La pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento del desempleo en Ecuador, con proyecciones de que podría dejar sin empleo a unos 600,000 ecuatorianos. La paralización económica desde mediados de marzo afectó las ventas y el empleo privado, y el número de afiliados al Seguro Social ha disminuido en 195,000 personas desde que se decretó el estado de emergencia. El desempleo es un grave problema en Ecuador que empeora la pobreza y desigualdad.