El documento describe un experimento de condicionamiento clásico realizado con un perro llamado Coco. El equipo entrenó a Coco asociando un estímulo neutro (agarrar un palo) con un estímulo incondicionado (recibir croquetas), de modo que con el tiempo Coco aprendió a responder al estímulo neutro solo. Tras dos meses de entrenamiento diario, Coco dominó la tarea y ya no necesitaba recibir croquetas para responder al palo.