Este documento presenta las 5 componentes clave de un sistema de control interno efectivo: 1) Ambiente de control, 2) Evaluación de riesgos, 3) Actividades de control, 4) Información y comunicación, y 5) Actividades de monitoreo y supervisión. Cada componente incluye varios principios que deben seguirse para establecer un sistema de control interno sólido.