2. FACTORES PREDICTIVOS
Son objetivos potenciales para la prevención y la intervención. Existen, por tanto, una
serie de factores de riesgo que pueden influir, en mayor o menor medida, en la
aparición de una conducta antisocial o delictiva en los niños y jóvenes.
El objeto de toda predicción es identificar correctamente a los futuros delincuentes y a
los no-delincuentes y disminuir progresivamente el número de sujetos mal predichos
(falsos negativos y falsos positivos). Estos grupos constituyen dos de los errores más
preocupantes en el campo de la predicción: el de falsos positivos puede deberse a
sujetos que hayan desistido del delito o bien a la utilización de factores predictivos
erróneos; y el de los falsos negativos, a una débil relación entre el predictor utilizado y
la delincuencia.
3. DELINCUENTE COMÚN
Partiendo de dicha premisa la delincuencia común se refiere a delitos de poca
complejidad, los cuales pueden ser realizados por un individuo cualquiera sin ninguna
preparación específica para ello o una estructura muy detallada para ser llevados a cabo;
en esto se diferencia de los delitos especiales o la delincuencia organizada.
En buena medida, la actividad delictiva de los delincuentes contra la propiedad puede
considerarse la propia de los llamados delincuentes “comunes”, ya que la delincuencia
más habitual suele ir dirigida contra la propiedad y la salud pública (tráfico y consumo de
drogas); por ello es la delincuencia más representativa, aquélla que más explica la
presencia de los presos en las cárceles y, en definitiva, la que llena de información las
estadísticas delictivas.
4. Un delincuente común es una persona que comete delitos que no requieren una
preparación especial ni una estructura organizada. Por lo general, son delitos de poca
complejidad, como hurtos, robos, lesiones o estafas, que tienen como objetivo obtener
dinero o bienes de valor. Los delincuentes comunes no son especialistas en ningún tipo de
crimen y pueden actuar solos.
La delincuencia común se diferencia de la delincuencia organizada, que implica una red de
criminales que operan de forma coordinada y jerárquica para cometer delitos más graves y
sofisticados, como el narcotráfico, el terrorismo, el lavado de dinero o la trata de personas.
La delincuencia común también se distingue de la delincuencia individual, que se refiere a
los actos delictivos cometidos por una sola persona por motivos personales, como
pasionales, psicológicos o de odio.
5. A pesar de que los delincuentes contra la
propiedad pueden ser también violentos, como
cuando perpetran un robo a un viandante (robo
con violencia o intimidación) o un atraco a un
banco, lo cierto es que el objetivo de la acción
antisocial es lograr dinero u otros objetos valiosos.
La violencia aquí es un medio, no el fin de la
transgresión penal. Esto es justamente lo opuesto
de lo que pretende alguien que maltrata a su
esposa, o que mata a su vecino en su pueblo por
una venganza pendiente que se remonta a
muchos años.
6. El delincuente común no solo comete delitos contra la propiedad, sino que suele
menudear con las drogas, y amenazar con la violencia a sus víctimas si se resisten.
Pero su objetivo no es dañar a las víctimas.
Los delincuentes suelen tener ausencia del sentido de responsabilidad, falta de juicio
y una habilidad para racionalizar su conducta a fin de que aparezca lógica o
justificada ante las demás personas. También pueden presentar rasgos de
impulsividad, agresividad y falta de control emocional.
Además, muchos delincuentes tienen antecedentes de abuso o negligencia en la
infancia, lo que puede haber afectado su desarrollo emocional y social. También
pueden haber experimentado situaciones de exclusión social, pobreza o falta de
oportunidades, lo que puede haberlos llevado a buscar alternativas ilegales para
sobrevivir.