Virgilio, el hijo del Rey Ricardo, descubre una piedra mágica que cumple deseos. Le pide a la piedra que la fiesta de cumpleaños de Virgilio dure toda la noche para que los niños se diviertan más, sin escuchar las advertencias sobre pedir solo un deseo. Como resultado, la fiesta no termina. Arrepentido, Virgilio le cuenta a su padre lo que hizo, y juntos piden a la piedra que ponga fin a la fiesta para enseñarle a Virgilio a obede