Alerin, un avioncito de carga, soñaba con convertirse en un jet de guerra a pesar de que sus padres le explicaban que era difícil de lograr debido a que era más lento. Un día, Alerin trató de volar muy rápido y su motor falló, por lo que tuvo que ser reparado. Años más tarde, la armada lo llamó para que trabajara como carguero de los jets, lo que lo hizo sentirse contento de poder ser parte de la armada y también a sus padres orgullosos.