La crisis económica española de 2008 se debió al aumento de los precios de las materias primas, la crisis hipotecaria en EEUU y la burbuja inmobiliaria en España. Esto tuvo como consecuencias la reducción de la construcción a niveles de 1988, la disminución del crecimiento económico y el aumento del desempleo por encima de 3 millones. Algunas soluciones propuestas incluyen políticas de austeridad en el gasto público excepto en infraestructura, más viviendas protegidas, reducción