pude averiguar someramente que el Chi-Kung
era un arte o ciencia con una tradición milenaria en China; me contó
muchas anécdotas y hechos extraordinarios atribuidos a los maestros
de Chi-Kung, que podrían considerarse como mitos o fábulas. Había
sido un conocimiento cultivado en monasterios budistas y también

32
fuera de ellos donde los maestros enseñaban a sus hijos estableciendo
un linaje que perpetuaba las enseñanzas de generación en generación.
Sin embargo muchos chinos tenían duda sobre la veracidad y poder
del Chi-Kung y lo consideraban como una superstición.
Cuando la existencia del Chi-Kung comenzó a divulgarse en
Occidente, generalmente por parte de chinos de ultramar (emigrantes
de Taiwán y Cantón), lamentablemente se malinterpretó y fue
promocionado como un método más de gimnasia, dentro del apetecible
mercado del «fisicoculturismo», pero en realidad no es ningún tipo de
«gimnasia» o «ejercicio físico» tradicional a pesar que muchas personas
confunden el nombre con alguna de las artes marciales. Se trata más
bien de un arte o ciencia basada en el manejo y conducción de
la energía universal que los chinos conocen como Chi.

Capítulo 3
Las Cuatro Interrogantes
Si trasladáramos un indio del Amazonas a nuestra moderna ciudad,
éste se enfrentaría a una serie de aparatos y objetos que para nosotros
forman parte de nuestra rutina diaria , pero que para él son una novedad
y una sorpresa. Tomemos como ejemplo uno de los más sencillos, el
teléfono fijo o celular. Al ver este inusual objeto surgirían en su mente
ciertas interrogantes y seguramente nos haría algunas preguntas para acla-
rarlo. La primera pregunta sería ¿Qué cosa es? (diferenciarlo de otros ob-
jetos) Le responderíamos que es un teléfono y luego nos diría ¿Para qué
sirve? (el propósito). A lo que explicaremos que sirve para hablar con
personas que están en otros sitios alejados de nosotros. La tercera pre-
gunta se deriva de la segunda ¿Cómo se utiliza? (el procedimiento). Le
explicaríamos que debe colocarse el auricular en la oreja y oprimir unos
botones con su mano lo cual servirá para ponerlo en contacto con la
persona lejana. Estas respuestas a sus preguntas podrían ser suficiente
para que él pueda utilizar el aparato eficientemente, considerando como
descartados el temor inicial o miedo.
Quedaría en el aire una cuarta pregunta que no influye para que
él pueda usar el teléfono y sería ¿Qué lo hace funcionar? ¿Cuál es el
secreto o la magia? Aquí nuestra respuesta no sería tan simple porque
nuestro amigo de la selva tendría que aprender primero ciertos conceptos
de la física como son la electricidad, electro-magnetismo, vibración del
aire, etc. y aunque no esté en capacidad de entender las
explicaciones técnicas, ello no impediría que pudiese utilizar el
aparato, de hecho, no hace falta ir a la selva para tener un ejemplo, ya que
hay infinidad de personas en nuestras ciudades que tampoco saben cómo
es el funcionamiento técnico y hablan constantemente por el aparato.

34
Las primeras preguntas se repiten constantemente en nuestra vida
diaria para la adquisición y uso de innumerables productos y servicios.
¿Qué es esa cosa nueva? ¿Para qué sirve ese aparato o producto? (propósito)
¿Cómo lo utilizo? (procedimiento) Estas preguntas requieren de unas
respuestas suficientemente claras y entendibles siendo dichas respuestas
interdependientes y no pueden separarse. Si estoy sufriendo de diarrea y
me dirijo al sitio donde tengo las medicinas, cuando tomo un frasco en mi
mano leo lo que dice para saber ¿Para qué sirve? (propósito). De no saberlo,
por error o falta de identificación, podría tomar otro medicamento que
sirva para otra cosa, lo cual no resolvería el problema y además podría
sufrir los efectos secundarios del medicamento equivocado. Además de
saber exactamente ¿Para qué sirve? (propósito) lo cual me lo puede aclarar
la etiqueta del producto o el conocimiento de su nombre, debo saber
también ¿Cómo lo utilizo? (procedimiento) porque aunque el producto
sea el indicado, la dosis tomada puede variar sus efectos; una dosis inferior
no me cura, una dosis superior me genera otros problemas en el organismo.
Por ello comentaba anteriormente que las dos respuestas son
interdependientes, es decir, saber el propósito y el procedimiento van
ligados. Otro ejemplo sería el tomar un vehículo para trasladarnos a un
sitio distante, sabemos que el propósito del vehículo es el de servirnos de
medio de transporte y por ello tomamos la decisión de utilizarlo, luego
debemos saber conducirlo eficientemente para llegar a nuestro destino sanos
y salvos. No importa que no sepamos de mecánica ni de cómo repararlo.
Sin duda que una respuesta correcta al ¿Para qué sirve? (propósito)
es la clave para avanzar al siguiente paso y para tener éxito en la utilización
o aprovechamiento del producto o servicio. Pero es justamente en esa
primera respuesta donde se pueden colar las «semillas del engaño» al
asignarle, maliciosamente, propiedades y resultados que el producto no
tiene, con el único objetivo de obtener un beneficio a costa de la ignorancia
ajena. ¿Cuántas personas que sufren de calvicie han sido engañadas más
de una vez con productos milagrosos que supuestamente le harán recuperar
el cabello perdido? ¿Cuántas han sido engañadas con productos
afrodisíacos o adelgazantes? ¿Cuántas han sido engañadas con «panaceas»
cura-todo? ¿Cuántos han sido estafados con fantasiosas inversiones?

Muchos de los engaños podrían ser tan solo una pérdida de tiempo y
dinero además de una desilusión, pero hay casos en los cuales el engaño
puede traer consecuencias físicas o mentales muy lamentables e
irreversibles.
Admitiendo que no fuésemos víctima de ningún engaño en cuanto
a la finalidad y uso de un producto o servicio, la segunda pregunta
relacionada al procedimiento para su uso, sería relativamente fácil de
aclarar. Casi todos los productos tienen instrucciones o manuales, los
cuales por Ley son de obligada entrega en muchos países.
El saber ¿cómo lo utilizo? (procedimiento) puede variar desde la
lectura de una simple instrucción, pasando luego por un manual y llegando
hasta complicados cursos de entrenamiento teóricos y prácticos. De hecho
ese «¿cómo lo utilizo?» puede tomar meses a un piloto entrenado cuando
cambia el modelo de avión, y si tiene que partir de cero le tomará años.
Por ello se ha creado una expresión en inglés que ha sido adoptada
internacionalmente como el «Know-how» (saber-como) o la experticia.
Este «Know-how» se ha convertido en un producto de venta en sí mismo
y aunque intangible tiene valores contables y de negociación. Puede ser
transferido, vendido, comprado, usado bajo licencia y compartido. Este
«Know-how», al igual que las «recetas de cocina secretas de la abuela» es
guardado con celo para evitar perder ciertas posiciones de poder y
dominación en mercados de consumidores, evitando cualquier
competencia. En otros casos la transferencia de estos conocimientos de
experticia se efectúan sólo parcialmente manteniendo una parte secreta
(por Ej.: una fórmula química) y obligando al usuario a determinados
compromisos de compra al dueño del «Know-how». El conocido sistema
actual de «franquicias» lleva implícito el uso y transferencia de un «know-
how» e internacionalmente existen tratados para proteger lo que se conoce
como «propiedad intelectual».
Vamos a mantener este esquema para estudiar nuestro tema.
¿Qué es?
¿Para qué sirve?
¿Cómo lo utilizo?
¿Cómo funciona?

Capítulo 4
¿Qué es el Chi?
En el pasado se descubrió una fuerza
misteriosa en muchas culturas que
podía ser utilizada con diferentes
propósitos. En las tribus primitivas
siempre había un curandero que
además de su conocimiento sobre hierbas, sabía que mediante algunos
rituales podía manejar una fuerza oculta (energía) que le permitía efectuar
ciertos prodigios y también hacer curaciones. El hecho de no saber nada
sobre su origen no les impedía poder manipularla para su provecho y ante
la imposibilidad de averiguar más sobre ella, debido al nivel de
conocimientos, prefirieron enfocarse sólo en los efectos. Considerándolo
como una ventaja pensaron que sería conveniente transmitir sus rituales
y conocimientos a las siguientes generaciones. El conocimiento sobre
hierbas curativas dio origen a nuestra moderna ciencia farmacéutica y el
manejo de energía dio origen al Chi-Kung en China, el Rei-ki en Japón y a
ciertos procedimientos usados por los Yoguis en India agrupados bajo el
Raja Yoga. Pero han pasado varios siglos y ahora tenemos la posibilidad y
el deber de investigar más profundamente sobre las causas de esos
fenómenos, es decir, la manipulación de esa cosa que parece ser una
energía.
En nuestra cultura Occidental también se ha descrito desde la
antigüedad un tipo de energía relacionada a la vida. En la época pre-
socrática el filósofo griego Anaximandros describió la existencia de una
energía, diferente al aire que inhalamos, la cual permeaba todo lo existente
El símbolo Chino para la
energía CHI

38
y la denominó «apeirón». Luego Diógenes de Apolonia insistió que todos los
seres vivientes compartían una energía común y se refería a ésta como
«Pneuma» que no sólo significa aire, sino también la parte pensante de
la mente y el espíritu (similitud descriptiva con el Chi). La energía vital
individual se describió como «thymos» y la colectiva como «psiquis».
Demócrito y Leuquipo describieron las características de esa energía Psiquis,
posteriormente Damasquios y el neo-platónico Sinesius establecieron las
diferencias entre la Psiquis y el Pneuma (espíritu). Hipócrates se refirió al
«enormon» como la fuerza que proporcionaba la energía vital. Esta energía
vital a nivel macro es lo que los hindúes llamaron Para-Atman, y a nivel
micro es el Atman / Prana, una unidad energética de un sistema mayor.
El Chi, como energía sutil se le conoce también con otros
términos: Prana, Ki, Energía Etérica, Energía Universal, Energía
Cósmica, Fohat, Orgone, Ruach, fuerza Odica, Psi, etc. Pero el
concepto de Chi (Qi) siendo un tipo de energía sutil es muy difícil de
discutir en un paradigma científico ya que no se tiene el instrumento
adecuado para medirla (y por consiguiente no se ha definido la unidad de
medición).
El Chi ha sido un concepto fundamental en la filosofía china. Se
le considera como la única sustancia elemental que posee fuerza y energía
en el Universo. En la etapa primigenia de la formación del Universo
conocido no había absolutamente nada sino el «Chi». Debido a la función
y movimiento del Chi, se inició la naturaleza y se desarrolló el Universo.
¿Tendrá esta teoría antigua algo que ver con la moderna teoría del «Big-
Bang» la cual presupone la generación de una tremenda onda de choque
cuando sólo existía energía a partir de la cual se generó la materia
interestelar? ¿Tendrá también esa teoría del Chi primigenio algo que ver
con el comentario de los textos bíblicos que alegan que en el principio
sólo existía la vibración o energía (mal traducida como verbo)? ¿Tendrá
algo que ver con los conocimientos del Kibalión egipcio, que también nos
dice que en el principio sólo existía vibración (energética)?
Existe una extraordinaria similitud en cuanto a propiedades y
aplicaciones entre el término usado por los chinos para referirse a la
energía universal «Chi» y el término usado por los antiguos sabios de

la India, Rishis, para el mismo concepto conocido por ellos como «Prana».
Swami Sivananda dice que el Prana es la suma total de todas las energías
contenidas en el universo y al describir sus características todas coinciden
con aquellas del Chi. Los prodigios observados en los maestros de Chi-
Kung se corresponden con aquellos de los Yoghis y también ellos han
sido sometidos a pruebas de laboratorio para demostrar la veracidad y
reproducibilidad de los fenómenos. Los Rishis confirman que la energía
Prana se puede acumular a nivel del plexo solar y que es posible manipularla
mediante un procedimiento que se conoce como Pranayama (Prana=
energía; ayama=dominar). El Raja-yoga y el Kriya-Yoga se ocupan
primordialmente de la relación mente (espíritu) cuerpo (materia)
estableciendo métodos y procedimientos para su interacción y para el
dominio de la energía universal Prana.
El cuerpo humano es definido por muchos científicos como un
sistema bioenergético que toma su energía (¿Chi?) de los alimentos y el
aire, y luego por medio de procesos quimio-eléctricos, transforma la energía
en actividades tales como el movimiento y las acciones mentales. Este
sistema bioenergético también es afectado por radiaciones externas
naturales (campo electromagnético de la Tierra, campos eléctricos en la
atmósfera) y artificiales (campos magnéticos generados por los tendidos
de cables de alta tensión, radiaciones de rayos X y rayos gamma y
últimamente la influencia descubierta de las microondas sobre el cuerpo
humano).
En los países del Lejano Oriente con una mayor cultura sobre el
Chi especialmente en China, Taiwán y Japón los científicos han hecho
innumerables experimentos para determinar cómo afectan estas influencias
externas el nivel del Chi en el organismo humano.
Los animales, incluyéndonos a nosotros los humanos, estamos
activados por una energía vital y debemos recordar que nuestra vida
comienza con la unión de la energía vital de nuestros padres, ya que
ambos aportan células «vivas» (es decir, energizadas) con una estructura
especializada y dotadas de un «programa» de construcción específico
(Código genético del ADN), estas células tienen una energía vital con
una duración limitada. (Los espermatozoides y los óvulos «mueren»

40
- pierden su energía vital – en corto tiempo)11
.
Igualmente, en el reino vegetal también las plantas, por medio de
sus semillas, aportan una energía vital para la reproducción y supervivencia
de la especie, teniendo al igual que los animales un «programa» de
construcción específico (ADN) y una duración también limitada de su
energía vital, aunque ésta es muchas veces mayor que en los animales
debido a su capacidad de permanecer en forma latente cuando las
condiciones le son adversas. La germinación se producirá sólo cuando
las condiciones retornan a ser favorables al desarrollo de la vida, en algunos
casos después de meses o varios años.
Algunas personas definen el «Chi» como una forma de energía
eléctrica, otros la consideran de tipo magnética y hay quienes la
consideran térmica u otro tipo de energía. (siempre comparándola con
lo «ya conocido»). Literalmente «Chi» significa aliento o vapor. Y aquí
se presenta una extraña similitud con el origen de la palabra sánscrita
Atman de la cual derivamos nuestro concepto de Alma y también es
similar al término hebreo «Ruach» que traducido significa también
aliento o soplo. El taoísmo la considera una de las sustancias
fundamentales del cosmos. En el pensamiento neo-confusionista
significa la «fuerza material» «Chi» que contrasta con el «principio»
«li».
Algo en lo que sí están de acuerdo todos los grupos y personas
es en cuanto a que el Chi es considerado como la fuerza o energía
vital que impregna el universo. En chino la palabra Chi (Qi) tiene un
significado más general que el equivalente occidental de energía. En la
medicina tradicional china, se cree que la vida es el resultado de la presencia
del Chi, y dicen «Vivir es tener Chi, morir es no tenerlo» (compárese con
el Alma). Este vocablo se combina para definir a cualquier tipo de energía
que potencialmente sea capaz de ejercer un trabajo o demostrar su fuerza
(bien sea electricidad, magnetismo, calor o luz ). Así vemos como en China
la energía eléctrica se denomina «Diann Chi» (Chi eléctrico) el calor «Rheh
Chi» (Chi de calor). Cuando una persona está viva, la energía de su cuerpo
11
En el interior de la vagina se produce la eyaculación de 2 ó 3 mililitros de esperma, que contie-
nen entre 150 y 300 millones de espermatozoides. La vida de éstos es de 48 a 72 horas, se dice
que en promedio son 60 horas. Los óvulos tienen una vida promedio de 36 horas.

se llama «Rhen Chi» (Chi humano) La palabra «Chi» también se usa para
expresar el estado energético de algo, especialmente un ser viviente. El
clima se llama «Tian chi» (Chi celestial) porque indica el estado energético
del cielo. Cuando una cosa esta viva, se dice que tiene «Hwo chi» (Chi
vital) y cuando está muerta tiene «Syy chi» (Chi de muerte) o también «Goe
Chi» (Chi de fantasma). Por consiguiente la palabra «Chi» combinada con
otras no sólo representa la energía en si misma sino también su modalidad
o tipo.
Ya en los tiempos remotos los chinos tenían conciencia de que
las energías poseían diferentes modalidades y se podían transformar
unas en otras. Ya habían clasificado diferentes formas de Chi lo que
equivale a diferentes formas de energía. En la parte humana reconocían
que había una transferencia de energía por parte de los padres en el
momento de la concepción, a este tipo de energía lo llamaron el Chi
original (Yuan Chi). También sabían que el alimento y la respiración
nos proveían de energía, así llamaron al Chi adquirido después del
nacimiento como Zong Chi.
En el antiguo Egipto a este concepto energético se le denominó
«Ka» conociéndosele 14 variaciones y una 15ava
«mágica». El Ka fue
considerado como la parte insustancial de la personalidad traducido a
menudo como «espíritu» en contraposición al alma («BA»).
Los japoneses se refieren a este principio como «Ki» y uno de sus
manejos, similar al Chi-Kung curativo, se conoce como «Rei-Ki» . En el
ámbito cristiano se hace referencia en muchos casos a esta energía invisible
e incomprensible como «Fuerza o Energía Divina». En 1942 el investigador
alemán William Reich describe una energía con todas las características
del «Chi» a la que denomina «Orgone». En textos esotéricos (Isis, La Verdad
Revelada) se le denomina ‘Folhat’, los místicos Hasídicos la denominan
«Ruach», también se le consigue bajo la denominación «Elán vital»,
«Magnetismo animal», «OD», «Mana», etc. Esta energía ha sido observada,
aplicada y usada en forma intuitiva en las culturas antiguas por los
Shamanes (Piaches) y en épocas más modernas se observa en los rituales
de Macumba y Camdomblé (Brasil ) así como los ritos africanos y el
Vudú (Haití).

42
Una gran cantidad de institutos de investigación12
alrededor del
mundo a nivel académico y universitario están dedicando muchos recursos
financieros y humanos a la investigación de los comportamientos
«anómalos» de la acción de la mente sobre la materia. A estos niveles
científicos la energía Chi es denominada también como «energía mental
– (mind-energy)», «energía sutil – (subtle-energy)», «energía
psíquica – (psychic-energy)», «energía anómala – (anomalous
energy)», «energía vital –(vital energy)», «fuerza vital –
(lebenskraft)», «vigor vital – (vigor vitae)», etc. lo que realmente es
un «etiquetaje» diferente para una misma cosa.
12
Es casi imposible enumerar en una nota de pie de página todas las instituciones que realizan
estas investigaciones, pero mencionaremos unas cuantas, tales como el Centre for Psychophysical
Studies (Nantmel, Wales, Inglaterra); The Consciousness Group of the Scientific and Medical
Network,( Hartford Drive, Bristol, Inglaterra); School of Public Health, Universidad deIllinois
(Chicago); Fund of Paraphsicology Leonid Vasiliev (Moscú, Rusia); Princeton Engineering Anomalies
Research Laboratory en Princeton Univ. (New Jersey); Department of Physics , University of
Cambridge (Cambridge, Inglaterra); The Seraph Foundation en (Dallas, Texas); Center for the
Investigation of Consciousness (Lexington, Kentucky); Harvard University Medical School and
Human Brain Research Laboratory (Fairfield, Iowa); Consciuousness Research Laboratory, Harry
Reid Center University of Nevada (Las Vegas); Department of Psychology- Uris Hall, Cornell Univesity
(Ithaca, New York); The Cognitive Sciences Laboratory, Science Application International Corp.
(Palo Alto, California); Parapsicology Laboratory University of Amsterdam (Holanda);
Retropsychokinesis Project, University of Kent (Canterbury, Inglaterra); Rhine Research Center
Duke University (Durham, North Carolina). Estas sólo en Occidente ya que la lista en Japón, Korea,
Taiwan y la Rep.Pop. China es interminable.

Capítulo 5
¿Qué es el Chi-Kung? (Qi-Gong)
Se atribuye a un antiguo maestro chino de nombre Pai Chang (quien
vivió durante la dinastía Tang) el haber ordenado a unos discípulos que
querían aprender el arte del Chi-Kung que fuesen a buscar en el campo
unos bueyes salvajes. Muchos retornaron diciendo que no habían
encontrado ninguno y el maestro los mandó de vuelta a sus casas. Uno de
los discípulos logró localizar uno y lo comunicó al maestro quien le dijo…
«atrápalo y dómalo para que puedas montar sobre él»… El discípulo no
entendía que tenía que ver esta acción con su deseo de aprender Chi-
Kung, pero fiel a la tradición china obedeció al maestro. Luego de haber
cumplido su cometido el maestro le explicó claramente que haber salido a
buscar el buey salvaje equivalía a una primera etapa que consistía en
encontrar el Chi, es decir percibirlo, sentirlo, diferenciarlo; pero que eso
no bastaba, pues tenía luego que dominarlo así como domó al buey y
aprendió a montarlo. No podemos controlar algo que no sabemos
cómo es ni dónde está. Pero el saberlo no es suficiente, ya que no nos
sirve de nada, hay que dominarlo así como el hombre dominó el agua, el
fuego, la electricidad y la energía nuclear.
Para nosotros, aceptar conceptos nuevos es un problema personal
y social del entorno. Entre muchos otros, Nicolás Copérnico (1473-1543)
y Galileo Galilei (1564-1634) fueron ambos atacados y convertidos en
víctimas en sus respectivas épocas, por no aceptar un dogma y tratar de
explicar científicamente el hecho de que la Tierra era la que giraba alrededor
del Sol y no lo contrario. A ellos se les presentó el problema de tener que
explicar algo que iba contra la lógica aceptada, ya que todos los habitantes
al levantarse en la mañana veían salir el sol por el este y ocultarse por el
oeste después de efectuar una trayectoria por el cielo, así que no cabía

44
otra explicación que la Tierra era el centro del universo. Muy difícil también
fue convencer a la gente que la Tierra no era plana, porque iba contra las
observaciones que todos hacían de su tierra y el mar. Muchos de los
fenómenos que se presentan en la práctica del Chi-Kung atentan también
en cierta medida contra la lógica, porque no se supone que un golpe de
hacha en el pecho de una persona no le cause daño, como tampoco se
considera posible una curación con el Chi-Kung cuando no se pudo
efectuar por los métodos tradicionales. Tampoco es lógico el hecho de
saber lo que ocurre en un lugar distante o en el futuro o captar
pensamientos ajenos telepáticamente. Cosas estas consideradas «para-
normales» o «metafísicas» es decir, más allá o fuera de los límites de lo
considerado normal.
Cuando finalmente llegamos a la conclusión de que sí hay muchas
verdades existentes que estaban veladas para nosotros, a muchos de los
occidentales se nos presenta un problema de tipo conceptual cuando
nuestros patrones y valores preconcebidos chocan con los de otra cultura.
Muchos son los que pasan del blanco al negro, de la luz a la oscuridad sin
entender que hay matices intermedios, tonalidades de grises y claroscuros.
En mis estudios continuados durante muchos años sobre el Chi-Kung, he
tenido una gran ventaja y es paradójicamente la de no ser chino aunque
este conocimiento venga de allí. Digo esto porque puedo asumir una
posición crítica e independiente sin ningún fanatismo, entendiendo que
muchos de los conocimientos que nos aporta el Chi-Kung no son
exclusivos y por el contrario son comunes a otras disciplinas y culturas,
quizá con nombres diferentes. Aunque en el pasado fue una disciplina
hermética y secreta, debo reconocer la ventaja del Chi-Kung moderno
que es un esquema diferente deslastrado de rituales de tipo religioso-
sectario.
Yo me resisto a cambiar fácil y radicalmente un esquema por otro
y me he acostumbrado a una posición balanceada y a formular muchas
preguntas, aunque a veces me paso de escéptico en cuanto a la aceptación
de algunas explicaciones. Tengo que convencerme de que aquello, aunque
en principio no parezca lógico, tiene un fundamento cierto y verificable.
Igualmente pienso que nosotros en Occidente no tenemos el monopolio

de la verdad y que en otras culturas hay enseñanzas que son un patrimonio
de la especie humana. Lo recomendable en estos casos, es tomar lo mejor
de cada cultura desprendiéndose de dogmas impuestos y mantener una
mente abierta que nos permita asimilar aquello que inicialmente nos resulta
extraño. Se trata de evitar lo que los psicólogos llaman el
«condicionamiento previo».
Cuando un mono o un perro encuentran a una persona que no
conocen, se quedan mirándola fijamente, el perro posiblemente ladre si
no le gusta, el mono quizá se aparte y trate de verlo desde más lejos. Un
hombre en la misma situación se comunicará con palabras y hará preguntas
que determinarán su reacción. Afortunadamente nuestra especie, el ser
humano (Homo Sapiens), tiene la facilidad de comunicarse verbalmente
y de esa manera informarse y aprender para continuar evolucionando.
Aunque muchas de nuestras preguntas tienen una respuesta simple, ¿Cómo
te llamas?, ¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?, hay otras preguntas que no
tienen una respuesta tan sencilla o no tienen respuesta del todo, ¿Qué
sabor tiene el limón? ¿Qué pasa después de nuestra muerte? En mi caso,
al encontrarme con algo desconocido como el Chi-Kung comencé a hacer
preguntas cuya respuesta conducía a otra nueva pregunta, o a un callejón
sin salida, igualmente consulté libros buenos, mediocres y malos sacando
el mejor provecho de todos ellos.
Como representante comercial de una corporación china con sede
en Nanjing (Provincia de Jiangsu) me he mantenido viajando a ese país
con cierta regularidad desde 1989, teniéndome que quedar allí en promedio
al menos un mes en cada viaje, lo cual me ha permitido acumular
información de primera fuente sobre el Chi-Kung y tener contacto personal
con maestros. También en viajes a los Estados Unidos y Europa he
recopilado mucha información de libros publicados en otros idiomas y he
pasado de ser un espectador incrédulo y escéptico a ser un estudioso de la
materia. Muchos de los relatos escritos en nuestras lenguas occidentales
son obra generalmente de chinos que emigraron a Occidente o nativos de
Taiwán. Indudablemente que en la mayoría de los libros se evidencia el
refrán «Cada quesero alaba su queso», llegando incluso a darle muchísimos
nombres diferentes a supuestas variantes del Chi-Kung. En muchos otros

46
libros escritos por occidentales, se pretende presentarlo como un gran
descubrimiento y cada uno de los autores se considera un Cristóbal Colón
y lamentablemente sólo nos presentan una cara de la moneda, omitiendo
todo aquello que le es común con otros conocimientos y adoptando
posturas más radicales que los propios chinos.
El Dr. Dean Radin en su libro «The Conscious Universe»13
(El
Universo Consciente) hace referencia a la actitud de los científicos cuando
se les presenta el estudio de fenómenos como aquellos del Chi-Kung que
van en contra de los principios establecidos. Alega que en las ciencias la
aceptación de nuevas ideas sigue un patrón predecible de cuatro etapas:
En la primera etapa los científicos abiertamente proclaman que
esa idea «es imposible» porque viola las leyes de las ciencias. Esta primera
etapa puede durar de años a siglos dependiendo hasta qué medida desafíe
los principios convencionales establecidos.
En la segunda etapa los escépticos tímidamente aceptan que
«puede ser posible» pero que no es muy interesante y que los efectos
alegados son muy débilmente sustentados.
13
The Conscious Universe – Dean Radin – Haper Collins, 1997
En la tercera etapa, la corriente principal se da cuenta de que la

idea no sólo «es posible», sino que también sus efectos son mucho más
fuertes y más difundidos de lo que se imaginaron previamente.
La cuarta etapa se logra cuando los mismos críticos que
predicaban un desinterés descartando la idea, ahora proclaman ser los primeros
que pensaron en ello. A final de cuentas nadie recordará que la idea fue
considerada alguna vez como una peligrosa herejía.
El ser humano tiene la tendencia a ver y prestar atención a los
resultados y no al arduo trabajo para lograrlos. Un amigo mío dice que la
siembra es libre pero la cosecha será obligatoria, «recogerán los frutos de
aquello que sembraron». Aquellas experiencias transmitidas a nosotros
por generaciones anteriores son la base de cualquier investigación, por
esto debemos ser respetuosos al estudiar el pasado, China tiene más de
7000 años de cultura y alrededor de 5000 años de historia escrita. La
India también tiene semejantes conocimientos antiguos.
El Chi-Kung fue considerado por algunos como una más de esas
supersticiones que se van transmitiendo en el tiempo o como una
acumulación de mitos, lo cual, en un momento dado, llegó a preocupar al
gobierno chino. A mi entender tenían razones sobradas para preocuparse,
ya que las supersticiones son inofensivas hasta que se convierten en
dogmas y se obliga a la gente a creer en ellos, lo cual a la larga podría
socavar la unidad del pueblo chino. Para acabar con el mito o la
superstición considerada, al igual que las religiones, como el opio del
pueblo, se ordenó a varios institutos científicos y universidades investigar
los fenómenos relacionados con el Chi-Kung. A pesar de algunas
contradicciones de resultados, posiblemente por el condicionamiento
previo de los investigadores, una gran mayoría de los fenómenos que se le
atribuían, todavía sin explicación racional, resultaron evidentes,
verificables y repetibles a nivel de laboratorios. Así que el Chi-Kung
pasó a ser objeto de estudios serios y científicos, llegando a
considerársele como una ciencia más.
Para nosotros los occidentales, el descubrimiento de esa cosa
llamada Chi-Kung sería, como para los primeros aborígenes, el
descubrimiento de las propiedades del fuego y cómo controlarlo a voluntad.
Lamentablemente en el pasado e incluso hoy en día, el conocimiento

48
de lo mágico y lo extraordinario otorgó a los poseedores del conocimiento
una especie de poder sobre sus ignorantes coterráneos. Pero incluso cosas
tan sencillas como la metalurgia o la fabricación de una espada de acero
eran secretos celosamente guardados y transmitidos sólo a los adeptos
después de una rigurosa selección. El Chi-Kung no escapó a esta conducta
humana, siendo sus secretos celosamente guardados y transmitidos en
conventos sólo a quienes se consideraban bien preparados para ello, luego
de un severo entrenamiento preparatorio y la aceptación de una rigurosa
obediencia y disciplina. En forma similar, fuera de los monasterios, se
transmitió celosamente el conocimiento a través de otro canal, de padres
a hijos, generalmente al primogénito no siendo extensivo a hermanos o
primos y mucho menos a las mujeres. Incluso en la China moderna hasta
hace unas décadas, se dice que no se permitía a los maestros reconocidos
de Chi-Kung viajar al exterior por considerarlo un riesgo de seguridad
nacional. Pero así como los gusanos de seda pudieron salir de China a
pesar del celo y cuidado con el cual se mantenían, también el Chi-Kung
logró salir de la muralla de bambú.
Como metodología para entender al Chi-Kung vamos a tomar algo
de cada una de las ciencias relacionadas a este tipo de energía como
andamiaje para explorar todo lo relacionado con la captación,
identificación, diferenciación, acumulación, manejo y emisión de esta
Energía. Vamos a referirnos con frecuencia a los estudios de la llamada
«Nueva física» así como la «Nueva Biología» y es de resaltar que el estudio
de esta energía sutil (subtle energy) requiere de unos conocimientos básicos
elementales en el campo de la química, física, biología, cibernética y otras
áreas del conocimiento humano, lo cual a menudo nos hará retroceder
para recordar las enseñanzas de la escuela secundaria y los primeros años
universitarios.
Es importante recalcar lo siguiente: no es lo mismo un «don» que
un «poder» aunque muchas veces se usen erróneamente como sinónimos.
Cuando nos referimos a un don o carisma, estamos hablando de algo
que se nos otorga libre, gratuita y benevolentemente, es algo que se nos
da sin pretender recibir nada a cambio. Ejemplos comunes los vemos en
personas que desde la infancia tienen el don de ser grandes compositores

y ejecutores de música, lo que muchos llaman genios. Otros tienen el
don de la sabiduría, de la fortaleza, de la piedad, de la creatividad, de las
lenguas, etc. Algunos incluyen como dones, las habilidades
extrasensoriales o paranormales que manifiestan algunos individuos
de forma innata.
Los poderes, por el contrario, no los recibimos de nadie en forma
gratuita, libre ni benevolente. Generalmente son el resultado de un esfuerzo
previo. Eso lo vemos a menudo en los atletas que se preparan para tener
el poder de lograr determinadas capacidades o habilidades (levantar 300
Kg, saltar 4 metros, etc.) También en el teatro, la danza, la música, la
pintura. Igualmente vemos como muchos logran el poder económico, poder
político, poder moral, etc. consecuencia de unas acciones previas. Todos
quisiéramos tener el poder de levantar mucho peso y dirigir una orquesta
sinfónica o un equipo de fútbol, pero ello requiere de preparación,
esfuerzo, constancia y dedicación. Cuando comparamos al poder con la
capacidad para lograr algo, tenemos que reconocer que una parte del poder
puede ser obtenida sin esfuerzo, es una parte básica que si se aprovecha y
cultiva tendrá resultados prácticos. Por ejemplo, una persona puede nacer
en el seno de una familia rica y ello le daría una base de poder económico
que si sabe aprovecharlo y no derrocharlo influirá en el resultado final. Lo
que ocurre es que su camino al logro de sus objetivos será más corto, pero
no llegará nunca si no pone algún esfuerzo de su parte.
El Chi-Kung nos confiere determinados poderes o incrementa nuestros
dones naturales pero ello requiere de nuestro esfuerzo. Es por ello que
algunos autores dicen que la definición correcta del Chi-Kung es la de un
«Entrenamiento o estudio relativo al Chi que conlleva un largo tiempo
y un gran esfuerzo». Es una ciencia formal, y como tal, tiene sus métodos
propios, un cuerpo de teorías, una base experimental con resultados
comprobatorios de las hipótesis planteadas, un objetivo y una vasta
literatura, la cual solamente en el idioma chino tiene más de 7.000 libros
publicados
En el transcurso de su historia milenaria el Chi-Kung ha recibido
varios nombres, antiguamente se llamaba DAOYINGSHU (Método de
conducir la energía vital) o TUNAFA (Método de respiración). Durante

50
su prolongado desarrollo y evolución aparecieron diversos métodos
sencillos y eficaces, tales como WUQINGXI (Ejercicio de las cinco aves),
YIJINGJING (Ejercicio de los movimientos de tendones) de DAMO,
BADUANJIN (Ocho series de ejercicios), TAIJIQUAN (Boxeo chino con
sombras), NEIYANGONG (Ejercicio para la tonificación interna) etc.
Los ejercicios terapéuticos se subdividen a su vez en varios tipos: el TU
NA, destinado a controlar conscientemente la respiración; el JING GONG
(de quietud), un ejercicio que se practica en un estado de completa calma
mental (estado similar al de meditación hindú) ; el ZHAN ZHUANG
GONG, que se practica de pie, y por eso es llamado «ejercicio del pilote»;
el DON GONG que combina la quietud y el movimiento; el DAO YIN
GONG coordinación consciente de la mente con el movimiento de las
extremidades y el cuerpo; y por último los masajes.

Capítulo 6
¿Para qué sirve?
Mi amiga la Srta. Huan Xiu Hong (Josefina), quien trabajaba para la
corporación que yo representaba, me había mencionado que tiempo atrás
ella había servido como traductora para unos estudiantes de Medicina
extranjeros interesados en la Acupuntura, oportunidad que le sirvió para
conocer a un profesor de la Universidad quien practicaba y estudiaba el
manejo de energía vital (Chi). Él trabajaba en la Escuela de Física, adscrita
a la Facultad de Ciencias Puras de la Universidad de Nanjing. Su
especialidad era precisamente el manejo y estudio de la energía Chi, lo
cual en términos occidentales sería un profesor de física especializado en
la cuarta energía o energía sutil (subtle energy)14
. Este profesor era al
mismo tiempo un reconocido Maestro de Chi-Kung, y debido a que se
había despertado en mí la curiosidad por ese conocimiento, en uno de mis
siguientes viajes de trabajo a China le manifesté a mi colega Josefina, que
me gustaría conocer a ese maestro de Chi-Kung.
La Srta. Huan tuvo la gentileza de invitar al Prof. Wu Tian Sheng a
la sede corporativa de la compañía para la cual ella trabaja y de la cual yo
era representante en mi país. Después de las presentaciones de rigor y
preguntas de cortesía, abordamos el tema de su especialidad, la energía
(Chi), y le comenté sobre mis inquietudes, investigaciones y prácticas. Le
expliqué que en mis investigaciones había notado que el concepto que
ellos, los chinos, tienen del Chi coincide con el concepto hindú del Prana
y que en otras culturas y épocas se le ha dado diferentes nombres, por lo
14
En la física moderna se reconoce la existencia de cuatro grandes tipos de fuerzas o energías: la
atómica fuerte, la gravitacional, la electro-magnética y una cuarta o sutil, llamada atómica débil,
que vincularía a las otras tres.
tanto era un conocimiento universal. Le informé igualmente que yo había
comenzado a practicar por mi cuenta ejercicios de Chi-Kung (Qi-Gong).

52
Después de oírme atentamente y hacerme algunas preguntas a través
de la Srta. Huan me dijo que le intrigaba saber hasta qué punto había yo
avanzado en la práctica del manejo de energías (Chi-kung) sin estar al
lado de un «maestro», por lo que me propuso hacerme un «simple examen».
Para el «examen» él me pidió que me levantase de la silla y que me
alejase hasta una distancia aproximada de unos siete metros hasta el final
de la sala de conferencias donde nos encontrábamos. El maestro me pidió
voltearme de espaldas, que me relajase y mantuviese tranquilo. Estando
yo de espaldas en el sitio indicado, sentí que me empujaban contra la
pared aunque no sentía ningún contacto de manos o algo físico sino una
fuerza que actuaba sobre mí, una fuerza como la magnética. Logré
mantenerme en equilibrio con gran esfuerzo e inmediatamente volteé hacia
atrás y lo que observé fue al maestro Wu Tian con una leve sonrisa en sus
labios y a la Srta. Huang con mirada de asombro. El maestro solamente
había efectuado un leve movimiento con la palma de su mano apuntando
hacia mí, este movimiento imperceptible debe haber activado algo que
me presionó con fuerza a pesar de la separación física.
Maestro Wu, Carlos Ruiz, Huang Xiu Hong
El maestro me explicó que mi nivel de «Chi» era bastante bueno,

aunque… «no había bajado suficientemente a las piernas»…, (cosa que no
entendí) y me explicó también que si mi nivel hubiese sido inferior,
probablemente yo hubiese chocado contra la pared que tenía frente a mí
y no hubiese logrado mantenerme en equilibrio como en efecto lo hice.
Yo no he podido explicarme este fenómeno en términos racionales,
basándome en lo que hasta ahora conozco en la física elemental como
«fuerza aplicada» o «acción y reacción», pero independientemente de que
lo pueda explicar o no, lo interesante es que tuve la oportunidad de
experimentarlo. En la literatura china antigua se relatan muchos casos de
maestros que hacían volar por los aires a sus discípulos o adversarios con
un simple gesto de la mano y estas narraciones siempre me parecieron
inverosímiles y fantásticas, pero ahora les atribuyo algún porcentaje de
credibilidad (descontando las exageraciones).
Recuerdo un comentario del Maestro Wu quién mencionó que no
debíamos sentirnos «diferentes» o «especiales» por aquellas facultades que
podíamos adquirir con el estudio del Chi-Kung u otro sistema de manejo
de la energía vital. Se trataba solamente de tomar conciencia de lo que
podemos lograr y que debemos despertar en nosotros, ya que nacimos
con ello. Algunas personas, lamentablemente, se aprovechan del manejo
de estos efectos para lograr adeptos, explotándolos y subyugándolos, al
tiempo que se autoerigen en «Maestros» o «Gurúes». Los seres humanos
que toman conciencia de sus facultades parapsíquicas no deben
considerarse «diferentes» ni considerar tampoco las experiencias como
fuera de lo normal sino que deben darse cuenta que ellas son inherentes e
innatas a la naturaleza humana y también que éstas son compartidas por
animales e incluso por las plantas.
Acciones como esta, ejecutadas por Maestros de Chi-Kung me
recordaron nuestras crónicas occidentales y particularmente las
Hagiografías (relatos de los milagros de los santos católicos) donde están
documentados casos en los cuales personas volaron por los aires
posiblemente debido a la misma fuerza. Está el caso de Santa Teresa de
Ávila, de quien se dice que sus compañeras monjas tenían que agarrar de
su hábito para bajarla a tierra cuando flotaba entre ellas; el caso de San
José de Cupertino (1663) quien fue visto volar innumerables veces y hasta

54
logró la conversión al cristianismo
del Duque de Bronwick quien
observó perplejo el fenómeno. El
conocido médium Douglas Home
(1852) levitó ante innumerables
testigos desde un piso inferior al
superior saliendo por la ventana.
Las escuelas monásticas
Tibetanas conocidas como «lung-
gom» entrenaban a sus mensajeros
en una forma de respiración,
estados alterados y levitación que
les permitía recorrer grandes
espacios a buena velocidad al no
Médico chino practicando Qi-Gong
Símbolo del Tao
15
Meditación Transcendental TM® Método de acceder a un estado alterado de conciencia me-
diante la repetición de palabras (mantras) puesto de moda en Occidente por el Maharishi Maheshi
Yogui.
sentir el peso de sus propios cuerpos.
Los peregrinos que en el Tíbet tomaban tres
días para recorrer la periferia del Monte
Kailash, eran superados por los practicantes
de lung-gom-pa quienes hacían el recorrido
en sólo un día. El famoso monje Budista
Milarepa fue visto en muchas ocasiones flotar
en el aire como lo hicieron Sta. Teresa y San
José de Cupertino. En la tradición del Islam
están reportados muchos casos de maestros «Sufíes» que igualmente han
levitado por los aires y modernamente la escuela de Meditación Trascendental
TM® en sus cursos de «Shidis»15
(o poderes sobrehumanos) producen este
fenómeno a voluntad (su procedimiento está descrito en los yoga-Sutras
de Patanjali).
El Chi-Kung en sus formas de estudio es abordado desde varios
ángulos por diferentes grupos que se constituyen en base a su concepto
filosófico o religioso. Por ejemplo la escuela Médica, es más pragmática

y se preocupa por las aplicaciones terapéuticas para la sanación del cuerpo.
No está vinculada a ningún grupo filosófico o religioso aunque varios de
estos incluyen sus aplicaciones dentro de su esquema de estudios.
Los seguidores de las enseñanzas de Confucio, insisten en la auto-
cultivación y el entrenamiento del propio temperamento o forma de actuar
en general, hacen énfasis en regular la mente, la sinceridad y cultivar el
carácter moral e incentiva al practicante a alcanzar el estado de «descanso,
calma y quietud.
Los Taoístas se inclinan por la formación moral del carácter y la
búsqueda de la longevidad. Esta corriente al igual que la Budista tuvo
gran influencia en la preservación y actualización del conocimiento, ya
que sus templos y monjes lo incluyeron como actividad propia de
formación. Ellos consideran el fortalecimiento «tanto del cuerpo como
de la mente» como su meta principal.
Los seguidores de Buda, tienen a su vez dos corrientes, aquella
que involucra la mente en busca del «Samadhi» (intenso ejercicio psíquico
de concentración mental, similar al estado de trance en el cual se
transciende a un plano elevado de supra-conciencia). Según esta escuela
toda la materia (dhata) es ilusoria (sunyata). Es decir esta corriente se
concentra en el mejoramiento espiritual del individuo como tal buscando
que éste alcance la meta de su liberación «kaiyalpa». Mientras que la
segunda corriente es también una de meditación pero que hace hincapié
en el cultivo de la mente para la salvación de todos los seres vivientes. Su
objetivo es colectivo. Al igual que los taoístas, los budistas transmitieron
grandes conocimientos y experiencias a través de su linaje de monjes. El
método de la escuela Budista hace énfasis en templar la mente, es decir,
no prestar atención a los pensamientos relacionados al cuerpo físico.
Finalmente, la escuela de Wushu es la que busca el fortalecimiento
físico para la defensa y el combate y sin duda, cuando se la considera
como espectáculo, ha causado más interés y admiración al presenciar
hechos que van en contra de los principios establecidos de fuerza y
resistencia del ser humano.
Independientemente de la escuela que lo estudie, se han creado
ramas específicas de aplicación:

56
Primera aplicación: Chi-Kung Preventivo.
Esta modalidad o escuela no cambia nada sino que crea las
condiciones para una mejor vida. Vivir más tiempo, más sano y
más activo.
Segunda aplicación: Chi-Kung de fortaleza y artes marciales.
Este tipo de Chi-kung busca el fortalecimiento físico para la defensa
y el combate lo cual lo convierte, sin duda, en objeto de
espectáculo causando más interés y admiración cuando el público
presencia hechos que van en contra de los principios establecidos
de fuerza y resistencia del ser humano. Cabe señalar que estas
proezas no se logran de un día para otro, se requiere un prolongado
entrenamiento físico y mental.
Tercera aplicación: Chi-kung (Qi-Gong) Terapéutico
En este punto queremos insertar una ADVERTENCIA, el CHI-
KUNG en su aplicación terapéutica (LIAO-FA) no pretende en
ningún modo sustituir o reemplazar los tratamientos e indicaciones
médicas convencionales, por el contrario, en muchos casos son
tratamientos coadyuvantes o accesorios. Pero siempre queda a
discreción del galeno su uso simple o combinado.
Cuarta aplicación: Chi-Kung Paranormal (extrasensorial)
Hemos visto ya varios tipos de Chi-kung para diferentes
aplicaciones. Otro tipo interesante es a la vez el más misterioso ya
que involucra la generación, desarrollo e incremento de capacidades
paranormales (Telepatía, clarividencia, premoniciones,
clariaudiencia, telekinesia, visión remota, etc. etc.).
Todas estas escuelas tienen en común el manejo de energía para
lograr sus propósitos u objetivos. Aunque básicamente el Chi-Kung es un
manejo de energías, no se trata de acumular exceso de ésta ya que tan
dañina es la deficiencia como el exceso. Un ejemplo muy gráfico es tratar
de conectar un televisor a las torres de transmisión eléctrica, lo más

probable es que la persona ni siquiera logre acercarse a los cables antes de
ser fulminado por una descarga. Indudablemente es la misma corriente
eléctrica que alimenta el televisor en la casa o la cocina, pero en la casa
son solamente 110 ó 220 Voltios y en la línea de transmisión puede haber
desde 23.000 hasta 550.000 Voltios.
De allí se desprende que el exceso de energía o su desequilibrio en
general cambian totalmente los efectos. Ya vimos el ejemplo de la
electricidad pero el mundo está lleno de ellos: el agua de lluvia es buena
para las cosechas pero su exceso pudre y destruye las plantaciones. El
viento es necesario para refrescarnos y ventilarnos pero no deseamos tener
huracanes, tifones o tornados. El frío extremo nos congela, el calor extremo
convierte los verdes campos en desiertos y esta lista de ejemplos se haría
interminable.
Se ha desarrollado un campo nuevo de la medicina que se denomina
la electro-estimulación (TEN) y es en este campo donde mayor
comprobación se ha encontrado en la tesis de la influencia externa.
El desarrollo actual de la electrónica, ha permitido, especialmente
en Japón y China, la construcción de equipos (DERMATRON) que
pueden detectar en forma precisa la ubicación exacta de los puntos de
acupuntura en cualquier parte del cuerpo y con este u otro equipo adicional
producir el estimulo bioeléctrico similar al producido por las agujas del
acupunturista. Ello pone de relieve el efecto de los maestros de Chi-Kung
y Yoguis que aplican la radiación emitida por sus manos sobre los puntos
de acupuntura para efectuar curaciones.

Capítulo 7
¿Cómo funciona?
¿Cómo funciona? Esa fue la primera pregunta que me hice al
iniciar los estudios del Chi-Kung. Mis primeras búsquedas e
indagaciones fueron frustrantes, muchos libros que dicen manejar el
tema se concretan tan sólo a uno de los aspectos del Chi-Kung y la
mayoría vende la idea de una serie de ejercicios de gimnasia, aunque
más exótica. Tengo muchos videos que en lugar de ayudar, confunden
al futuro practicante quien al repetir como un robot los movimientos
que ve en pantalla, a fin de cuentas no obtiene ni percibe ningún
beneficio, ignorando que lo que ve es sólo una porción de algo mucho
mayor.
Como había mencionado anteriormente «entender algo» no
significa que se pueda utilizar o aplicar. Los médicos en sus facultades
de medicina estudian mucha teoría pero no podrían ser médicos hasta
tanto no comiencen la práctica. Esto es válido para pilotos, ingenieros
y en general para todas las profesiones. En nuestra vida normal pasamos
de los conocimientos pasivos o teóricos a la práctica para poder dominar
cualquier arte u oficio. Pero hay casos en los cuales la parte práctica
no se puede llevar a cabo por limitaciones físicas o de otro tipo. Muchos
pilotos quisieran ser astronautas, pero la mayoría no podrá lograrlo.
Muchos hombres entienden perfectamente el proceso de fecundación
y posterior crecimiento intrauterino de los bebés, pero no podrán quedar
embarazados, ya que esto se reserva sólo a las mujeres. Muchos
entrenadores deportivos saben «cómo se debe hacer» para que el atleta
logre un mayor rendimiento, pero los entrenadores ¡no están en
capacidad de hacerlo ellos mismos! El Chi-Kung como cualquier arte
o ciencia tiene un basamento teórico y una parte práctica. Estudiarlo

60
es como entrar a una escuela de música o pintura, después de aprender
la teoría básica y los principios del arte, sólo la práctica y el talento
producirán grandes maestros. El estudio del Chi-Kung, como muchas
otras artes y ciencias, garantiza «igualdad de oportunidades» más
no «igualdad de resultados».
La especie humana ha evolucionado a través de un constante
proceso de aprendizaje de nuevas cosas. Desde los albores de la
civilización este proceso se basó mayormente en observaciones e
intentos con ensayos y errores. La observación fue primordial para
aprender cualquier cosa y ésta generalmente se enfocaba en todo lo
que era ajeno o fuera de lo normal. De la observación pudieron sacar
algún provecho; como el uso y aplicación de aquello que descubrieron
o simplemente el evitarlo y alejarse del peligro, tal como pudo ser la
observación de una fiera devorando un animal pequeño o un río con
fuertes corrientes donde se ahogaron sus amigos. El hombre primitivo
observó que el fuego quemaba y destruía lo que tocaba, pero las llamas
al extinguirse totalmente dejaban caliente el sitio donde antes habían
estado ardiendo, luego el observador dedujo que el fuego podría servir
para calentarlo en días y noches de frío. También observó que de noche
el fuego producía luz que servía para ver en la oscuridad aunque el sol
no estuviese presente.
La observación condujo primero a un proceso de verificación
por ensayos y errores lo cual incluía un riesgo, porque para aceptar
que el fuego calienta o quema probablemente el hombre trató de poner
su mano en alguna llama. El comer una fruta desconocida fue un riesgo,
muchos se envenenaron hasta que pudieron determinar cuáles frutas
o vegetales podían comer sin peligro. En esa primera etapa, la de
observación, a veces una persona que observó algo trató de
comunicarlo a sus semejantes para beneficio o provecho, y así les dijo
de no comer determinados frutos, de no acercarse a determinados
animales depredadores y evitar lugares con alto riesgo. Pero cuando el
observador trató de narrar a sus semejantes algo que era totalmente
fuera de lo normal, ellos no lo aceptaron y para justificarlo se recurrió
a los conceptos de magia y allí nacieron las leyendas.

Cuando nos damos cuenta de que estamos en presencia de algún
fenómeno fuera de lo normal nuestra mente busca compararlo con lo
ya conocido y cuando no concuerda con ello, surge la incredulidad,
es decir, que de entrada no aceptamos como normal lo que estamos
viendo y pensamos que hay algún truco o engaño. Un indio en la selva
cuando ve a un explorador producir una llama con un movimiento de
sus dedos (encendedor de cigarrillos) no lo considera normal y piensa
que es magia.
En el proceso de verificación que sigue a la observación,
incluimos un análisis, estudiando todas las posibles causas y efectos
del fenómeno observado. Podremos en forma incontestable demostrar
que ese fenómeno ha producido un resultado perceptible y que no era
una ilusión. El primer resultado de nuestro análisis es la veracidad y
certeza de lo ocurrido. Luego como consecuencia de la repetición en
múltiples oportunidades terminamos aceptando el fenómeno como
posible. El hombre primitivo después de haber tenido el fuego cerca o
dentro de sus cuevas y habiéndose calentado y alumbrado la primera
vez, aceptó las propiedades del mismo y al hacerlo habitualmente
terminó incorporándolo a sus costumbres. Dentro del proceso de
análisis el hombre buscó también las causas, y la búsqueda de éstas
dio inicio a las ciencias. Pero el hombre se dio cuenta también que
aunque ignoraba las causas de muchas cosas, ello no impidió el uso o
aplicación del nuevo conocimiento. El indio observó que en múltiples
ocasiones al apretar un botón en el encendedor de cigarrillos brotaba
una llama y que esto no era una ilusión porque él podía tocar el
encendedor y la llama quemaba, así que pudo producir llamas a
voluntad sin saber cómo.
La etapa del aprendizaje, involucra el haber aceptado los
fenómenos como posibles y como sujetos a un proceso mediante el
cual otra persona pueda hacer algo similar. Es como cuando aprendemos
a conducir un auto, hemos visto que otros lo hacen y nos toca a nosotros
hacer lo mismo. Podemos enseñar al indio a producir la llama a voluntad
oprimiendo el botón del encendedor, aunque él no sepa que se requiere
un combustible y algo que inicie la chispa. Gran parte de los avances

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