1. Crisis económica vs Futuro laboral.
Adolescentes en crisis, aspectos personales, sociales y laborales
Nos encontramos con la paradoja de que los adolescentes de hoy en día, no se ven afectados por la crisis económica, pero si observamos que les preocupa su futuro y su próxima estabilidad laboral y económica.
Sabemos que el paso de la adolescencia a la adultez es una etapa de fuertes cambios, en los cuales podemos observar varios patrones que se repiten. Respecto al plano corporal, el cuerpo es percibido como extraño, surgen nuevas sensaciones involucradas con el mundo interno, donde los pensamientos y metas cambian. Con respecto a esto último, surgen nuevos objetivos ya que la lucha por una nueva identidad se extiende a la lucha por nuevas instituciones y nuevas relaciones con la sociedad. (Moujan, 1993).
Recorriendo las calles de la ciudad de Córdoba realizamos entrevistas a adolescentes entre 18 y 25 años las cuales mostraron que la mayoría de éstos no presentan preocupación alguna respecto a la crisis económica en el país y en el mundo. Sin embargo, pudimos notar una predisposición a la obtención de escolarización y formación profesional. En las entrevistas, identificamos que los jóvenes no se muestran preocupados por el presente pero si por su futuro, y es su plan utilizar el perfeccionamiento educativo para lograr estabilidad profesional.
Entonces, si los sucesos de los tiempos de hoy “no interesan”, ¿qué los lleva a preocuparse por obtener un título profesional? Si nada pasa afuera, ¿por qué obtener un certificado para contribuir a ese exterior que no les preocupa en un cierto punto?
Dicha despreocupación se podría ver reflejada a causa de sus propias condiciones de vida en la actualidad ya que por el momento, no dependen de sí mismos para poder subsistir y encuentran un soporte económico por parte de sus padres; conviven con ellos sin tener la necesidad de salir a trabajar. Si bien hay una manifestación de menor interés por los temas públicos comparado con tiempos pasados, no debe concluirse que debido a esto no experimenten disconformidad o carezcan de mirada crítica (Balardini, 2010).
Existen varias razones por las cuales los adolescentes pueden estar preocupados por obtener un título profesional, una de ellas es el poder acceder a mejores oportunidades laborales, aunque también debe
2. tenerse en cuenta la vocación, y lo vocacional en este proceso de selección. La vocación es algo innato, algo que viene desde niños en la mayoría de los casos. Lo vocacional es una construcción, que nos ayuda a construir una identidad, propia y social. Por esta cuestión es preferible hablar de “lo vocacional”, como un entramado entre sujeto, objeto y contexto. Es el acompañamiento en determinado periodo de transición a construir una decisión, un proyecto futuro. Las carreras constituyen un soporte de seguridad para quienes las tienen y es una fuente de identidad personal, por eso se considera a las carreras como el ideal de la vida laboral (Rascovan, 2003).
Otro punto importante a tener en cuenta es el fenómeno del consumismo (Balardini, 2010). Las nuevas tecnologías provocan que los adolescentes quieran constituir su identidad en base al consumo. Se presenta al “tener” como un valor clave, y al poder adquisitivo como sinónimo de éxito personal; se supone que dichos logros nos harán exitosos y libres. ¿Qué ocurre entonces si no podemos acceder a tal consumo?
En el periodo que transitamos, tanto para los jóvenes como para los adultos, hay una crisis generalizada en cuanto al mercado laboral, que no debe pasar desapercibida a la hora de abordar estas cuestiones. La inserción laboral ya no es de fácil acceso y cada vez se requieren mayores logros para integrarse. Se generan expectativas y aspiraciones que se plantean en el proyecto de vida, entre lo que se quiere ser y hacer, en relaciones hacia el mundo y hacia sí mismo. Hay una necesidad de ser tenido en cuenta.
Cuando no ocurre este proceso de reflexión que se mencionó anteriormente, el proyecto de vida tanto individual como colectivo quedan sometidos a la espontaneidad, de esta forma no se hace posible la identificación y obtención de metas y se genera una crisis entre expectativas y el mundo real, lo que conlleva a frustraciones y decepciones importantes, quedando así, las metas propuestas intrincadas en su mayoría (D`angelo hernández).
Joven frustrado
Este proyecto de vida, según Balardini, se forma en esta etapa a partir de una doble dimensión: la consolidación de su identidad social e individual. Con respecto a la primera, se puede diferenciar la situación social en la que se encuentra, interacciones con otros y las exigencias que se le presentan. Por
3. otro lado, se considera identidad individual, a la actitud de la persona en base a sus experiencias, posibilidades, necesidades y aspiraciones personales.
Para que este proyecto de vida sea eficiente es muy importante que se desarrolle un pensamiento crítico/ reflexivo ya que la construcción del futuro personal del adolescente abarca todas las esferas de la vida, en la que se incluye el interés por lo económico.
Dicho esto, nuestra opinión, es que los adolescentes, no parecen mostrar interés por la crisis económica, como consecuencia de no recibir la estimulación adecuada por parte de la sociedad.
Lo que nos lleva a concluir, que es determinante, que los jóvenes reciban educación reflexiva/ critica, a través de concertación grupal y social, para que aporten y se conduzcan en la dirección necesaria para desarrollar una sociedad, íntegramente humana.
Ideas, dudas , indecisiones.