El documento describe los agroquímicos, sustancias químicas utilizadas en la agricultura para mantener los cultivos, como herbicidas, fertilizantes e insecticidas. Su uso indiscriminado puede acarrear graves consecuencias para la salud humana y el medio ambiente, incluyendo abortos, cáncer, leucemia y daños al sistema nervioso. Los trabajadores agrícolas y sus familias se ven especialmente afectados por los riesgos asociados a las tareas rurales.