La crisis económica comenzó en 2008 en EEUU debido a la burbuja inmobiliaria y se propagó a Europa y España. En España, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la dependencia de la construcción llevaron a un aumento del desempleo y problemas para empresas y bancos. El gobierno inyectó fondos a los bancos y adoptó políticas para estimular la economía, pero se prevé que la salida de la crisis será lenta, posiblemente hasta 2011.